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Edición electrónica

Edición N° 19 - primavera 2000

"CIUDADANIA VIOLENTA"
Reflexiones que desde la práctica dialogan con algunas categorías del Trabajo Social y otras disciplinas sociales

Por:
Lic. Maria de los Angeles Delgado
*
(Datos sobre la autora)


I. INTRODUCCION
Dalia Rodriguez, Chapatín, Dani, Magalí S. Cruz Lopez , Saturnino A. Giménez.

"Por los vecinos que murieron atropellados en esta avenida"


  Esta frase escrita en el refugio -parada de colectivo- se encuentra sobre la Avenida Perito Moreno delante de la Parroquia "Madre del Pueblo" en la villa 1-11-14 del Bajo Flores. Lamentablemente la lista de personas muertas aún continúa. El último de los atropellados fue un niño de 9 años que venía de jugar al fútbol, un auto de civil de la policía lo atropelló y horas más tarde murió.

En esta avenida no hay semáforos ni sendas peatonales. Hay sí una gran cantidad de camiones y autos que circulan a una gran velocidad, una recomendación de la dirección de vialidad del G.C.B.A. que dice que no es conveniente colocar semáforos por posibles perjuicios para la seguridad de los bienes y las personas que circulan en automóviles e innumerables reclamos y protestas de los vecinos para que se señalice correctamente la avenida. Reclamos "ciudadanos" que no han tenido las respuestas necesarias y eficaces para el barrio por parte de la autoridad competente.

Espacios ciudadanos, éstos donde encontramos gran cantidad de situaciones violentas como por ejemplo el modo de suministro de energía que la empresa Edesur y el gobierno de la ciudad encontraron para las villas de esta capital. La empresa suministra energía hasta el perímetro externo de la villa, los vecinos han realizado y pagado las conexiones hasta sus domicilios (superando a veces los 300 mts. de cableado) y el gobierno de la ciudad paga el estimativo precio de "alumbrado en villa" (dentro del canon alumbrado público)que Edesur factura por esta parte de servicio que presta.

Además el tendido eléctrico no está habilitado para zonas urbanas, es aéreo, su carga es de 12.000 voltios y pasa por encima de las casas de los vecinos.

"...en estos últimos años tiende a invadir el debate público hasta la saturación: la delincuencia de los "jóvenes", "las violencias urbanas", los múltiples desórdenes cuyo crisol serían "los barrios sensibles", y la falta de urbanidad de los que sus habitantes son presuntamente las mayores víctimas y, a la vez, los primeros culpables..." (Wacquant:2000,p.21)
Por lo citado es que este trabajo comienza por enumerar situaciones de "déficits" urbanísticos de un "barrio sensible" y las caracteriza como situaciones de violencia urbana.

A pesar de la crítica efectuada por Wacquant a utilizar la violencia urbana como categoría de análisis se evalúa como necesario el abordaje de la misma ya que las consecuencias que provoca este problema social son gravísimas en cuanto a magnitud y daño ocasionado a las personas.

Si bien se considera que las condiciones de vida de los sujetos son propiciatorias de violencia, pues la exacerbación del modelo de reproducción capitalista "excluyente", genera inequidades y consecuentes carencias a la comunidad, no se pretende reforzar la asociación mecánica entre violencia y pobreza, muy por el contrario se considera a la violencia urbana (V.U.) como manifestación de la violencia estructural. Al respecto Carlos Andrada habla de la existencia de dos tipos de violencia: una violencia que denomina individual y otra estructural. La primera puede generar una o varias víctimas pero encuentra un autor y tiene representación social. Es decir es percibida socialmente como violencia.

En cuanto a la violencia estructural, su característica principal es que no tiene representación social, es decir, no es generalmente percibida como violencia y no es atribuida a un autor o autores. En este tipo de violencia se inscriben "aquellos actores, situaciones y o procesos que resultan violatorios de derechos humanos (...) y que generan un estado de violencia cierto con sufrimiento físico y moral que puede llegar hasta la muerte misma. (Andrada:1993,p.4)

Piénsese en la "sospechada y certera" corrupción de varios miembros del Senado de la Nación Argentina y del también "sospechado y certero" enriquecimiento ilícito del juez que investiga la causa. Es un claro ejemplo de la crisis de legitimidad y representación que conmueve los valores y la "moral" que estructuraban y organizaban la vida de la sociedad moderna. "...la política no existe como simple resultante de los intereses privados, pero supone un contrato social que precede y sobrepasa todos los contratos particulares. Si se abandona este postulado y se reduce la política a una función de mercado –en el que se determina el valor de los intereses enfrentados – el espacio de lo político queda inmediatamente amenazado de desaparición, pues no hay mercado que pueda fijar el "valor" del interés nacional y delimitar el espacio de la solidaridad". (Guéhenno:1995,P.39)

Si ya no sirve la Ley que hasta ahora regía y los códigos que hasta el momento se utilizaban, otras lógicas constitutivas de ley se abren paso. Lógicas que coexisten, se oponen, se suman, no se integran, por el contrario fragmentan. Por otra parte si prevalecen: la gestión de situaciones, antes que el trascender intereses; los problemas antes que pensar en la colectividad humana y el corto plazo antes que en la duración, en este proceso se "facilita" la perdida de la memoria, "...si ya no hay memoria, no hay ya sujeto". (Op. Cit.).

Perder la memoria, perder el sujeto no genera una gran violencia?

II EL SENTIDO DE LA VIDA Y DE LA VIOLENCIA PARA UNOS ACTORES Y PARA OTROS
"Es que no importa morirse al fin uno no nació pa´semilla. Pero morirse de una para no tener que sentir tanta miseria y tanta soledad".

Se relatan a continuación algunas historias donde los personajes y las circunstancias son "extremadamente" reales y los sufrimientos físicos y morales enferman y muchas veces llegan hasta la muerte.

Promediando el año 1997 el hijo de Betty falleció a la edad de 6 meses de un "virus" (VIH) mientras su pareja de 16 años se encontraba en un instituto de menores. Los papás de B., estaban presos. Transcurrido un tiempo B., portadora de VIH decide tratarse, pero tantos son los obstáculos para que le efectúen la determinación de la carga viral por el hecho de "ser extranjera" (peruana más exactamente) que deben internarla sin habérsela efectuado. En la internación no le va mucho mejor. Cuando sus papás salen de la cárcel se preocupan y logran una mejor atención para B. en otro hospital. La sintomatología de B. mejora. Al año aproximadamente matan al papá de B., en un robo probablemente. "A partir de ahí B. repetía que quería irse con su padre" dicen sus hermanos. En Julio de 2000 fallece Betty.

Para los sectores dominantes no todas las vidas tienen el mismo sentido, lo que es lo mismo que decir que no todas las personas tienen el mismo derecho a vivir. Así se dispone de los cuerpos de aquellos que no viven de acuerdo a lo normado por ellos o se mantiene una fría indiferencia respecto del sufrimiento por la sobrevivencia de los sectores excluidos a tal punto de ignorar tantas muertes evitables.

Se puede ubicar aquí al Estado como ejecutor de esta ideología generando violencia so pretexto de mantener el orden establecido que toma la forma de "judicialización de la pobreza", manifestando el paso del Estado providencia al Estado penitencia en su vertiente de "gran encierro" (instituto de menores, cárceles) o de vigilancia normalizadora (citaciones judiciales, audiencias, libertad condicional, tratamientos psicológicos impuestos). (Wacquant:2000; Foucault:1999). También el Estado muchas veces "mata con la indiferencia" (no se otorgan recursos necesarios o hasta con el sesgo burocrático la justicia deja de tomar alguna medida del orden de la protección de un sujeto que se ha justificado debidamente).

Enero de 2000 la mamá de Javier demanda un lugar para que su hijo permanezca toda la semana. "Javier (12 años de edad) está muy mal desde que falleció Brian (9 años), quiere vengar la muerte de su hermano. A Brian lo mató una bala perdida disparada en un tiroteo que se produjo en el barrio.

A Javier lo obsesiona la idea de vengar la muerte de su hermano, vengarla a riesgo de perder su propia vida y sin pensar quizás que otra vida se perderá al enfrentarse con una nueva víctima a quien "bajará", producto tal vez de una nueva bala perdida si se trata de una puntería novata.

Julio de 2000 "detienen" a Juan (12 años de edad) en el Abasto por "robo con portación de arma" dice la carátula del expediente". "Un chico de 15 años se le acercó y le puso un cuchillo en el bolsillo, vino la policía y se lo llevó" relata Isabel (su mamá) con gran angustia. Cuando Isabel va con su hija más pequeña (14 meses) a la comisaría, para "rescatar" a Juan se desmaya, su hijita mientras tanto queda sentada a su lado. Isabel no puede "rescatar" a Juan, quien es enviado a un instituto de menores. Al otro día I. va al juzgado, grita en la desesperación por "rescatar" a su hijo; dice incluso que se va a matar. Acto seguido le "sacan" a su hija y la envían a otro instituto para menores y a I. la mandan al hospital Moyano por intento de suicidio, dice la autoridad competente. Recuperada su "libertad condicional "I. cuenta que cuando fue a visitar a su hijo vió que tenía marcas de esposas y otro día, luego de sufrir un desmayo, Juan es trasladado a un hospital: "Esto a usted no le conviene contarlo en el juzgado" la asesoran.

Agosto de 2000 Paulo de 5 años de edad es internado en terapia intensiva ya que se interpuso entre su madre y su hermano que acababa de salir de la cárcel, el cual "dado vuelta" quiso pegarle un "fierrazo" a la primera.

Las instituciones que instrumentan esta política en el punto más cercano a la realidad y sufrimiento de la gente (las educativas, de salud, judiciales, de acción social), viéndose atravesadas ellas mismas por la crisis de legitimidad y de representación van apelando, aunque con ciertos aggiornamentos, y en medio, paradójicamente, de discursos progresistas en defensa de los derechos de los niños y adolescentes por ejemplo, a estrategias de "gran encierro" de "disciplinamiento normalizador" y de "indiferencia" como modalidades de intervención. (Op. Cit.).

Por otro lado se encuentran sujetos víctimas-victimarios, en este caso preocupan particularmente los que podrían denominarse como movimientos juveniles urbanos (incluyendo entre estos a las bandas) . Coincidiendo con Valenzuela (1988) podria pensarse que los cuestionamientos de estos movimientos al sistema "no se centran de manera prioritaria en las relaciones sociales de producción, sino que atienden a otras esferas de la vida entre las cuales se encuentra su propia subjetividad, las respuestas a la violencia policíaca..." (...) "procesos en los cuales se construyen múltiples identidades" . También observa que estos movimientos juveniles no han logrado aun revasar los marcos reivindicativos , pues si bien trastocan la normatividad a partir del hecho de vivir con códigos distintos (modificando su forma de vida y cuestionando aspectos institucionalizados de la misma), "carecen de un planteamiento colectivo frente a esta institucionalidad". Las manifestaciones culturales de estos movimientos juveniles pueden ser espacios de interpelación de identidades sociales. Identidades que se construyen y se expresan mediante modelos de vida distintivos considerando también los condicionantes de clase. (Urteaga Castro Pozo :1991).

La autora del presente trabajo considera que estos actores no harían diferencias entre el valor de su propia vida y la de los otros. Tendría el mismo efímero valor su vida al jugársela en un robo que la de su víctima a quien "bajará" si la ocasión lo requiere; como revelan la historia de Javier y de Brian o los casos de robos a comerciantes que al "defender su negocio" son destinatarios de un balazo.

Será la identidad deteriorada la que genera este deteriorado valor de la vida? "Son bien conocidas las medidas que adoptamos los "normales" hacia un estigmatizado. Creemos, por definición, que no es del todo humano. Valiéndonos de ese supuesto practicamos diversos tipos de discriminación, mediante la cual reducimos (sin ser esa nuestra intención) sus posibilidades de vida". (Goffman:1986, p.15).

Piénsese aquí nuevamente en la discriminación efectuada contra Betty por ser "extranjera" o la cosificación, la pérdida del valor de lo "humano" en este interjuego de víctimas y victimarios .

O será que estos jóvenes están llamando la atención con su vida misma sobre los valores sacralizadamente detentados por una sociedad en donde se privilegia "la seguridad de la posesión material" y de lo "útil".

Quién, sino la lógica de mercado (que en definitiva es una gran abstracción intangible) dice que "debemos "maximalizar" siempre la utilidad". Guéhenno:1995, p.40). Es esto vida? No es a este modelo al que se están revelando estos sujetos y nada más y nada menos que con sus vidas? Modelo que ha llevado entre otras cosas a la fragmentación social. No habrá detrás de estas muertes y sobrevivencias un desesperado intento por construir una nueva identidad?

En este punto la autora tiene más interrogantes que respuestas pero considera que para quienes están interesados y trabajan con "lo social" les es extremadamente necesario decodificar más rápidamente aún los signos dados por los sujetos concretos que los de los "sistemas abstractos" (lo cual no quiere decir que éstos no deban ser decodificados pues desde ya que existe una interacción entre ambos, pero considera que gracias al efecto mediático y de la globalización hay menos decodificación de los primeros) .

De lo que no tiene duda la autora es de que esta situación exige agudizar la interpretación sin perder de vista la intervención necesaria.

III. ¿CUAL ES LA INTERVENCION POSIBLE?

La intervención propuesta se enmarca en lo que la autora denomina "tolerancia al indisciplinado" entendido este concepto como opuesto a la doctrina de la "tolerancia cero" , al "gran encierro" y al "disciplinamiento normalizador".

Esto no está implicando no tener en cuenta la importancia de la ley, supone sí repensar su lógica con un reestablecimiento de la dimensión social -quizás ahora con otro estatuto-.

Se propone partir del reconocimiento de las identidades en sus diferentes dimensiones y del valor que asumen las mismas para la convivencia social para luego pasar a identificar si éstas tienen una connotación y una valoración positiva o negativa (vital o mortal) en la vida de los sujetos involucrados. Reconocer e identificar la importancia de las identidades sociales tanto para los trabajadores sociales como para los destinatarios de nuestra intervención permitiría resignificar la demanda y mediante un trabajo de construcción de la misma se favorecería el retorno de los que ya no demandan.

Para esto la propuesta es propiciar espacios donde no importe "el prontuario" sino que importen los sujetos por ellos mismos, las relaciones sociales establecidas, la construcción y respeto por las pautas aquí formuladas. Reforzar el acceso "informal" a las instituciones, informalidad entendida como concepto contrario a la burocratización, al pedido de cartas de presentación, a la exigencia de rituales comprobatorios de la necesidad que acerca a ese sujeto a la institución.
Se acuerda con Briones, en su definición de identidades sociales como "construcciones que categorizando distintos grupos y/o sectores en base a "relaciones sociales"- dan cuenta de las semejanzas y diferencias que los sujetos advierten en sus interacciones con otros sujetos; semejanzas y diferencias al interior de cada uno de los segmentos caracterizados y entre ellos, semejanzas y diferencias que -aún reconocidas como tales- permanentemente se renegocian y disputan según se las procure mantener o no. En realidad, aunque los sujetos tiendan a rotular cada situación de interacción en base a algún tipo de relación social particular, en esas interacciones concretas se entrecruzan distintos tipos de relaciones sociales." (Briones de Lanata:1990,p.1)

Contención hacia las familias de los vecinos víctimas y de los víctimas-victimarios. Contención que desde el Trabajo Social implica la escucha no culpabilizadora y la instrumentación de los medios para aliviar el padecimiento.

Continuar con el acompañamiento y fortalecimiento de los grupos más vitales de la comunidad en su intento por reinvertir la "ciudadanía invertida", por volver a establecer con el Estado una relación de CIUDADANOS. (Fleury citada por Yasbek:1993).

N de la autora: Agradecemos aquí el estimulo y las oportunas recomendaciones del Lic. Alfredo Carballeda para la presentacion de este trabajo.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Andrada, Carlos (1993) "La violencia . Una mirada diferente". Mimeo. Bs. As. Briones de Lanata, Claudia .(1990) "Disputas y consentimiento en la identidad etnica de los Mapuches argentinos" presentada en: III Congreso de Antropología Social . Rosario.

Fleury Teixeira, Sonia (1993) "citada por Yasbek, M Carmelita en "Clasess subalternas e assistencia social" de. Cortez. Brasil

Foucault, Michel (1999) "Vigilar y Castigar" ed. Siglo XXI. Mexico.

Goffman , Ervin ( 1986) "La identidad deteriorada" ed. Amorrortu. Bs. As.

Guehenno, Jean Marie (1995) "El fin de la Democracia" ed. Paidós , Bs. As.

Urteaga Castro Pozo, Maritza ( 1991) " Identidad y jóvenes urbanos" artículo, desarrollo de una ponencia colectiva realizado en el marco de las actividades del Seminario Cultura e Identidad Urbanas. Presentada en el I Congreso Nacional de Investigaciones Urbanas .

Valenzuela, A (1990) citado por Urteaga Castro Pozo (1991) en "Identidad y jóvenes urbanos"

Wacquant, Loic (2000) "Las cárceles de la miseria" ed. Manantial , Bs. As.



* Datos sobre la autora:
* Lic. María de los Angeles Delgado
Trabajadora social

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