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Edición digital

Edición N° 43 - primavera 2006

Discurso periodístico, enunciación y representaciones acerca del conflicto social

Por:
E. Gustavo Rojas
* (Datos sobre el autor)


OBJETIVOS

- Identificar y analizar los subjetivemas que suponen una valoración del conflicto social y los actores - involucrados en la protesta en los artículos periodísticos más destacados de distintos diarios nacionales (versiones digitales de Clarín, Infobae, La Nación, La Razón y Pagina 12) sobre los acontecimientos que tuvieron lugar el día 26 de Junio del año 2.002 en el Puente Pueyrredón y la Estación de Avellaneda.

- Identificar y describir los procedimientos de citación en los artículos periodísticos más destacados de distintos diarios nacionales (versiones digitales de Clarín, Infobae, La Nación, La Razón y Pagina 12) sobre los dichos acontecimientos.

- Comparar los modos en que se manifiesta la subjetividad del locutor en cada uno de estos artículos y establecer la función argumentativa de los procedimientos de citación y adjetivación en cada uno de los casos.

HIPOTESIS

- Los textos seleccionados se caracterizan por la presencia de unidades lingüísticas y marcas de subjetividad que remiten a distintos puntos de vista sobre el conflicto y la protesta social en que se inscriben los acontecimientos que tuvieron lugar el día 26 de Julio del año 2.002 en el Puente Pueyrredón y la Estación de Avellaneda.

- Estas unidades lingüísticas resultan funcionales a distintas estrategias discursivas para defender el punto de vista que adopta el sujeto de la enunciación ante dichos acontecimientos en cada uno de los textos seleccionados.

- La construcción de la noticia periodística sobre lo acontecido el día 26 de Julio del año 2.002 en el Puente Pueyrredón y la Estación de Avellaneda pone en escena diferentes representaciones discursivas acerca del conflicto y los actores involucrados en la protesta social según el punto de vista asumido por el sujeto de la enunciación en cada uno de los textos seleccionados.

METODOLOGIA

A fin de construir un corpus textual representativo del discurso periodístico acerca del conflicto y los actores involucrados en la protesta social, he seleccionado las notas centrales de distintos diarios nacionales (en sus versiones digitales) que fueron publicadas el día posterior a los hechos periodísticos antes referidos.

Dado que al cierre de dicha edición circulaban distintas versiones acerca de estos acontecimientos, los distintos medios pusieron de manifiesto su posicionamiento particular al respecto de forma más o menos explícita, dando lugar a una serie de estrategias discursivas tendientes a fundamentar su punto de vista.

Para dar cuenta de dichas estrategias me propuse analizar los textos que conforman el corpus con el instrumental aportado por la teoría de la enunciación, focalizando la atención en los procedimientos de citación y calificación, de acuerdo con los insumos teóricos propuestos por la cátedra durante la cursada.

En primera instancia identifiqué distintos subjetivemas que implican una calificación del conflicto social y los actores involucrados en la protesta, siguiendo las orientaciones generales de Kerbrat, para posteriormente hallar la función argumentativa que subyace en la selección de estas piezas léxicas.

Con respecto a los procedimientos de citación, tuve en cuenta las orientaciones generales de la teoría polifónica de la enunciación propuesta por Ducrot, identificando los tipos de citas que aparecen en cada uno de los textos, y señalando las estrategias que guían la selección de fuentes como también su distribución dentro del corpus textual.

Si bien he tratado de evitar las nóminas extensas de expresiones e ítems léxicos en el momento de justificar mis apreciaciones sobre los textos analizados, me he encontrado ante situaciones que demandan una remisión a las fuentes textuales a fin de cotejar lo que sostengo. En estos casos he adoptado una codificación alfanumérica para indicar los párrafos de los cuales se extraen determinadas piezas léxicas o de cuyo contenido global se está hablando, que se basa en la inicial del medio periodístico y el orden correlativo de los párrafos. Por ej. "P1" remite al primer párrafo del artículo publicado en Página 12, y "R7" al séptimo párrafo del texto extraído de La Razón.

Cuando tuve que emplear categorías para dar cuenta del discurso periodístico en general, y a la estructura de la noticia en particular, me basé en los criterios propuestos por Van Dijk en el texto de su autoría incluido en la bibliografía. En cuanto a las consideraciones acerca del contenido argumentativo de los textos, he tenido en cuenta la tipología secuencial de Adam que es reseñada por Casalmiglia y Tuzón en el texto correspondiente.

REPRESENTACIONES Y DICOTOMIAS

Debido a la dificultad cognitiva, política y jurídica que los medios periodísticos previeron en el momento de describir y relatar las escenas que tuvieron lugar en la jornada del 26 de junio, los responsables de los artículos recurrieron a distintas estrategias para marcar determinado punto de vista o interpretación de la noticia, evitando comprometerse más allá de lo que el ethos periodístico aconseja. Estimo que los subjetivemas identificados durante el proceso de análisis responden en la mayoría de los casos a esta estrategia global, junto con otros procedimientos que se articulan solidariamente con este fin implícito.

Por ejemplo, la proliferación de citas que caracteriza al texto extraído de Infobae, que será objeto de análisis en otro apartado, permite al locutor periodístico poner en escena una serie de expresiones subjetivas de las cuales no se responsabiliza en forma directa, comenzando por el titular y el encabezamiento: "Agresores. Aseguran que los piqueteros fueron para atacar a la policía."

Este segmento presenta una serie de características que se reproducen en otros pasajes del texto, empezando por la reiteración de las piezas léxicas, y sobre todo por el modo en que las mismas califican a los actores que intervinieron en los acontecimientos que dan lugar a la noticia. Los llamados "agresores", nominalización de connotación axiológica negativa, aparecen enfrentados inmediatamente con los "representantes de la seguridad del pueblo" (I-1), nominalización de connotación axiológica (y probablemente afectiva) positiva, dicotomía que se sostiene a lo largo de todo el artículo, y que en este contexto discursivo amplifica la polaridad y la calificación de los términos que la constituyen.

Los verbos intrínsecamente subjetivos empleados por el locutor para designar la actuación de los sujetos sociales involucrados, como "atacar" (I-1), "venían a combatir" (I-5) y otros similares, y las construcciones adverbiales del mismo tono, como "en forma artera" (I-1) y similares, no hacen más que reproducir la misma dicotomía, en la medida que califican el proceso y a los sujetos involucrados en la protesta social con el mismo signo negativo.

El encabezamiento del artículo central de Página 12, en la edición del día posterior a los hechos, resume a través de un subjetivema, que es al mismo tiempo una metáfora, determinadas representaciones sobre la protesta y los actores sociales que aparecen en forma recurrente en el desarrollo de la noticia. Se trata de la metáfora de la "cacería policial", que se menciona tres veces en el encabezamiento, y otras tantas en el cuerpo de la noticia (P-1;10), poniendo de manifiesto su importancia en la interpretación de los hechos que realiza el locutor responsable del texto.

Se trata de un subjetivema que aparece en forma de verbo y sustantivo: "las fuerzas de seguridad tomaron una parte de Avellaneda para cazar a los piqueteros... y la cacería policial fue sangrienta." Como sustantivo es una nominalización, que construye una entidad o representación discursiva de los acontecimientos, y de la cual puede decirse que califica negativamente a la institución policial, y quizás afectivamente a los manifestantes, que aparecen ante los "cazadores" como actores victimizados. Como verbo, es un verbo contextual o circunstancialmente subjetivo, dado que es empleado metafóricamente, que representa una evaluación axiológica negativa por parte del locutor y que califica a los actantes del enunciado del modo en que se ha indicado.

La metáfora de la "cacería policial", a su vez, pone en escena una estrategia característica de distintos géneros discursivos, pertenecientes tanto al lenguaje coloquial como al trabajo científico, consistente en la asociación de un dominio de la experiencia, que por distintas razones resulta difícil de aprehender conceptualmente, con otro dominio de la experiencia más próximo y familiar. En este caso no sólo se trata de nominar o caracterizar un hecho que jurídicamente no ha sido demostrado (cuando se publicó la nota), sino que además se busca dar nombre a la atrocidad, a la injusticia, a lo irracional e incomprensible. No son palabras del locutor responsable de la nota (en este caso es el locutor Gustavo Rojas quien habla), sino un intento de interpretar las motivaciones de esta construcción discursiva.

Se identifican en el corpus textual otros subjetivemas que sostienen estratégicamente los puntos de vista que en cada caso caracterizan al locutor responsable de la enunciación. El ítem léxico "represión", por ejemplo, aparece recurrentemente en el artículo de Página 12 (P1;2;10 y otros), contexto discursivo en el cual adquiere un agregado de claros matices peyorativos, mientras que no es empleado en ningún pasaje del artículo central del diario Infobae. Algunas categorías léxicas, además, refuerzan la isotopía de un actor irracional y cruel, como la calificación de "sangrienta" que se asigna a la "cacería" y por extensión a la institución policial.

LA SUPUESTA NEUTRALIDAD

El texto tomado del diario La Razón resulta ser, si es comparado con los anteriores, menos polarizado, como si el locutor responsable del mismo quisiera ocultar con mayor insistencia su subjetividad. El foco de la noticia, de hecho, aparece descentrado, y el tema del artículo, desde el título hasta el final del cuerpo, es la repercusión en el ámbito político a raíz de los acontecimientos antes que los acontecimientos mismos: "El presidente quiere saber quién está detrás de esto" (R-T).

Si bien se identifican algunos subjetivemas, no evalúan a los actores sociales que participaron en los acontecimientos: "la violenta jornada de ayer" (R-1); "las mayores dudas" (R-5). Si bien es cierto que se alude a la necesidad de que la investigación se lleve a cabo "dejando de lado a la policía provincial, para garantizar mayor transparencia" (R-1), lo cual parece indicar ciertos reparos en el momento de calificar a la institución policial, dicho posicionamiento queda relativizado en otros párrafos, que atribuyen dichas expresiones a otros enunciadores. Y sucede que en realidad, al menos desde el enfoque desde el cual se realiza este análisis, las marcas de subjetividad halladas en este artículo obedecen principalmente a los procedimientos de citación, al contenido polifónico del texto, procedimiento que se aborda en otro apartado.

La crónica periodística extraída del diario Clarín guarda similitudes, en lo que respecta al modo de representar a la protesta social y los actores involucrados en la misma, con el artículo tomado de La Razón. En el resumen de la nota que aparece en el titular y el encabezamiento se percibe esta supuesta neutralidad: "Hubo dos muertos y más de veinte heridos en un choque entre policías y piqueteros... Dos jóvenes murieron baleados y todavía no se sabe quien los mató" (C-T). También los modos de referirse al acontecimiento más trascendente de la jornada ostentan este modo de representación: "la muerte de dos jóvenes" (C-1), y otras, que contrastan notablemente con las expresiones de otros medios, que en su lugar emplean denominaciones tales como "asesinatos".

También la elección del ítem léxico "choque" (C-T; 10) impresiona como una expresión menos marcada subjetivamente que las empleadas en otros medios periodísticos (combate, enfrentamiento, cacería, etc.). Tampoco se atribuyen responsabilidades marcadas con respecto a los orígenes de los incidentes, que de acuerdo a las expresiones empleadas por el locutor simplemente "estallaron" (C-19), como si ninguno de los actores hubiese intervenido en su génesis.

El texto de Clarín, además, opera introduciendo dichas representaciones en un contexto más amplio, vinculándolas con los antecedentes que tuvieron lugar los días 20 y 21 de diciembre del año 2.001. Tanto los acontecimientos recientes como los antecedentes de medio año atrás aparecen calificados a través de subjetivemas afectivos y evaluativos: "trágico" (C-1); "la peor crisis... de la historia argentina" (C-2); "el explosivo cuadro social" (C-5); "un escenario social posbélico" (C-7).

El último párrafo del texto de Clarín reproduce y refuerza, a modo de remate, las mismas representaciones acerca del conflicto social, en términos que también denotan un importante grado de afectividad, produciendo cierta ruptura con la aparente neutralidad del comienzo: "sin un proyecto colectivo, sin crédito y buscando consuelo de tontos en una región marginal del mundo" (C-20).

Otros indicios de afectividad se observan cuando el locutor se refiere, en el texto de Clarín, a las repercusiones que estos episodios tuvieron en el entorno presidencial: "un doble sentimiento de consternación e incertidumbre" (C-3); "el pesar del gobierno" (C-4); “Olivos transmitía una sensación de pérdida tan profunda" (C-7); "la tensión dentro del gobierno" (C-10); “un período de completo extravío” (C-20).

LA BUSQUEDA DEL CULPABLE

Las expresiones implícita y circunstancialmente subjetivas identificadas en el corpus textual se concentran en torno a dos tópicos que se retoman en todos los textos que lo conforman: el origen de los incidentes y la responsabilidad de los asesinatos (se comprenderá que a esta altura podemos emplear esta denominación, con menos posibilidades de considerarla "subjetiva"). La selección y distribución de ítems léxicos obedecen en muchas ocasiones a la necesidad de dar cuenta de dichos tópicos periodísticos mediante distintas estrategias para introducir el propio punto de vista, sin comprometerse jurídicamente. Son evidentes, por ejemplo, las expresiones ambiguas o aparentemente "neutras" (aunque en este contexto la neutralidad es siempre parcial y cuestionable) al respecto, como se puede apreciar en distintos segmentos textuales: "generar una situación desafortunada que lleva al fallecimiento de dos personas" (I-1); "se escucharon muchos disparos con armas de ese lado" (I-11).

El mismo hecho de dar una denominación a los hechos que tuvieron lugar en la jornada pone en juego el punto de vista del locutor en cada uno de los casos, según el signo ideológico que caracteriza su discurso. No sólo se trata de denominar aquello que jurídicamente todavía no ha sido "caratulado", se trata de hacerlo marcando la subjetividad, el modo de posicionarse ante la noticia: "lo que ocurrió con esas dos personas" (I-2); "emboscada" (I-4); "corridas ocasionadas" (I-5); "elementos acordes a la situación" (I-11); "los asesinatos" (P-T); "operativo de represión" (P-1); "empezaron los empujones, los forcejeos, las trompadas" (P-9); "una zona de guerra" (P-14); "una cacería" (P-T-1-10).

El artículo de Página 12 presenta una versión original sobre el origen de los incidentes; no así sobre la responsabilidad de los asesinatos. Básicamente, el locutor construye una imagen ingenua del origen, por momentos matizada afectivamente, que atribuye a los movimientos sociales que participaron de la protesta cierta improvisación y falta de coordinación; resulta notable que Infobae, por el contrario, atribuye una clara intencionalidad y coordinación en los grupos participantes: "más de tres mil personas sincronizadas" (I-9); "venían en forma artera a combatir" (I-1).

El locutor periodístico de Página 12 relativiza la responsabilidad de los grupos pertenecientes al movimiento piquetero en el momento de referirse al origen de los incidentes: "la represión empezó sin previo anuncio, con un incidente cuyo origen se pareció a un error o a un acto de estupidez" (P-2); "lo imprevisto pasó apenas la gente llegó al lugar del corte" (P-9); "cuando policías y piqueteros estuvieron cara a cara empezaron los empujones" (P-9).

Vale aclarar que el locutor no sostiene esta representación de un actor ingenuo durante todo el artículo periodístico. Si bien es cierto que en distintos pasajes del texto desarrolla esta interpretación basada en el error y la imprevisión (P-2;3;4;8;9), se observa en otros pasajes del texto representaciones discursivas diferentes: "los manifestantes más jóvenes tirando molotovs dentro de los locales comerciales, armados con honderas y piedras... algunos arrancaron marquesinas de publicidad" (P-12).

El tópico de la responsabilidad de los asesinatos, en este caso, está vinculado con la imagen de la "cacería policial" que ha sido desarrollada con anterioridad. Vale aclarar, sin embargo, que en encabezamiento se asegura que "los asesinatos se cometieron lejos del puente donde comenzó la protesta" (P-T); es decir que la imprevisión de los movimientos participantes originó los incidentes pero no los asesinatos. La distancia geográfica, entre el Puente Pueyrredón y la Estación de Avellaneda, representa la distancia entre el error y la intencionalidad, entre la imprevisión y la cacería. Dicho de otro modo, la imprevisión ocasionó los incidentes en el puente, pero la represión-cacería ocasionó los asesinatos: "el operativo de represión que la bonaerense desató" (P-1); "la represión se extendió... se pareció bastante a una cacería..." (P-10).

En el diario La Razón la interpretación de los hechos, en cuanto a las responsabilidades de los actores, de forma similar al caso de Infobae, se delega en los enunciadores que se incluyen en el texto mediante distintos tipos de citas. Al igual que en este medio, son los grupos de manifestantes quienes aparecen como principales sospechosos: "encapuchados con armas, palos y piedras, que atacaban a la policía y los negocios... desestimó... que hubiera policías de civil... es como decir que uno se pega en la cara con su propio puño" (R-5); "desde los piqueteros se escucharon detonaciones de armas de fuego..." (R-6).

Estas expresiones se encuentran en el apartado subtitulado "Las dudas", que precisamente se dirigen a señalar las eventuales responsabilidades, y en la cual se asigna un breve último párrafo a los representantes de los movimientos sociales, lo cual constituye otra manifestación de estrategias para representar solapadamente un punto de vista particular: la selección de fuentes, el recorte de citas y su distribución textual.

El artículo periodístico de Clarín es en apariencia más cauteloso en el momento de asignar responsabilidades; de hecho, no es el locutor quien asume los compromisos correspondientes, sino uno de los enunciadores que introduce en su discurso. Lo notable es que de las versiones que circulaban al término de la jornada, sólo aparece citada una fuente que atribuye dichas responsabilidades a las organizaciones que se manifestaron en el Puente y la Estación de Avellaneda: "Es el comienzo de una escalada de violencia organizada... quienes manifestaron son otros... no había con quien negociar... de manera violenta e irracional..." (C-varios).

EL CONTRAPUNTO DE VOCES

Entre los textos seleccionados, el que incurre en mayor cantidad de citas es el que fue publicado en la edición correspondiente del diario Infobae. Cada uno de los trece párrafos que lo componente, como así también el título, incluyen distintos tipos de cita, conformando prácticamente un texto de tipo "dialógico" diferenciable por esta característica de los demás artículos periodísticos, en los cuales predominan otros tipos textuales, sobre todo de naturaleza narrativa.

Siguiendo con el caso de Infobae, el modo en que ha operado la selección y distribución de las citas a lo largo del texto privilegia el punto de vista de uno de los actores, la institución policial, encarnada en la figura del comisario Vega, en detrimento del movimiento piquetero. Es el punto de vista que aparece reseñado en el titular y el encabezado del artículo, que resumen en estilo indirecto libre algunas de las citas que luego aparecen en el texto. Si asumiéramos una perspectiva meramente cuantitativa, podríamos observar que la institución policial es citada en dieciséis ocasiones en estilo directo, mientras que los demás actores involucrados sólo son citados cuatro veces. No se observan citas en estilo indirecto del personal policial en el texto, las que sólo aparecen en el título; sólo los representantes de los movimientos sociales son citados dos veces en estilo indirecto.

Desde el punto de vista argumentativo, la estrategia discursiva cristalizada en este artículo resulta particularmente efectiva: en apariencia reseña ambos puntos de vista, citando distintas fuentes, pertenecientes a distintos puntos del arco ideológico; sin embargo, la sobreabundancia de citas tomadas de las fuentes policiales, como así también su inclusión en el título y encabezamiento, hacen prevalecer un punto de vista sobre el otro. El texto tomado de la edición electrónica del diario La Razón se caracteriza por operar de un modo similar, aunque de forma menos explícita; resulta notable que además de citar a los representantes de la institución policial (R-6) en estilo directo, y a los representantes de las organizaciones que conforman el movimiento piquetero (R-7) en estilo indirecto libre, se detiene particularmente en citar las expresiones del presidente y los miembros del gabinete presidencial. Se identifican en el texto de La Razón al menos siete fuentes del entorno provincial y once citas cuyo contenido se les atribuye.

El artículo publicado en Página 12 es en este sentido radicalmente diferente: el actor policial, en este caso el tristemente célebre comisario Francchiotti, aparece citado en una sola oportunidad, en estilo directo, al final del texto, mientras que otros actores involucrados en la protesta social (una médico, manifestantes, Vilma Ripoll) aparecen citados al menos en 6 ocasiones, en distintos estilos.

El locutor periodístico, además, opera de un modo particular con la cita de Francchiotti, que podemos caracterizar como irónica: "actuamos porque esa gente iba dispuesta a combatir... nos dimos cuenta por sus cánticos." (P-17) Es evidente que el principal argumento esgrimido por el actor policial para justificar su accionar en la jornada, que aparece recurrentemente en el artículo afín de Infobae, aparece aquí ridiculizado por la propia voz policial. El procedimiento es doblemente efectivo: tanto el enunciador ingenuo como el enunciador irónico son identificables con la voz del comisario, lo cual lo convierte en casi una autoironía, de la cual toma distancia por partida doble el locutor periodístico.

La ironía aparece reforzada por el relato de la malograda conferencia de prensa que el comisario Francchiotti protagonizó frente al hospital: "dijo que lo había lastimado un proyectil... tenía un raspón en el cuello, y un ojo morado... cuando intentó acercarse a los medios para ostentar el rasguño..." (P-17). Nuevamente se opera mediante la ridiculización del actor citado en estilo indirecto, yuxtaponiendo un enunciador ingenuo, según el cual un proyectil provoca un rasguño y un ojo morado, y un enunciador irónico, que se mofa de tal enunciado.

Amplificando el contrapunto de voces, se identifican en el texto otros casos de polifonía que son desarrollados en la bibliografía sobre el tema, fundamentalmente determinadas nominalizaciones, concesiones y presuposiciones. Por ejemplo, expresiones como "está bien que se manifiesten, pero sin salir del orden público..." (I-10). No sólo se apela a una "voz colectiva" que estaría de acuerdo con la afirmación concedida, estrategia que refuerza el contenido argumentativo del enunciado, sino que además se da por supuesto que los manifestantes transgredieron el "orden público". A la voz del locutor-periodista, se suma la del policía citado y la voz del imaginario colectivo que aceptaría la existencia de algo llamado "orden público", la posibilidad de "salirse" del mismo, y la casi certeza de que los "manifestantes" lo hayan hecho. Es, como se puede observar, una voz "colectiva" dentro de la cual se incluye el enunciador citado, la fuente policial.

El abuso de la presuposición produce efectos discursivos notables, y se relaciona con los tópicos recurrentes de las crónicas periodísticos sobre los hechos que venimos analizando. Por ejemplo, el posible empleo de balas de plomo durante el operativo policial, por parte de los manifestantes y/o el personal uniformado (la semana siguiente a los hechos se publicaron fotografías que daban cuenta de este hecho como una certeza, y que derivaron en la detención de Francchiotti y otros policías implicados). Mientras que Página 12 destaca en el encabezamiento de la nota central que hubo "90 heridos, varios de ellos con balas de plomo"; las citas del comisario Vega incluidas en la nota de Infobae atribuyen el empleo de dichos proyectiles a los manifestantes, al mismo tiempo que niega su empleo por parte del personal policial, recurriendo para ello a la figura de la presuposición: "la policía utilizó elementos acordes a la situación" (11). Si bien luego aclara que se refiere a "postas de goma y gases lacrimógenos", es evidente que da por supuesta la existencia de elementos "acordes a la situación", recurriendo a cierta voz colectiva, o más precisamente "institucional" y "mediática", que construye este tipo de entidades: elementos, situaciones, vínculos entre unos y otras.

GRUPOS Y DISCURSOS "RADICALIZADOS"

Si bien es factible comprobar que el artículo reproducido por La Nación comparte en muchos aspectos el contenido general del que publicara Infobae, en términos semánticos y formales, sostiene su punto de vista de una forma más abierta y explícita. Este detalle, como así también la extensión de la nota periodística, y probablemente el hecho de llevar un poco más lejos las interpretaciones compartidas con su afín ideológico en el campo periodístico, justifican su tratamiento en un apartado independiente.

Comenzando por el resumen del artículo, es decir el titular y el encabezamiento, como en los casos anteriores, se vislumbra el modo en que los actores y la protesta social aparecen representadas en el plano discursivo: "Dos muertos al enfrentarse piqueteros con la policía. Grupos radicalizados de Izquierda destrozaron negocios y quemaron autos y colectivos."

En primer lugar, se omiten las referencias que permitan identificar a las víctimas: presentadas de esta forma, podrían pertenecer tanto a las organizaciones que participaron en la marcha como al cuerpo policial. En segundo lugar, existe un sutil empleo del ítem léxico "enfrentarse", que en otros segmentos del texto y en los paratextos, como el epígrafe de la segunda fotografía, aparece en su variante transitiva: "un piquetero enfrenta a los policías". La coexistencia de ambas variantes "enfrentarse con" y "enfrentar a" refuerza una calificación axiológica negativa del locutor hacia uno de los actores del enunciado, el que protagoniza el enfrentamiento. El epígrafe de la quinta fotografía reproduce la misma idea, y es siempre el "grupo de piqueteros" el que enfrenta a la policía.

El calificativo de "radicalizados" adquiere en este contexto también un matiz despectivo, conforma parte de la isotopía semántica que se construye y sostiene hasta el final del artículo (N-T;2;9), que por contraste califica favorablemente a la institución policial y su actuación durante los hechos que reseñan las crónicas periodísticas.

Las expresiones que califican axiológica y desfavorablemente a los movimientos sociales lo hacen a través de expresiones adjetivas, nominalizaciones y construcciones verbales:

- Adjetivos: "radicalizados" (N-T;2;9); "revoltosos" (N-7).

- Nominalizaciones: "una gresca de violencia inusitada" (N-1); "el descontrol desatado en las inmediaciones del puente" (N-2); "provocadores políticos" (N-2); "bloqueos de tránsito" (N-12).

- Formas verbales: "destrozaron negocios y quemaron autos" (N-T); "destrozaron vidrieras" (N-7); "un piquetero lo golpeó salvajemente por la espalda" (N-18); "llamó a provocar un levantamiento popular" (N-25); "volvieron a esa zona por la noche y quemaron una carpa" (N-30); "los piqueteros habían iniciado la agresión" (N-31).

Algunas construcciones discursivas incluyen una calificación de ambos actores en el plano axiológico y con el signo contrario: "una columna sorprendió por la espalda al vallado policial montado para proteger el puente Pueyrredón" (N-6); "la policía desalojaba sin provocar heridos otros tres accesos" (N-23), y similares, que refuerzan la representación de una institución policial "protectora" y "sorprendida" por los manifestantes.

También este medio periodístico construye representaciones acerca de la protesta y los actores sociales operando en el plano de la selección de fuentes y el recorte de citas en estilo directo e indirecto. Al igual que Infobae, se privilegian aquellas que incriminan a los movimientos sociales, responsabilizándolos en el momento de abordar los tópicos del origen y la responsabilidad de los asesinatos: el comisario Francchiotti (N-13); el chofer del colectivo incendiado (N-17); un vecino que "vio cómo dos piqueteros arrojaban armas de fuego a la calle durante la huida" (N-16); funcionarios del gobierno que reproducen la tesis del "enfrentamiento entre sectores antagónicos del movimiento piquetero" (N-15).

Las coincidencias con Infobae incluyen las alusiones de ciertas armas que habrían estado en mano de los manifestantes, al mismo tiempo que se niega a través de citas en discurso indirecto que el personal policial haya empleado proyectiles de plomo.

Como en los demás artículos analizados, la construcción de la noticia periodística opera como argumento para defender la posición ideológica del locutor, y se emplea para hacer extensivo el análisis a las formas de protesta social en general: "el descontrol desatado en las inmediaciones del puente Pueyrredón... agregó otra señal de alarma en la sociedad, que deberá soportar hoy una marcha de protesta a la Plaza de Mayo y un paro de la CTA, en condena -así lo han llamado- por lo sucedido" (N-2).

Este fragmento resulta particularmente significativo por distintas razones. En primer lugar, porque hace explícita una representación de la protesta social como algo ilegítimo, que es padecido por la sociedad. En segundo lugar, porque se trata de "otra señal de alarma", expresión que denota o presupone un cúmulo de señales previas, que en definitiva contribuyen a este padecimiento. En tercer lugar, porque excluye a los actores mencionados del cuerpo social: no pertenecen a la sociedad; la sociedad debe soportar que realicen otra marcha. Finalmente, porque el locutor también se excluye de un cuerpo colectivo, en este caso el colectivo de quienes condenan los hechos que tuvieron lugar en Avellaneda, que a juzgar por su discurso no considera condenables.

FORMAS DE CONTAR LA NOTICIA

Por las características antes indicadas con respecto al artículo tomado de Infobae, se pueden discriminar modalidades en los enunciados atribuibles al locutor periodista y en los enunciados de las fuentes citadas a lo largo del texto. En el primer caso, predominan las modalidades de enunciación de tipo declarativas, marcadas fundamentalmente por los verbos en modo indicativo que introducen las citas: dijo, declaró, aseguran, agregó, etc. En cuanto a las modalidades de enunciado, no se observan indicios de afectividad, y sólo se ha identificado una variante en el plano de las posibilidades, en el marco de una cita en estilo indirecto: "resaltó que los incidentes pudieron originarse porque" (I-9).

En el caso de las modalidades de mensaje, se puden identificar procedimientos característicos en el discurso periodístico, que apuntan a reforzar las estrategias que venimos reseñando. La transformación a voz pasiva con elisión del agente es un caso recurrente: "fueron asesinados" (I-4); como así también los modos impersonales: "los asesinatos se cometieron lejos del puente" (P-T). En líneas generales, no se trata de transformaciones muy originales, y probablemente no sea necesario insistir con que resultan solidarias a las estrategias globales que se despliegan en los distintos textos periodísticos analizados.

La retórica del discurso periodístico, sobre todo en lo que respecta a sus fines persuasivos, se logra, entre otras formas, subrayando la naturaleza factual de los hechos, mediante citas de actores legitimados socialmente, el relato de testigos presenciales, etc. Ya se ha indicado como el texto tomado de Infobae privilegia la voz de la institución policial en el momento de describir y relatar las escenas que tuvieron lugar en Avellaneda el día 26 de junio.

Pero no es éste el único modo de contar los hechos que distribuye desigualmente la "verosimilitud" entre las opiniones encontradas. Por ejemplo, analizando el modo en que los textos construyen su representación de las víctimas de los asesinatos, Darío Santillán y Maximiliano Costeki, resulta notable observar que el locutor del texto de Infobae delega la caracterización y el relato de sus historias de vida a enunciadores pertenecientes a los movimientos sociales a los cuales pertenecían, vale decir que no se hace responsable de sus comentarios al respecto (I-12;13). En el caso del artículo publicado en Página 12, por el contrario, es el propio locutor quien se presenta como testigo presencial, por haber comprobado empíricamente el trabajo barrial que llevaban a cabo Santillán y Costeki (P-6;7), lo cual subraya con mayor fuerza persuasiva su verosimilitud, al mismo tiempo que impregna de cierta apreciación afectiva favorable la representación de sus vidas como militantes.

Podrían citarse numerosos pasajes del artículo central de Página 12 donde el locutor se presenta "al lado" y "del lado" de los manifestantes en términos afectivos: la recepción de sus cuerpos en el hospital, el reconocimiento por parte de sus familiares, los relatos de los heridos, de los compañeros de Darío Santillán, quienes lo vieron auxiliando a Maximiliano Costeki en la estación. Comparado con la fría nota (el calificativo es mío) publicada por Infobae, donde se prefiere destacar la experiencia del comisario Vega en este tipo de manifestaciones (lo cual no impidió su procesamiento junto con su par Francchiotti), queda claramente expuesto cómo se distribuyen las aguas en el campo periodístico, los intereses que operan en la construcción de la noticia y la consecuente "formación de opinión".

CONCLUSIONES

Creo haber demostrado la pertinencia global de las hipótesis que guiaron el análisis reseñado precedentemente, aunque no resulta ocioso señalar algunas limitaciones que se presentaron durante el proceso de análisis, al comprobar que el corpus textual no se amoldó dócilmente a la metodología que me propuse emplear, al menos de la forma en que se había indicado en el plan de trabajo.

Por ejemplo, en lugar de efectuar una identificación exhaustiva y una clasificación rigurosa de los subjetivemas presentes en el corpus, que hubiera extendido -según creo- considerablemente el trabajo de análisis, sin aportar elementos significativos al resultado final, parecía más apropiado y productivo focalizar la atención sobre determinadas expresiones claves que, por su recurrencia y ubicación en la estructura, caracterizan el discurso en cada uno de los textos seleccionados.

Es claro que determinados medios periodísticos presentan una postura coherente y muy marcada en el momento de opinar sobre la protesta social y los actores involucrados en la misma, y son fácilmente identificables con puntos opuestos del espectro ideológico, y por esta razón han ocupado un lugar central durante el desarrollo del análisis. Nos referimos particularmente a Página 12, Infobae y La Nación; frente a su clara polarización ideológica, los demás artículos ostentan una neutralidad que por momentos parece artificial y difícil de sostener, y quizás por las mismas razones su análisis no aportó demasiados elementos al trabajo.

No quiero decir por ello que en algunos textos se hallan descuidado los criterios que suelen guiar el trabajo de los medios: el ethos periodístico parece sobreponerse a la opinión personal, y los locutores-periodistas despliegan un amplio espectro de estrategias que facilitan la construcción de un corpus textual marcado subjetivamente, pero caracterizado por un compromiso a medida, delegando las responsabilidades de sus enunciados en las fuentes consultadas y el repertorio léxico del imaginario colectivo, espacios donde se construye el significado de expresiones como "combate social" y "cacería policial".

Es evidente que la riqueza de contenido, en términos de subjetividad y signos que la denotan, que caracteriza el corpus textual excede los alcances de este trabajo, y que sería necesario un estudio más profundo y pormenorizado para dar cuenta de ella en toda su magnitud. Estimo, de todas formas, que en líneas generales he cumplido con los objetivos propuestos, sin perder de vista que la incorporación de otras categorías analíticas y otros marcos de referencia hubiesen redundado en un estudio más completo e interesante.

Finalmente, espero no haber incluido abusivamente mi propia subjetividad en el análisis del corpus textual, mis afinidades personales en el momento de elegir un medio periodístico e identificarme con determinados discursos, determinadas representaciones y reivindicaciones sociales; al menos espero no haberme involucrado en una medida que pudiera deslegitimar el trabajo analítico llevado a cabo.

BIBLIOGRAFIA

Casalmiglia B. y Tuzón Balls A., 1.999, Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso, Barcelona, Ariel.

Ducrot O., 1.984, "La noción de sujeto hablante", en El decir y lo dicho, Bs. As., Hachette.

Van Dijk T., 1.886,"Las estructuras de la noticia", en La noticia como discurso, Barcelona, Paidós.

Kerbrat-Orecchioni C.,1.988, "Los suebjetivemas 'afectivo' y 'evaluativo'", en La enunciación. De la subjetividad en el lenguaje, Bs. As., Hachette.

Maingueneuau D., 1.980, "La enunciación", en Introducción a los métodos de análisis del discurso, Bs. As., Hechette.



* Datos sobre el autor:
* E. Gustavo Rojas
Lic. en Trabajo Social y Profesor en Letras

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