Edición N° 18 - invierno 2000
(para el hemisferio sur)

Cuestión social, familia y Trabajo Social

Por:
Lic. Eloísa Elena de Jong


3 - LA CUESTIÓN SOCIAL HOY: UNA ERA DE DESIGUALDADES, UNA SOCIEDAD DE RIESGO

La cuestión social hoy tiene sus inicios en una nueva crisis de acumulación capitalista que se produce en los años setenta en los países centrales y que impacta gravemente en los países periféricos que llega a desestructurar el mundo social y el mundo de la vida como brevemente lo analizara en relación a la Argentina.

Esta cuestión social tiene diferentes manifestaciones en tanto el proyecto del Estado de Bienestar y sus políticas económicas distributivas, para el discurso oficial no "garantizaron" la acumulación del capital, se produce el aumento del "gasto público", el Estado intervencionista se "sobredimensiona", las deudas externas se acrecientan.

La guerra nuclear de las dos potencias mundiales (E .E. U.U. y U.R.S.S.) lleva a lo que Alcira Argumedo llama la Tercera Guerra Mundial en su lucha por la hegemonía económica, política y militar que termina con la caída de la Unión Soviética y la destrucción del muro de Berlín, la pérdida del socialismo real que en el caso soviético se había transformado en otra forma de imperialismo concentrando capital en el mercado a través del Estado, a esto se suma la crisis del petróleo como soporte de las economías centrales. Todas estas condiciones hacen fortalecer el capitalismo monopólico con centralidad en el mercado liberalizando y globalizando las relaciones económicas con la hegemonía de Estados Unidos como única potencia político militar, con un único sistema imperante en las relaciones internacionales. Toda esta situación complejiza la vida de las sociedades perdiendo centralidad los Estados - Nación, donde se quiebran las relaciones entre capital y trabajo, el trabajo se diversifica y se tecnologiza hasta límites insospechados generando exclusión económica y social.

Los países pobres, dependientes como el nuestro, sufren una doble pobreza, la histórica y la nueva.

La deuda externa de Estados Unidos, que adquiere fundamentalmente en su guerra nuclear con la Unión Soviética debe ser subsidiada por los países pobres pagando sus propias deudas externas a altos costos, intereses que son regulados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, pago que no alcanza a cubrir ni los intereses aumentando significativamente la deuda día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, a lo que es importante agregar que nuestra deuda se contrajo fundamentalmente en forma privada durante la última dictadura militar y fue estatizada en el mismo período y los créditos que adquirimos día a día van aumentándola insospechadamente regulando totalmente los proveedores de capital nuestra vida como país, de este modo nuestra dependencia cada vez se vuelve mas difícil de pensar desde su término contrario : la autonomía.

Cambia la imagen del tiempo y del espacio, el tiempo se vuelve presente en términos de cómo subsisto hoy, como garantizo mi inclusión en el sistema, el espacio se globaliza en lo económico pero también en lo cultural y lo social vía medios de comunicación e informáticos.

Los proyectos socio políticos alternativos han fracasado. En nuestro país la brutal experiencia de la última dictadura y los 30.000 desaparecidos crean miedo e incertidumbre, se despolitiza la sociedad civil, el futuro es incierto, el pasado reciente se vive negativamente. A esto se suma un Estado que se ubica como un actor social mas retirándose de su rol de mediador entre capital y trabajo operando en función de los intereses del capital y en favor de los grupos dirigentes con altos grados de corrupción en el ejercicio de la función pública, desprotegiendo a los trabajadores. El mercado internacional avanza sobre los mercados nacionales, regionales y locales, destruyéndolos, la protección social da lugar a la desprotección y a la autosustentación individual, lo nacional pierde sentido como proyecto autónomo e independiente. Los partidos políticos responden mas que nunca a los intereses de la reproducción capitalista, el peronismo se desestructura como movimiento político de los trabajadores. Al flexibilizarse el trabajo, al ser prescindibles muchos trabajadores por el achicamiento del Estado y sus empresas, al regular el mercado y las multinacionales el ingreso y el egreso al trabajo como así también el salario, al terciarizarse el empleo, al requerirse menos trabajadores por la tecnologización los sindicatos han ido perdiendo su sentido como organización política estratégica de defensa del trabajo en las relaciones capitalistas, dándose con mayor fuerza la lucha entre sindicatos y entre trabajadores desubicándose el lugar del enemigo por la competitividad en el mercado del trabajo.

La moneda nacional se dolariza, capitales, empresas y productos internacionales circulan libremente en el mercado competitivo, según sus intereses "hoy están, mañana no", generándose una situación de inestabilidad permanente que se transforma en estructural.

Toda esta situación aporta a la pérdida de sentido, a la no defensa de la producción nacional ni aún en el consumo, a la búsqueda de satisfacciones individuales, al ensimismamiento, a una cultura sin horizontes de trascendencia.

El acuerdo de Washington centró su objetivo en la recomposición de la acumulación capitalista sabiendo el alto costo social que esto implicaba y dando lugar a este mercado salvaje bajo la justificación que la acumulación por la libre circulación de capitales y productos iba a permitir una mayor participación en las ganancias al conjunto de la sociedad.

Este mercado sin límites ha ido produciendo profundos cambios en la subjetividad individual y colectiva en tanto la integración social no es algo esperable sino una lucha permanente entre exclusión - inclusión, en tanto este sistema se basa en que hay "población excedente absoluta y países inviables". La vulnerabilidad social como dice Castel recorre el mundo subjetivo y social en tanto el trabajo no es solo condición para percibir un salario sino que permite sostener soportes relacionales que posibilitan el desarrollo de la creatividad y de lazos sociales para el crecimiento como sujetos evitando la desafiliación y la desintegración, pero aún los sujetos integrados se tornan vulnerables por la precarización, donde la provisoriedad es una condición permanente.

Hoy se produce una alta tensión entre esta desintegración material e integración deseada "el desencanto frente al proyecto nacional que en décadas anteriores poblaron el futuro y el imaginario colectivo con la expectativa de integración social" hoy busca saldarse a través del acceso individual al consumo de bienes simbólicos como la televisión, la informática, servicios que ponen en oferta permanente un sin numero de objetos que a la vez acelera las comunicaciones y nos coloca en una comunicación de tipo "virtual" con el mundo.

Nuestras débiles democracias se sostienen en un proyecto de concentración altamente excluyente y competitivo. Los grupos políticos se desentienden del conjunto de la sociedad, retroalimentan sus propios disvalores al servicio del mercado, transformándose en "castas" que se desentienden de la desintegración social, haciendo desde el discurso "como si les preocupara". Crecen las desigualdades sociales en la tensión inclusión - exclusión. En la Argentina del 20 % de la población mas pobre una familia del cono urbano bonaerense gana por día $4,6 - $1641,7 por año, una familia de Resistencia, Corrientes y Jujuy gana $1,1 por día - $388,9 por año (datos de la Consultora Equis según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC - información aparecida en el diario "La Nación" el 22/02/2000). Según la consultora Equis, en los últimos 28 años el 10 % de la población mas pobre redujo su participación en el ingreso nacional en un 54,8 % mientras el 10 % mas rico la acrecentó en un 58,9%. Las cifras de la Fundación Mediterráneo ratifican esta tendencia, siendo a su vez una de las centrales del poder propulsoras de este modelo de exclusión.

El temor y el miedo que generó la última dictadura, la incertidumbre que genera la lucha por incluirse y permanecer incluido en el sistema, la traición de los partidos políticos, junto a la derrota de los proyectos socialistas van despolitizando la sociedad civil, es preferible una democracia blanda con movimientos sociales aislados entre sí, luchando cada cual por sus propios intereses que surgen a partir de la liberalización de los valores que permiten que aparezca la diversidad de expresiones del entramado social, a través de diversos movimientos sociales fragmentados. Sería importante poder considerar como conjugar lo social con lo político, no como luchas sectoriales, aveces hasta rivales, centrando el eje en lo que nos une y no en lo que nos divide, trabajando la tensión entre integración - desintegración, unidad - diversidad.

No se puede desconocer que se vive en una sociedad de riesgo, "la modernidad que había surgido para eliminar las limitaciones..... y permitir que los seres humanos obtuvieran mediante su propia decisión y su propia actuación un lugar en el tejido social les aparece un nuevo destino adscripto de peligro, del que no hay manera de escapar". Este autor describe muy bien como la modernidad técnico instrumental pone en riesgo toda forma de vida en el planeta. En relación a la familia, como él plantea, no es posible hablar de ella si no se habla de trabajo, de dinero, de educación, de la movilidad y del reparto de las desigualdades. Mientras la familia va cambiando en sus modos de estructuración y organización dándose una creciente pluralidad de situaciones, aunque se pongan en tensión las relaciones materiales y simbólicas, se tienda a igualar las relaciones entre el hombre y la mujer, se ponga en cuestión el matrimonio, la mayoría de las personas aspira a una vida con lazos duraderos y siguen proliferando las desigualdades por ejemplo entre el hombre y la mujer"cuanto mas central es un ámbito en la sociedad, cuanto mas poderoso es un grupo tanto menos representadas están las mujeres"...... "Los hombres han cultivado la retórica de la igualdad, sin que a sus palabras les hayan seguido los hechos"..... "No llevan a la práctica aquello que definen con la cabeza"..... "los hombres ocultan de hecho la desigualdad". Sigue existiendo la división sexual y por lo tanto social del trabajo, la división entre lo público y lo privado pero agravado en tanto la desprotección social, la falta de trabajo, la disminución del salario y beneficios sociales recaen en la familia y especialmente en la mujer que sigue siendo el soporte afectivo y doméstico de la vida familiar "Hacer de la cuestión de la mujer la cuestión de los hijos es el bastión mas estable contra la igualdad de la mujer".... "Todo esto no representa a los ojos de los hombres una discriminación de las mujeres sino una ley objetiva", en tanto se confunde la naturaleza biológica de la maternidad con el papel social de la mujer.

Por otra parte muchas veces recae también sobre la mujer, dentro de su papel como contenedora afectiva, hacerse cargo de la desestructuración de la identidad que supone para el hombre la inestabilidad laboral, la pérdida del empleo, estar desocupado no pudiendo muchas veces cumplir con el papel asignado socialmente de ser el soporte económico del hogar, lugar esperado y legitimado socialmente lo que desestructura su mundo simbólico.

Las bases del sistema industrial no han cambiado en tanto el trabajo retribuido supone el trabajo doméstico, lo que sí ha cambiado es que ante el deterioro del mundo productivo y de las redes sociales de contención la familia aparece como el lugar de depositación por excelencia de la alta conflictividad social generándose problemas de identidad individual y familiar lo que la hacen cada vez mas vulnerable con la aparición de nuevos conflictos que suelen estallar violentamente fragilizando los vínculos. La falta de un proyecto social incide en la falta de proyectos familiares que trasciendan el vivir el hoy.

Además las altas exigencias del trabajo en el mercado competitivo requiere de hombres y mujeres no preocupados por sus responsabilidades familiares. Lo que cambia es que antes la familia debía ser el soporte del sistema productivo mediante la división de roles y funciones y hoy se presenta como un obstáculo, como una carga para las exigencias de producción individual, produciendo una fuerte tensión entre vida familiar - vida laboral.

La empresa comercial debe ser su familia y a ella debe el trabajador todo su tiempo y esfuerzo, no quiere hombres y mujeres donde la familia sea un obstáculo al rendimiento, el sujeto es objeto en tanto una pieza mas del sistema productivo. Sin embargo no hay sujeto que pueda desarrollarse como tal sin soportes afectivos. Esto hace aparecer fuertemente el conflicto entre integración - desintegración familiar.

El núcleo familiar primario continúa siendo un soporte básico en las relaciones afectivas, en la construcción de la identidad subjetiva, en la socialización como garantía de los procesos de maduración y desarrollo. Aún cuando la familia cambie, se disgregue se vuelven a buscar lazos que permitan la reproducción de la vida subjetiva y social, si no se logra el sujeto se enajena, se enferma.

Ante el desgranamiento del empleo vuelven a aparecer formas artesanales en la resolución de la subsistencia como los pequeños emprendimientos familiares, el mercado del trueque que introducen modificaciones en las relaciones asimétricas familiares creando nuevos lazos de solidaridad y de sustitución de roles ante la emergente conflictividad social, como así también aparece el "sálvese quien pueda" en una tensión entre individualismo y comunitarismo.

Hablar de la familia hoy significa centralmente poder entender la complejidad en la que se van construyendo los vínculos familiares, en la tensión de una sociedad diversificada y desigual, es poder tener en cuenta que permanece y que cambia en términos de lo uno y lo múltiple, entendiendo los procesos de integración y desintegración, de igualdades y desigualdades, poniendo en tensión lo material y lo simbólico desde un imaginario social que constituye lo esperado socialmente respecto de la familia y de los sujetos.

La familia está atravesada por el mercado y ese mercado regula los otros atravesamientos institucionales como el trabajo, la sexualidad, la salud, la educación, la justicia, la religión, etc., y todo esto confluye en la complejidad de la vida familiar.

La institución del Estado como un actor social más se desentiende de la conflictividad familiar y social, las Políticas Sociales homogéneas y residuales no dan cuenta de la diversidad de esa complejidad familiar y social, no se puede incorporar "al otro" y a "lo otro". Son políticas sociales pobres para pobres pero desde un pensamiento universalizador del deber ser, en tanto los pobres parece que últimamente lo único que necesitan es comer, si es que necesitan comer, en relación a la tendencia de las políticas sociales con un eje centrado estrictamente en lo alimentario, no cubriendo ni esa necesidad.

El Estado desertor no se hace cargo de la significación del trabajo en la organización de la vida en tanto disocia trabajo - sujeto y creación. Se desentiende generando incertidumbre y los sujetos son convertidos por el mercado en trabajadores descartables, carentes de derechos, en tanto la vida como condición humana se ha transformado en descartable. Esto genera competencia entre trabajadores, lucha individual por la subsistencia, desconfianza en el otro, pérdida de relaciones, incertidumbre por el presente y por un futuro imprevisible, pérdida de comunicación, de relaciones cara a cara. Esto va generando quiebres en la identidad individual y mas aún de la colectiva en tanto se debilitan los soportes relacionales. La familia suele convertirse en un "valor refugio" como dice Ana Pampliega, depositaria de la identidad individual y social, con múltiples exigencias adaptativas, donde la restricción de las posibilidades de ingreso y permanencia en el mercado laboral formal e informal va produciendo cambios en la organización material aún cuando no cambie el modelo de familia nuclear aunque aparezcan materialmente nuevas formas. Lo nuclear suele extenderse o expresarse en "una familia nuclear compuesta"...... "varias familias de la red de parentesco que viven en un mismo terreno" que permite ir resolviendo las necesidades de sobrevivencia : vivienda, alimentación, vestido, servicios básicos, etc. y que posibilita a la vez generar redes familiares de contención social.

Las situaciones de crisis del sistema retraen los procesos de movilización y organización socio - política adquiriendo fuerza las esferas privadas, como plantea Netto. La familia como esfera privada por excelencia en el sistema capitalista y en esta situación estructural de cambio se refuerza en sus responsabilidades de autosustentación y se debilita en las posibilidades de contención del drama de sus miembros / actores ante la pérdida de derechos individuales y colectivos, en el duro entramado entre aumento de responsabilidades y disminución de derechos, donde se perdió la idea de una movilidad social ascendente y donde se van perdiendo los lugares antes alcanzados en la estructura socio - económica desde una mayor participación en el ingreso.

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