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La Intervención en Lo Social en Tiempos de Pandemia


Reflexiones sobre intervención profesional en tiempos de pandemia

Por Patricia Analía Parisi
Perito del Centro de Asistencia a Víctimas de Delitos del Departamento Judicial La Matanza (provincia de Buenos Aires, Argentina). Vocal del Tribunal de Disciplina del Colegio Profesional de Asistentes y Trabajadores Sociales de la Provincia de Buenos Aires. Integrante del Espacio Profesional Celeste y Blanca Construye.

Un nuevo acontecimiento impredecible y arrasador a escala mundial irrumpe en la vida cotidiana de toda la humanidad. El Covid19 se expande a gran velocidad y nos confronta con la eminente posibilidad del contagio y la muerte. En escasas semanas, se ha modificado tanto la dinámica de la vida cotidiana familiar, como los modos de estar con lxs otrxs en la Comunidad.
Esta pandemia nos encuentra como pueblo argentino, en los inicios de funciones de un nuevo gobierno que ya ha dado fuertes señales de un posicionamiento político soberano y popular, dictando rigurosas medidas a fin de garantizar la inclusión social y el resguardo de la vida de la totalidad de argentinas y argentinos.

Indudablemente vivimos un tiempo de urgencia y riesgos inconmensurables y es justamente por eso, que este acontecimiento socio-sanitario extraordinario, viene requiriendo, tanto de los funcionarios del gobierno, como de cada uno de lxs trabajadorxs considerados esenciales, disponer de un tiempo para pensar y reformular cada intervención que permitan arribar a decisiones y determinaciones más acertadas, sabiendo no obstante, que podrían ser insuficientes o hasta fallidas.

Enorme desafío, porque si bien en el campo de lo social, no tenemos total y acabado conocimiento del impacto que pueda tener una intervención profesional en relación a un otro, lo que si podemos afirmar es que algún efecto positivo o negativo tendrá. De allí, la importancia en la rigurosidad para pensar y diseñar una práctica profesional.

Gran dilema ético-político el de estos tiempos para los funcionarios del gobierno que tienen la inmensa responsabilidad como conductores de los destinos de nuestro país; para quienes ocupan un rol de conducción o coordinación de equipos y programas y para cada profesional que interviene desde las instituciones y/o el territorio procurando tomar decisiones que tengan como premisa cuidar y cuidarnos la vida.

Algunas palabras y expresiones vienen circulando en estos días, resonando con mayor potencia y persistencia. Son palabras que percibo con otras texturas y sentidos y que en otros momentos tal vez, no me habría detenido a hilvanar. Intentaré un ejercicio para rescatarlas y no perderlas de vista por su relevancia al momento de analizar la época; la complejidad que presentan los problemas sociales y la intervención que se demanda sobre ellos. Con ellas, intentaré algunas reflexiones, que tal vez puedan permitirnos ser incluidas en la formulación de algunos interrogantes como profesionales deTrabajo Social. O servir como disparadoras de próximos debates e intercambios transdisciplinarios, en los “tiempos por venir”. Porque también se ha escuchado por estos días que el tan deseado y esperado tiempo “post pandemia”, nos tiene que encontrar al menos más advertidos, de que nada será igual.

¿Qué implica intervenir en la urgencia? ¿Cómo juega la noción de tiempo en una urgencia? ¿Cómo es intervenir cuando aún no se sabe totalmente sobre el problema a resolver?

Trabajo Colectivo- Interdisciplina
Una de las particularidades de esta Pandemia es que no se cuenta aún con suficientes avances de investigación científica que permitan poner freno a los contagios masivos mediante una vacuna. Frente a ello, se ha escuchado lo siguiente:

“Actuamos e intervenimos al mismo tiempo en el que vamos aprendiendo algo nuevo”.
Este “hacer” se pone en práctica en el contexto de un “no saber todo”. Me parece un rasgo importante para pensar, el tiempo de una urgencia y la aproximación a un conocimiento en simultaneo al transcurso de una intervención.
Encuentro relevante destacar la intervención macro política a través de las medidas pensadas y consultadas previamente a diversos campos del conocimiento, que el gobierno fue definiendo, reformulando y determinando.
Pero además resaltar, el modo en el que nuestro Pueblo viene respondiendo al cuidado propio y de lxs otrxs, “quedándose en casa” pese a las diversas condiciones de vida y la precariedad habitacional y de servicios básicos que padecen extensas poblaciones.

El tratamiento de esta Pandemia va logrando producir verdaderos trabajos colectivos, territoriales, interdisciplinarios e interinstitucionales. Modalidades que suelen ser habituales para los trabajadores sociales en el campo micro social, pero pocas veces visto de manera tan habitual como en la actualidad, en las experiencias gubernamentales a nivel ministerial. Podemos corroborar esta modalidad transdisciplinaria, puesta a disposición de la ciudadanía, en los reportes diarios del Ministerio de Salud de La Nación, que estimo, serán también a futuro, documentos de enorme valor a consultar, por la rigurosidad de sus contenidos científicos multidisciplinarios, en un lenguaje claro y accesible para todxs.

También podemos observar la centralidad de una conducción política que “escucha” los diferentes saberes; que toma el tiempo necesario para “comprender y pensar” aquellas decisiones que promuevan cuidados para la totalidad de los habitantes. Con aciertos y posiblemente algunos errores; condeterminaciones y reformulaciones; pero fundamentalmente con una enorme responsabilidad.

De eso trata la Ética. Ser responsables de las decisiones que se toman. Tener capacidad para fundamentar por que se toman y por supuesto, hacerse cargo de los efectos que pueden producir en lxs otrxs, las intervenciones elegidas. De igual modo, ocurre en nuestro campo profesional inserto en lo micro social y que también podemos definir como micro político, ya que el Trabajo Social, está presente allí donde hay un derecho vulnerado, un problema complejo, un riesgo vital, o una urgencia. En esas intervenciones también puede aparecer un “no saber todo sobre el problema en cuestión” y por eso requiere entre otras herramientas, la formación continua y el trabajo interdisciplinario, de modo de poder tomar un posicionamiento ético frente a cada dilema que se nos presenta en la práctica.

Urgencia- Tiempo
Otras expresiones que se reiteran en estos días y considero oportuno rescatar son aquellas que se refieren al tiempo.

“Tenemos que tener un tiempo para prepararnos”... “Veremos cómo continúa la curva en el tiempo de cuarentena fijado”... “En breve tiempo, llegarán insumos”... “Estamos intentando, aún no sabemos con precisión, tenemos que esperar un tiempo...”
La noción tiempo, es otro rasgo que podríamos ubicar, para ponerlo en tensión y revisar, en el contexto de nuestras intervenciones profesionales con situaciones de urgencias.

Observamos como una característica de la época, que las demandas de las personas que asistimos suelen presentarse con un plus de exigencia de rapidez en la respuesta. La que no siempre es tan sencilla de brindar. Se tiende a vincular “urgencia” con “velocidad” es decir, con la rapidez en dar una respuesta. Y podría ser una razón, entre otras, por la cual, al producir una intervención, la prisa por “hacer” podría obturar el necesario tiempo de pensar y comprender, previamente a dar una respuesta.

¿Podríamos pensar que intervenir en dispositivos asistenciales de urgencia nos interpela en relación a diferentes tiempos de urgencias: la urgencia propia, las que exige la institución y la del sujeto que demanda? Poder ubicar, un tiempo para escuchar; otro tiempo para comprender y un tercer momento para definir la intervención, puede ser un ejercicio oportuno en tiempos cruciales como el actual.

En la práctica cotidiana estos tiempos de la intervención no están diferenciadas como etapas estructuradas y delimitadas. Es un proceso que se va construyendo de manera simultánea a medida que nos vamos aproximando a la dilucidacióndel problema, con el fin de poder precisar la demanda de un sujeto singular en un contexto determinado.
Práctica aún más compleja y paradojal en este momento que nos demanda mayor creatividad y atención debido a las condiciones de aislamiento obligatorio evitando el contacto físico con un otrx. La implementación de comunicación virtual como herramienta metodológica en muchos dispositivos asistenciales, está siendo una suplencia importante, de la que nos vamos sirviendo y aprendiendo a medida que la utilizamos. Desde esta perspectiva, la urgencia requerirá despojarse de respuestas mecánicas y automatizadas para producir un abordaje que considere la singularidad del sujeto y el contexto en el que se produce el problema social a abordar.

La pausa será entendida como el tiempo de la intervención, en el que podemos recurrir a la interconsulta, a la lectura de algún material que amplíe un conocimiento, a una segunda entrevista, a una observación en el ámbito comunitario cuando es posible. Nos puede facilitar, tomar una determinación con mayor cuidado y probablemente con más eficacia.

Algunas consideraciones finales...
Lxs trabajadorxs sociales estamos acostumbradxs a tener que abordar lo incierto, lo impreciso, lo que aún no sabemos del todo. Suele ser uno de los rasgos que presenta la complejidad de lo social. Por eso, el encuentro interpersonal, el respeto a la singularidad del sujeto con quien intervenimos; la escucha atenta que permitan identificar sus propias potencialidades y respuestas frente a lo que desean o necesitan, en el contexto de su comunidad y en la coyuntura actual, nos orientará para definir una intervención.
Intervención que hoy tiene modificaciones en sus metodologías, por los condicionamientos propios de la pandemia, pero que no debe abandonar su esencia, ni desvirtuarse en cuanto a las respuestas a las necesidades e intereses de las personas que asistimos. El deseo de un tiempo por venir, más equitativo, justo y saludable, nos alienta a seguir pensando, intercambiando ideas y aportando propuestas desde el Trabajo Social.

Porque si algo ya se presenta de manera evidente, es que tanto el Trabajo Colectivo, como un Estado presente con políticas públicas inclusivas y de cuidado, serán herramientas claves para enfrentar las adversidades pandémicas mundiales, agudizadas por la devastación social que dejaron los gobiernos neoliberales.

Abril de 2020