SUMARIO Nº 10
Editorial
Miguel Hernández
Helio Oiticica
Rubén Benítez
Agustín Tosco
José Agustín Goytisolo
Vance Packard
Rosa Luxemburgo
Víctor Jara
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Helio Oiticica

Tropicália
El tropicalismo, o tropicália, fue un movimiento cultural de Brasil que surgió a fines de la década del '60.
"El manifiesto de ese movimiento es el álbum Tropicália ou Panis et Circensis, cuyo título se debe a una canción de Caetano Veloso que toma su nombre de una instalación de Hélio Oiticica.
Entre los participantes principales se incluyen los músicos Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa, Os Mutantes, Tom Zé, Nara Leão, y Rogério Duprat y los poetas Torquato Neto y José Capinan. Se ve unos elementos centrales en la imagen elegida para la cubierta del álbum: es una parodia de una familia de clase media, que a la vez demuestra algunos "clichés del paisaje tropical, como las palmeras, se mezclan con citas del carnaval y de la cultura hippie".

La música servía como una forma de resistencia cultural que reaccionaba a la dictadura militar de Artur da Costa e Silva.
El tropicalismo reapropiaba los medios de comunicación para el público y rechazaba los elementos conservadores del gobierno militar con espectáculos extravagantes, a tarvés de festivales televisados de música brasileña, muy populares; con elementos exagerados que criticaban las convenciones y estereotipos de lo "brasileño". Así, Caetano Veloso vestía ropa de colores y combinaba futurismo con adornos étnicos; Gilberto Gil usó ropa africana. Se trabajó alrededor de la idea de producto cultural nacional. Surgió para reaccionar frente a la situación política y para definir un camino para la cultura brasileña.


Fuente: Curso: “Músicas populares en la globalización”. www.cfg.uchile.cl

É proibido proibir
Hélio Oiticica (1937–80) fue de los más innovadores artistas brasileños que logró hacerse un lugar en el arte internacional. Sus obras pueden tocarse, penetrarse o incluso vestirse.


Tropicalia

Oiticica era, además de un artista, un pensador. Estaba muy vinculado a su tierra, nació y murió en Rio de Janeiro, con sólo 43 años. Situándose audazmente entre la vanguardia, la cultura popular brasileña, las realidades del ‘subdesarrollo’ y el radicalismo de los sesenta, hizo una profunda reflexión sobre los temas relacionados con el ‘arte’, la ‘invención’ y la ‘libertad’, en nuestro mundo contemporáneo.
Se puede decir que Oiticica es una consecuencia de la brillante explosión de la actividad artística que tuvo lugar en Brasil durante los años cincuenta y sesenta, que abarcó música, cine, arquitectura, poesía y artes visuales, en la que Oiticica adoptó una postura muy innovadora con sus Bólidos, Penetrables y Parangolés de mediados de los sesenta.
iticica quiso crear un arte moderno con carácter brasileño. Para ello se apoyó en una cultura que incide en lo sensorial y participativo. AHélio Oiticical animar a la participación en sus obras, Oiticica rompió la noción tradición de "bellas artes", al difuminar la frontera entre arte y vida cotidiana.
En sus ambientes interactivos, tales como Tropicalia, lleva a cabo su ideario artístico bajo una distintiva imaginería brasileña.

Por Mariano de Blas


En la segunda mitad de la década de los 60, Hélio Oiticica y los creadores brasileños asociados al tropicalismo intentaron establecer un nuevo tipo de relaciones entre arte y cultura para propiciar una interacción real entre el discurso estético y la acción política que permitiera reformular el papel de creadores y receptores.
Según Celso Favaretto, estos autores desarrollaron un arte de contestación que articulaba una oposición radical a todo tipo de conformismo cultural, político, ético y social. "Sus propuestas postulaban un replanteamiento absoluto de la función social del arte".
En 1967 Hélio Oiticica presentó una de sus instalaciones (que el denominaba "ambientaciones") en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro titulada Tropicália.

Esta instalación, que suponía una nueva vuelta de tuerca en la arriesgada apuesta creativa de Oiticica, propugnaba un cambio radical en la relación entre arte y sociedad (entre autor y público) a partir de un complejo y desconcertante discurso estético-político que cuestionaba los tópicos de la cultura y el imaginario brasileño. En un primer nivel de percepción, Tropicália no era más que un ingenioso decorado con ambiente tropical (palmeras, loros, gente bailando samba,.,), pero si el espectador se aventuraba a recorrer y explorar la instalación se encontraba ante un demoledor y visionario ejercicio de deconstrucción que hacía visible las contradicciones y ambivalencias de la cultura y la identidad brasileña.
"Lo interesante, según Celso Favaretto, es que esa deconstrucción no se realizaba a través de la sustitución de la imagen tradicional de la cultura del país sudamericano por otra más acorde a sus gustos estéticos y planteamientos ideológicos, sino a través de una demolición de los clichés brasileños que provocaba una especie de vacío en el que no se distinguía lo artístico de lo político".
De esta forma, al mismo tiempo que se operaba una desterritorialización estética se conseguía poner en marcha un proceso de redimensión simbólica, cultural y socio-política.

De: Conferencia de Celso Fernando Favaretto, "Música tropicalista y Tropicália de Hélio Oiticica", en Unia: arte y pensamiento