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La Intervención en Lo Social en Tiempos de Pandemia


Reflexiones desde el Trabajo Social

Por Ana Paula Maidana
Licenciada en Trabajo Social, Integrante del Equipo de Acompañamiento a las trayectorias de la Escuela de Apoyo a la Inclusión Ciegos y Disminuidos Visuales Nº 2 de General Pico, La Pampa, Argentina.

Como expresión y consecuencia de la profunda crisis sanitaria que irrumpe de manera intempestiva a nivel mundial, se inicia un proceso de desorganización en las vidas cotidianas de las personas.
El arribo de la pandemia conlleva inevitablemente modificaciones en las dimensiones domésticas y públicas de la reproducción cotidiana de las familias. En este sentido es importante rescatar los procesos de subjetivación, reconstruir la percepción, los significados que los sujetos otorgan a esta experiencia inédita que estamos viviendo, atravesando.
En este contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio, recuperar la palabra, las perspectivas de los protagonistas que forman parte de los sectores más vulnerables nos interpela, nos convoca a intervenir desde lo vincular, armando o manteniendo vínculos, resignificando los lazos sociales.

Como profesionales, nos encontramos innovando en los modos de intervenir desde la virtualidad, pensando modos creativos de intervención sujetos a las situaciones particulares, a los diversos escenarios que emergen en esta coyuntura. En este sentido, y de manera abrupta, lo familiar se volvió extraño, las familias se encuentran recreando en sus hogares el clima del afuera, casas que se vuelven aulas (sin internet, sin espacio físico, sin materiales), padres que deben ser maestros de todos los niveles, sumadas las condiciones económicas y sociales que dialogan inevitablemente con las nuevas formas de convivencia que profundizan las ya existentes (hacinamiento - violencia).

Ahora bien, quedarse en casa en estos momentos tan complejos no es lo mismo para todos. Las familias más vulnerables experimentan y manifiestan poca estabilidad económica y la imposibilidad de poder planificar u organizar gastos y alimentos. Así, cada familia, cada sujeto, resignifican la enfermedad de manera particular o singular, atravesados por su situación económica, social y cultural, poniéndose en evidencia distintas manifestaciones del Coronavirus.
A partir de lo expresado queda de manifiesto la importancia de reconocer el impacto subjetivo que este contexto de emergencia imprime en la vida cotidiana de cada uno.

Frente a este escenario tan complejo, y como Trabajadores Sociales, no podemos dejar de visibilizar la profundización de las desigualdades sociales que quedan en evidencia en este momento, pero que siempre existieron.

En este marco, lo social nos interpela, nos convoca a generar redes de trabajo y de pensamiento para poder intervenir en muchos casos desde la virtualidad.
Recrearnos en lo profesional, poder reconocer al OTRO desde su diversidad, aportando visibilidad sobre los procesos de burocratización para dar respuestas efectivas a las necesidades particulares de cada familia o sujeto (accesibilidad de recursos materiales y no materiales).
Crear redes que sostengan y generen situaciones de presencia y acompañamiento para recuperar las experiencias que los sujetos están construyendo donde todo acontece, donde todo sucede; teniendo presente que toda intervención debe apuntalar la preservación de los derechos fundamentales de todos los sujetos.

Abril de 2020