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Edición N° 30 - invierno 2003

SOCIATRIA
El enfoque sociocultural del servicio social y una nueva cosmovisión de las disciplinas sociales

Por:
José Luis Zamora
*
(Datos sobre el autor)


UNA BREVE EXÉGESIS DE LA SOCIATRIA

La Sociatría es producto del centenario Servicio Social. Una postura diferente ante el mismo problema planteado por la sociedad. La elección de otros caminos para arribar al mismo propósito social. La atención focalizada en el hecho disocial y seudo cultural. Desde esta óptica, una nueva cosmovisión de las ciencias sociales, más operativa y científica, acorde a las demandas y exigencias que plantea el Siglo XXI. Un enfoque desde donde se estudia y trata el fenómeno disocial que afecta el equilibrio de los sistemas sociales humanos, que incide en el proceso de socialización y por ende, en la calidad de vida de la población. Una responsabilidad que convoca para ejercer la profesión de manera interdependiente desde el ámbito privado. Ella, abre una nueva y mejor posibilidad para cumplir con las expectativas personales de quienes han sido llamados por la vocación de servir, educar y contribuir, desde el servicio social.

Su campo de acción y ejercicio profesional corresponde a la dimensión sociocultural, es decir, propia del mundo externo al hombre, a su estado consciente y al espacio interno del sistema social humano donde se plasman y adquieren sentido: los vínculos y relaciones entre los personajes, las unidades sociales y sus interacciones.
Donde los Principios socio contributivos de; cooperación, responsabilidad, equidad, deferencia y oportunidad armonizan con sus leyes de propósito, organización, correspondencia o compensación y de jerarquía o evolución, las que rigen las relaciones horizontales y verticales en un ámbito sistémico que demanda equilibrio y en el cual se manifiestan a diario infinitos episodios interhumanos.
En dicha dimensión es imposible no comunicarse o no comportarse, por lo cual todo tiene sentido y significado; el silencio, lo gestual, lo verbal, lo simbólico, lo normativo, lo consuetudinario, lo contemporáneo, lo artificial y lo natural.
Como ámbito convivencial, implica un salto cualitativo desde lo individual o intraindividual hacia lo interpersonal o social, creando entre los hombres situaciones de interdependencia y co-responsabilidad. Todos los habitantes del planeta somos partes de él y por ello nos cabe obrar en armonía con la naturaleza o sufrir sus consecuencias adversas.

En esta dimensión sociocultural y para convivir en concordia, el hombre no sólo debe saber controlar y dirigir su psiquismo y biología, ecuanimizar su razón y emoción, sino también, desarrollar una aptitud sociocultural acorde a su condición humana y social, capaz de contribuir efectivamente al equilibrio existencial para que el efecto disgregativo de la entropía social sea convenientemente diferido y no atente drásticamente contra la funcionalidad y armonía del sistema social humano.

El fenómeno disocial (disfunción, desorganización y desintegración social) que se nutre de la ignorancia sociocultural, de la imprudencia personal y de la irresponsabilidad social, motiva el surgimiento de la sociatría, para quien el problema de la disolución social es consecuencia de los desequilibrios generados en torno de una sociedad cada vez más artificial e individualista. En la cual el concepto de las cosas ha superado a la imagen de las cosas.
La cultura se ha desvirtuado y empobrecido. La seudo-sociedad creada, no brinda confianza ni seguridad. En ella se impone el interés personal por sobre el bien común. Se parece más a una organización capitalista que a una organización social. No puede haber comunidad donde prevalece el individualismo, porque los lazos sociales y familiares se debilitan y quiebran sin conciencia ni responsabilidad social.
El hombre del nuevo milenio pasa mayor tiempo de su vida relacionándose a través de las máquinas o con gente extraña, que cara a cara con sus familiares y seres significativos. Se ha instalado, como cultura, una modalidad de vida “operaria” propia de ambientes cibernéticos y se acepta con resignación el desvanecimiento de la cálida y afectiva influencia hogareña.
Las nuevas generaciones conocen más de la calle que del comedor de la cocina. Para muchos, los miembros de su familia son sólo conceptos que se guardan en la memoria, con alguna vieja imagen, quizá. Las formas o patrones culturales que aseguraban la comunión entre las personas han sido modificadas por las variables modas u ocurrencias mediáticas y con estas prácticas sociales se ve vulnerado el sistema de expectativas sociales. En la seudo sociedad, desvanecidos los patrones comunes, impera lo egocéntrico, el sálvese quien pueda y también la incertidumbre.

Las situaciones disociales van aumentando en la sociedad a medida que los hogares se vacían de momentos auténticamente familiares. Al hombre le cuesta entender todavía que la familia es una organización natural y lo que ella brinda no puede ser sustituido por ninguna otra institución artificial. A los dirigentes les cuesta admitir que por más sofisticadas y modernas las instituciones educativas del nuevo milenio, carecen de alma. Sin embargo, aunque nadie lo quiera aceptar, en las seudo sociedades, la orfandad de los niños, motiva, que ya desde muy temprana edad queden a cargo de una institución “educativa”. El hogar es un ámbito afectivo socioeducativo y sus graduados estarán habilitados para la convivencia interhumana. Sin ello, de qué sirve todo lo demás? Las seudo sociedades producen seres autómatas o adictos insensibles y hedonistas.

Si bien el fenómeno disocial tiene varias aristas, no es un problema de origen psicológico, ni psiquiátrico, ni biológico, como muchos creen o hacen creer, es un fenómeno sociocultural que produce en el hombre: Inseguridad, Incertidumbre y Desconcierto. No se trata de un hombre enfermo sino de un hombre carente de los conocimientos y las habilidades apropiadas para responder a las demandas y exigencias de las situaciones que le toque enfrentar en su vida.

En sociatría decimos, que el hombre del Siglo XXI carece de aptitud sociocultural, que es aquella disposición humana que brinda y desarrolla la educación para fortalecer la comunión y la comunicación sobre la base de una cultura original y pura, que emerge de la interacción con la naturaleza.

Desde nuestra cosmovisión, algunos de los graves problemas producidos por la carencia sociocultural que sacuden la estructura del sistema social humano son: La falta de Conciencia Social. El desconocimiento generalizado de las particularidades y generalidades del Sistema Social Humano. El cada vez mayor vaciamiento y debilitamiento sinérgico del ámbito hogareño.
Un progresivo compromiso horario bajo dependencia laboral. La desvirtuación perversa de las nociones de representatividad política y administración de la Justicia. El debilitamiento de la estructura educativa pública contaminada de falsas ideologías y el fortalecimiento de la educación privada con fines de lucro. Un alarmante incremento de los índices de; problemas familiares, problemas criminalísticos y de violencia en la delincuencia infanto juvenil, problemas de organización urbana, problema de inseguridad ciudadana.
Grave incidencia en la aculturación, por parte de los medios de comunicación masiva. El conformismo y resignación ciudadana ante la corrupción y la impunidad. El empleo genérico del término “normal” para calificar las desvirtuaciones de los valores esenciales, Ej. “proceder mal es normal y ser honesto es anormal”, etc..

Ejercemos la sociatría, con el propósito de contribuir y afianzar un proceso socio-educativo que permita una mayor calidad de vida en la población, quienes desde el servicio social realizamos una actividad esencialmente educativa de carácter promocional, preventiva y asistencial destinada a la atención de situaciones de carencia sociocultural, desorganización y desintegración social que presentan las personas, grupos y comunidades. Desde esta posición, sociatría es; inculcar una educación social responsable.

DEFINIENDO A LA SOCIATRIA
La Sociatría es el enfoque sociocultural del servicio social y una nueva cosmovisión de las ciencias sociales, a quien le ha sido confiada la atención (estudio e intervención) de las situaciones de carencia, desorganización o desintegración social que sufren las personas, grupos y comunidades.

En el nivel de integración humana, a la sociatría le compete epistemológicamente el nivel de análisis sociocultural de los problemas sociales, sus causas, efectos y consecuencias en el sistema social humano.

Etimológicamente sociatría es una palabra compuesta por los términos “socius”, de origen latino, que quiere decir “persona asociada con otras”, e “iatría”, sufijo de origen griego que significa “curación” y del cual adoptamos su significación latina; “restablecer”.

Literalmente Sociatría es: El restablecimiento de lo social.

Lo social, no como adjetivo, sino, como sustantivo, es decir, sustancia que emerge del concurso humano, con un propósito y crea una situación social con estructura y dinámica propia.

Restablecimiento, como acción negentrópica socioeducativa, premeditada e intencionada para recuperar, instaurar y/o promover la estabilidad y funcionalidad intraoperativa del ámbito social, alterado por situaciones de carencia, desorganización o desintegración social.

Desde lo conceptual, la sociatría refiere al tratado y estudio sociocultural de las situaciones disociales que afectan la organización e integración social de los sistemas sociales humanos e inciden en el proceso de socialización.


Desde lo operacional, la sociatría plantea problemas, explora, describe, explica y trata los fenómenos socioculturales que inciden alterando la funcionalidad de los sistemas sociales humanos y sus ámbitos de influencia.

ACUERDOS SOBRE LOS QUE SE EDIFICA LA SOCIATRIA.
Comprendemos al Hombre como a la sustancia espiritual primordial capaz de múltiples transformaciones y alianzas en procura de su evolución integral y a la Cultura, como a la influencia natural donde reside la mayor capacidad de transformación y desarrollo humano para convivir en armonía con la creación.

Sostenemos que la estructura de la realidad esta construida sólo de verdades. Mientras que la estructura de la realidad del hombre lo está; de verdades, ignorancia y mentiras. La calidad de la existencia humana dependerá de con qué se nutra.

Creemos en la existencia de un Dios que se expresa en la fuerza creadora y armonizadora del universo. Quien dotó al hombre de intelecto, libertad y pasión, para que contribuyendo con su Obra, evolucione espiritualmente. De aquí surgen las ideas del bien y del mal, según el obrar este orientado en contribuir o no con El.

Pensamos que la libertad es una propiedad humana y el constreñimiento es una exigencia social. La convivencia demanda un justo equilibrio entre la razón y la emoción en función de la armonía.

Reconocemos que el animal humano nace ignorante, imprudente y sin responsabilidades sociales, es decir, nace carente de cultura, de verdades, de Dios, de valores, de libertad..., nace individuo y es la familia y la sociedad, a través de la educación, quienes debieran convertirlo en persona de bien y en ciudadano responsable.

sociatria@hotmail.com



* Datos sobre el autor:
* José Luis Zamora
Licenciado en Servicio Social (UMSA) – Fundador del Enfoque Sociátrico en Servicio Social – República Argentina.

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