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Edición N° 27 - primavera 2002

Hemodiálisis: situación económica y laboral en pacientes de Balcarce

Por:
Camejo, Lidia*; Trevisan Stella**, Carballeda, A*; Allende, Denis**
*
(Datos sobre los autores)


Introducción

Este trabajo se enmarca dentro de una concepción de salud amplia, donde salud, no solo es la ausencia de enfermedad sino también es un proceso histórico social que involucra todas aquellas condiciones concretas que existen en la población que limitan o determinan el estado de salud - enfermedad de la misma.

La salud – enfermedad de una persona y los condicionantes que esta presente para desempeñarse en la vida, dependerán del contexto social donde se encuentre inserta, ya que cada sociedad realiza las distinciones entre aquellas personas que evidencian una alteración de carácter crónico con las que no (Alvaro 2002).

Al entender a la salud como un proceso histórico y social, se hace referencia a esta “nueva cuestión social” que está atravesando nuestro país. “ La crisis de la legitimidad de las instituciones, el incremento de situaciones de vulnerabilidad y exclusión, el desempleo, la perdida de espacios de socialización y las nuevas formas de la pobreza, desembocan en los procesos de “desafiliación” (Carballeda, Dominguez 1998).

Esta nueva cuestión social afecta la salud en general de la población y en particular de los pacientes con Insuficiencia Renal Crónica Terminal (IRCT) en tratamiento de hemodiálisis. Para la intervención profesional del equipo de salud, es necesario conocer y analizar estas cuestiones que están presentes y tienen un fuerte impacto en los pacientes y su familia.

Estos pacientes que se encuentran en tratamiento de hemodiálisis y que no acceden al transplante renal, dependen de un tratamiento en forma regular de por vida. Una vez que ingresan al tratamiento, los pacientes presentan grandes cambios en su vida cotidiana reflejados por situaciones de pérdidas y amenazas.

Es muy significativa la pérdida de la independencia, ya que la persona necesita de un tratamiento sustitutivo para continuar con su vida, algunas de estas personas son muy claras cuando dicen “…tenemos dos caminos, “la máquina” o la muerte…”.

En este trabajo se realizará una descripción y análisis de la situación económica y laboral de las personas con (IRCT) del Centro de Diálisis Balcarce. A partir de esa descripción se analizará si el tratamiento de hemodiálisis es un obstáculo para continuar con una actividad laboral y obtener ingresos (como se señala en varios trabajos referidos al tema) o si existen otros factores más importantes que están influyendo en la desocupación o subocupación de estas personas y en los bajos ingresos que poseen, como puede ser la crisis económica del país y/o la estigmatización de estas personas.

Por otra parte se tiene en cuenta lo que significa el trabajo en nuestra sociedad, donde tuvo la función de integrador social y es generador de reconocimiento e identidad social. A partir del trabajo se puede tener acceso a bienes necesarios para la vida que proporciona independencia, pero también es una fuente esencial de autoestima. La actual situación de desocupación o subocupación afecta de diferentes maneras a las personas que padecen IRCT, ya que deben realizarse un tratamiento, en este caso la Hemodiálisis y que le demandará concurrir a una institución 3 veces a la semana durante 4 horas por sesión.

Actualmente existen situaciones económicas que pueden verse como comunes entre los pacientes, pero se considera que la intervención profesional del equipo de salud, debe contemplar y analizar cada situación como única, ya que cada persona tiene una historia personal y familiar particular.

En Argentina existen trabajos sobre el tratamiento de hemodiálisis que hacen referencia a la situación laboral de los pacientes y como influye su tratamiento en la continuidad de ésta actividad.

El artículo “La enfermedad renal: sus repercusiones en la vida del paciente” (Mas Hesse, Marín 1998) señala que el tratamiento de hemodiálisis lleva la reducción de actividades que antes se realizaban, entre ellas “…la suspensión de la vida laboral con la consiguiente reducción del círculo social, la pérdida del poder adquisitivo y un cambio en el tiempo libre..”

También un grupo de médicos de la Asociación de Nefrología de Entre Ríos (Larocca et al 1998) realizó un estudio de la situación socioeconómica de los pacientes en Hemodiálisis de esa provincia, caracterizando las situaciones de pobreza de los pacientes utilizando los índices de NBI y Línea de pobreza.

En España, Alonso (2001) señala en su capítulo del libro “500 cuestiones que plantea el cuidado del enfermo renal” como influye la actividad laboral en HD y manifiesta que si bien, en años anteriores la situación de incapacidad llegaba a mejorar la situación económica de la persona, actualmente por esta “época de marcada crisis económica” donde no hay trabajo para las personas no enfermas tampoco lo habrá para los enfermos. Pero también hace referencia que el aumento de la edad promedio de los pacientes es de 60 años entonces, lo laboral no es un problema para la mayoría de los pacientes.

Un manifiesto de la Asociación Madrileña de Rehabilitación Psicosocial (2001), expresa la necesidad de que las actividades laborales deben adecuarse a aquellas características y circunstancias de las personas, teniendo en cuenta sus capacidades y posibilidades. El manifiesto también declara la creencia que el trabajo debe facilitar el desarrollo personal y la integración a la sociedad.

En la bibliografía revisada, no se analiza la significación que tiene el trabajo para la persona con IRCT con Tratamiento Sustitutivo, y la influencia de la crisis económica del país para que puedan realizar alguna actividad laboral o para que los jubilados o pensionados puedan tener cubiertas sus necesidades básicas.

Metodología

La recolección de la información sobre la situación económica y laboral de las personas que reciben tratamiento en el Centro de Diálisis Balcarce, fue a través de entrevistas no estructuradas realizadas al paciente y sus familiares, visitas domiciliarias y el llenado de una ficha social confeccionada por miembros del equipo de salud.

En este estudio se analizaron al total de los pacientes de ambos sexos con Insuficiencia Renal Crónica con tratamiento de hemodiálisis realizado en el Centro de Diálisis de Balcarce.

No es intención de este trabajo hacer una cuantificación de la situación económica y laboral de estas personas, ya que “…no es posible dar cuenta de los acontecimientos actuales desde la lógica solamente sentadas en los datos cuantitativos…” (Carballeda, 1998.). Sin embargo, se presentan algunos resultados cuantitativos, los que a pesar de ser relativos por la realidad dinámica, permiten una caracterización general de las diferentes situaciones en las que estas personas se encuentran. No obstante el análisis se realiza teniendo en cuenta la mirada hacia lo simbólico y subjetivo para poder buscar alternativas de trabajo que ayuden a mejorar su calidad de vida.

Resultados

La información que se presenta en este trabajo fue relevada en noviembre de 2001, donde concurrían al Centro de Diálisis Balcarce 27 personas, de las cuales el 70% eran hombres y el 30 % mujeres.

Del total de estas personas, actualmente 20 de ellas (4 mujeres y 16 varones) son jefes de familia (en muy pocos casos compartida esta responsabilidad por otro conviviente).

Al momento de enfermarse, la mayoría de los pacientes (ver figura 1) se encontraban realizando algún tipo de actividad (laboral o estudiantil), mientras que el resto estaban jubilados (por cumplir con la edad necesaria o por problemas de salud) o no realizaban actividades laborales ni estudiantiles, estas últimas eran mujeres en su totalidad.

De aquellas personas que se encontraban realizando actividades (ver figura 1) la mitad deben continuar realizándolas por ser jefes de familia, y si no trabajan no tienen otros ingresos para cubrir sus necesidades básicas, la mayoría son jornaleros (Ver cuadro 1).

Figura 1

Actividades de los pacientes antes de comenzar con tratamiento de HD:


Del total de las personas que se dializan (Ver cuadro 1) el 33 % se encuentra sin un ingreso estable, es decir que desconocen cual será el ingreso económico y si éste será suficiente para cubrir las necesidades básicas de ellos y las de su familia.

Cuadro 1

Actividades laborales que realizan actualmente los pacientes del Centro de Diálisis Balcarce:


Porcentaje

Cantidad Pacientes

Pensionados o Jubilados

63%

17


Relación de Dependencia

4 %

1


Jornaleros o trabajadores independientes

33 %

9


Discusión

La ciudad de Balcarce no escapa a la realidad del resto de las ciudades del país, donde el desempleo, la precarización del trabajo, los escasos ingresos, etc. son parte de la vida cotidiana de todos sus ciudadanos.

Balcarce es la ciudad principal del partido que lleva su nombre, ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires. Tiene una población de 42 mil habitantes (Censo 1991). La actividad laboral principal de los ciudadanos está relacionada con el campo.

De manera similar, las personas que concurren al Centro de Diálisis Balcarce también están relacionadas laboralmente con el campo, ya que el 44% estuvo o aún se encuentra realizando actividades rurales (trabajando en las tareas de los cultivos, principalmente en las tareas que demanda la papa), o viviendo en zonas rurales.

Es importante resaltar la singularidad de cada paciente, ya que se podría afirmar que sólo comparten el tratamiento de una enfermedad, pero cada uno tiene una historia de vida particular, y la enfermedad lo afectó de diferente manera, tanto a la persona como a su entorno familiar, en consecuencia tienen diferentes respuestas ante los problemas que se les van presentando.

En las entrevistas mantenidas con los pacientes que no cuentan con un ingreso regular y que son jefes de familia, la preocupación central en su vida está generada por esta incertidumbre en los ingresos, ya que deben garantizar los alimentos para toda la familia, la compra de alguna medicación extra al tratamiento y abonar mensualmente los servicios básicos (luz, agua, gas), entre otras cosas 1 .

Para algunos de ellos, esta situación de subocupación y de escasez de los ingresos para cubrir sus necesidades, se presentó a partir del comienzo de su tratamiento, ya que antes de enfermarse tenían un trabajo que le permitía acceder a determinados bienes y servicios. En cambio en otros, que han realizado durante su vida trabajos por jornal no calificados, esta situación no es diferente a la que vivían antes de enfermarse.

Esta nueva situación ocupacional que atraviesa la familia se traduce también al momento de las demandas referidas a problemas económicos, ya que algunos de ellos intentan resolver en primera instancia su problema por fuera de la institución y de no ser factible esta resolución, la plantean al equipo de salud, observándose cierto pudor, y que se la puede relacionar a la cuestión simbólica de lo que implica "pedir una ayuda de este tipo". Aquí se puede observar de manera muy fuerte la singularidad de cada paciente y su familia, no todos tomaran la misma postura ante los inconvenientes que se les presenta y esto esta relacionado con el capital cultural, social y económico.

El motivo de que estas personas no posean ingresos estables, se debe a que la inserción laboral que han tenido durante su vida fue a través de puestos de trabajo precarios y no han tenido acceso a instituciones de Seguridad Social, o esta inserción ha sido irregular, por lo cual los años de aportes jubilatorios no son suficientes para jubilarse una vez enfermos, lo que hace que frente a su inesperada enfermedad se encuentren sin protección social.

Es así como deben continuar realizando algún tipo de trabajo pagado por jornal porque no logran ingresar a un mercado de trabajo estable, implicando la desprotección de la seguridad social, ya que por continuar con trabajos precarios, estos ingresos no son suficientes para acceder a ella.

A la precaria situación laboral que atraviesa el país se suma como influencia negativa para que estas personas puedan encontrar trabajo, por un lado la enfermedad que padecen y por otro el tipo de tratamiento que deben cumplir.

En cuanto a su situación de enfermedad relacionado con lo laboral, algunos de ellos han manifestado: “…yo se que no me contratan porque tienen miedo que me muera trabajando…” ; “…mientras estuve sano, nunca me faltó el trabajo…”; “…nunca mezquiné el cuerpo para trabajar…” .

Se plantea al tipo de tratamiento (hemodiálisis) como un agravante para conseguir empleo, ya que deben realizarlo tres veces por semana durante cuatro horas por sesión. Este tipo de tratamiento influye de manera negativa por ejemplo en los trabajadores rurales, ya que las jornadas laborales son extensas y en general deben quedarse en las llamadas colonias rurales cuando los campos están lejos de la ciudad.

En estas personas se impone su problema de salud y el tipo de tratamiento más que las capacidades que poseen para un determinado tipo de trabajo y se convierte en definitorio. El estigma [2] que se le atribuye a estas personas y que para la cual se transforman en “diferentes” con respecto a las personas no enfermas, influye negativamente a la hora de obtener un trabajo.

Esta situación está generando una discriminación, que implica que se le está reconociendo un rasgo de inferioridad que no es el esperado por la sociedad.

Con respecto a las personas que poseen ingresos regulares (jubilados y pensionados) al conocer el monto de estos ingresos, se puede observar que no significa que están en condiciones de cubrir sus necesidades básicas, su situación se diferencia únicamente con los que tienen ingresos irregulares, en que los primeros conocen cual será el ingreso mensual. El ingreso promedio de estos es de $250 mensuales.

Que estas personas (con o sin ingresos regulares) no puedan cubrir sus necesidades básicas es un condicionante importante en relación al tratamiento de hemodiálisis, pudiendo influir negativamente en éste, ya que para un buen tratamiento no es suficiente concurrir a las sesiones hemodialíticas sino que éstas deben ser acompañadas por una dieta alimentaria estricta y por buenas condiciones habitacionales y buena infraestructura sanitaria.

Entre otros factores [3], se señala que la difícil situación económica que están atravesando, influye de manera negativa en la dieta alimentaria, ya que actualmente se encuentran sin los ingresos suficientes para la compra de algunos alimentos que no están a su alcance económico, especialmente porque deben compartir el alimento que consume el resto de sus familiares.

En cuanto a las condiciones habitacionales el 85% tiene buenas condiciones de habitabilidad y esto está relacionado a que en algún momento de sus vidas, estas personas pudieron construir o comprar una vivienda y se considera que no demuestra la situación económica actual de la persona.

La necesidad de aquellos pacientes de continuar trabajando a pesar de su enfermedad está relacionado a que son jefes de familia y como se analizó anteriormente no están en condiciones de jubilarse, por no tener los aportes suficientes. Sólo uno de ellos estaría en condiciones de jubilarse pero al ser importante la diferencia económica y al tener gran contención en su ámbito laboral continúa trabajando.

En el Centro de Diálisis, el 70% de los pacientes que realizan tratamiento de hemodiálisis son hombres. Esto influye no sólo en la economía de la familia, ya que son jefe de familia sino en la identidad del paciente hombre, debido a que como lo señala Kessler (1996) en el libro “Sin trabajo” “…es mayor el grado de involucración personal con el trabajo y el ganar dinero que esta marcado socialmente para el hombre que lo que se espera en ese aspecto de la mujer…”.

Es así como algunos de estos hombres se sienten culpables de la situación económica que debe atravesar su familia y hay situaciones en que se sienten atacados por ésta. “…mi mujer me reprocha que ya no podemos salir a comer afuera…, pero yo estoy enfermo y ya no puedo trabajar como antes…” Para estas familias el trabajo era sinónimo de estabilidad, pertenencia y socialización.

En algunas situaciones donde los hombres se encuentran realizando este tratamiento, sus esposas pasaron a ser jefe de familias o comparten este rol, produciéndose así una feminización del empleo, cambiando los roles asignados por la cultura a los integrantes de la familia. Esta modificación en los roles genera tensiones y sentimientos de culpa en algunas familias: ya que por un lado es necesario que la mujer trabaje y sea el sosten economico de la familia, pero por otro el hombre se siente atacado por dejar de ocupar ese lugar, tan importante en su significacion social. Tambien puede estar presente en estas relaciones el temor a la autonomía y abandono de la mujer. En cambio hay otras familias que no presentan inconvenientes en este cambio de roles.

Ante la violencia que implica la desocupación, la subocupación o la amenaza permanente de desocupación, las familias pueden pasar por momentos de cohesión y apoyo mutuo o de acusaciones, reproches y violencias.

Algunas de estas personas analizan que la crisis económica del país influye de manera negativa en su situación económica de manera más importante que el tratamiento que deben realizar, esto se traduce en: “…antes me vendía más de 100 rifas en un fin de semana, ahora la gente te compra una para ayudarte…”; “…todos los fines de semana me ganaba $50 en hacer asados para fiestas o peñas, pero eso ya no pasa más…”; “…no se vende nada en el comercio…” (En referencia a la situación de las actividades laborales que realizan).

Si bien existen algunas maneras de paliar la situación en pacientes sin ingresos, como por ejemplo tramitar una Pensión Provincial o Nacional No Contributiva, este trámite es largo en el tiempo y en algunas situaciones luego de varios años no hay una respuesta favorable, desconociendo el motivo, ya que estas personas estarían cumpliendo con los requisitos para su adjudicación.

El más antiguo de los trámites iniciados hasta el momento sin respuesta positiva fue en el año 1996. De ese año a la fecha hay 6 trámites iniciados sin respuesta.

Si bien la mayoría de estos trámites fueron iniciados por Asistentes Sociales de diferentes instituciones Municipales o Provinciales, el seguimiento en las institución Provisional son realizados por funcionarios políticos de la ciudad, encargados de presentar la documentación en las instituciones provinciales o nacionales.

Influye en forma negativa que Balcarce como otras ciudades se encuentran lejos geográficamente de la capital de la Provincia o de la Capital Federal, donde se realizan dichos trámites, por lo cual es difícil continuar personalmente el trámite y conocer su situación, ya que generalmente debe ser a través de funcionarios políticos. Esta dependencia a tramitar Pensiones podría generar a veces una práctica de “clientelismo político”

Por otra parte el monto económico de una Pensión No Contributiva, actualmente se encuentra en $110, que no alcanza a cubrir las necesidades básicas de una familia y por lo tanto se continuaría con no poder cumplir con la dieta alimentaria y no poder mejorar las condiciones habitacionales en algunas situaciones necesarias.

Hay que remarcar que para acceder a estas Pensiones, es necesario comprobar que existe una incapacidad en la persona que le impide trabajar. Es así como se debe ingresar a una categoría (incapacidad) que no es totalmente representativa para todas estas personas, ya que si bien tienen un problema de salud que le puede presentar alguna dificultad realizar algún trabajo, se considera que hay otras situaciones en que no están incapacitados para llevarlas a cabo.

 

Por otra parte las personas que comienzan el trámite, intentan que el médico laborista le señale una incapacidad mayor a la requerida para poder acceder sin problemas en este punto. Esto puede ser analizado por un lado porque quieren acceder a un beneficio que les brindará un ingreso (el cual es mínimo) y una obra social. Por otro lado, es probable que subjetivamente estas personas se sientan “culpables” de lo que está pasando y por este motivo se sientan parte de esta categoría de “incapaz”, para obtener algún tipo de beneficio, en este caso económica.

Se considera que el modo de atención de las necesidades de estas personas por parte del Estado no está afirmando los derechos de estas, sino que refuerza la idea de dádiva o limosna, como afirma Parra G [4].

Es importante remarcar, que estas personas que continúan realizando algún tipo de trabajo no han tenido hasta el momento complicaciones médicas paralelas al tratamiento, ni internaciones, sino que simplemente concurren a las sesiones de HD y que por lo tanto estarían en condiciones de realizar algún tipo de trabajo acorde a su situación de salud.

En este punto se coincide con el Manifiesto de la Asociación Madrileña de Rrehabilitación Psicosocial donde declaran que el trabajo es una actividad que debe adecuarse a las características y circunstancias de las personas. Puede ser que estas personas no puedan desarrollar algún determinado trabajo, ya que puede influir negativamente en su enfermedad, pero sí hay actividades variadas que pueden realizar y obtener a cambio algún tipo de remuneración.

Se considera que sería importante que exista un programa nacional, pero con características particulares en cada región, donde se incluya a las personas con Insuficiencia Renal Crónica en tratamiento de hemodiálisis como personas que aún están en condiciones de realizar algún tipo de actividad y a partir de ésta que perciban un determinado ingreso y no definirlos como personas Incapacitadas como caracterizan las Pensión no Contributivas.

También es interesante la conformación de un grupo de pacientes (como ya existen otras experiencias) a través del cual luchen por sus derechos. Durante el año 2001 en este Centro de Diálisis, se ha comenzado a trabajar en grupo de pacientes a través de talleres, capacitando sobre diferentes temas (huertas orgánicas, preparación de alimentos, manualidades) con la intención de estimular las capacidades individuales, mejorar su autoestima y generar alguna propuesta de trabajo remunerativa.

Uno de los ejes de intervención del equipo de trabajo con pacientes en hemodiálisis debería estar orientada a revalorizar las capacidades de cada persona, más allá de su enfermedad, teniendo en cuenta siempre las singularidades de cada una de ellas, lo que permite reforzar su independencia.

Conclusiones

Este contexto de crisis económica del país, donde la cuestión del trabajo se ha convertido en el principal problema de la sociedad argentina, se estaría presentando como un factor muy importante en la situación económica y laboral de los pacientes en hemodiálisis del Centro de Diálisis Balcarce.

Algunas de estas personas en tratamiento de HD continúan realizando trabajos por jornal, por no conseguir un trabajo estable, cabe destacar que son personas que no tienen problemas médicos paralelos al tratamiento.

Se puede agregar que en este contexto de crisis, ser enfermo y necesitar un tratamiento con estas características, obstaculizaría aún más a la hora de encontrar trabajo. Este obstáculo está signado por la estigmatización que se tiene por ser una persona enferma, con un tratamiento que ocupa gran parte de su vida.

En cuanto a los ingresos económicos, también estaría influyendo fuertemente esta crisis económica, ya que el ingreso promedio es de $250, y deviene de las jubilaciones o pensiones que poseen estas personas. Esta situación se asemeja al resto de los jubilados o pensionados del país, sin diferenciarse si poseen alguna enfermedad o no.

Es importante la ejecución de un programa donde no se victimice ni culpabilice a la persona en tratamiento de hemodiálisis, revalorizando las potencialidades de cada uno, a pesar de su enfermedad, buscando una integración social a partir del empleo.

Se considera que estas personas en tratamiento de Hemodiálisis en el Centro de Diálisis Balcarce podrían realizar alguna actividad laboral la cual influiría positivamente en recuperar parte de la independencia perdida cuando comenzaron con el tratamiento y reducir algunos problemas psicosociales.

Bibliografía

  • Alonso, R. 2001. Cap. 16 “Aspectos psicosociales de la enfermedad renal” del libro de Periz L.A. y Force Sanmartín E. “500 Cuestiones que plantea el cuidado del enfermo renal” 2º Edición.Editorial Masson S.A. Barcelona. España.

  • Alvaro, J.L. 2002 Universidad Complutense de Madrid. Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Tomo III. Ed 2002.

  • Asociación Madrileña de Rrehabilitación Psicosocial. 2001. “Salud Mental y Trabajo”.

  • Beccaria L. y López, N. (comp) 1996. “Sin trabajo. Las características del desempleo y sus efectos en la sociedad argentina”. Editorial UNICEF/ LOSADA. Buenos Aires. Argentina.

  • Carballeda, A.J.M. 1998. “La intervención en lo social hoy: una visión desde las políticas sociales”.

  • Carballeda, A.J.M y Dominguez, M. 1998. “El impacto de la nueva cuestión social en las Emergencias Psiquiatricas: un estudio de casos”. Trabajo presentado en “Fifth World Congress Psychiatric Emergencies in a Changing World”. Bruselas.

  • Ferrara 1987. “Teoria Social y Salud”. Edit. Catalogos.

  • Goffman. E. 1970. “Estigma. La identidad deteriorada.” Ed. Amorrortu. Buenos Aires.

  • Heumann, J. 1992. “Politica social en los tiempos de colera” Revista Margen Nº 1. Buenos Aires. Argentina

  • Larocca, A.; Acosta, M.; Bernhardt,E.; Casas, C.; Ferro, M.; Fleitas, D.; Fraccarolli, G.; Giacchi, R.; Grunbaum, M.; Maradey, J.; Prudkin, S. y Saucedo, G. 1998. Estudio de la situación socioeconómica de los pacientes en Hemodiálisis (HD) de la Provincia de Entre Ríos. Revista de Nefrología, Diálisis y Transplante. Número 44: 3-6

  • Lozano C. (comp). 1999. “El trabajo y la política en la Argentina de fin de siglo” Primer encuentro Nacional por un Nuevo Pensamiento. Argentina.

  • Manual MERCK en castellano. “Trastornos genitourinarios. Procedimientos de diálisis y filtración”. en www.msd.es/mmerck/m150e.html

  • Mas Hesse, B y Marín, M. 1998. “La enfermedad renal: sus repercusiones en la vida del paciente”. Revista Psiquiatría Pública. Vol 10 Num. 5.

NOTAS

1 El Estado al privatizar estos servicios sociales que se presentan esenciales para la vida de la persona, pierde la capacidad de garantizar el acceso a aquellas personas con menores ingresos.

2 Se entiende al “estigma como un atributo que, en una sociedad dada, no forma parte de los considerados esperables y naturales en determinada categorías de sujeto, haciendo que el que lo posee adquiera el status de “diferente” y se genere un profundo efecto desacreditador sobre su persona.” E. Goffman. 1970. Estigma. La identidad deteriorada. Amarrortu. Buenos Aires.

3 Se considera que el incumplimiento en las dietas alimentarias de estos pacientes es una situación compleja de abordar y que si bien puede ser un factor influyente la situación económica, no se la puede reducir únicamente a esto, sino que también hay que analizar lo simbólico y subjetivo de estas personas.

4 Citado por Santana M. en “Consideraciones acerca del sujeto en el Trabajo Social”. Revista de Trabajo Social “Desde el Fondo”. UNER.



* Datos sobre los autores:
Camejo, Lidia*
Trevisan Stella**
Carballeda, A*
Allende, Denis**

* Licenciados en Trabajo Social
** Médicos nefrólogos. Directores del Centro de Diálisis Balcarce

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