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Edición N° 21 - otoño 2001

La Problemática Cultural en la Globalización Capitalista : el Trabajo Social entre la Diversidad y la Fragmentación

Por:
Lic. Eloísa Elena de Jong
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(Datos sobre la autora)


INTRODUCCION
El análisis de la problemática cultural hoy como ayer es un tema central en la intervención del Trabajador Social porque nos sumerge en el mundo de las sensaciones, percepciones, imágenes, significados y creación del "otro", en contraste con nuestro propio mundo, nuestra propia forma de comprender el movimiento de la realidad, donde se entrecruzan lo material, lo simbólico y lo imaginario en relación a la sociedad en la que inscribimos nuestra existencia.

Hasta no hace mucho tiempo, diríamos alrededor de 20 años atrás, el análisis cultural se centraba fuertemente en la discriminación entre cultura ilustrada y la cultura popular, en sus diversas expresiones, en la relación centro - periferia en tanto ubicación como países del tercer mundo, a partir de los modos estructurales de producción y de reproducción de las relaciones de dominación - dependencia en lo económico, político, social y cultural en el vínculo Estado - sociedad, reconociendo a partir de ello la tensión autonomía - dependencia en los modos de sentir, pensar y actuar de las personas en los diferentes espacios de la vida cotidiana, configurando diversos particularismos.

Hoy se acrecienta el proceso de globalización en lo político económico, donde cambia la imagen y la ubicación temporo - espacial de los sujetos en el mundo material y simbólico. Asistimos a nuestro propio desconcierto ante la complejización creciente de las relaciones sociales donde ya no es lo mismo el presente y el futuro, el orden y el desorden. "La situación del trabajador cultural es hoy la que entrevió Benjamin en aquel texto precursor en el que describía las sensaciones del que se muda y desembala la biblioteca, entre el desorden de las cajas -el piso sembrado de papeles regados-, la pérdida del orden que conectaba esos saberes con una historia de los saberes, haciendo sentir que la manía de coleccionar ya no es de nuestro tiempo"

Como docente de la asignatura de Trabajo Social Comunitario y del Seminario de Familia de la Facultad de Trabajo Social, este desorden en la biblioteca me remite a mi propio desorden interno en términos de lo que aún puedo explicar y comprender y de aquello que moviliza en mí nuevas preguntas como qué es lo comunitario y qué es la familia hoy, y cómo abordarlas desde el Trabajo Social dando cuenta de su complejidad, tratando de tener una mirada polifónica, al decir de Teresa Matus, no dispersa.
Las preguntas se multiplican al igual que las respuestas en la diversidad de situaciones que se presentan en el mundo contemporáneo de la vida cotidiana, donde los discursos de autores pierden ese "alo sagrado" de la teoría acabada para dar lugar en la complejidad a las verdades puntuales y relativas.

"La agonía de las colecciones es el síntoma mas claro de como se desvanecen las clasificaciones que distinguen lo culto de lo popular y ambos de lo masivo. Las culturas ya no se agrupan en conjuntos fijos y estables, desaparece la posibilidad de ser culto conociendo el repertorio de las grandes obras, o ser popular porque se maneja el sentido de los objetos y mensajes producidos por una comunidad mas o menos cerrada (una etnia, un barrio, una clase). Ahora esas colecciones renuevan su composición y su jerarquía con las modas, se cruzan con el tiempo y, para colmo, cada usuario puede hacer su propia colección".
Esto me sumerge en un mundo de desestructuraciones y reestructuraciones permanentes.

Sin embargo a este mundo convulsionado es necesario oponerle algunas certezas, las que uno crea tener, aunque mañana tenga que modificarlas en tanto verdades relativas que pueden desvanecerse en el aire.
Los jóvenes a los que formamos deben saber que las transformaciones del mundo no han hecho desaparecer los procesos de dominación política, económica, social y cultural que hoy se diversifican, se entrecruzan y nos dejan a merced de un mundo capitalista globalizado que adquiere mas poder en la desestructuración económico productiva del modelo de industrialización y en la emergencia del multiculturalismo. "La problemática del multiculturalismo es efecto de la ilusión de homogeneidad que surge como consecuencia de la unificación del mercado, la mundialización cultural y el borramiento de las fronteras nacionales. Los pueblos intensifican los procesos de identificación con sus raíces culturales para mantener su identidad amenazada, lo que provoca guerras culturales, étnicas y religiosas. Los conflictos actuales muestran que las identidades se construyen y deconstruyen permanentemente como resultado de complejas pero precarias operaciones hegemónicas".

Como sostiene Ianni (Set/Oct.99 : págs. 92-93) los movimientos del globalismo se entrecruzan con las particularidades de cada colectividad a partir de la globalización del capital que se expandió avasalladoramente después de la Segunda Guerra Mundial y principalmente con la guerra fría. A esto agrego que la caída del Muro de Berlín y del socialismo real acrecentó sin límites el avance del capitalismo acumulativo acentuando el mercado internacional de capitales en favor de los intereses financieros de las multinacionales, todo se compra y se vende en el mercado, todo es reducido a un solo valor : el consumo, con un gran desarrollo teleinformático que mundializa las comunicaciones multiplicando indiscriminadamente la oferta de productos y acrecentando a la vez la diferencia entre países tecnológicamente desarrollados y países dependientes, entre ricos y pobres. Esto "reaviva las angustias sobre identidad y diversidad, integración y fragmentación"

A partir de esta introducción considero importante intentar, en el desarrollo del trabajo, acercar algunas ideas alrededor del mundo capitalista actual y su impacto en la configuración socio cultural de nuestros países históricamente periféricos, aspectos que considero conveniente no disociar a la hora del análisis e intervención en lo social.

Un poco de historia : pasado - presente
Para introducirme mas específicamente en el mundo de este trabajo, que es introducirme en mi propio mundo de pensamientos, sensaciones e imágenes ; algunas articuladas y otras desarticuladas, quiero dejar discurrir mis sentimientos respecto de un tema tan caro como es nuestra condición de latinoamenricanos y especialmente de argentinos.
Desde los ya hace muchos años en que entré en contacto con el complejo mundo de las Ciencias Sociales escuché y he vivido, desde adentro, la crisis de Latinoamérica y de las Ciencias Sociales.... y es como que uno se acostumbra a vivir en esa crisis y vacía de contenido el concepto transformándola en una crisis de sentido y no en una construcción permanente, en tanto crisis no solo da idea de fin sino de recomienzo como plantea Eduardo Grüner.
En los años 60 - 70 parecía que la crisis tenía este último sentido porque detrás de un mundo convulsionado políticamente, por el avance del socialismo y las políticas del capitalismo que intentaban contrarrestarlo, existía la idea de un proyecto asible de transformación.
Hoy la sensación predominante es que buscamos explicar y comprender las transformaciones del mundo capitalista, que sin lugar a dudas es importante, más aún es indispensable, pero nos está faltando a partir de ello, como intelectuales, pensar los caminos de transformación que revaliden la condición humana, no en un sentido de futuro como progreso sino en el sentido del quehacer cotidiano, no en "un sentido congelado, ya definido de una vez y para siempre"

Considero que para hablar de problemática cultural, de crisis, en un sentido de análisis y proyección desde el presente, resulta necesario remitirse brevemente al surgimiento de la modernidad y como esta se transformó rápidamente en una racionalidad instrumental dominante en la expansión de los países centrales hacia otros dominios, con el descubrimiento de nuevas tierras y posteriormente con el surgimiento del capitalismo donde se consolida este modelo de modernización como racionalidad instrumental dominante.
La modernidad nace como una verdadera promesa de unidad entre razón y liberación donde la secularización, como división entre razón y dogmas de fe, iba a permitir romper con las ideas y pensamientos consagrados por la Iglesia como única forma válida de saber. Hay autores como Aníbal Quijano que sostienen que América participó en la construcción de esa modernidad desde el comienzo porque el descubrimiento modifica las coordenadas de tiempo y espacio. El tiempo remite al futuro en tanto lo posible de conocer y descubrir y el espacio se acrecienta ante el descubrimiento de las nuevas tierras, nuevas culturas que desde el pensamiento europeo son descalificadas, destruidas, avasalladas en nombre de la civilización. Fue un encuentro de dos mundos donde uno se superpone al otro, y este otro, nuestro mundo, cae preso de las intenciones de dominación contraponiéndose las ideas de la modernización técnico instrumental y antimodernidad tradicional - artesanal.

Desde los mismos inicios de la modernidad se enajena la idea de unidad de razón y liberación, los pueblos latinoamericanos son domesticados a través de la espada, la religión y las ideas del centro. Se produce un mestizaje cultural pero desde una mirada europea. Luego, con la conformación del Estado, se quiere "purificar la raza" con inmigrantes europeos, proceso que vivió fuertemente Argentina, instalándose definitivamente la división civilización - barbarie, dominación - dependencia / subordinación. De ahí que considero no se puede separar lo político económico de lo cultural, en tanto uno y otro se remiten permanente y recíprocamente. Atilio Borón plantea "La globalización está lejos de ser una novedad, este proceso es tan antiguo como el capitalismo : casi cinco siglos"

La racionalidad modernizante en la conformación del capitalismo, a partir de la Revolución Industrial y con la conformación de los Estados Nación da lugar en la Argentina al surgimiento de un Estado dependiente primero de Inglaterra y luego de E.E. U.U., con un proyecto subsidiario de esos países centrales en la división internacional del trabajo, donde los modos de ser, actuar, pensar, hacer, crear, vivir de los sectores populares son subordinados al desarrollo capitalista, la cultura popular se constituye en los márgenes de la sociedad y es vista en oposición a la cultura civilizada. Se llega a hablar en las escuelas de los indígenas y su cultura como historia muerta negando su existencia, a pesar de haberse incorporado en el lenguaje, en las costumbres de las diferentes regiones del país expresiones, modismos y hábitos de alimentación y vestimenta propios de las culturas indígenas, mestizas y criollas.
En Entre Ríos donde el exterminio de indígenas fue prácticamente total por formar parte de la pampa húmeda, zona central en la colonización, la mayoría de los ríos y ciudades llevan nombres de la lengua guaraní habiéndose incorporado también expresiones al lenguaje cotidiano donde, por ejemplo, a los niños se los llama gurises. El mestizaje se dio a pesar de la preeminencia del pensamiento que dividió y divide aún lo culto y lo popular aportando a sostener la idea imaginaria de la división entre culto - inculto, también invalidando y negando las raíces originarias.
¿Podemos pensar que esto no tuvo y no tiene una intencionalidad política. En estos días ha aparecido en los diarios del país la noticia referida al libertador de América Don José de San Martín en cuanto a que probablemente su madre haya sido indígena y se pretende hacerle un estudio de ADN ¿qué se quiere lograr con esto ?. ¿Desmitificar la imagen del pulcro hijo de españoles o quitarle la imagen del prócer considerado de mas importancia en las luchas por la independencia y constitución de la Nación ?, llamado en nuestro país "Padre de la Patria"
De hecho esto ya está confundiendo la obra de San Martín, a la que también se quiere desvalorizar, y la historia de su origen étnico. ¿Por qué no se procede del mismo modo con Sarmiento que es hijo de mulata y siempre se tapó su origen desde la historia oficial por ser el que explicitó la idea de civilización o barbarie, desde donde fundamentó el desarrollo de la educación pública ?

En el desarrollo de la historia todo lo que se salga de los cánones de la cultura hegemónica estandarizada siempre se lo observa como lo raro, lo novedoso, "lo otro", siendo generalmente lo originario de nuestras tierras, como muchas lenguas indígenas que no son reconocidas pero son habladas por sus pueblos y hoy fuertemente reivindicadas por el movimiento indigenista. A pesar de la dominación político - cultural, en la trayectoria histórica han emergido los particularismos por zonas, pueblos, ciudades, provincias, regiones, en un largo proceso de hibridación cultural, no suficientemente reconocida.

Se podría afirmar que los particularismos por zonas territoriales se asentaron en el origen y en las historias locales entrando en tensión con la cultura occidental instalada hegemónicamente, con pretensiones de homogeneidad, por el sistema capitalista y el Estado a través de sus instituciones, dando origen a una matriz cultural heterogénea desde los inicios de la colonización y que se acrecienta con las corrientes inmigratorias que son introducidas con la intención de "purificar la raza".

El tiempo y el espacio en Argentina siempre tuvieron un dimensión cultural diferente que en los países centrales, lo cual ha estado vinculado con su propia historia, con sus propias raíces, con los modos en que se ha dado el interjuego entre el mundo culto y el mundo popular, entre el proyecto hegemónico, homogeneizante, dominante y el proyecto subalterno y subordinado, que diría es el proyecto de los márgenes.

Como expresa Eduardo Grüner "no hay pensamiento crítico posible y eficaz que no empiece por interrogar las tensiones entre la particularidad y la universalidad", desde los orígenes del descubrimiento y colonización. Personalmente he defendido en mi historia personal y social las diversas manifestaciones de la cultura popular : su música, sus leyendas, sus mitos, sus expresiones lingüísticas, sus formas de entender la vida no desde una perspectiva de relativistmo cultural sino desde el lugar de reconocer lo negado, lo tapado.
Este aprendizaje lo fui haciendo desde mis 17 años cuando entré en contacto con el mundo de las Ciencias Sociales y el Trabajo Social. Mi historia previa se remitía, casi en su totalidad, desde mi proceso de socialización primaria, desde mi historia personal y familiar, a la cultura y el pensamiento occidental hegemónico justamente por mi origen étnico sajón, salvo por venir de un pueblo del interior de la provincia donde lo culto y lo popular, lo urbano y lo rural se mezclaban desde un sentido comunitario de la vida. A muchos años de aquél origen retomo las palabras de un viejo marxista, Trotsky, cuando decía "aquellos que no sean capaces de defender antiguas posiciones, nunca lograrán conquistar las nuevas"

Hoy : El desafío de vivir en la actual globalización capitalista.
Varias veces he tenido que defender mis posiciones para poder hacer el intento de conquistar las nuevas y esto me permite hoy ante esta nueva vuelta en la globalización del capitalismo repensar el interjuego de lo cultural sin dejar de mirar que es lo que permanece y que es lo que cambia en este nuevo tiempo y espacio, "tratando de restituir preguntas no formuladas o ideológicamente desplazadas", o en todo caso plantear las preocupaciones que me surgen en el análisis cultural ante la problemática del multiculturalismo, donde se entrecruzan lo moderno y lo tradicional, lo local, lo nacional y lo internacional.
La primer pregunta que me sugiere esta madeja enmarañada es ¿Cómo tensionar la revolución de los fragmentos, los entrecruzamientos entre lo culto y lo popular con la totalidad, cuando los intelectuales, en su mayoría, han dejado de hablar de totalidad por inexplicable ?
Esto me hace plantearme otras preguntas ¿Es realmente inexplicable la totalidad en un mundo que tiende a totalizarse económica y materialmente desde la globalización del capitalismo ?, ¿no nos animamos a pensar en profundidad las implicancias ideológico - políticas de la globalización del capital porque nos faltan respuestas ?, ¿no será que nos conformamos con algunas explicaciones e intentos de comprensión suponiendo que las respuestas vendrán por añadidura ?, ¿por qué nos negamos a hablar de identidad como si esta fuese vista y pensada como única, fija, uniforme e inmutable ?, ¿por qué se intenta aveces decretar la muerte de lo comunitario por la ilusión de homogeneidad ?, ¿por qué se suele reducir la familia a un imaginario de familia nuclear como lo deseable o el deber ser, que es puesto en acto en las intervenciones desde algunos espacios institucionales ?

Los Trabajadores Sociales sabemos, desde nuestra inserción en la vida cotidiana de los sectores populares, que siempre hemos encontrado múltiples formas de lo familiar como así también múltiples formas de lo comunitario, donde ha habido y hay encuentros y desencuentros, quiebres y articulaciones, amores y odios. ¿Por qué pensamos que las clases y los diferentes sectores sociales han desaparecido reduciéndose a expresiones de múltiples grupos o movimientos inestables y fragmentados en la sociedad global, como algo dado e inmutable ?

No pretendo en este trabajo dar respuesta a todos los interrogantes, los planteo como una forma de volver a pensar algunas cuestiones respecto de lo que permanece y lo que cambia, como intento de reinstalar en el debate preguntas que parecieran fuera de la escena político - intelectual cuando justamente el capitalismo se instala como único modo de producción en la sociedad globalizada. "El capitalismo transnacionalizado de la actualidad, pese a las apariencias, no ha eliminado las etapas anteriores (el imperialismo y la dependencia)en todo caso las ha integrado, agregando la cuestión de la desdiferenciación de identidades y la consecuente multiplicación de puntos de conflicto" y mientras la clase trabajadora y los sectores populares aparecen desdibujados, la clase dominante "sí tiene una identidad notablemente sólida, unificada y organizada que podría haber desaparecido, o al menos podría ver su poder disuelto en la microfísica de una cotidianeidad fragmentada y atomizada", si se realizan lecturas desancladas de la realidad de un sistema global como totalidad articulada, no cerrada, donde sigue existiendo y con fuerza la propiedad privada de los medios de producción y la plusvalía.
"El análisis del sistema como totalidad articulada obliga a restituir a la teoría el eje de las clases y sus luchas, justamente en articulación con otras formas de resistencia", como son los movimientos sociales de género, contra la violencia, en defensa de los derechos humanos, en defensa de la educación pública y gratuita, entre otros, mas allá de que no constituyan un movimiento aglutinador del conjunto de los sectores subordinados

El sistema hoy mas que nunca valora y endiosa el consumo, generando una industria cultural que mezcla lo culto y lo popular, lo tradicional y lo moderno, lo americano y lo europeo, lo occidental y lo oriental, que da lugar a las mas diversas formas de lo cultural que se expresan en el arte, la vestimenta, la alimentación, las formas de vida, constituyendo significaciones múltiples, formas culturales que se expanden fundamentalmente mediante la televisión y la informática, haciéndonos creer que este multiculturalismo es síntoma de democratización socio - cultural, de libre expresión, mientras cada vez más personas quedan excluidas de las posibilidades de participación en la producción y consumo de bienes.
Aquí entra en juego el tema de propiedad: ¿Quiénes pueden poseer o acceder al instrumental tecnológico y su permanente superación por el desarrollo, que se expande a las estructuras del trabajo, la salud, la educación y en la resolución de la vida cotidiana familiar ?
Algunos autores hablan del "surgimiento de la sociedad informática de dos clases : la globalizada de los alfabetizados digitales (analistas simbólicos)...... y la clase de quienes no disponen de medios de información y comunicación ni posibilidades de participación y trabajo".
En nuestros países cada vez más personas se suman a la pobreza económica creciente de las mayorías, que no tienen acceso ni a la satisfacción de sus necesidades básicas de subsistencia, ya ni a la alimentación ; se genera la lucha de pobres contra pobres, de trabajadores contra trabajadores.
Esto podría hacernos pensar en la desaparición de las clases, sin embargo es una expresión mas de como el poder de los dueños del capital desestructuran las relaciones sociales entre los miembros de la clase trabajadora, disgregando, fragmentando la clase para garantizar, sin límites, la acumulación del capital, poniendo cada vez más distancia entre el mundo tecnológico y el mundo de la exclusión cotidiana de los bienes y servicios que se intercambian en el mercado.

Esta idea de clase no significa estar pensando en una unidad de la clase trabajadora como una homogeneidad sin reconocer las diferentes posibilidades económicas, prácticas culturales y sociales, donde se atraviesan historias personales y sociales diferentes y que dan lugar a diversas expresiones de lo cultural en una trama donde juegan las diferentes lenguas, hábitos y costumbres, a partir de diferencias étnicas, religiosas y de género, en la construcción de las identidades socio - culturales, que se expresan en los modos de significación y de participación en la construcción de lo social, constituyendo una estructura compleja y abierta.

Renato Ortíz sostiene en "Modernidad y Cultura" que la cultura es una categoría clave para la comprensión de la sociedad contemporánea, de la misma forma que los sociólogos consideraban al trabajo un concepto nodal para la comprensión del Siglo XIX.

El trabajo también sigue siendo un tema nodal para los países latinoamericanos, en tanto la globalización de la economía capitalista, el achicamiento de los Estados nacionales, el desarrollo de la informática y las comunicaciones desestructura el mundo del trabajo y esto produce consecuentemente serios problemas al interior de la vida de los países pobres donde la desocupación ha alcanzado límites insospechados, dejando a la mayoría de la población con diferentes niveles y problemas de empleo, escasez de recursos para acceder a servicios esenciales como salud y educación, acrecentando la distancia entre países ricos y pobres.
"Según un informe oficial en la Argentina mueren 15.000 niños entre 5 y 15 años de edad por causa de enfermedades fácilmente curables si el Estado dispusiera de presupuesto adecuado para la Salud Pública".

Se instalan conflictos entre grupos, diferentes tipos de violencia social, problemas de xenofobia con otros pueblos latinoamericanos (bolivianos, paraguayos y peruanos especialmente), se desestructura la vida familiar, se desintegran los barrios en sus relaciones. La bronca, el descontento, el desconcierto y la desconfianza entre las personas se establecen como parte de la vida cotidiana. Esto va mas allá de la competencia por el tener que ha sido reducida a la competencia por la sobrevivencia, ésta entra en contradicción con el bombardeo psicológico de las múltiples ofertas de consumo del mercado que constituye un exhibicionismo provocador y agraviante que genera violencia contra otros que pueden acceder aún a condiciones de vida relativamente dignas.

No es lo mismo analizar la desocupación en los países centrales con cobertura social y seguros de desempleo que la desocupación en Argentina, donde cada uno debe buscar "solitariamente" los caminos de su autosustentación. "La raíz del problema no se encuentra tanto en la globalización, sino en la respuesta que los gobiernos latinoamericanos están dando ante los desafíos que plantea"...... "No existe ni un solo caso en la historia económica internacional que demuestre que el desarrollo haya sido alcanzado mediante la perversa combinación del auge exportador y mercados internos deprimidos, desempleo de masas y bajos salarios".

Mientras los países centrales a través de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional nos venden la imagen de la ineficiencia del Estado, de la necesidad de achicar el gasto público, los países del Primer Mundo desde 1980 no cesaron de aumentar la participación del gasto público sobre el Producto Bruto Interno, como plantea Atilio Borón, lo cual él sitúa en la raquítica constitución del Estado y la crónica insuficiencia del gasto público (Ob. Cit.1999 : pág. 145).

Ese débil Estado es aprovechado por las empresas multinacionales que se radican en condiciones ventajosas en nuestro país ante la conveniencia de impuestos blandos y que cuando se pretende subir los impuestos, cobrar deudas impagas o hacerles cumplir con inversiones previstas, no efectuadas, amenazan con irse del país dejando mayor número de desocupados, mientras tanto, a través de la libre circulación de capitales siguen extrayendo riqueza del país a su libre albedrío. Cuando las condiciones del mercado no les convienen levantan sus instalaciones y se ubican en otros países que les permitan disminuir costos y aumentar el capital especulativo.

Los Estados nacionales latinoamericanos han perdido el lugar de defensa de la soberanía nacional, las multinacionales prácticamente han destruido los capitales nacionales y regionales, especialmente la pequeña y mediana empresa, que no están en condiciones de competir en igualdad de condiciones en el mercado interno, menos aún en el internacional. Los productos circulan libremente por el mundo introduciéndose sin dificultades en el mercado nacional.

Los Estados nacionales renuncian a la toma de decisiones políticas en defensa del patrimonio nacional, no se ha cuidado ni la capacidad instalada en lo productivo, ni en servicios estratégicos como las comunicaciones (ferrocarriles, aerolíneas, etc.) por mencionar un aspecto, como tampoco se cuidó la capacidad instalada en educación, salud, turismo social, etc.
Se privatizó todo el sistema de empresas públicas y se sigue achicando el gasto público, la deuda externa crece desmedidamente por los créditos solicitados ante la incapacidad del Estado de autosustentación, en tanto el ingreso del mismo se reduce en general al pago de impuestos de los medianos y pequeños productores y los trabajadores, cada vez mas disminuidos e incapaces de cumplir con las exageradas exigencias fiscales para con ellos, en tanto la evasión de los grandes capitales, el narcotráfico y el lavado de dinero son corruptamente incontrolables.
De esta manera el país como Estado - Nación se vuelve cada vez mas inexistente. El pueblo acrecienta sus miedos, la historia aunque diferente se repite : los desaparecidos del 70 (30.000) fue una generación perseguida por la lucha en búsqueda de la transformación de las estructuras capitalistas injustas, los "casi" desaparecidos de hoy son los cientos de miles de empobrecidos que esperan por un plato de comida o luchan por no seguir cayendo en esta movilidad descendente que abarca a la mayoría de la población, donde, los que se supone se encuadran en la categoría de "población económicamente activa" no tienen acceso al trabajo digno.

"Las mistificaciones de la mundialización no son entonces inocentes sino que contribuyen a desresponsabilizar a los gobiernos neoliberales y a las grandes mega corporaciones transnacionales de las nefastas consecuencias de sus políticas. El aumento del desempleo, la caída de los salarios reales, la concentración del capital, el derrumbe de los sistemas de salud y educación pública, son atribuibles a una conveniente nebulosa denominada globalización. Y como dice Hayek, si no hay nadie a quien atribuir responsabilidades tampoco tiene sentido hablar de justicia o injusticia : quién dice que un terremoto o una inundación son injustos, asegura, si nadie es responsable de su existencia. Lo mismo sucede con los mercados".

Es terrible pensar como los mentores del libre mercado encuentran las formas de naturalizar las horrorosas consecuencias de la globalización económica neoliberal como es el caso de Hayek, utilizando además el fenómeno de las catástrofes de la naturaleza cuando sabemos que la mayoría de ellas hoy son también producidas por la destrucción tecnológica de los ecosistemas naturales.
Ante el juego de la acumulación salvaje del capitalismo, a través de la globalización del mercado y las multinacionales, al enemigo se lo intenta desdibujar en el anonimato, aparece "sin rostro" ante un Estado prácticamente inexistente en la defensa de la población, con partidos políticos y gobiernos sometidos a los intereses inconmensurables del capital, conducta que se pone en acto autoritariamente a través de discursos y obras.
Se crea el imaginario del miedo, de la no salida, porque no se sabe como hacerle frente, se resquebrajan las pertenencias, los arraigos y los límites aparecen desdibujados. Las transformaciones en la era de la producción teleinformática y de libre mercado aceleran los procesos de concentración urbana que se iniciaran con la sociedad industrial, las personas se vuelven anónimas, sin relaciones estables, seguras y permanentes, desdibujándose el sujeto fuerte, las identidades se vuelven débiles en lo personal y en lo grupal, en los diferentes espacios sociales. Se instala con mas fuerza que nunca la desconfianza en el "otro" y en lo "otro", lo diferente.
Lo distinto genera una actitud de prevención. La preservación supone encontrar núcleos básicos de relación, aveces en la familia, o entre algunos amigos o grupos de interés, que operan como "valor refugio", como grupos cerrados de autocuidado o autopreservación. Hay una pérdida de sentido de lo colectivo y la memoria colectiva aparece en el archivo de las antigüedades, el pasado compartido parece una pieza de museo.
Hay una desterritorialización de la producción cultural. Todos los productos culturales están puestos a la venta en el mercado donde adquieren valor de cambio. Se produce cultura, en sus diferentes expresiones no como forma de preservación y de creación sino como valor de intercambio en la expansión del mercado mundial "La cultura ya no es localizada con certeza en un lugar de origen o en una comunidad estable"..... "al enfrentarse a aquellos símbolos culturales globales y a los productos locales e infinitamente variados de la hibridez, que ni corresponden a las viejas representaciones de lo nacional - popular ni llegan a la transculturación".... "Lo que cambió en estas últimas décadas, además de entender la cultura como superior o inferior (culto - popular) son los valores, a tal punto que se considera lo híbrido como lo creativo y enriquecedor".

Sin embargo se entrecruza lo popular y lo culto pero lo popular sigue ocupando el lugar de lo dudoso. Se escuchan expresiones como "groncho", "de bajo nivel", aunque en el mercado se mezcle lo culto y lo popular, especialmente a través de los medios de comunicación masiva.

Ante este capitalismo avasallante, con la reducción de los Estados Nación en el ejercicio de una búsqueda de política autónoma, se produce una sustantiva pérdida del derecho a la vida, a la dignidad de la condición humana de realización como personas. Esto ha llevado, como plantea Franco a abandonar la categoría de popular por la de ciudadanía pero también ha llevado a naturalizar el desdibujamiento de la clase trabajadora decretando su muerte, como si las relaciones entre capital y trabajo hubieran desaparecido. ¿Podemos hablar de la desaparición de los sectores populares y de la clase trabajadora?

Lo mas grave es que se ha creado un imaginario desde la globalización del mercado donde del imperialismo y la dependencia no se habla, parecieran temas fuera de contexto ante el avance del discurso de la actual globalización que va creando subjetividades y representaciones negadoras y justificadoras del discurso hegemónico. Es lo mismo vivir en Europa que en América Latina, la desocupación es la misma, la disposición de bienes materiales es la misma, la participación en el mercado tecnológico es la misma, la sociedad civil es lo mismo y sustituye a la sociedad política, la cultura ya no es producto de la relación del Hombre con su medio, con su tierra, se desterritorializa y adquiere valor en el mercado, y por otra parte como dice García Canclini "hay una convicción de los ciudadanos de que sus gobiernos disponen cada vez de menos poder"...... "El vaciamiento simbólico y material de los proyectos nacionales desalienta el interés por participar en la vida pública"

Las condiciones de seguridad en la vida pública y social se han vuelto prácticamente inexistentes. En una encuesta aparecida en "El Diario" de Paraná - Entre Ríos, el día 31/07/2000 el 94 % de los entrevistados hacen referencia a la situación generalizada de inseguridad "de sentirse inseguros, desprotegidos" ante el avance de robos y saqueos, fenómeno social nuevo en una ciudad del interior del país que históricamente fue tranquila, donde este tipo de hechos eran sumamente aislados.

La pertenencia a una Nación, las posibilidades de ascenso social dadas por la seguridad de un trabajo permanente, que permitía planificar y proyectar la vida familiar y de relaciones, prácticamente ya no existe. La organización de las esferas de la Vida Cotidiana : trabajo - familia y tiempo libre, con un tiempo organizado y un lugar de asentamiento elegido configuraba una seguridad ontológica que hoy ha desaparecido. La inseguridad respecto del presente y el futuro, la ausencia de proyectos personales y sociales produce inseguridad, inestabilidad subjetiva, miedo, ensimismamiento, que suele traducirse en autodestrucción y en violencia hacia el otro, "el conocido de ayer suele ser el desconocido de hoy" instalando la desconfianza en los vínculos cotidianos porque la desigualdad creciente ante el valor predominante del consumo produce profundos resentimientos, mas aún cuando no se puede acceder al trabajo y a la satisfacción de necesidades esenciales.
El acceso o no al consumo es el valor y bandera de confrontaciones profundas entre sujetos, complejizando las relaciones sociales.
García Canclini plantea "La globalización ha complejizado la distinción entre relaciones primarias en los vínculos directos entre personas, las relaciones secundarias en cuanto a funciones y papeles en la vida social, aparecen fuertemente las relaciones terciarias por intercambios indirectos tecnológicos (por ej. a través de Internet) y relaciones cuaternarias : clientelas imaginadas que reciben ofertas de productos por teléfono habiendo accedido a los números de tarjetas de crédito que uno no sabe como obtuvieron la información"

Trabajo Social : algunas reflexiones sobre comunidad y familia, entre la diversidad y la fragmentación.
Ante la complejidad creciente del mundo capitalista globalizado ¿cómo comprender lo comunitario y la familia?
Hasta no hace mucho tiempo la comunidad la podíamos pensar como ese lugar territorializado que aunque fuese heterogéneo en su conformación , en términos de formas de hacer, sentir y pensar de los sujetos, existía un arraigo a la tierra, a las costumbres del lugar, a los hábitos compartidos que favorecían los procesos de integración y pertenencia, como podía ser un barrio de una ciudad, un pueblo del interior, articulados por una vida cotidiana organizada alrededor del trabajo, la familia y el uso del tiempo libre. "Tanto la homogeneidad como la hibridez desafían las definiciones mas viejas de identidad nacional y comunidad. El capitalismo transnacional constituye una red simbólica que reduce el afuera como plantea Alberto Moreiras. Los productos locales e infinitamente variados de la hibridez ni corresponden a las viejas representaciones de lo nacional popular ni llegan a la transculturación"

Hoy las desigualdades sociales que generan las diferentes oportunidades de acceso o no al trabajo y al seguro social producen rupturas, quiebres en término de pertenencias territoriales, el espacio territorial se diferencia en general del espacio social, o ambos se modifican permanentemente, las débiles pertenencias tienen su anclaje en intereses o necesidades compartidas de carácter transitorio, no desde lugares fijos de asentamiento sino desde lugares de encuentro en términos de una adaptación instrumental a la realidad para la sobrevivencia, dándose procesos permanentes de desterritorialización y reterritorialización. La búsqueda de acceso a bienes y servicios esenciales crean nuevas relaciones que adquieren un carácter variable según las circunstancias inmediatas, que modifican la vida cotidiana.

Quienes trabajan están mucho tiempo fuera de sus habituales lugares de residencia por el pluriempleo o pluriocupación, quienes no trabajan, por falta de acceso al mercado laboral pasan muchas horas buscando trabajo o formas de sobrevivencia, o en su defecto cuando ante la desesperanza ya no buscan trabajo, como plantea Kessler, permanecen muchas horas encerrados desconectándose de la vida social próxima. Las personas disponen de menor tiempo material y subjetivo para relacionarse, los vínculos sociales secundarios se debilitan y la familia sufre la desestructuración del mundo del trabajo, la escasez de tiempo compartido y la desinserción social como grupo, transformándose en la depositaria de los conflictos sociales, lo que Castell llama "la privatización del conflicto social".

Lo comunitario ya no puede ser pensado como un anclaje territorial fijo, unido a la tierra, al lugar de asentamiento de la vivienda y de la familia sino como espacios sociales que se construyen según intereses no solamente de clase sino por la búsqueda de lugares deseados o posibles en la sociedad, en relación a derechos humanos y necesidades de encuentro que muchas veces suponen también lugares de autodefensa ante la desestructuración del mundo social.
Las nuevas formas de lo comunitario pueden intentar también restituir la relación entre historia - sujeto y proyecto, especialmente a nivel micro social, con un sentido positivo de proyección de la vida, en tanto se puede encontrar en un barrio, por ejemplo, jóvenes que conforman grupos para buscar salidas laborales a través de micro proyectos, en contacto con la sociedad civil pero también se deconstruye lo comunitario en un sentido progresivo de la vida por ejemplo con jóvenes que se reúnen para buscar salidas de autosubsistencia a través del tráfico y consumo de drogas, que en general ven como enemigos a los habitantes del propio barrio, a quienes les roban y destruyen sus bienes por ser diferentes y sentirse juzgados.
Esto genera mecanismos de autodefensa de los propios vecinos que viven en casas enrejadas, construyen sus propias cárceles para autodefenderse y proteger a sus familias. En los espacios territoriales se entrecruzan espacios construidos socialmente donde interjuegan proyectos de vida y proyectos de muerte, de esperanza y desesperanza, de miedos múltiples como factor compartido ante la incertidumbre y la inseguridad personal y social. Esto es solo una muestra de la cotidianeidad de nuestros barrios, una pequeña pero profunda manifestación de la desestructuración económica, política, social y cultural, en un mundo enajenado por la globalización del capital.

El pueblo se organiza de múltiples formas para autodefenderse, pero el proyecto no es siempre emancipatorio, muchas veces supone la búsqueda de la propia muerte, la autodestrucción, ante la sensación profunda de no salida, ante la brutal desprotección y descalificación de la vida.

Las familias ante la desinserción social se desestructuran, se desorganizan, se sienten incapaces de contener las necesidades de sus miembros. Cada sujeto que la constituye está y se siente cada vez mas exigido en su condición humana para permanecer integrado al sistema. "Las nuevas fronteras de la desigualdad separan cada vez mas a quienes son capaces (o pueden) de conectarse con las redes supranacionales de quienes quedan arrinconados en sus reductos locales"

La tensión entre lo singular, lo particular y lo global es permanente, en las nuevas manifestaciones de lo local están presentes los atavíos y desventuras de lo nacional y lo latinoamericano en su historia, en la relación pasado - presente, donde "la globalización puede ser vista como un conjunto de estrategias desplegadas para realizar la hegemonía de macroempresas.....a fin de apropiarse de recursos.....de los países pobres".

Los quiebres, las fragmentaciones, las rupturas, el desdibujamiento del enemigo en los sectores subordinados no es obra de la casualidad, hoy como ayer, hoy más que ayer, desde la revolución industrial a la revolución tecnológica y globalización material del capitalismo la racionalidad instrumental dominante ha tenido y tiene el mismo sentido de acumulación del poder económico, donde desde adentro de nuestro país los sectores dominantes prestan servicio a los intereses del capital.
Hoy se agrava enormemente esta situación porque al introducirse el quiebre en el mundo del trabajo la lucha de clases se ha transferido a la lucha al interior de la clase trabajadora, entre los sectores populares, entre los habitantes de los grandes conglomerados urbanos, entre los vecinos de un barrio, entre los miembros de la familia. Como de costumbre el sistema triunfa ante la coherencia ideológica de sus agentes que se expresa en el discurso y en la materialización de los actos.

Trabajo intelectual, Trabajo Social e intervención:
¿Qué hemos opuesto los intelectuales supuestamente críticos ? La explicación y búsqueda de comprensión de los fenómenos sociales, tratando de entender la diversidad, las tensiones entre lo uno y lo múltiple, el quiebre del sujeto histórico, el individualismo, la apatía social, la multiplicación de las diferencias.
Si la razón desde la modernidad suponía la posibilidad de emancipación y queremos retomar este origen ¿Por dónde deben ir nuestros caminos?

Voy a hacer referencia específica a lo que considero deberían ser algunas de nuestras reflexiones en Trabajo Social. Si bien la comprensión de la complejidad del mundo en el que vivimos requiere que nuestros argumentos se solidifiquen, respecto de las problemáticas de lo social, considero que el marco del desarrollo histórico del Trabajo Social en su constitución como profesión, con una dependencia significativa del Estado, ha marcado huellas profundas como un "modo de ser" cultural que nos ha llevado muchas veces a la reproducción de un Trabajo Social viciado de metodologismo, mas allá de sus intecionalidades emancipatorias o al servicio del control social Ese modo de ser ¿se vence solo con argumentos teóricos o implica también un cambio radical en nuestros modos de entender y valorar el Trabajo Social?

Nuestra transformación interior necesita fundamentalmente que nos posicionemos desde una ruptura ideológica con el reductivismo técnico, que no pasa por transformarnos en una biblioteca competitiva respecto a quien conoce mas autores y a quien está en conocimiento del último libro publicado sino en poder realmente iluminar nuestras prácticas con solvencia e instalar en la agenda pública, utilizando los medios de comunicación masiva, una crítica fundada al orden establecido que vuelve cada vez mas inviable la vida. Las trabajadores sociales nos desenvolvemos cotidianamente en lo mas profundo de las condiciones de la miseria humana y sin embargo nuestra presencia pública es reducida, de esta manera el discurso oficial se instala como el único válido y posible.

Iluminar nuestras prácticas requiere volver a indagar, volver a preguntarnos sobre lo que creemos conocer y posicionarnos críticamente en el escenario social en temas tan caros a la vida humana y al Trabajo Social como la pobreza, la política, la condición humana, el trabajo, la familia y todas las problemáticas y significados emergentes en el actual contexto, tensionando lo singular y lo particular con lo general.

Podemos seguir leyendo libros, formándonos teóricamente, incorporando los mas sofisticados medios informáticos pero si no cambiamos nuestra racionalidad técnica la volvemos a reproducir en nuestro actuar cotidiano, instalando la incertidumbre, la queja, la catarsis como modo de tolerar la injusticia, por ejemplo en la deficiente implementación de políticas sociales por el Estado.
Ninguna profesión ha tenido y tiene tantas posibilidades de acceso directo a la vida cotidiana y a los significados subjetivos del pueblo, sin embargo no hemos sabido aprovecharlo suficientemente, en toda su dimensión, para trabajar desde ese vínculo personal en la producción de nuevos conocimientos y nuevos sentidos, en esa relación directa que se construye en la vida cotidiana.

Como docente percibo que en estos últimos años hemos ido perdiendo nuestra inserción social crítica a través de las prácticas educativas de la institución, como si la intervención en lo social hubiese sido reducida a las connotaciones de un practicismo, mas allá de los esfuerzos por incentivar una formación solvente y crítica.
¿Desde dónde vamos a poder profundizar la lectura y la indagación del impacto de las transformaciones socio culturales si no es desde la indagación en el mismo vínculo cotidiano con las personas con las que trabajamos y que han sido y son nuestra razón de ser como profesión ?

¿Hacia dónde vamos a orientar la acción si no es a partir de conocer en profundidad la multiplicación geométrica de la pobreza?
Para ello es necesario poder argumentar nuestros discursos autónomamente, indagando en las raíces del impacto subjetivo y social para encontrar los modos del ejercicio del oficio hacia una transformación de la vida cotidiana, trabajando la tensión entre lo particular y lo general y su expresión en la singularidad, trabajando la relación dependencia - autonomía, intentando aportar a la reconstrucción de lazos sociales dañados, intentando restituir el diálogo en los micro espacios, aportando también al encuentro entre las diferentes formas de organización de la sociedad civil hacia la reconstrucción de la sociedad política, reconociendo al sujeto como actor social y constructor de una historia que es ésta pero que puede ser diferente.
Para poder trabajar en el sentido de construcción de un historia diferente también es indispensable distinguir los esfuerzos que la profesión ha hecho en su trayectoria para romper la mirada tecnicista al servicio del control social, con aciertos y errores. Sin actualización y reivindicación crítica del pasado no hay presente o en todo caso el presente se vuelve híbrido y el futuro inexistente.

Profundizar la democracia no supone sumar fragmentos ni articularlos sino volver a releer la relación dominación - dependencia, capital - trabajo, Estado - sociedad, para que la explosión de las diferencias intersubjetivas pueda ser contextualizada en las relaciones estructurales de dominación, que permita trabajar la ruptura de un imaginario social universal, único, homogéneo y por lo tanto intransformable, que solo evolucionará por el devenir histórico de la "naturaleza social".

Intervenir como "venir entre" implica necesariamente conocer para actuar en los diferentes campos problemáticos que se constituyen en el mundo social, en la relación sujeto - necesidades, desmitificando la idea de un sujeto virtual y reinstalando el sujeto real que sufre, que espera, que desea y necesita tener proyecto.
No hay sujeto entero que no se realice mediante el encuentro con otros sujetos, que se trasmiten mutuamente afecto, ideas, necesidades y en ese intercambio se hacen personas, donde la palabra en el diálogo profundo y el contacto material los hace sujetos de la vida.
El Trabajo Social debe trabajar por restituir la vida, en el encuentro personal y social con los otros, restituir el afecto es restituir la escucha, reconociendo al otro que necesita ser tenido en cuenta como sujeto autónomo, que puede pensarse a sí mismo mas allá del lugar de sumisión y desconocimiento en que suele ser socialmente puesto, restituir el reconocimiento de la condición humana es restituir la dignidad.
La propia profesión debe reforzar sus lazos con otros agentes intelectuales en la intervención, instituyendo el diálogo fecundo de la interdisciplinariedad, reponiendo el intercambio de experiencias, de saberes, de dudas, de miedos, reconociendo aciertos y falencias.

Hoy, quienes vivimos en el mundo universitario estamos múltiplemente atravesados por las demandas burocrático - tecnológicas del sistema, donde la producción se confunde con la exigencia de investigar, categorizarse, llenar software de evaluación para los organismos de control, como así también obtener incentivos ante salarios miserables. Se instala la cultura de la competitividad en la acumulación de títulos, certificaciones y papers para tener un curriculum que posibilite permanecer en el sistema, en lugar de disponer de tiempo real para ser verdaderamente competentes. La racionalidad instrumental es cultura y las formas culturales de su reproducción dejan poco lugar y tiempo para la construcción de la autonomía profesional desde una racionalidad emancipatoria en la actual industria intelectual, donde queda también poco tiempo para el encuentro, para el afecto y se van despersonalizando las relaciones.

A pesar de las grandes contradicciones en las que nos sumerge el sistema en el espacio educativo universitario muchos estamos haciendo el esfuerzo de producir para la transformación mas allá de nuestros errores, contradicciones personales, profesionales e institucionales pero es necesario ir reinstalando mayor confianza en el otro, discutiendo diferencias y no aceptándolas sin reflexión que es una forma de negarlas o desconocer al otro instalando el individualismo posesivo como plantea Ianni, cada uno con su verdad intelectual, peleando por su propio lugar y sus intereses personales ante las exigencias de autosustentación.

Es hoy un imperativo restituir el espacio cultural del encuentro con el otro, argumentar los debates y discutir las diferencias, recuperar la pasión por el pensar, conocer y hacer de conjunto en un sentido emancipatorio, restituyendo nuestra propia dignidad como personas y profesionales que necesitamos ser mas reconocidos socialmente como colectivo, haciendo del Trabajo Social una disciplina capaz de contraponer discurso al discurso hegemónico instalado "La palabra, ya, no se ciñe a ser la simple mediadora del espacio cultural : ella misma abre y es ese espacio. Lo abre y lo otorga"

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* Datos sobre la autora:
* Eloísa Elena de Jong
Profesora Titular de Trabajo Social III en Comunidad y Trabajo Social con Familias. Investigadora. Facultad de Trabajo Social. UNER. Paraná, Entre Ríos. Argentina

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