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Edición N° 21 - otoño 2001

Editorial

Se cumplen en marzo 25 años del sangriento Golpe de Estado que sacudió todos los órdenes de la sociedad argentina. Esta agresión a la vida no se circunscribió a la Argentina. Se trató de un proceso de Terrorismo de Estado que vivieron todos los países del cono sur, amparados por el poder económico de las Multinacionales con el beneplácito del Poder Imperial.
Chile había inaugurado el baño de sangre con el Golpe de Pinochet en 1973 (en el que colaboraron activamente la CIA y empresas como la I.T.T.), que derrocó al gobierno constitucional de Salvador Allende.
Los responsables del terrorismo de Estado asesinaron, robaron, violaron y torturaron, embanderándose con "los sagrados valores de la civilización y el cristianismo", contra "la subversión apátrida y comunista"; como un siglo antes se había hecho contra los indígenas que ocupaban ricas extensiones territoriales.
El Terror fue utilizado con éxito. Los represores lograron:
  1. Destruir el aparato productivo.

  2. Disciplinar a la sociedad para la aceptación de la dominación del capital financiero y los poderosos grupos económicos internacionales.

  3. Quebrar las luchas reivindicativas populares.

  4. Desmantelar el Estado benefactor.

  5. Quebrar el sistema de jubilación, educación y salud.

A 25 años, nuestra sociedad no ha cerrado sus heridas. La Justicia aún tiene una cuenta impaga. Seguramente ésta quedará pendiente hasta tanto los sicarios del "Sistema", hoy llamado "Modelo económico neoliberal", continúen al frente de nuestras instituciones, imponiendo a nuestros pueblos mayores ajustes a través de otros tipos de violencia.

Margen recuerda a las víctimas (y las tristes secuelas) que dejó aquel Golpe Militar en Argentina; a las de los golpes y la represión en los países hermanos, y se solidariza con las luchas y reivindicaciones de quienes sufren hoy las consecuencias del continuismo en las prácticas de marginación y exclusión social.

La memoria perdurará. el pueblo tiene la última palabra.

El director



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