Edición N° 18 - invierno 2000
(para el hemisferio sur)

POSITIVISMO E INFANCIA
Impacto y persistencia política

Por:
Lic. María Felicitas Elías


La Sociología Argentina de Principios de Siglo

«¿qué significa el desarrollo de la Sociología? De qué proviene que sintamos la necesidad de aplicar la reflexión a las cosas sociales, sino de que nuestro estado social es anormal, de que la organización colectiva es bamboleante, no funciona ya con la autoridad del instinto, puesto que esto es lo que exige la reflexión científica y su extensión a un nuevo orden de cosas».
E. DURKHEIM.

A partir de la presidencia del Gral. MITRE (1862-68), la actividad científica mostró un auge importante. La invitación y visita de profesores europeos junto a la creación de las Universidades de Córdoba, Buenos Aires y La Plata; ejercieron su influencia moderna y positiva tanto en el campo de las ciencias naturales, como en la pedagogía, la moral y la cultura en general.

El impulso de la Generación del ´80 impactó el campo de la ciencia, y por su parte, Florentino AMEGHINO - como autodidacta- contribuyó al desenvolvimiento del conocimiento científico universal, revolucionando no sólo las ciencias naturales sino también la Filosofía.

La actividad científica en el campo de las ciencias del hombre de finales del decimonono, ya no en manos del clero y con instituciones universitarias funcionando a pleno, dio lugar al avance de la temática sociológica positivista desarrollada preferentemente por profesionales médicos y abogados.
Para el caso de los primeros las propuestas higienistas de C. BERNARD; y para los segundos una fuerte aproximación a la escuela antropológica italiana, fueron semilleros de formación de Francisco y José María RAMOS MEJIA; Julio BARREDA LINCH; Luis AGOTE, Eduardo CONI, Osvaldo MAGNASCO, Carlos O. BUNGE, Rodolfo SENET y tantos otros que, convencidos del programa de la modernidad, se dedicaron a estudiar fenómenos sociales del momento. Y entre ellos a los canillitas.
A partir de 1900 tomó impulso el desarrollo de las ciencias del hombre, constituyéndose a partir del substrato cientificista y por lo tanto positivista, y sobre la base del florecimiento de las ciencias naturales en el período 1870-80.
Así, junto a esfuerzos de codificación e institucionalización, sumados la venta de cueros y tasajo, expansión de la red ferroviaria e implantación de los frigoríficos; la dirigencia y elite argentina, contó con una pléyade intelectual que auscultó y explicó la sociedad a partir de estudios objetivos.
Bajo la dominación de el dato, de explicar a la sociedad no ya con criterios universalistas sino asociando ciencias naturales y ciencias sociales.

José María Ramos Mejía

En "Las Multitudes Argentinas" refiere que utilizará una metáfora científica para explicar la existencia de la barbarie rosista y la imposibilidad de defensa de los ataques del caudillaje: «los hombres también se combinan para formar las multitudes, como las moléculas para constituir los cuerpos.
Existe indudablemente una atomicidad moral como la capacidad de saturación de los átomos que limita sus valencias. Hay hombres de poca afinidad [...] que no se refunden o asocian con nadie o lo hacen con muy pocos, su atomicidad es escasa porque se saturan pronto [...]. A ese hombre de la multitud deberíamos llamarle el hombre carbono, porque en el orden más bien político o social desempeña por su fuerza de afinidad las funciones de aquel que en la mecánica de los cuerpos orgánicos.»
(1912:98).

Médico creador de la Asistencia Pública, del Departamento de Higiene, y gestor de homenajes a Ch. DARWIN; ocupó entre otros cargos públicos el de Ministro de Educación hasta 1912.
Crítico de las multitudes a las que estudió y describió con acento lombrosiano; reglamentó desde el Ministerio de Educación - aún hasta el presente- las ceremonias escolares como procedimiento de nacionalización de las masas multitudinarias llegadas a la argentina a trabajar la tierra.
Dijo entonces en La Multitud de los Tiempos Modernos respecto de esos primeros hijos argentinos del migrante europeo: «Ese niño vagabundo y curioso, eterno ocupante de la calle, es el que aplaude con más calor las escuelas de cadetes, que con encantadora gravedad desfilan en los días de la patria; el que vive con bullicioso entusiasmo la bandera haraposa del viejo y glorioso batallón, el que acompaña a la tropa más lejos, el que no falta a la lista, el que se asocia con la más candorosa y sincera decisión a todas las cosas populares en que están el pabellón y el uniforme» (1899:199).


Carlos O. Bunge

Al igual que para el autor del Hombre Mediocre, Carlos O. BUNGE, recibió influencias de la sociología comtista que quedó reflejada en una de sus principales obras como es Le Droit c'est la Force. Thèorie Scientifique du Droit et de la Morale - traducida al español a comienzos de este siglo. En ella, nos habla que la división de clases y castas es una consecuencia fatal de la lucha por la vida. La moral se corresponde con ellas y con el derecho - por tanto - expone "cada clase tiene su moral". En función de ello "la ley es la expresión política de reglas jurídicas impuestas más o menos concientemente por las clases dominantes para conservar una situación económica que las favorece".(BUNGE apud SOLER: 1968:228). De esta forma, planteó conceptos del maximalismo en proposiciones de la sociología biológica.

Este autor en sus estudios sobre La educación contemporánea, preocupado por las características de la política criolla y los caudillos latinoamericanos, propone para la educación de los argentinos (hijos de inmigrantes y nativos) "conviene que el pedagogo argentino se preocupe seriamente por inculcar sentimientos de disciplina en sus educandos desde la infancia, para que los niños aprendan a respetar y obedecer". (1903:34)
Al igual que SARMIENTO, artífice de la educación pública; valoraba en 1886 la validez de la gimnasia infantil como instrumento de higiene moral diciendo: "¿Cuántas veces obedece un niño al día al ejecutar actos armónicos, de conjunto, acompasados, que no dependen de su voluntad?. Y - se respondía, pensando seguramente en la incorporación de esos brazos al progreso de la Nación- "la escuela, la gimnástica, la fila, la hilera, el compás van disminuyendo las crispaciones; la regla, la repetición de los movimientos vienen amasando al animalito bípedo que cuando llega a la plenitud de su fuerza es un hombre y no un tigre [...] Las escuelas salvarán doscientas vidas anualmente, con la gimnástica, y el sentarse y levantarse metódicamente." (SARMIENTO; 1886 apud SOLER).

Al referirnos al positivismo, lo consideraremos como las corrientes "qui ont pour thèses communes que seule la connaissance de faits est fèconde; que le type de certitude es fourni par les sciences espèrimentales, que l'esprit humain... n'évite le verbalisme ou l'erreur qu'à la condition de se tenir sin cesse au contact de l'expèrience et de renoncer à tout a priori". (LALLANDE apud SOLER; 1968:19), dando cuenta de esta forma del agnosticismo spenceriano y del comtismo en su perfil más ortodoxo; incluyendo todos los dominios de la vida intelectual y moral como territorios del método científico.

El carácter tardío de esta corriente en relación al desarrollo europeo, como el florecimiento de las ciencias naturales y los progresos en la esfera económica y comercial argentinas de fines del siglo XIX; sumados a la certeza de la declinación de las formas de la Ilustración generaron en América corrientes de pensamiento sociológico que ensayaron explicar las cuestiones sociales. Pensar la sociedad para transformarla. De esta forma decantó el realismo social sobre el que expusimos más arriba y también la sociología argentina en manos de médicos y juristas que intervinieron activamente en el campo de la niñez y en la constitución del sujeto niño como la "esperanza del futuro".


José Ingenieros 26

En una de sus obras traducidas al francés trata a la sociedad con criterios positivos. Considera a la sociología como una ciencia natural, homologa sociedad y organismo; refiere la evolución como algo dado: "No podría comprender la experiencia social si se hiciese abstracción de la estructura social. Los problemas de sociología esclarecen el estudio de la psicología social.
Estas ciencias presentan estrechas interrelaciones... Una estudia la morfología de los grupos sociales y el desarrollo de sus instituciones; la otra estudia las funciones psíquicas de adaptación colectiva y el desarrollo de la experiencia social.
La evolución social puede definirse como la variación de la especie humana, bajo la influencia del medio donde vive; porque ella es una especie viviente, está sometida a las leyes biológicas; porque es capaz de vivir en grupos sociales, obedece a leyes sociológicas; porque puede transformar y utilizar las energías naturales existentes en el medio, evoluciona a través de leyes económica especializadas dentro de las leyes sociológicas"
. (INGENIEROS apud SOLER; 1968:187).

Constituir la «argentinidad» (de raza blanca) - dio lugar a estudios, debates y preocupaciones de la intelectualidad nacional. Ellos consideraron la cuestión a la luz de las teorías y discusiones producidas en Europa, pero también incluyendo preocupaciones por la gran masa migrante arribada a estas orillas y la necesidad de encauzarlos en la vida del trabajo.
Así, el autor que referimos, nos dice en el Prefacio de su obra Sociología Argentina: «La 'humanidad' es una especie biológica que vive sobre la superficie de la tierra, luchando por la vida con infinitas especies vivientes y evolucionando según leyes que la sociología general procura conocer. Cada 'sociedad' es un cuerpo organizado de individuos de esa especie, que en determinadas circunstancias de tiempo, modo y lugar, lucha por la vida con otros grupos sociales, y se caracteriza por cierta homogeneidad de intereses, de creencias y de aspiraciones». (1918:Prefacio a la 7º Edición).

Estudioso de la realidad nacional, nos habla de la constitución de la sociedad argentina exponiendo sobre la formación de una raza argentina y de la nueva nacionalidad. Dice entonces: «el ejército actual, desde la implantación del servicio militar obligatorio, está compuesto por ciudadanos blancos salvo en pocas regiones todavía muy mestizadas.
Asistiendo a un desfile de tropas, creemos mirar un ejército europeo; si debiéramos darle un jefe histórico, sería un europeo-argentino: San Martín. O Paz; nunca un caudillo gaucho. Los soldados saben leer y no son profesionales; ningún jefe podría contar ciegamente con ellos para alzarse contra las autoridades civiles o para subvertir el orden político».
«Esa es la más firme expresión de la nueva nacionalidad argentina: en vez de indígenas y gauchos mercenarios; son ciudadanos blancos los que custodian la dignidad de la Nación». (1918:503).

Pero, previa a esa aseveración señala:

"Un grupo de hombres que vive en una región determinada de la superficie de la tierra, adaptándose a las peculiaridades de su naturaleza y habituándose a la práctica de costumbres determinadas, adquiere modos de vivir y de pensar homogéneos, que engendran sentimientos colectivos de solidaridad [...] la solidaridad crece, en ella, en la justa medida en que el trabajo social se organiza; su conciencia moral se acentúa proporcionalmente al desarrollo de la cultura colectiva».(1918:475).

Director del Instituto de Criminología creado en 1906, tras la organización de la Cárcel de Buenos Aires - denominada desde fines de siglo como Escuela Penitenciaria - INGENIEROS, médico socialista, trabajó por la construcción de una moral científica, influenciado por el positivismo comtista y desde perspectivas que lo ubican en una vertiente progresista. Aplicó el método científico a lo social, asimilando su objeto de estudio a la naturaleza al modo de las teoría darwinistas. Ejemplo de ello fue su estudio sobre los niños trabajadores.

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