Homenaje a Rachel Corrie:
Correos electrónicos publicados en "The
Guardian"
Las cartas de Rachel Corrie
Traducido para Rebelión por Luis Díez Klink (del equipo de
traductores de Znet)
7 de febrero del 2003 Hola familia, amigos y todos los demás: Ya
llevo dos semanas y una hora en Palestina y aún no encuentro palabras para
describir lo que estoy viendo. Cuando me siento a escribir a los EEUU, que es
algo así como un portal virtual al lujo, me resulta muy difícil pensar en lo que
está ocurriendo aquí. No sé si alguno de estos niños habrá vivido alguna vez sin
tener las paredes de su casa agujereadas por los proyectiles de los tanques, o
sin las torres de un ejército de ocupación que les vigila permanentemente desde
el horizonte cercano. Me parece, aunque no estoy segura del todo, que hasta los
más pequeños se dan cuenta de que la vida en otros lugares no es como aquí. Dos
días antes de mi llegada, un niño de ocho años murió tiroteado por un tanque
israelí, y ahora los chicos me susurran su nombre, "Ali", y me señalan un cartel
en la pared con su fotografía. A los chicos también les encanta hacerme
practicar el árabe y me preguntan: "¿Kaif Sharon?", "¿ Kaif Bush?", y cuando en
mi limitado árabe les contesto: "Bush Majnoon", "Sharon Majnoon", se echan a
reír. (¿Cómo es Sharon? ¿Cómo es Bush? Bush está loco. Sharon está loco). Eso no
es exactamente lo que pienso, claro, y alguno de los adultos que sabe inglés me
corrige: "Bush mish Majnoon... (Bush es un hombre de negocios). Hoy intenté
aprender a decir "Bush es una herramienta", pero no creo que la traducción se
entienda. De todas formas, aquí hay chicos con ocho años más conscientes del
funcionamiento de las estructuras globales del poder de lo que era yo hace unos
pocos años.
Sin embargo, ningún libro, conferencia, informe o consejo me
podía haber preparado para esta realidad. Hasta que no lo ves no te lo crees, e
incluso entonces eres muy consciente de que tu experiencia tampoco es la
realidad: basta con pensar en los problemas que tendría el ejército israelí si
disparase contra un ciudadano estadounidense desarmado, o en el hecho de que,
cuando el ejercito israelí destruye pozos, yo al menos tengo dinero para comprar
agua y, por supuesto, en que siempre tengo la opción de marcharme. Nadie en mi
familia ha sido alcanzado mientras conducía el coche por Olimpia con un
lanzacohetes disparado desde una torre situada al fondo de la calle principal.
Yo tengo una casa y se me permite ir al mar. Cuando voy al colegio o al trabajo
puedo estar relativamente segura de que no habrá un soldado armado hasta los
dientes esperándome en un puesto de control, a mitad de camino entre Mud Bay y
el centro de Olimpia; un soldado con el poder de decidir si puedo seguir con mis
asuntos y de si puedo regresar a casa al terminarlos.
Pero me parece que
estoy divagando. Yo estoy en Rafa, una ciudad de aproximadamente ciento cuarenta
mil habitantes, el sesenta por ciento de los cuales son refugiados, muchos por
segunda o tercera vez. Hoy, mientras caminaba entre los escombros donde un día
hubo casas, algunos soldados egipcios, al ver que se acercaba un tanque,
empezaron a gritarme desde el otro lado de la frontera: "¡Vete!, ¡ vete!". Luego
me hacían saludos y me preguntaban a gritos "¿cómo te llamas?". Hay algo
desconcertante en esta curiosidad amable . Me hace pensar que, en cierta medida,
todos los chicos sienten mucha curiosidad acerca de otros chicos: jóvenes
egipcios que avisan a gritos a una mujer extraña que se aventura a pasear por el
camino de los tanques. Niños palestinos que son tiroteados desde los tanques
cuando se asoman por encima de los muros para ver lo que está pasando. Chicos
"internacionales" que se ponen con pancartas delante de los tanques . Muchachos
israelíes, anónimos dentro de los tanques, que a veces te gritan y otras veces
te saludan, muchos de ellos obligados a estar aquí; y otros, más agresivos, que
disparan a las casas a medida que nos alejamos.
He tenido problemas para
acceder a las noticias del mundo exterior, pero he oído que es inevitable una
escalada de la guerra contra Iraq. Hay mucha inquietud aquí acerca de la
"reocupación de Gaza", aunque Gaza, en mayor o menor medida, es reocupada todos
los días; pero creo que el temor ahora es a que los tanques tomen todas las
calles y se queden; en lugar de entrar en algunas calles y permanecer durante
algunas horas o días, como hacían hasta ahora, vigilando y disparando desde los
límites de las comunidades. Si la gente todavía no ha empezado a pensar en las
consecuencias de la guerra para los habitantes de toda la región, confío en que
tú empieces a hacerlo.
Con mi cariño para todos, para mi madre, para
"smooch", "fg" y "barnhair", para los "sesamees", la escuela Lincoln y para
Olimpia.
Rachel
20 de febrero del 2003 Mamá:
El ejército israelí ha destripado
literalmente la carretera de Gaza, y los dos puestos de control más importantes
han sido cerrados. Esto significa que los estudiantes palestinos no pueden ir a
la Universidad a matricularse para el siguiente período lectivo; la gente no
puede acudir al trabajo, y a los que les ha sorprendido en el otro lado no
pueden regresar a sus casas. Los "internacionales" no podremos asistir a la
reunión que teníamos mañana en Cisjordania. Si nos pusieramos serios y usáramos
nuestros privilegios como "internacionales de raza blanca" quizá nos dejaran ir,
pero aun así nos arriesgamos a ser detenidos o deportados, aunque no hayamos
hecho nada ilegal. Ahora, la franja de Gaza está dividida en tercios. Se habla
de la "reocupación de Gaza", pero dudo seriamente que algo así pueda pasar: me
parece que geopolíticamente sería una estupidez por parte de Israel. Lo más
probable es que haya un incremento del tipo de incursiones que están justo por
debajo del nivel internacional de indignación y, quizás también se dé comienzo a
la tantas veces insinuada "transferencia de población".
Por el momento
sigo en Rafa y no tengo planes de ir más al norte. Todavía me siento
relativamente segura y creo que lo peor que me puede pasar en caso de que se
produzca una incursión a gran escala es que me arresten. Un intento de reocupar
Gaza sería mucho más protestado que la actual estrategia de Sharon de cometer
asesinatos y ocupar tierras durante las negociaciones de paz. Está estrategia
favorece la creación de asentamientos por todas partes, eliminando así, lenta
pero ineludiblemente, todas las posibilidades de alcanzar un acuerdo viable de
autodeterminación para los palestinos.
Que sepas que tengo un montón de
amigos palestinos que cuidan de mí. Como tengo un poco de catarro me han dado
limonada para que me cure. La mujer que tiene la llave del pozo donde todavía
estamos durmiendo no deja de preguntarme por tí. A pesar de que no habla nada de
inglés me pregunta con frecuencia por mi madre, quiere estar segura de que te
llamo.
Mi cariño para tí, para papá, para Sarah, Chris y todos
Rachel
27 de febrero del 2003 (A su madre)
Te quiero. Te echo mucho de
menos. He tenido pesadillas con los tanques y las excavadoras rondando nuestra
casa, ytú y yo estabamos dentro. Durante semanas la adrenalina actúa como un
anestésico, pero de repente, una tarde o una noche, la realidad te golpea de
nuevo. Estoy realmente asustada por lo que le pueda pasar a esta gente. Ayer ví
a un padre con sus dos hijos pequeños agarrados de la mano tratando de alejarse
de su casa, a la vista de los tanques, de la torre de francotiradores, de las
excavadoras y de los "jeeps", porque pensó que su casa iba a ser explosionada.
Jenny y yo permanecimos dentro de la casa con otras mujeres y dos niños
pequeños. Fue un error nuestro de traducción lo que le hizo creer que su casa
iba ser demolida. En realidad, el ejército israelí quería detonar un explosivo
que al parecer había sido colocado en las cercanías por la resistencia
palestina. En esta misma zona, el pasado domingo, cerca de ciento cincuenta
personas fueron acorraladas y mantenidas a tiro limpio fuera del asentamiento
mientras las excavadoras destrozaban veinticinco invernaderos: el medio de vida
de trescientas personas. El explosivo estaba colocado frente a los invernaderos,
justo en el punto por donde los tanques entrarían de nuevo en caso de regresar.
Me aterroriza pensar que este hombre creyera menos peligroso caminar con los
niños a la vista de los tanques que permanecer en su casa. Me asusté y pensé que
los iban a disparar a todos, así que me interpusé entre ellos y el tanque. Esto
pasa todos los días, pero este hombre con los dos niños, que parecían muy
tristes, me llamó particularmente la atención, seguramente porque creía que fue
nuestro error en la traducción lo que le hizo abandonar la casa. He pensado
mucho en lo que me dijistes por teléfono acerca de que la violencia de los
palestinos no ayuda a mejorar la situación. Hace dos años, sesenta mil
habitantes de Rafa se desplazaban todos los días a trabajar a Israel, ahora,
sólamente seiscientos pueden hacerlo, de los cuales, la mayoría se han tenido
que mudar porque los tres puestos de control que hay desde Rafa a Ashkelon ( la
ciudad israelí más cercana) han transformado lo que solía ser un trayecto de
cuarenta minutos en una ruta imposible de doce horas. Y lo que es más, todo lo
que en 1.999 Rafa identificó como fuentes de crecimiento económico ha sido
destruido: el aeropuerto internacional de Gaza (las pistas destruidas y el
aeropuerto cerrado por completo), la frontera comercial con Egipto ( una
gigantesca torre de francotiradores se levanta en mitad del cruce), el acceso al
mar (cortado por completo en los dos últimos años por un puesto de control y por
el asentamiento de Gush Katif). El numero de hogares destrozados en Rafa desde
el comienzo de la segunda intifada supera los seiscientos, gente que en la mayor
parte de los casos no tiene ninguna relación con la resistencia, simplemente
vivían en la frontera. Me parece que ya es oficial que Rafa es el lugar más
pobre del planeta. No hace mucho, aquí solía haber una clase media. También
tenemos informes que dicen que en el pasado los cargamentos de flores de Gaza a
Europa eran retenidos por razones de seguridad durante dos semanas en el paso
fronterizo de Erez. Ya te puedes imaginar el valor de las flores dos semanas
después de ser cortadas; de manera que ese mercado también se "secó". Y luego
vienen las excavadoras y arrasan los huertos. ¿Qué le queda a la gente? Díme si
se te ocurre algo. A mí no. Si a cualquiera de nosotros le estrangularan su
medio de vida, si le obligaran a vivir con sus hijos en unos espacios cada vez
más reducidos, sabiendo además por pasadas experiencias, que en cualquier
momento pueden venir a por él los soldados y las excavadoras, y destruir los
huertos que ha estado cultivando durante ¿ cuánto tiempo?, y hacer todo esto al
tiempo que le golpean y le retienen durante horas junto con ciento cuarenta y
nueve personas más; ¿no crees que debería recurrir a algún tipo de violencia
para intentar retener lo poco que le quede? Pienso sobre todo en ello cuando veo
destruídos los huertos, los invernaderos y los árboles frutales: años de
cuidados y cultivos. Me acuerdo de tí, y de cuanto se tarda en hacer que las
cosas crezcan, y de cuanto amor requiere. Sinceramente, pienso que en una
situación parecida la mayoría de las personas se defenderían lo mejor que
supieran. Creo que el tío Craig lo haría, y probablemente la abuela. Yo creo que
también.
Me preguntas acerca de la resistencia pacífica. Cuando detonaron
el explosivo el otro día, todos los cristales de la casa saltaron en pedazos. Yo
estaba a punto de tomarme un té y de empezar a jugar con los dos pequeños. Ahora
mismo me siento fatal. Me pone enferma del estómago ser tan mimada, tratada con
tanta dulzura, por personas que encaran una fatalidad. Ya sé que desde los EE.UU
todo esto suena hiperbólico. Honestamente, la mayor parte del tiempo la pura
amabilidad de la gente junto con la evidencia abrumadora de que esto es una
destrucción premeditada de sus vidas, hace que todo me parezca irreal. No puedo
creer que algo así este pasando de verdad y que el mundo no proteste más alto.
Realmente me duele, como me ha dolido en el pasado, ser testigo de hasta que
punto consentimos hacer del mundo un lugar horrible. Después de hablar contigo
he pensado que no me creías del todo, y me parece muy bien que sea así, porque,
sobre todas las cosas, yo creo en la importancia del pensamiento crítico
independiente. También me he dado cuenta de que contigo soy menos cuidadosa de
lo normal al tratar de documentar cada afirmación que hago. La explicación de
esto es porque yo sé que tú tienes tu propia opinión. Pero me preocupa tu
incredulidad, dado el trabajo que desarrollo aquí. Toda la situación que he
intentando describir hasta el momento -y muchas otras cosas- constituyen un
intento gradual - a veces a escondidas, pero siempre masivo- de destruir las
posibilidades de supervivencia de un grupo de personas. Eso es lo que estoy
viendo aquí. Los asesinatos, los ataques con cohetes y los disparos a niños son
atrocidades; pero si me centro exclusivamente en ellas temo no ver el contexto.
La mayor parte de la población -incluso si tuvieran los medios económicos para
escapar, o si ,sencillamente, renunciaran a su tierra y a la resistencia (lo que
parece ser el menos perverso de todos los objetivos de Sharon)- no podría
marcharse; ni siquiera pueden ir a Israel a solicitar visados para otros países,
y estos posibles paises de destino (nuestros países y los árabes) no les
dejarían entrar. Cuando todos los medios para subsistir en un "redil" como es
Gaza, del que la gente no puede salir, son amputados, creo que a eso se le puede
llamar genocidio. Incluso en el caso de que pudieran salir creo que seguiría
siéndolo. A lo mejor puedes mirar la definición de genocidio según el derecho
internacional, yo no me acuerdo ahora mismo. Tengo que mejorar la manera de
argumentar este punto, eso espero al menos. No me gusta usar palabras tan
cargadas de significado,tú me conoces, sabes que valoro las palabras y que
intento exponer y dejar que cada uno saque sus propias conlusiones.
Pero
me estoy perdiendo de nuevo. Tan sólo quería escribir a mi madre y decirle que
estoy siendo testigo de un genocidio insidioso y crónico, que estoy muy asustada
y que me estoy cuestionando todas mis convicciones esenciales sobre la bondad de
la naturaleza humana. Esto hay que detenerlo. Me parece una buena idea que todos
dejemos lo que tengamos entre manos y dediquemos nuestras vidas a parar esto. Ya
no pienso como antes que hacer esto sea ser extremista. Aún quiero bailar con
Pat Benatar y tener amigos y dibujar "comics" para los compañeros del trabajo,
pero también quiero que esto pare. Lo que siento es incredulidad, horror y
decepción. Me siento decepcionada al ver que esta es la realidad básica de
nuestro mundo y que nosotros de hecho participamos en él. Esto no es absoluto lo
que yo quería cuando vine al mundo. Esto no es lo que la gente aquí quería
cuando vino al mundo. Este no es el mundo que tú y papá queriais para mí cuando
decidisteis tenerme. No es esto lo que yo quería decir cuando afirmaba frente al
Lago Capital: "Este es el ancho mundo y yo estoy llegando a él". Yo no quería
decir que llegaba a un mundo en el que iba a tener una vida confortable y
posiblemente, y sin mayor esfuerzo, ignorar por completo mi participación en un
genocidio. Más explosiones grandes, en algún lugar, lejos en la
distancia.
Cuando regrese de Palestina probablemente tendré pesadillas y
un sentimiento constante de culpabilidad por no estar aquí, pero puedo
controlarlo a fuerza de trabajar más. Venir aquí ha sido una de las mejores
cosas que he hecho en toda mi vida; así que si pensais que me he vuelto loca, o
si los militares israelíes deciden romper con su tendencia racista de respetar a
las personas de raza blanca, por favor, achacarlo sin ninguna duda al hecho de
que estoy en medio de un genocidio, del que yo indirectamente también formo
parte y del cual mi gobierno es responsable en gran medida.
Os quiero, a
tí y a papá. Un hombre extraño que está a mi lado me acaba de dar unos
guisantes, así que me los tengo que comer y darle las gracias.
Rachel
28 de febrero del 2003 (A su madre)
Gracias mamá por contestar a
mi correo. Me ayuda mucho saber de tí y de las personas que se preocupan por mí.
Después de escribirte me quedé incomunicada de mi grupo durante unas diez horas.
Las pasé con una familia en Hi-Salaam, en primera línea. Me prepararon la cena;
y tienen televisión por cable. Como las dos habitaciones principales no se
pueden usar porque las paredes están agujereadas por las balas, toda la familia
-los padres y los tres hijos- se acuesta en el dormitorio de los padres. Yo
dormí en el suelo con la hija menor, Imán, y todos compartimos las sábanas. Al
hijo le estuve echando una mano con los deberes de inglés y luego nos sentamos
todos a ver "Pet Cemetery", una película espantosa. Se divirtieron mucho viendo
los esfuerzos que hacía para no mirar. El viernes es fiesta, y cuando me levanté
estaban viendo en la tele los "Gummy Bears" doblados al árabe; de manera que me
senté a desayunar con ellos y luego me quedé un rato más disfrutando de la
companía de esta familia, enredados todos en una gran pila de sábanas, como si
fuera una mañana de sábado en casa viendo los dibujos animados. Luego me fuí al
barrio de Brazil, que es donde viven Nidal, Mansur, la abuela, Rafat y el resto
de esta gran familia que me ha adoptado con todo su corazón. (Por cierto, el
otro día la abuela me echó un sermón en árabe a base de pantomimas y resoplidos,
en el que no paraba de señalarse el chal negro. Le dije a Nidal que le dijera
que a mi madre le gustaría mucho saber que hay alguien aquí soltándome un sermón
sobre el tabaco y el ennegrecimiento pulmonar que acarrea). He conocido a su
cuñada, que vino de visita desde el campo de Nusserat, y estuve jugando con su
bebé. El inglés de Nidal mejora todos los días. Es él quien se refiere a mí como
"my sister"; y ha empezado a enseñar a la abuela a decir, "hello" y "¿how are
you?"
A pesar de que el ruido de los tanques y de las excavadoras nunca
cesa, estas personas no dejan de mostrarse joviales entre ellas, y conmigo
también. Cuando estoy con amigos palestinos tengo la impresión de que me
horrorizo menos que cuando estoy de observadora internacional, o haciendo
trabajos de documentación, o en una acción directa de resistencia. Ellos sí que
son un buen ejemplo de lo que hay que hacer para sobrellevar una situación así.
Se que todo está en su contra y que es posible que finalmente la situación les
acabe arrollando, en todos los sentidos, pero no deja de sorprenderme la fuerza
con la que luchan para mantener tan alta su humanidad, -la risa, la generosidad,
el tiempo que pasan en familia-, a pesar del increíble horror en que se han
convertido sus vidas, y de la constante presencia de la muerte.
Después
de esta mañana me siento mucho mejor. He estado escribiendo mucho acerca de la
decepción que supone descubrir por uno mismo el grado de maldad del que aún
somos capaces. También debo decir que estoy descubriendo una fuerza y una
resistencia esenciales en los seres humanos para mantener su humanidad en las
circunstancias más terribles, algo que no conocía. Creo que la palabra es
dignidad . Me gustaría que conocieras a estas personas. Quizá, confío en
ello, algún dia lo hagas.
Rachel.
NOTA DE LA REDACCIÓN (rebelión.org): A fines del mes de junio de 2003, la justicia
militar israelí dio por cerrado el expediente del caso Rachel Corrie, exonerando
al ejército de cualquier responsabilidad en su muerte).
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