Alfredo Juan Manuel Carballeda
Del desorden de los cuerpos al orden de la sociedad
Capítulo IV
La Acción Social Ilustrada, el Utilitarismo, la Sociedad de Beneficencia y el origen de la Psiquiatría en el Río de la Plata.

Luego de la Revolución de Mayo de 1810, llegará un largo período de luchas internas, entremezcladas con la Guerra de la Independencia y las Guerras con el Brasil.

La noción de ciudadanía que la Revolución había de alguna manera establecido fue sinónimo de controversias y diversas pujas políticas, que sentarán las bases de conflictos futuros.

Los dispositivos de Intervención en lo Social, se mantienen en forma mas o menos despareja. Pero, a partir de 1820, estos serán nuevamente delimitados y orientados en sentidos que se relacionan, en algunos aspectos con el pensamiento de la Ilustración, pero por otra parte, se asemejarán a los postulados del Utilitarismo Británico de Jeremias Bentham.

Este nuevo elemento servirá en el futuro para sentar las bases del Positivismo, cuando ya la nación vivirá un ideal de orden y se apoyará en la consolidación del Estado Moderno a fines del siglo XIX.

Pero, ¿cuál era este nuevo sentido de la intervención en lo social?. Por un lado, no se relaciona directamente con la consolidación de las modalidades preexistentes, si bien la Hermandad de la Santa Caridad, el Hospital de Mujeres, la acción de los Bethlemitas y las demás Instituciones se destacaban desde una perspectiva si se quiere aleccionadora, correctiva y moralizante.

La Intervención en lo Social que llegará a partir de la denominada “Reforma de Rivadavia”, sienta e intenta afirmar las bases de lo moderno, toma elementos de la Ilustración, pero los recrea articulándolos con el Utilitarismo de Bentham, el Liberalismo de Adam Smith y un retorno al empirismo de David Hume.

Este nuevo sentido de Intervención en lo Social, que, se expresa con bastante claridad en la Sociedad de Beneficencia, < creada en esa década> y en otras instituciones, se vincula con una época determinada, donde Buenos Aires, crece económicamente, permanece apartada de los conflictos internos y continúa con mayor vehemencia su “europeización” y separación social y cultural del resto de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Por otro lado, estas nuevas instituciones, que si bien se apoyan en viejas estructuras, imprimirán novedosos sentidos, darán señales mas claras al resto de la sociedad y definirán con mayor claridad hacia quienes están dirigidas.

Pareciera que desde las instituciones que intervienen en lo social, donde predomina ya desde antes de la Revolución un espíritu laico, comienza a construirse lentamente la idea de que no se construyen para evitar el caos social, como tampoco para amalgamar a esa sumatoria de individuos que dificultosamente escriben su contrato societario, sino que se relacionan con la búsqueda de contribución de nuevos y diferentes actores sociales al funcionamiento del “todo” social y desde allí resolver la problemática de la integración y las fracturas sociales.

En este aspecto, la Intervención en lo Social, se adelantaría al surgimiento de los ideales de la sociología clásica, cuya principal preocupación a fines del siglo XIX se relaciona con esas cuestiones.

En definitiva, lo aleccionador, correctivo y moralizante, comenzará a ser interpretado en clave de lo “útil”, para el todo social.

La noción de utilidad se relaciona fuertemente con una sociedad que no se propone dejar de lado sus desigualdades sociales, sino simplemente asignar papeles a aquellos que no pertenecen a la elite, que, se considera a si misma todo el país. Esta clase formada en la tenencia de la tierra, el comercio de carne salada, cueros y el contrabando, con una importante admiración por Inglaterra, tratará de construir la utopía de transplantar Europa a América, por la razón o por la fuerza.

Así, la Intervención en lo Social se constituye como un instrumento de “guerra”,< en el sentido de C. V. Clausewitz> ahora mejor definido, mas certeramente orientado, donde, se trata de imponer la voluntad política a los otros, de “desarmarlos” y de romper sus formas de sociabilidad.

Esa “otredad”, es la de los orilleros, los gauchos, los aborígenes, aquellos que quedaron fuera por imposición de una clase de lo que ellos creían era la sociedad Argentina. En el Buenos Aires de la década del veinte, se creía fantasiosamente, que esa utopía se estaba cumpliendo, las Instituciones serán entonces “dispositivos de guerra”, la metáfora de la maquinaria bélica, puede ser útil para visualizar los nuevos sentidos que en poco tiempo tendrán los, ahora ya viejos hospicios, casas y orfanatos. Se trataba de “desarmar” al enemigo, éste, era sencillamente quien había quedado afuera del nuevo orden establecido. Pero ahora esta visualización de los otros, era claramente determinada, se trataba, en definitiva, de generar, en principio, nuevos papeles y funciones.

La conformación de los Ejércitos de la Independencia, a partir de postulados modernos, enseñó que la disciplina puede lograrse y especialmente que los cuerpos pueden ser moldeados en base a parámetros pre establecidos. Algo similar había ocurrido en Europa...”Segunda mitad del siglo XVIII: el soldado se ha convertido en algo que se fabrica, de una pasta informe, de un cuerpo inepto, se ha hecho la máquina que se necesitaba; se han corregido poco a poco las posturas; lentamente, una coacción calculada recorre cada parte del cuerpo, lo domina, pliega el conjunto, lo vuelve perpetuamente disponible, y se prolonga en silencio, en el automatismo de los hábitos; en suma, se ha “expulsado al campesino” y se le ha dado el aire de soldado”...(Foucault, M. P; 139).

En la Argentina, este disciplinamiento de los cuerpos se dará en forma paulatina, en la conformación de los ejércitos, pero ingresará lentamente en la “periferia de la sociedad” .

Una de las novedades que traía la Modernidad era la del descubrimiento del cuerpo, este ahora, puede ser manipulado, educado , puede ser útil para obedecer en forma rápida y sistemática, se pasa de una visión anatómico - metafísica que proviene del pensamiento cartesiano por una perspectiva técnico política que se inclina hacia el disciplinamiento.

En Buenos Aires, el campo de la salud, será la base de este tipo de visiones que se transformarán en poco tiempo en intervención.

Estos acontecimientos se vinculan con la influencia de Bernardino Rivadavia como Ministro de Gobierno de Martín Rodríguez, a partir de 1821, la novedad será el aporte del Utilitarismo de J. Bentham, que impregnará de nuevos sentidos a las instituciones que intervienen en lo social.

La cuestión sanitaria no implica dirigir únicamente el análisis a los hospitales o a las prácticas en salud, sino que va mas allá. En otras palabras, luego del descubrimiento del cuerpo desde una visión anatómico-fisiológica y su posibilidad de ser manipulado, incorporado a una vida metódica, la mirada se dirige a la Ciudad Moderna, esta es leída ahora desde una idea mas global de la enfermedad, implicando la aparición de una nueva metáfora política; la de la Peste.
Ya no se trata de excluir lo indeseable, de expulsarlo de la ciudad, el pensamiento se dirige a una mirada al todo y desde la potencialidad de enfermar y corromper la ciudad que puede tener cada uno de los habitantes.
Así Buenos Aires es una Ciudad desde donde parten las “luces de la Civilización” hacia la Pampa bárbara. De ahí que las ciudades se cuadriculan de una manera especifica, donde cada cuadrícula, cada porción, será observada, en función de detectar “focos” de disolución. Las ideas de Bentham serán muy amplias: su propuesta abarca al todo social, pero, su primer campo de aplicación en Buenos Aires serán el sanitario y la minoridad. Para esa búsqueda de consolidación de la sociedad, implica pensar que el bienestar de la población debía ser considerado de interés público, ya no alcanzaba con la “mano invisible” de Adam Smith que, a través del mercado, regulaba las relaciones sociales, era necesaria la mano del administrador que guiara a los hombres en sus actividades económicas y sociales. (Khol, Alejandro; P 6)

El Utilitarismo de Jeremías Bentham y el Río de la Plata

El Utilitarismo es entendido como un sistema ético que se origina en Inglaterra en los siglos XVIII y XIX, se apoya fundamentalmente en la valoración de las acciones humanas, no por lo que son en si mismas sino por las consecuencias que producen. Las acciones se valoran y prescriben de acuerdo al aporte que hacen a la “felicidad” del todo social.

En el caso de Bentham, (1748-1834) y posteriormente de John Stuart Mill, se intenta igualar utilidad con placer, de ahí la calificación de “hedonista” de este tipo de pensamiento y la resistencia que tuvo en los sectores mas conservadores de Inglaterra.

Desde la perspectiva de Bentham los papeles en la sociedad se deben regir por la tolerancia de dos impulsos básicos de los hombres: el deseo de felicidad y la voluntad de evitar el dolor.

La <utilidad>, en Bentham es sinónimo de lo deseable, es un instrumento para conseguir la felicidad general de la humanidad. A partir de ajustarse al sentido de <utilidad>, una sociedad dispone de una normativa que le sirve para discernir acerca de que es justo y que es injusto, como así también; lo correcto o incorrecto. Estas ideas lo aproximan al pensamiento de Kant “ Obra solo según la máxima por lo cual aquello que deseas pueda convertirse en ley universal”.

Pero, el sentido utilitarista no es reducido al ámbito de la individualidad para lograr sus objetivos, el utilitarismo debe ser establecido y aceptado por toda la sociedad. La visión hedonista de Bentham se refiere al todo social, no al individuo, la idea es de la “felicidad general”, y aquí se produce una interesante inversión en el sentido de los escritos de Bentham. Así a partir de la utilización de los conceptos de <placer> y <dolor> se establece en una fuerte jerarquización, que termina aproximándose a las normas del puritarismo anglosajón.

El utilitarismo constituye la primera ley ética < lo bueno es lo útil>. Bentham intentará construir una aritmética moral midiendo y tabulando cuidadosamente los criterios de dolor en tanto al placer, expresa que no existen otros placeres que los derivados del espíritu.

Existe a su vez una interesante relación entre el Utilitarismo, el Empirismo y la obra de Augusto Comte, es posible pensar que sin las influencias del pensamiento de Bentham, la mayoría de las doctrinas económicas, políticas y sociales de Comte serían de difícil entendimiento.

Las obras de Bentham, muestran una direccionalidad bastante definida En su texto “Fragmento sobre el Gobierno” (1776), ya pueden apreciarse algunos indicios del utilitarismo, pero se nota la influencia de la tradición empirista inglesa, donde Bentham se formó. Es decir, los escritos de Francis Bacon y Thomas Hobbes., son los textos predominantes en su formación. “El Fragmento sobre el Gobierno”, trae importantes reflexiones acerca del derecho, la enseñanza pública y privada, las leyes de seguridad y de los métodos de procesamiento.

A su vez, el clima de época de Bentham se relaciona con la consolidación del pensamiento de David Ricardo (1772-1823) y de Adam Smith (1723-1790).

Sus trabajos se orientan hacia la Deontología y la articulación de la sociedad con la ciencia social. El texto mas conocido de Bentham es el “Panóptico”, que comienza a circular y ser debatido en el siglo XX, a partir de la publicación de Vigilar y Castigar de M. Foucault.
Algunos autores como el propio Foucault o Jean Pierre Barou, se preguntan que hubiera sucedido si las polémicas de Marx en vez de ser dirigidas retorspectivamente con David Ricardo se hubiesen realizado con Jeremías Bentham . Juzguemos sino lo que este último escribió (Barou ; P 7). “ Si encontráramos una manera de dominar todo lo que a cierto número de hombres les puede ocurrir; de disponer de todo lo que esté en su derredor, a fin de causar en cada uno de ellos la impresión que se quiera producir, de cerciorarnos de sus movimientos, de sus relaciones, de todas las circunstancias de su vida, de modo que nada pudiera escapar ni entorpecer el efecto deseado, es indudable que en medio de ésta índole sería un instrumento muy útil,sería un instrumento muy enérgico y muy útil, que los gobiernos podrían aplicar” (Bentham, J Panoptique; P39).

La historia del “Panóptico” es bastante singular, este comienza con una serie de cartas escritas en Rusia en 1786, que luego son publicadas en Londres y Dublin en 1791, bajo el nombre de “Panopticón”. Por otra parte en el mismo año Bentham envía un ejemplar del Panóptico al diputado Garran de la asamblea Nacional Francesa, con la idea de introducirlo en Francia.

El libro es enviado con una carta, de donde se pueden extraer párrafos interesantes, sugiere la construcción de una cárcel con ese modelo, proponiéndose el mismo como carcelero. El Panóptico es un trabajo realmente meticuloso, que no deja de lado ningún aspecto de su funcionamiento como unidad carcelaria.
En la Edición Inglesa se agrega un Prefacio, donde se plantean las finalidades de esta estructura arquitectónica como modelo de prisión; “Enmendar las constumbres, preservar la salud, fortalecer la industria, difundir la instrucción, disminuir la carga pública, asentar de algún modo la economía sobre una roca, no cortar sino desenredar el nudo gordiano de las leyes de asistencia pública; y todo esto ¡gracias a una simple idea arquitectónica!” (Bentham, J.P 75).

La propuesta es crear casas de inspección o <elaboratorios>, no importan en definitiva quienes serán incorporados a éstas...”Castigar criminales empedernidos, albergar locos, reformar viciosos, aislar sospechosos, ocupar ociosos, proteger indigentes, curar enfermos, enseñar a quienes quieran aprender un oficio o dar instrucción a las nuevas generaciones; en suma asi se trate de cárceles para detención perpetua o para detención en espera de juicio, o de penitencierías, correccionales, casas de trabajo para pobres, fábricas manicomios, hospitales, escuelas”...(Bentham, J. PP 75, 76)

Bernardino Rivadavia participó de la política Argentina poco tiempo después de la caída de la Primera Junta de Gobierno, viajó por Europa a partir de 1814 participando en diferentes misiones diplomáticas. En sus viajes por el viejo continente tomó contacto con la realidad política Inglesa, recibiendo importantes influencias de Benjamin Constant y Jeremías Bentham, con este último mantuvo una importante relación epistolar y trató de traducir “La teoría de las Penas y las Recompensas”. Aparentemente el interés de Bentham era que se difundiese en el Río de la Plata su “Tratado acerca de la Legislación”.

Formó parte del Gobierno de Martín Rodriguez,en 1821, como Ministro de Gobierno, llevando adelante desde allí sus más importantes acciones reformadoras.

Rivadavia las leyes y la Sociedad de Beneficencia

Con la Reforma de Rivadavia, se inicia en nuestro país una nueva etapa de "modernización", esta, en principio apuntó mas a las formas que, a la búsqueda de un cambio en la esfera de lo económico o en la conformación de un país donde se privilegiara a la industria, en forma semejante a los países europeos. Por otra parte, el primer empréstito, la primera deuda externa de la Argentina, que es con la Baring Brothers se contrae bajo su gestión.

El Gobierno de Rivadavia se caracterizó por una enorme cantidad de leyes, reglamentaciones y disposiciones que apuntaban a transformar el país desde nuevos marcos normativos. Dentro del espíritu de la revolución de Mayo, ya estaba inscripta esa concepción. El poder de "lo escrito", superaría las condiciones objetivas y reales de la sociedad Argentina de aquel entonces.

De esta forma la entrada de la Argentina a la modernidad comienza a través de las leyes. Se trataba solo de legislar, desde la sala de audiencias o el despacho del primer presidente, tal vez con la idea de que solo por ese camino, la realidad sería transformada.

El valor de la palabra escrita es una de las características mas fuertes de la modernidad y se lo asocia con la Ilustración. La palabra escrita, no requiere de un interlocutor y adquiere características universales. En este aspecto, Noemí Goldman en un texto denominado Historia y lenguaje, plantea las siguientes cuestiones...” Chartier señala que las divisiones culturales no se ordenan obligatoriamente según un único corte social que regiría las diferencias en las conductas. Esta perspectiva debe ser modificada para dibujar un área social (por lo general compleja y variada), donde circula un corpus de textos, una producción cultural o una norma cultural. Se descubrirá así que la historia sociocultural ha vivido a menudo bajo una concepción mutilada de lo social.” (Goldman, N.P:13)

De esta forma desde la presencia del pensamiento Ilustrado, la palabra escrita adquiere un valor diferenciado, generando verdades, construyendo sujetos, poblaciones, ratificando la necesidad de la cuadriculación de la sociedad, logrando que un conjunto amorfo sea clasificado...”Asi, Chartier se propuso en sus trabajos comprender como en las sociedades del Antiguo Regimen, entre los siglos XV y XVII, la circulación múltiple del escrito impreso transformó las formas de sociabilidad, autorizó pensamientos nuevos y modificó las relaciones de poder”... (Goldman, NP:13)

La Civilización y la Barbarie, se determinan en cuanto al orden jurídico y lo escrito acerca de unos y otros, en los documentos, reglamentaciones y decretos, así a los aborígenes, gauchos y orilleros, se los considera bárbaros en especial por lo "impredecible" de su comportamiento político, su falta de jefes y el no respeto de los acuerdos que los políticos de Buenos Aires les proponían, algo similar ocurre en relación con los propios conflictos internos del país, la cuestión de la barbarie es nuevamente asociada a las modalidades políticas de los oponentes.

A su vez, también la vida cotidiana de éstos será considerada, salvaje o civilizada. Un país, una nación, un grupo político van a ser leídos desde esas perspectivas. Una hablará de la otra. Es así, que el hecho de poseer libros, aunque poco se lean es un signo de civilización.

De todas maneras existe durante la época de la Reforma de Rivadavia, una vocación por lo nuevo, esto se visualiza nuevamente en los libros, estos en muchos casos circulaban a través de bibliotecas ambulantes o circulantes a las que podía suscribirse por cuotas anuales.

Durante la Reforma de Rivadavia, el contrato societario, es débil, no ha sido aún conformado, así, la ley escrita forma parte permanente de ese proceso, tratando, tal vez de articular una idea de sociedad desde lo escrito.

Las leyes, no solo valen por su eficacia en cuanto a la aplicación son, si se quiere, una señal que muestra la entrada a la modernidad en clave de la Ilustración.

La imagen de la nación en esa época, sobre todo hacia afuera, es decir hacia Inglaterra y Europa en general, pasaba por su organización política, su "crédito" y su reputación. La situación política durante el gobierno de Rivadavia, es fuertemente inestable, guerra con el Brasil, inicio de la confrontación entre Unitarios y Federales, lo que implica un estado de guerra interno y casi permanente. A esto puede sumarse la guerra contra los aborígenes, donde las batallas y los enfrentamientos se ubicaban en la línea de la frontera a aproximadamente 200 kilómetros. de la ciudad de Bs. As.

Aún así, Buenos Aires vive esos acontecimientos como alejados y trata desde la administración de Martín Rodríguez y el Gobierno de Rivadavia construir su utopía europea en el medio de las pampas.

La Reforma de Rivadavia abarca varios aspectos de la vida de la Ciudad, algunos son eminentemente políticos otros tienen carácter simbólico. Pero dentro de este contexto se construye una nueva modalidad de Intervención en lo Social, que en algunos casos va mas allá de las instituciones y hasta es contradictoria con los postulados del libre mercado.

Una de las primeras medidas de Rivadavia fue la desmilitarización de la Provincia de Buenos Aires, a pesar de la proximidad territorial de la guerra. Esta acción es relacionada por algunos historiadores como una forma de desactivar a una fuerza política considerada peligrosa para su gobierno...”Para volver impotente a esa fuerza, se forzó al retiro a todo el personal tanto militar como gubernamental”. En un decreto del 7 de Septiembre de 1821, estos nuevos desempleados son definidos como”delincuentes dolosos de mendicidad”, en general eran enviados a la cárcel o forzados a trabajar en obras públicas (Shumway, N.P 101).

Por otra parte existían formas de reclutamiento, en 1822 se puso en marcha la “Ley de Vagos”, que facultaba al jefe de Policía, en la ciudad y a los jueces de paz en la campaña “a apoderarse de los vagos cualquiera sea la clase a que pertenezcan”, para mandarlos al ejército por un período de ocho años.

Por otra parte y a pesar de la falta de mano de obra en una economía en crecimiento, el gobierno puso límites a los jornales de los obreros. Los empleadores que eran sorprendidos pagando por encima de ese límite eran multados. Nos encontramos con un lberalismo a la “criolla”. ...”Son las mismas clases populares las que deben mejorar su suerte, usando para ello los instrumentos que la economía les proporciona”... (Halperín Donghi,P.352)

Por otra parte en ese contexto se funda la Universidad de Buenos Aires, donde existían seis escuelas, Estudios Preparatorios, Ciencias Exactas, Medicina, Derecho, Ciencias Teológicas y Educación Elemental.

El interés de Rivadavia se centraba en la enseñanza de las matemáticas y la ciencia en general. En 1823 fundó el Colegio de Ciencias Morales. Mandó a jóvenes porteños a enseñar al interior del país y fundar escuelas, estas tendrían tres características fundamentales, en principio no estaban bajo las órdenes de sacerdotes o monasterios, siguiendo las enseñanzas del Utilitarismo se puso énfasis en el aprendizaje de oficios manuales, apoyados especialmente en las matemáticas y la física, y por último se intetaron suprimir los castigos físicos. Domingo F. Sarmiento será uno de los beneficiarios de esas acciones.

Este último aspecto también se vincula con el utilitarismo de Bentahm, donde el control ya dejaba de pasar por los castigos corporales, sino que se adentraba en un territorio mas sutil, el de la mirada correctiva y aleccionadora.”El 8 de Febrero de 1822 la enseñanza primaria- antes controlada por el Cabildo- había empezado a depender de la Universidad, formándose el Departamento de Primeras letras...El Sistema Lancasteriano donde la enseñanza se daba a monitores y éstos a los alumnos, que se aplicaba entonces en Inglaterra, fue adoptado: Una sociedad Lancasteriana iniciada tiempo atrás por un caballero inlglés <James Thompson>, quedó encargada de formar a los maestros”...(Rosa J. M. P371)

A partir de que la Universidad y el Colegio no aceptaban mas que alumnos varones, Rivadavia creó la Sociedad de Beneficencia, cuyo personal estaba formado únicamente por mujeres...”Suprimidos los Cabildos y la Hermandad de la Santa Caridad, (a partir de la reforma eclesiástica), la misión de tutelar los hospitales de mujeres, asilos y escuelas pasan la Sociedad de Beneficencia, conjunto de señoras a la manera de las sociedades del Madrid de Carlos III. Por decreto del 2 de Enero de 1823 se le encomendó- aunque no se había formado-la dirección e inspección de las escuelas de niñas, la casa de Expósitos, Casa de partos Públicos y Ocultos, Hospital de Mujeres y Colegio de Huérfanas”... (Rosa, J. M. P372)

La creación de la Sociedad de Beneficencia y la administración de Hospicios, casas de huérfanos, etc, se inicia con la Reforma Religiosa de Rivadavia, en la misma el Gobierno incautó los bienes de las congregaciones religiosas.

Anteriormente, el poder de las congregaciones había sido atacado por los liberales argentinos, la Iglesia era visualizada como ejemplo de lo viejo, de aquello que debía se superado, así en El Argos < un periódico de la época>, en su edición de mayo de 1821, un autor anónimo escribe que; algún día viajeros curiosos mirarán las ruinas de los monasterios como monumentos a la mudable opinión del hombre. (Shumway, N. P121).

Desde la perspectiva liberal, las críticas a la Iglesia, que fundamentarán la Reforma se apoyan en tres cuestiones: fallas en la organización social, anacronismo, y petrificación (Shumway, N. P121).

La Sociedad de Beneficencia, es inaugurada por Rivadavia y creada a través de un decreto del 2 de Enero de 1823, en su Discurso Inaugural sobresale la finalidad de la misma...”la perfección de la moral, el cultivo del espíritu en el bello sexo y la dedicación del mismo a lo que se llama industria, y que resulta de la combinación y ejercicio de aquellas cualidades”... (Citado Por Tenti Fanfani, E. P :9)

Las actividades de la Sociedad, son variadas en 1827, luego de la presidencia de Rivadavia, la sociedad tiene a su cargo seis escuelas con quinientos veinte alumnos, la Casa de Huérfanas y cuatro escuelas en zonas rurales con 290 alumnas. Hasta la década de los cuarenta del siglo XIX, la Sociedad de Beneficencia será el centro de la Intervención en lo Social. Una particularidad de la Sociedad de Beneficencia es que si bien se presenta como una institución para-estatal, los fondos para su mantenimiento provienen de las arcas del Estado.
El cambio que se estaba produciendo se relacionaba con dejar de lado el sentido de caridad cristiana por el de filantropía. En definitiva el contexto de aparición de la Sociedad de Beneficencia se relaciona con la doctrina del contrato, que ya había sido elaborada por los teóricos del derecho natural en el siglo XVII.

El estado debe ser reductor de incertidumbre en tanto cuestiones sociales, estos temas ya habían sido tratados por T. Hobbes. Pero por otra parte, en el caso de la Argentina, también existe la intención de traspasar el modelo francés de intervención en la cuestión social. De esta forma para los revolucionarios de 1789, el derecho a la asistencia es visto como un derecho “límite”, ya que se ponían expectativas en el bienestar que traería el desarrollo de los postulados revolucionarios y el avance del progreso.
Pero en el siglo XIX las circunstancias cambian, este derecho “límite”, no alcanza, de ahí que en Francia se amplíe la esfera de aplicación del mismo...” La distinción del individuo víctima del infortunio( el buen indigente) y del ocioso imprevisor o calculador se revele en primer lugar cada vez mas difícil de efectuarse, resultando el criterio de responsabilidad de un manejo a menudo azaroso”...(Rosanvallon, P.22).De todas maneras, estas cuestiones no tienen un impacto muy significativo en el Río de la Plata, la influencia francesa se da en las reformas sanitarias y tampoco implican un calco perfecto de esas ideas.

Por otra parte, la identificación de poblaciones sobre las que se ejercerá la acción de la Sociedad de Beneficencia está de alguna manera ya predeterminada, en forma si se quiere fatalista, la misma se relaciona especialmente con cuestiones de raza y pautas culturales. Pero en definitiva constructora de la “cuestión social en Buenos Aires”

Otra cuestión fundante de la Sociedad de Beneficencia es el papel que se le asignará a la mujer... ”Esta función del Estado para ser fecunda debe hacerse maternal, es decir debe ser hecha por mujeres. La índole moral de los problemas que de la beneficencia pretende resolver hace particularmente apta a la mujer para atender los problemas propios de su sexo. No solo el “bello sexo” posee una formación moral “ en grado eminente”, sino que tiene además la cualidad de influir poderosamente sobre el hombre, a quien “le comunica la dulzura, la afabilidad, y demás cualidades, en que solo tienen parte el corazón y que entrando a constituir el carácter, engendran en el hombre los mismos sentimientos que posee superiormente la mujer”... (Tenti Fanfani, E. P12).

Estas cuestiones, marcan el sentido fundacional de la intervención en lo Social asignando un papel preestablecido a la mujer. Lo mismo ocurrirá con la Educación y muchos de los argumentos que se utilizarán se relacionan con la Sociedad de Beneficencia.

Por otra parte, las autoridades de la Institución son presentadas a la sociedad en general como expresiones del poder imperante en ese momento. En principio son presentadas como poseedoras de diversas cualidades como “distinguidas”, “elegidas”, “excepcionales”; “aristócratas”; “majestuosa presencia”. Junto a esto se les atribuyen cualidades morales. Nuevamente, la construcción discursiva, marca las diferencias entre unos y otros, esas “damas”, no son modelos a imitar, sino que son presentadas como una nueva forma de poder filantrópico, con atributos especiales, que les permiten ocupar un lugar destacado dentro de la sociedad de Buenos Aires.

En definitiva la Sociedad de Beneficencia muestra una serie de cuestiones que marcarán los sentidos de la Intervención en lo Social en los años subsiguientes.

En principio, asoma, la cuestión de la Intervención del Estado, esto implica el corrimiento de la Iglesia en tanto su relación con la cuestión social, pero, aún así, la Sociedad de asienta en prácticas preexistentes relacionadas con la intervención de congregaciones religiosas.

De todas maneras estas se transforman desde una perspectiva “moderna”, es decir los presupuestos filosóficos sobre los que se crea esta forma de intervención, se vinculan con los postulados de la Ilustración y el Utilitarismo. Es decir, que la relación con la Iglesia, si bien en este período se presenta como sumamente conflictiva, lo que queda de sus prácticas va a ser resignificado en términos de lo “nuevo” de las nuevas ideas aportadas dentro del marco de la modernidad.

En términos concretos de intervención las viejas prácticas de la caridad se “reconstruyen” y cobran nuevos sentidos, así en el futuro, el hospital se va a parecer al convento y la entrevista a la confesión.

Pero, en definitiva, las intervenciones en lo social a partir de estos hechos se relacionan con el disciplinamiento de poblaciones predeterminadas, construídas discursivamente, desde una nueva lógica que había ingresado lentamente en el Río de la Plata.

Otra forma de aproximación a estas cuestiones y que marca una posibilidad de síntesis de las mismas se relaciona con los orígenes de la psiquiatría en la Argentina.

Ilustración; Razón y locura: La fundación de la Psiquiatría en el Río de la Plata

Las concepciones actuales acerca de la Salud Mental, desde la perspectiva de su construcción histórica, pueden ubicarse junto en el origen de la modernidad.

La modernidad va a plantear una enorme serie de nuevas cuestiones que van desde lo político hasta lo económico, pasando por la generación de una determinada noción de sociedad. La sociedad moderna es la sociedad del contrato, de los individuos y de los ciudadanos. Todo este juego implica nuevas orientaciones en cuanto a la visión de lo “otro”, especialmente influenciada a partir del siglo XVIII por la Ilustración.

Michel Focault, en el texto; "La historia de la locura en la época clásica", plantea una interesante correlación entre el origen de la psiquiatría, y la Revolución francesa (1789). De allí, surgiría una de las características más relevantes de esa práctica y de otras prácticas actuales: su ideal clasificador. Según este autor, al poco tiempo de la revolución, comienzan a aparecer rumores, dudas e interrogantes, referidos a la población de los manicomios que plantean una búsqueda de la verdad que se vincula con cuestiónes eminentemente políticas.

Por un lado, se afirma que en los asilos existen revolucionarios que el Rey había mandado a internar acusándolos de locos, pero por otra parte, también se hacía mención a que dentro de los asilos se esconden enemigos de la Revolución que se hacen pasar por locos. Es decir que desde, una necesidad de tipo político surge una búsqueda de mejorar la "mirada" hacia los hospicios o asilos donde los locos están internados. La misma se irá gestando, en gran parte, a partir de un mejoramiento de las técnicas de estudio y clasificación de los internados. Pero, la necesidad de dilucidar una cuestión política <<quienes son unos y otros>>, es resuelta sugestivamente por un saber que se presenta como desprendido de la misma; la medicina.

Por otro lado, la nueva sociedad que se estaba construyendo en los países europeos, ya comenzaba a dar muestras de otras formas de clasificación, si se quiere de tipo comunitario, o territorial. De esa forma, empezaba a observarse y estudiarse a la vida cotidiana desde una perspectiva, diferente, ahora, vinculada con la lógica de la modernidad.

Una novedad, es que el poder clasificatorio, será, en el caso de la locura, transferido a los médicos. La figura del médico, va aparecer como la más efectiva para dilucidar la "verdad" de lo que estaba sucediendo. Esa "verdad" que se buscaba, no se la trata de ubicar en lo jurídico, en lo social, en lo filosófico o en lo político, será a partir de ahora una verdad "médica".

Tal vez por la proximidad entre la medicina y las ciencias naturales, si tenemos en cuenta, que a finales del siglo XVIII, junto con la Ilustración, nos vamos a encontrar con uno de los períodos de mayor auge de las ciencias naturales. Pero, hay otro elemento clave, que menciona Foucault y es que; esa verdad clasificatoria se va a transformar en una práctica, en sinónimo de hacer, de cambiar, y de generar saberes específicos, quizás construyendo, las primeras formas de lo que hoy denominamos intervención. Si bien las prácticas que surgen desde la necesidad de mirada a la cotidianeidad, tienen en ese momento una mayor vinculación con lo moral, en este caso, el nacimiento de la psiquiatría, estaría signado por el afán clasificatorio de las Ciencias naturales. Estas le dan a este nuevo saber, forma y fundamento. En parte un nuevo encuentro entre práctica y verdad.

La noción de moral se remonta al latín donde moralis, es relativo a las costumbres <mores>. Pero la moral, también se relaciona con un conjunto de normas, usos y leyes que el hombre percibe como obligatorias en su conciencia.

Desde una perspectiva lingüística, el lenguaje moral en cuanto a su función es conocido como prescripitivo o imperativo.

Por otro lado el desarrollo de la demografía durante el siglo XVIII, la emergencia de las primeras cuestiones urbanas y el problema de la mano de obra, llevaban hacia la necesidad de visualizar en forma biológica y médica de las poblaciones humanas, en sus condiciones de vida, de alimentación y en sus fenómenos patológicos.

El <cuerpo> social dejó de ser una simple metáfora jurídico política (como la que se formula en el Leviatán ) para convertirse en una realidad biológica y en un terreno de intervención médica”..”La psiquiatría, en el tránsito del siglo XVIII al XX, adquirió su autonomía y se revistió de tanto prestigio porque pudo inscribirse en el marco de una medicina concebida como reacción a los peligros inherentes al cuerpo social”.. ( Foucault, Michel: PP 241/242/)

Por otra parte, en este contexto, comienza a darse la ruptura entre las Ciencias Naturales y las Ciencias del Hombre con la Filosofía. Las nacientes Ciencias del Hombre y la Psiquiatría, discutían alrededor de algunas cuestiones fundamentales como ; el origen de las ideas, cual es el vínculo con las sensaciones, que relación existe entre necesidad y costumbre o reflejo psíquico, como se adquiere el lenguaje, como se desarrollan las facultades mentales, y que cuestiones pueden entorpecer su crecimiento.

Otro pensador de la Ilustración, mas relacionado con las Ciencias Políticas y Sociales <Juan Jacobo Roussseau>, en el mismo contexto, va a plantear una de las tesis mas novedosas con respecto a la sociedad : - la sociedad genera desigualdades- “ Concibo en la especie humana dos clases de desigualdades : la una que considero natural o física, porque es establecida por la naturaleza y que consiste en la diferencia de edades, de salud, de fuerzas corporales y de las cualidades del espíritu o del alma, y la otra que pude llamarse desigualdad moral o política, porque depende de una especie de convicción y porque está establecida o al menos autorizada por el consentimiento de los hombres. Esta consiste en los diferentes privilegios que gozan unos en perjuicio de otros, como el de ser mas ricos, mas respetados, mas poderosos, o de hacerse obedecer” (Rousseau, J P:109)

Tiempo después, desde la "búsqueda de la verdad" y una consecuente y esperada asociación con lo moral, ya desde una base biológica, F.Pinel (1745-1826), propondrá, además de clasificaciones, modificaciones de tipo "terapéutico" construyéndose la idea moderna de tratamiento. Este, será una síntesis entre lo biológico y lo moral. La terapéutica posterior al nacimiento de la psiquiatría, se planteará como moral, y será sustentada desde los valores de una burguesía en ascenso, que propondrá una idea de familia, de relaciones entre padres e hijos, de formas de vida dentro de la sociedad, de comportamiento, de aptitudes...logrando una cada vez mas clara vinculación con lo normativo.

De ahí, que uno de los pilares de la terapéutica de Pinel pase por el aprendizaje y un necesario "reconocimiento del error". Así, la figura del castigo, cambia de perspectiva, y se sale del cuerpo .El camino a lo sano, requiere de un guía para que el internado se acerque a la "curación";el terapeuta; vigilará que se cumplan las prescripciones y también lentamente comenzará a preocuparse por el "medio social que rodeaba al paciente". La terapéutica posterior al nacimiento de la psiquiatría, se planteará a si misma como moral, sustentada en aquellos valores de la burgesía en ascenso.

En el origen y en la construcción de su modalidad como práctica, la psiquiatría, se genera alrededor de un nuevo orden social. Según Foucault, la locura, en sus inicios está conformada desde una perspectiva Etico-Social, desde ese aspecto, la situación de los locos, podría modificarse, solo desde una "terapéutica moral", pero, si, el "origen del mal", reconocía una etiología de tipo biológico, esta se corre paulatinamente hacia lo social en forma articulada.

Este juego, también marca una transformación discursiva importante en cuanto al origen de las instituciones y las prácticas dentro de la modernidad. A partir de la medicalización, el encierro deja de ser entendido como castigo y se lo va a empezar a vincular con lo "terapéutico", esta idea de reclusión va a ser característica de la modernidad y, va ir mucho mas allá de la institución psiquiátrica, se va a introducir en la minoridad, en la cárcel, en la escuela, o la fábrica. Pero, el encierro, en definitiva tiene un sentido claro y definido : debe ser útil a la sociedad, debe redundar en un beneficio, ya sea por la separación, ya por la rehabilitación.

Por otra parte esa etapa fundacional de la Psiquiatría, está conformada por dos grandes troncos; por un lado, el aspecto médico, que desde la biología del paciente, explicará la naturaleza de su problema. Las ciencias naturales, también darán la forma y sentido a las clasificaciones, a su vez fundamentarán el tratamiento. Por otro lado, este nacimiento de la psiquiatría también incluirá un nuevo territorio que la modernidad venía creando y descubriendo : el lugar lo social, que en un inicio se lo relacionará rápidamente con lo moral haciéndose hincapié, en principio, en las "influencias del medio".

A su vez, aparece junto con estos dos elementos una nueva figura, jurídica que se mantiene hasta nuestros días: el curador, aportando no solo la presencia de la ley, sino también el papel de mediador entre el Estado, el paciente y la sociedad.

Estos elementos que estamos mencionando nos podrían dar una posibilidad de aproximación, de tipo conceptual, para estudiar el tema de la salud mental y la construcción de saberes afines o vinculados a ella.

Por otra parte; desde la fundación, la cuestión de la salud mental va a estar atravesada por tres ejes; lo Médico, lo Social y lo Jurídico. Dentro de estos espacios actuarán y se entrecruzarán las prácticas con alguna u otra prevalencia, pero siempre desde una síntesis, que nos podría, hablar de la concepción del problema y de su forma de resolución en las distintas épocas.

Además, si analizamos los sucesivos cambios que va teniendo la idea de la salud mental o de la locura a través del tiempo y su influencia en distintas prácticas e instituciones, nos encontraríamos con que esos cambios, en general se vinculan con una importante presencia de lo social, en especial en cuanto a representaciones. Es decir, en relación a como cada sociedad entiende el problema y como lo intenta resolver.

Moral y Pedagogía. Algunos antecedentes de la Intervención

En el caso de nuestro país, estos primeros datos relacionados con la construcción de las prácticas en salud mental, se vinculan con la segunda parte del siglo XVIII ; en especial, estos cambios se dan bajo el gobierno del Virrey Vértiz, como ya lo estudiamos en el capítulo anterior. Allí es donde podemos encontrar la construcción de un "nuevo orden" dentro de la sociedad. Este traerá, importantes cambios en la vida cotidiana, como así también, una serie de Instituciones nuevas dentro del Virreynato. Las Escuelas de Artes y Oficios (propulsadas por Manuel Belgrano),la Casa de Expósitos, el Hospital de Mujeres, el Correccional de Mujeres, etc.

Todas estas construcciones se vinculan, en gran parte, con ideas del siglo XVII, en especial el Empirismo de John Locke y con su "Ensayo del entendimiento Humano". Es en los trabajos de Locke donde no sólo se hablará de una posible conformación de la sociedad a través del contrato, sino que además, este autor, aporta las ideas fundacionales del Empirismo, planteando que ..."La mente es una hoja de papel en blanco"...y que.."Toda idea proviene de la experiencia"..agregando que.."la percepción proviene de los órganos sensoriales"... (Locke,John. Ensayo sobre el entendimiento humano. Ed. Sarpe Madrid.1984).

El Empirismo de Locke y de Hume, son fundantes de la Ilustración en Inglaterra.

De allí partirán las ideas fundadoras de la Teoría del Sensacionismo, llevada adelante por Condillac, ya en el siglo XVIII y publicadas en el libro "Tratado de las Sensaciones", de ese mismo autor. Estas cuestiones, marcan el nacimiento de lo que se denominó "Psicología Empírica". Así esta concepción del mundo de lo psicológico, no solo va a influir en el origen de la Psiquiatría, sino que también va a estar relacionada con el nacimiento de las ideas fundacionales de la noción de Sociedad. La Psicología Empírica va a dar forma, también a las obras de John Stuart Mill y la conformación del movimiento denominado; "Iluminismo Tardío".

Para Condillac, los fenómenos morales, son sinónimo del funcionamiento psicológico de las personas, y a su vez, el origen de los problemas de la salud mental, se encontraba en las "pasiones". Desde la perspectiva de la Psicología Empírica, la moral es algo que lentamente se va aproximando a la Pedagogía. Es decir, lo moral es algo que puede ser aprendido. Para F. Pinel, -alumno de Condillac-, la locura es una enfermedad natural, que puede ser estudiada desde el Método Empírico.

La locura es, en definitiva, para el pensamiento ilustrado, la pérdida de la razón, producida por la turbación de las pasiones o por las influencias negativas del medio.

De ahí que un adecuado manejo de éstas podrá devolver la razón. Para Pinel y los ilustrados el origen de la locura, puede estar en: "la herencia"; "la mala educación"; "la vida irregular"; "en el tránsito brusco de una forma de vida a otra"; "en las pasiones"; "en los conflictos"; en "lesiones encefálicas" o, en la "retención de sangre". Las manifestaciones de estos trastornos son varias: "manía", "idiocia", "demencia", "melancolía"....

Lo social sería, desde esta concepción el lugar donde estas expresiones o factores etiológicos pueden conformarse, marcándose tal vez, un antecedente de una idea de tratamiento que podríamos relacionar como de "pedagogía social".

Todo este proceso se construye en un momento histórico relacionado con el nuevo orden de la modernidad que, debe aprenderse, ya que la libertad, dentro de la perspectiva de la modernidad y en especial del liberalismo; solo se conjuga con la responsabilidad.

En Argentina, estas nociones llegan años antes de la Revolución de Mayo,se las puede relacionar con la creación del Protomedicato (1780) y con las obras de Cosme Argerich. Estas marcarán el origen de la medicina en nuestro país, en cuanto a formación académica y en relación al orden del ejercicio de esa profesión.
En 1818; Argerich, impulsa a nivel académico, la opción por la escuela de París, pero en especial como oposición a la modalidad española, tanto en planes de estudio, contenidos y autores, como en ordenamiento de la profesión. En la biblioteca de Argerich, los libros de Pinel "internista", pero también el "Tratado de la Manía", tenían un espacio, que nos habla de una posible vía de trasmisión.

Antes de la creación de la Universidad de Bs. As., en el Colegio de San Carlos y en especial en la Cátedra de Ideología, a través de Juan C. Lafinur, en los años de la Revolución de Mayo se impartían las ideas de Cabanis y Condillac.
En la misma Cátedra, Lafinur fue reemplazado por Juan M. Fernadez Aguero, quien fue acusado, poco tiempo después de hacerse cargo de la misma, de herejía, debido a las ideas que desde allí se impartían. Luego, Diego de Alcorta, -autor de la primera tesis de Psiquiatría en nuestro país-, ocupa esa Cátedra.

Ricauter Soler, en el texto ; "El Positivismo Argentino", plantea una importante correlación entre la Ideología y el origen del Positivismo, en especial en cuanto a la vinculación con el Empirismo y el Racionalismo. Esta serie de nuevas ideas vinculadas con el Iluminismo Tardío, en Europa, en especial en Francia, van a influir sobre la obra de A. Condorcet, quien para muchos autores fue de gran influjo sobre A. Comte.

Todas estas ideas, y su secuencia, en el caso de nuestro país, son claves para interpretar el pensamiento de la los precursores de la Revolución de Mayo y la Reforma de Rivadavia,<<desde allí, se creará la Sociedad de Beneficencia>>.

Esta última, construida desde una visión naturalista y antropocéntrica, que también puede observarse en la obra de Domingo F. Sarmiento, tratando de incorporar una representación, si se quiere, moderna de la virtud, la moral y la disciplina.

De esta manera, esta influencia del Iluminismo tardío, en este caso a través de las primera prácticas en salud mental, nos puede mostrar una especie de serie escalonada, en cuanto a autores y corrientes de pensamiento, en nuestro país, que se inicia con Cosme Argerich, continúa con Diego de Alcorta y desemboca en el Positivismo, en especial en el pensamiento de Guillermo Rawson, José Ramos Mejía y José Ingenieros.

Así, la Ideología logró conciliar desde el origen de las prácticas en salud mental una idea de sociedad y de campo de intervención en lo social, pero, tal vez como fruto, más vinculado con lo político, consiguió imbricar una concepción naturalista y antropocéntrica, en relación a los primeros esbozos de conformación del estado, combinando la teoría sensualista del conocimiento, con el deismo Cristiano y el liberalismo.

La locura, ya como pérdida de la razón, desde la perspectiva iluminista, también se medicaliza en nuestro país, pero, el origen de esa medicalización se encuentra y entrecruza una y otra vez con lo político y con una nueva concepción de la sociedad. Tal vez allí es donde podemos encontrar algunos antecedentes interesantes en cuanto al concepto de "factores del medio", vida cotidiana y en especial en la idea de lo social, que llevará adelante el Positivismo.

En definitiva, el Proyecto de la Ilustración en el Río de la Plata comienza bajo el Virreinato de Vértiz, este se ubicará entre mediados del siglo XVII y llegará hasta la Reforma de Rivadavia en 1821. Desde la intervención en lo social, surgirán una serie de Instituciones, la mayor expresión de ésta será la Sociedad de Beneficencia.

Luego del fracaso del gobierno de Rivadavia, los ideales de la Ilustración se dejarán sin efecto, pero algunos aspectos fundacionales van a hacer contacto con otra corriente de pensamiento particularmente significativa en la Argentina; el Positivismo.

Las Instituciones Psiquiátricas y las Prácticas en Buenos Aires durante el Siglo XIX

La irrupción de la Ilustración en el Río de la Plata, pude ser estudiada desde diferentes aspectos. Pero, analizarla, en cuanto a su relación con las primeras instituciones de intervención en lo social permite pensar estas cuestiones desde una perspectiva mas amplia, en especial desde la circulación de los discursos y fundamentalmente en los retazos de éstos en cuanto su supervivencia en las intervenciones actuales.

En el caso de las Instituciones Psiquiátricas, no se observa una lógica diferente que con las formaciones típicas de la acción social. Nuevamente uno de los antecedentes mas importantes a tener en cuenta se vincula con el contexto del siglo XVIII y algunos acontecimientos ya expuestos en el capítulo anterior. Luego de la expulsión de los jesuitas de América en 1767, los bienes de esta orden fueron transferidos, en 1770 los religiosos Bethlemitas lograron la autorización del Rey para ocupar los lugares de los Jesuitas.
Uno de ellos era el Hospital de Santa Catalina, se tienen datos que en este Hospital hubo “dementes” internados y estos eran clasificados de diferentes formas, si eran clasificados como “tranquilos”, los incluían en actividades laborales dentro del Cabildo, y algunos actuaban como enfermeros, los considerados “furiosos” eran alojados en un rancho al lado del Hospital al que llamaban “loquero”.

A partir de 1799, los Bentlemitas destinaron la residencia a la internación de “incurables, locos y contagiosos”. Tiempo después el Hospital se transformó en “Hospital General de Hombres”, esta cuestión hizo que a los alienados se les diera un lugar especial, que era denominado “ cuadro de dementes”. A tal fin, se utilizaron las viejas celdas de los Jesuitas, allí los pacientes eran encerrados y no recibían ningún tipo de tratamiento.

Es en este ámbito donde Diego de Alcorta realiza sus primeras observaciones y plantea alguna perspectivas de tratamiento siguiendo en parte los lineamientos de Pinel, pero también influido por la escuela mas cercana al organicismo, que buscaba explicaciones en la anatomía patológica. Alcorta fue practicante mayor del Hospital general de hombres desde 1822 hasta 1827.

Para Alcorta, el tratamiento debía seguir tres etapas, que correspondían a tres períodos de la enfermedad; <La Manía>, el primero era de aislamiento, con penumbra y alimentación ligera, en el segundo momento de la crisis aparacerá el tratamiento moral donde se entrecruzaban la medicina y la filosofía, en términos pedagógicos...”cuando se debe chocar con sus pasiones y cuando contemporizar con ellas, sin mandarle la idea del despotismo o de la debilidad”...(Alcorta, Diego de. Disertación sobre la manía Aguda) En definitiva, el tratamiento que plantea Diego de Alcorta es esencialmente pedagógico. A su vez, la Tesis de Alcorta muestra un punto de relación entre las ideas Ilustradas y el Positivismo.

En esa época en Europa, determinados avances de la anatomía patológica y las posibilidades de estudiar las marcas de la enfermedad en los cuerpos confirió una nueva dirección a la explicación hacia los aspectos físicos de los pacientes psiquiátricos. El momento clave de esta nueva mirada, se relaciona con la Sífilis en sus estados finales, donde era posible observar al microscopio la existencia de daños cerebrales. De esta forma, se abría un nuevo panorama en la explicación de este tipo de enfermedades, desde una lógica elemental que planteaba que si era posible observar el daño cerebral que producía la sífilis, era posible estudiar y detectar otras enfermedades. De ahí, el origen del auge del organicismo en el pensamiento positivista de la psiquiatría de fines del siglo XIX.

Por otro lado, el desarrollo institucional en la Argentina de los hospitales psiquiátricos, se va conformando desde una lógica en principio clasificatoria, que se relacionaba fuertemente con las condiciones externas de los pacientes. La mirada clasificatoria, que en definitiva construye sujetos en base a nuevas y más sofisticadas gnosologías, es coincidente con las diferentes instituciones que intervienen en lo social y se puede equiparar a las instituciones de minoridad o escolares.

La locura, ya como pérdida de la razón se medicaliza en clave Ilustrada, pero el origen de esa medicalización se entrecruza entre diferentes acontecimientos, hechos y discursos eminentemente políticos.

De esta forma se constituye la primera línea de intervención en Salud Mental que algunos historiadores de la medicina llaman período “ideologista”, que será fundacional de nuevas prácticas y dominios de saber que se relacionarán con la Intervención en lo Social.

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