Este 2020 nos ha modificado como sociedad completa, nos encontramos atravesando una de las pandemias más significativas a nivel mundial COVID19, lo que puede atravesarnos provocando una fractura en nuestra sociedad o tal vez termine solidificando nuestros lazos. Es en este último proceso donde nos encontramos los Trabajadores Sociales, pensando acciones en forma colectiva, reflexionando y actuando en cada momento sobre el sentido de la sociedad en “Aislamiento”. Elaboramos estrategias continuas de intervención y acompañamiento a quienes hoy se encuentran vulnerables.
“El aislamiento social, preventivo y obligatorio”, que por cierto no ha sido una decisión errada para prevenir la expansión del virus y terminar con el sistema de salud desbordado, nos ha demostrado que, para el actual gobiernonacional, el valor de la vida humana es más importante que la economía y el valor de la otredad se levanta como bandera en estos momentos.
A pesar de los discursos y los intentos de sostén económico a través de la implementación de políticas sociales, no se ha podido contra las desigualdades a las que muchas familias y personas en su individualidad se encuentren expuestas, como lo que puede verse por ejemplo en la reducción de ingresos y despidos que los afectan en forma directa.
Pero no sólo nos encontramos con las afecciones económicas. Durante esta cuarentena y como Trabajadores Sociales, nos encontramos día a día con situaciones de violencia de género, peticionando por la declaración de “emergencia dentro de la emergencia” debido al brutal aumento de violencia y femicidios que han puesto aún más en peligro a las mujeres y personas trans.
Otra de las problemáticas que continuamos abordando, a pesar de las dificultades producidas por la cuarentena, es el maltrato infantil, dado que confinarse en los hogares junto a los agresores resulta aún más riesgoso, en momentos de dificultosa intervención.
Para seguir nombrando y reflexionando sobre los espacios en los que como Trabajadores Sociales continuamos interviniendo en tiempos de pandemia, no podemos dejar de mencionar a los adultos mayores solitarios o en residencias estatales, quienes además de ser población de riego por el virus, se encuentran a travesados por una dificultad de adaptación a lo tecnológico. Y es que hoy, el uso de celulares táctiles, las redes sociales, el uso de los cajeros automáticos, resulta dificultoso para muchxs de ellxs. Por ello es que también nos vemos obligados a ser educadores en este aspecto.
No quiero pasar por alto al trabajo que realizan los colegas con centros de salud y hospitales, dentro de los equipos de salud mental que se encuentran en guardias permanentes, brindando asistencia y acompañamiento, ya sea a familiares de infectados o simplemente a quienes se han visto afectados a causa del encierro, el estigma y la incertidumbre provocada por el COVID19.
Entonces, atravesados por las diversas -y en momentos inimaginables situaciones problemáticas- los Trabajadores Sociales continuamos trabajando codo a codo desde nuestros lugares, reflexionando y comprendiendo hoy lo ignoto de la situación; luchando y conquistando espacios, soñando por que llegue el día en el que seamos valorados como profesionales y por lo tanto bien remunerados.
Abril de 2020