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Edición N° 33 - otoño 2004

Los menores vulnerables migrantes.
"Especialidad de educador de calle, un modelo diferente"

Por:
Anguiano Molina. Ana María
Alicia Berachechea Hernadez
David Arechiga Landeros
* (Datos sobre los autores)


La infancia vulnerable, forma parte del paisaje urbano, es una evidencia de la inequidad.


Kuhn (1982) propuso el cambio de paradigma – modelo- que implica la revolución del conocimiento y explicaciones científicas, que rompa la forma en cómo se han venido planteando y dando solución a los problemas en un campo de la ciencia, entonces, estamos asistiendo a la génesis de una revolución paradigmática con respecto a la infancia. La Convención Internacional de los Derechos del Niño (Convención : Nueva York 8 de mayo 2002), muestra una forma diferente de ver a la infancia (a toda ella) y que puede ser una guía en los procesos de intervención, por lo tanto, habrá que actuar de manera diferente.

Surge una nueva perspectiva para analizar la infancia, en forma holística, integral y que requiere atención transdisciplinar, interinstitucional, multiprofesional; en donde universidades, ONGs. y dependencias, participen con los menores y sus familias en la creación de políticas sociales -diferentes- con énfasis en : protección prevención/anticipación., integralidad, justicia y humanismo. Habrá que enfatizar, para toda la infancia y no solo para la denominada “abandonada” - todas sus variantes - deberán ser sujetas a un nuevo paradigma de atención,. En éste caso la atención a un grupo vulnerables: migrantes/ indígenas.

Los llamados desamparados/ vulnerables,(migrantes, discapacitados, enfermos con factores no óptimos etc. ) niños y niñas en situación irregular o de riesgo, en situación difícil: trabajadores, marginados, migrantes, pobres, desamparados etc. en realidad, forman parte del panorama de las grandes urbes, las zonas de recreo, en áreas fronterizas y también son una evidencia de la irresponsabilidad e injusticia que hemos construido.

En el sentido popular los llamados callejeros/indígenas /vulnerables, por el tiempo que pasan en donde supuestamente no deberían estar: la calle/fuera/otras comunidades, su hogar, buscando condiciones de desarrollo, son solamente una evidencia de aquellos que requieren atención y tiene derecho a obtenerla. Muchas veces en lo común, solemos desdeñarlos, y nos muestra su sabiduría, su necesidad de salir, de buscar, de enfrentar la crisis, de sobrevivir en tan difíciles circunstanciás. Por lo tanto – nos piden a gritos- hacer algo, verdaderamente/comprometida y exitoso en equipo (comunidad) y en forma organizada, para cambiar, quizás : sacarlos, canalizarlos, reintegrarlos, darles la herramientas para superase, etc.. pero ya....

La propuesta contempla tres elementos substantivos y es para todos, surge como una reflexión resultado de la practica profesional y la formación de Educadores para menores en condiciones de vulnerabilidad, y requiere operacionalizarse – necesidades/ recursos, potencialidades etc- para producir impacto:


a) Habrá que ver, de manera diferente a estos niños y niñas vulnerables, lo que nos conduce a actuar diferente, con y para ellos. Existen en el mundo miles y millones de menores, que no son culpables de carecer de padres, de instituciones educativas, de gobiernos responsables, de oportunidades, que no son parásitos , son seres humanos con capacidad y posibilidades para ser mejores.


b) Es importante saber cuántos son,( dx. situacional) o por lo menos estimar un número, aproximado y sus características- sub- categorías, a fin de tener un punto de referencia – teórico práctico- sobre el cual evaluar y programar acciones. En el mundo son más de 100 millones en circunstancias difíciles, en México más de 100,000 . Todos diferentes pero con coincidencias para su atención ( solos, adictos, enfermos, institucionalizados, de y en la calle etc.).


c) Valdría la pena que los que adquieran el compromiso de trabajar – sociedad en general- para y con la infancia, además de la sensibilidad y la buena disposición, que exista, una preparación sólida, que visualice la problemática con un bagaje de teoría y una esquema metodológico probado, que garantice hasta cierto punto el éxito. Sin olvidar impulsar la participación del estado y de la familia a través de los lazos de solidaridad, justicia y trabajo comunitario.


Un nuevo paradigma holístico, humanístico, integral y socio histórico – base ideológica/estructural y principios/valores - ya que el actual paradigma centra su atención y acciones en las características negativas del niño (adictos, rateros, ignorantes etc) y, en general, actúa hasta que éste y lo atiende cómo enfermo y no como un ser que tiene derechos y una situación que es resultante total o parcialmente de las condiciones socio-políticas, educativas, culturales , familiares etc.

Además lo ideal seria no solo actuar cuando el problema o fenómeno existe habrá que prevenirlo, buscando condiciones de desarrollo en las comunidad donde viven los padres de los menores, creando fuentes de trabajo, sistemas de protección y regulación, en general todo aquello que lo arraigué y les permita fortalecer su identidad. Actuar prevenidamente, determinar los riesgos y fortalecer la familia ,puede ser parte fundamental del nuevo paradigma o modelo socioeducativo para atender a la infancia vulnerable, en forma puntual pudiere ser pivote para la atención de los menores migrantes y sus familias.

Por otra parte, las chiquillas y los chiquillos, vulnerables, son el resultado de todo un proceso gradual de la atractividad/audacia, tienen necesidad de huís de su tierra para encuentra nuevas experiencias, cómo el menor callejero se siente atraído por el trabajo fuera de los cánones coloquiales, cuando en la calle se pierde en el panorama de las grandes urbes (grupos) y que se requiere revertir y, cuestan mucho trabajo, entre más pase el tiempo el menor. Encuentre medio satisfactores , escapes o el anonimato – condición crítica- y asuma una nueva cultura (agregado aceptación; mitos, tradiciones- costumbres- religión) que predomina en ese espacio.

Los menores vulnerables ( migrantes, con factores de riesgo) ) son resultado de una sociedad, de la comunidad, la familia, no se auto generan: son, las condiciones sociales, la falta de protección el subdesarrollo la inequidad etc las que de alguna manera influyen para que exista pobreza extrema, falta de trabajo, ausencia de valores familiares , organización y protección para y con el desarrollo social.

Sin olvidar que existen situaciones que empujan a los sujetos a buscar alternativa y no siempre sana o justas : delincuencia, o conductas anti-sociales, migración etc. Una vez que muchos nacen o crecen al margen, excluido o, que lo incluyen en procesos no ideales, ni, justos. Las experiencias los hacen vivir en forma temprana procesos agudos, excluyentes, que no son propios, de su edad - adultos/ padres, o bien problemas de la sociedad, familias desintegradas, gobiernos injustos, incapaces, que permaneces impávidos ante su responsabilidad con la infancia.

La sociedad y los menores son el resultado de un largo proceso de exclusión social. Y si no frenamos las condiciones que lo producen, si no fortalecemos los lazos familiares y sociales que los apoyan y mantienen, en casa, en la escuela, mañana saldrán más niños, con problemas, porque el fenómeno es multicausal, real crítico y multidisciplinar. Es hacia estos puntos donde se dirigen las acciones del nuevo paradigma.

En un contexto donde es evidente la marginalidad y pobreza: en México se calcula que más de la mitad de la población vive en pobreza ( 52% Fox: 2002), situación que en América Latina, es también palpable y la observamos, muy cerca a nosotros, a través de la carencia de empleos y la comisión de delitos. De tal manera, que observamos marginalidad y la población marginal, - en los indígenas migrantes, se estima que más del 60% viven en condiciones de marginalidad: UDG2003) y en buena medida son cómo reflejo de la sociedad y son productos, apenas una esfera aislada de las comunidades. (la intervención debe ser un todo: familia, equipo, sociedad, políticas, riesgos, etc).

Por otra parte el crecimiento rápido de las ciudades, la gran pobreza en el campo la migración e inmigración: fuerte y constante ha rebasó la capacidad de los gobiernos y de las regiones, rebasando los modelos teóricos y económicos, que veían a esa grande masa como la base de mano de obra barata, que poco a poco iría ascendiendo en la escala social, en parte como el producto de los efectos del derrame económico hacia los trabajadores, vía salarios y prestaciones sociales.

Los asentamientos irregulares se tornaron permanentes, así como regulares; de hecho, se convirtió en la única estrategia posible para hacerse de un terreno para familias enteras, que buscaban integrarse a la ciudad; evidentemente creció la cantidad de población y aumentó la complejidad de las relaciones con autoridades políticas y el resto de la sociedad, generando en ocasiones conductas delictivas o anti- sociales. Una situación que se pensaba pasajera, parte de una etapa (subdesarrollo) que pasaría a la siguiente (desarrollo) se convirtió en permanente.

La macroeconomía y procesos son indispensables para comprender la marginación y, con ello, el fenómeno de los niños callejeros sin participación de los beneficios sociales, sino de seres humanos. Habrá que erradicar la miseria social -que no es sólo la económica- pues ésta representa una de las principales limitantes de la asistencia social. Una sana política económica, las políticas protectoras/habilitadoras, serán, indispensables para cubrir las demandas básicas de los marginados. “Nueva concepción sobre la infancia”.

La marginación no esta circunscrita a cuestiones individuales, sino deberá situarse en el plano de la interacción. de las relaciones sociales, migrantes son todos aquellos que dejan su lugar de origen , la mayoría de las veces en búsqueda de mejores condiciones, porque en su comunidad no logran sobrevivir o satisfacer su necesidades, son presa de explotadores y se encuentra sujetos a la ausencia de apoyos y posibilidades legales de crecimiento y desarrollo integral, sin olvidar que su cultura, se va diseminado y los proceso de aculturación modifican, muchas veces su esencia y autenticidad. Desde esta perspectiva, la marginalidad no se trata solo de un error o desajuste, sea social o individual, sino de la interacción con determinadas condiciones sociales que tienden a favorecer y a producir su aparición. En América Latina los modelos de desarrollo han fracasado, al menos desde la perspectiva de la producción de inequidad social (Kliksberg, 1999).

La consideración de los vulnerables son cómo "la punta del iceberg" de una problemática mayor, es una verdad – desafortunadamente-. son una manifestaciòn más del enorme costo social de la crisis ( que hemos padecido) y sus correlativas políticas de ajuste, ligadas a un modelo de desarrollo socioeconómico. “Muchos con poco o nada y pocos con mucho”.

Los menores en esta óptica/ paradigma, deben aportar construir juntos, un proceso alternativo, crear una nueva visión de atención de la infancia,(no como génesis de la iniquidad), existen elementos que facilita y enriquecen : osadía, capacidad, destrezas, libertad, solidaridad, valores, etc. Es pronto para percibir los cambios, pero se van a dar. lo lamentable sería perder el rumbo, creando el rumbo(¿) En esta transformación, los menores, sus familias, las instituciones, los educadores, políticos etc. juegan un papel vital . Todo aquellos que trabajamos con sujetos vulnerables llamése, migrantes, inmigrantes, callejeros, discapacitados etc. Podemos instrumentar un sistema de prevención, atención y reintegración social , en donde el centro u eje de desarrollo sea el individuo. Reconociendo la influencia de la historia y la sociedad que los ha empujado y no les permite el crecimiento, en donde las leyes , norma y la xenofobia no posibilitan su desarrollo, en equilibrio y con democracia.

El nuevo paradigma, de la convención/ transformación /cambio, es en parte, que dejar de ver a los niños vulnerables como entes aislados, individualizados, como problema social, para verlos como una expresión social urbana contemporánea, es decir, remitirse, a la ciudad (campo es un factor importante para entender el fenómeno ), al sistema social dónde se engendran, a la inequidad, a la injusticia, a la ciudadanía, a los derechos humanos, y - reconoce, que el desarrollo social debe ser influyente y eso abarca a las generaciones que renovarán a las actuales.

La infancia vulnerable es, el centro de lo social, cuya hipótesis, es, si hoy bindamos todo, lo que requiere al niño para su sano desarrollo: integral e integrado a la sociedad, tendremos no sólo un niño/niña mejor, sino una sociedad mejor. -enfatizando lo positivo y su potencial.-

Debe haber un reconocimiento tácito de que lo que se ha dejado de hacer por la infancia, y hoy se está revirtiendo a la sociedad. Y no se trata sólo de carencia de recursos económicos lo que impide satisfacer las necesidades del niño, sino de una política de Estado que al ser puesta en práctica habrá de transformar las acciones de atención sobre la infancia toda. Una política social municipal/estatal/ nacional, con recursos económicos suficientes (y no sólo migajas ) que permita integrar recursos humanos profesionales y éticamente responsables, nos hará saber hasta qué punto estamos asumiendo el nuevo paradigma en los hechos o hasta qué punto es apenas un discurso. No podemos dejar de decirlo: los recursos económicos dedicados por el Estado, empresarios y la sociedad civil, a la atención de la infancia, en particular la vulnerable, serán del tamaño de la preocupación”conciencia social”

El argumento de que la problemática de los niños migrantes/vulnerables. es una cuestión que sólo compete a las instituciones - o campañas políticas- no se puede sostener más. Las implicaciones sociales, individuales, requiere de conocimiento profundo, producto de investigaciones serias, de largo plazo y a detalle, así como de amplia discusión, entre los diversos actores sociales, sobre sus alcances, consecuencias y acciones.

La mejor medida preventiva, para el caso de los vulnerables, y otras categorías sociales, consiste en elevar a un nivel de dignidad la vida de los menores, sus familias, sus comunidades, en fin, de la sociedad, es decir, que los menores gocen de la garantía – afectiva/ material- efectiva de alimentación, recreación, estudio, etc.

No es una labor sencilla y debe ser en equipo y por la sociedad; debiéramos crear todo un bagaje de información coherente, completa y oportuna, - nuevo paradigma- a fin de tener mayores elementos y fundamentos para retroalimentar y orientar los programas y acciones que se lleven a cabo en favor de la infancia.

La visión, principios y objetivos de este paradigma emergente sobre la infancia puede leerse en los primeros 41 artículos de la Convención. Lograr que pasen del papel a que constituyan parte de las políticas sociales estatales, es otro reto; o sea, se trata también de una cuestión de lucha política que no hemos asumido.

Es urgente incidir en la mejora del ingreso familiar, el gasto público en servicios sociales, recursos familiares y comunitarios que no son materiales, tales como educación de los padres, cultura de solidaridad, es decir, fortalecimiento de lazos y redes de relaciones.

Lograr que la sociedad civil los haga suyos y, de esa forma, exija su cumplimiento es otra tarea. Vincular a las diversas instituciones sociales para lograr una articulación efectiva en favor de estos y de todos los niños- vulnerables- es otro reto. De la misma manera, vincular cada vez más a las universidades y centros de investigación para que aporten ideas y acciones. Falta mucho por investigar respecto de niños de la calle, pero eso no debe limitarnos para actuar ya, en forma sistemática.

Es urgente trabajar en las comunidades expulsoras y crear condiciones para apoyar a los niños, en su comunidad y con sus familias, esta labor no es muy "lucidora" ni muy visible, pero rinde resultados ampliamente positivos y trasciende trienios y sexenios.

Se necesita sensibilidad, participación, compromiso, creatividad, conocimientos para buscar condiciones óptimas para el desarrollo de los niños/infancia, en este caso especifico buscar en las comunidades condiciones de desarrollo y protección a los grupos de migrantes en las comunidades en las que laboran, educación y protección para los niños migrantes sería una labor prioritaria y substantiva, inicial permanente , holística y humana, con ellos para ellos y en un contexto de oportunidades. UN NUEVO PARGIMA DE ATENCION.


BIBLIOGRAFIA

ANGUIANO, Ana María "Menores Vulnerables, una realidad Guadalajara Jalisco México"
Revista Reflexiones No. 3 Colegio de Trabajadores Social Universitarios de Jalisco A.C. 2001

KLIKSBERG, Bernado. "Inequidad en América Latina". México: DIF, Nacional 1999.

KUNHN, Thomas S. "La estructura de las revoluciones científicas. México: FCE, 1985.

FLETES, Ricardo "Los Menores en situación de Calle". Artículo de circulación Interna de la Especialidad de Educador de Calle Julio de 2000
Proyecto Curricular: Especialidad de Educador de Calle. Universidad de Guadalajara CUCSH, División de Estudios Políticos y Sociales, Departamento de Desarrollo Social 1995



* Datos sobre los autores:
* Anguiano Molina. Ana María, Mtra. en T.S.
Alicia Berachechea Hernadez Mtra. en T.S.
David Arechiga Landeros Mtro. en T. S

Profesores Investigadores. Desarrollo Social
División de Estudios Políticos y Sociales
CUCSH, U.D.G.

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