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La Intervención en Lo Social en Tiempos de Pandemia


Pandemia: una mirada personal, social y profesional

Por Cinthya E. Delvalle

Quisiera en estas líneas compartir con ustedes pensamientos y/o reflexiones (que inquietan mi mente); por un lado, sobre la situación de algunos sectores o grupos sociales (definiéndola o entendiendo que incluye a todo aquel grupo que está en situación de vulnerabilidad y que sostiene a su propio grupo familiar, con el ingreso económico obtenido a razón de su labor cotidiana o por jornada) y, por otro, acerca de algunos aspectos o dimensiones que tiene o puede tener la vida de una persona, en éste caso, también la mía.

Al pensar y, de alguna manera analizar mis propias vivencias -especialmente en esta cuarentena social y obligatoria que se dispuso en el territorio argentino desde el día 20 de marzo del corriente año hasta el día de la fecha que sigue vigente por la Pandemia declarada por la OMS a nivel mundial- veo que uno como persona también pasa por una serie de estados anímicos y va desarrollando diferentes dispositivos para encarar o afrontar lo que permite un engranaje más simétrico en nuestro ser.

Las medidas de prevención -como el aislamiento físico de lo social- va desafiándonos a buscar y proponer nuevas estrategias e ir desaprendiendo y aprendiendo. Como decimos desde el campo social, deconstruir y construir nuevas formas y maneras de ver, pensar, hacer y ser.... para que esta realidad no nos deje en una inestabilidad propia del yo sujeto y nos permita que sea la realidad que deseamos.

Y aquí me permito utilizar como expresión la metáfora de un proceso biológico para hacer referencia a un estado personal que es experimentar, así como lo hace la mariposa que tiene su fase de “metamorfosis completa”. Para lograr la etapa final deseada uno tiene que transitar estados diferentes, esto es que a nivel personal se percibe a la vida como “sin sabores” (modo cuarentena) y ello ha predispuesto mucho los cambios de actitud y aptitud, identificando diversos momentos:

  1. El estrés, cansancio y/o alteración que genera la situación actual de Pandemia, como así también la contaminación de excesivas y repetitivas informaciones que recorren en forma indiscriminada el espacio virtual, además de las informaciones no oficiales que muchas veces alteran, producen miedo, angustia e incertidumbre a lo desconocido, ¡¿a no saber qué pasará?! ..., lo que de alguna manera provoca o produce un malestar generalizado en lo social.

  2. Las dudas acechan, el miedo y la frustración hacen lo suyo ante la soledad, el “extrañar el trabajo y a mis colegas” (mi grupo de pertenencia); tras la repetitiva introducción del símbolo que va marcando tendencia y que se visualiza constantemente, el denominado “HASHTAG”, término muy útilizado en las redes sociales con el mensaje #quedateencasa.
    Todas estas vivencias hacen pensar cómo impacta esto a modo personal, nombrando específicamente los abrazos eternos y muestras de cariño simples como un apretón de manos o un sentido beso de mejilla.
    Por otro lado, el énfasis en el slogan de #quedateencasa (que no considero que esté mal), que va dirigido a toda población resuena casi metafóricamente. Porque, ¿quiénes son los que quedan en casa? Me pregunto y reflexiono sobre las diferentes realidades sociales, como la de aquel que no tiene un techo. Podría agregartambién la situación difícil para muchas mujeres, familias, sumergidas en un ambiente y dinámica de diferentes tipos y modos de violencia y que por múltiples y complejas circunstancias permanecen junto a su agresor. O bien aquellos con dificultades para el cumplimiento de las actividades escolares, dado que son muchos/as los/as estudiantes que carecen de conectividad.
    Me hago eco de la frase que dice: “algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos”. Y la traigo a colación ante la importancia de la formación y capacitación, a seguir alimentando los deseos de estudiar, a ser receptivas/os a aprender y compartir junto a otros/as colegas al ir registrando e identificando otras prácticas para construirnos ante esta nueva coyuntura de comunicación y espacios.

  3. La fe es fundamental en estos tiempos, pues nos ayuda reflexionar en coincidencia con la segunda etapa de aislamiento y de la cuaresma cristiana que nos invitaba e incentivaba a que esta enfermedad nos brindara una nueva oportunidad, teniendo en cuenta que siempre tenemos miedo a lo desconocido. Que nos brinde la posibilidad de poner en orden nuestra “casa espiritual”, conocernos y comprendernos primero nosotros pentender que en este tiempo debemos tirar para el mismo lado, “todas/os”.

Fiel a mí estilo empecé a realizar un borrador con papel y lápiz (la enseñanza de la vieja escuela, presente siempre). Y al igual que cuando una lee las líneas u escritos de otros encuentra en ellas cualquier referencia cultural o de vivencias similares, experimenta la sensación de estar inmersa en ellas o identificarse mucho con lo que allí se cuenta, o tal vez le transmita otros modos de realidad que desconoce por su propio escenario y su estrategia o modo de catarsis.
Resuena en mi mente la pegadiza melodía que lleva como título “nos volveremos a abrazar”, cargada de emociones en su contenido al repetir sus estrofas en el “nos volveremos a abrazar”, “todo irá bien”, “nada será igual”, lo que evoca un mensaje de esperanza/optimismo y promueve a encontrar nuevas formas de manifestar el amor y la solidaridad.

En sintonía con la música que me agrada muchísimo, siempre se presenta el análisis particular que según se dé un acontecimiento y en un momento dado, los genios artistas lo traslucen a través de sus letras y su estilo propio logrando un efecto en las emociones y sensaciones, o de un tararear constante y repetitivo que permite reflexionar y lograr emociones encontradas como llorar, gritar o el disimulo de las lágrimas escondidas o la susceptibilidad del momento al profundo referido que muchos lo conocerían o catalogarían como: “es un quebranto, y luego sale el suspiro”, pensando y enfocando la mirada en contemplar a tu hija y su futuro, teniendo en cuenta que hay un antes y un después de la pandemia en el vínculo familiar. Aquí vemos otro punto olvidado que íbamos posponiendo por el ajetreo cotidiano de conseguir el “mango”, priorizándolo en sentido económico.

Pero si hay algo positivo que encuentro en las tecnologías, se refiere a los cuantiosos contenidos cómicos que se comparten en las redes sociales, lo que nos genera mecanismos -quizás- protectores, desde la risa, esperanza, alegría por los recuerdos o ideas... para enfrentar la angustia e incertidumbre del futuro.
El repensar y autoanalizarnos nos sirve para poder enfocarnos en lo que es primordial para encauzar nuestras fuerzas, nuestras habilidades y devolver o estrechar lazos de solidaridad para con otras personas. Fui practicando esa consideración a través del asesoramiento, la ayuda a conocidos y también a gente en el anonimato, a familiares, al guiarlos para actualizar sus datos en la base del ANSES, bajar los formularios en PDF requeridos en aquellos casos de declaración jurada por fin de convivencia; al observar los malestares de muchos sujetos, al no tener la chance de realizar la carga de sus datos personales por no contar con una computadora.
Mucha información afluye por los medios de comunicación permanentemente en sus distintas versiones, sin hablar de las redes sociales y los grupos a los que uno se suma para compartir junto a otros la búsqueda o señales de cómo seguir o guiarse ante la experiencia del otro y como seguir los pasos ante una inscripción tediosa, con muchas trabas y la odisea por no estar habilitadas las líneas de teléfono dispuestas por el organismo encargado, conocido como la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) que también desde el día lunes 6 de abril habilitó una consulta online en la web oficial, también engorrosa, inhabilitando cualquier posibilidad de ingreso a los solicitantes a la base del organismo para la obtención del beneficio. Si bien se corrigió y se plantearon otros medios de acceso con todo sus mecanismos formulados, lo observado fue que a la hora de la práctica, no resultó fácil para cualquier usuario poder realizar sus reclamos o dejar sugerencias.

Muchas horas ocupadas en leer, averiguar, tomar las sugerencias de otros/as internautas o navegantes web, o mirando tutoriales para reforzar los nuevos conocimientos y verificar lo nuevo u útil en cuanto sirviera para tratar con aquellas personas que no tienen a disposición una cuenta bancaria o desconocen lo que es una Cuenta Bancaria Uniforme, expresada por la sigla “CBU”, diferente de la Clave Virtual Uniforme, conocida por la sigla “CVU”, que ofrecen otras entidades que están de moda según las billeteras virtuales que ofrecen, por citar Mercado Pago, Ualá y otras, que son de utilidad para procesar un pago a través de un código QR, extracciones de cajeros, transferencias bancarias al instante y que difieren de las llamadas “Cuentas DNI” que ofrece el Banco Provincia de Buenos Aires con las mismas operatorias, incluso sin disponer de una tarjeta magnética que posibilita operar sin tarjeta en cualquier cajero de la Red Link que tenga la leyenda “Punto Efectivo” y que se puede descargar previamente la aplicación de dicha entidad de forma gratuita, segura y fácil de usar desde un celular.
Pero cabe aclarar que la cuenta creada por el actual Gobierno se realiza sin costo y posibilita una inclusión financiera o la oportunidad de acceso a todo aquel que se encuentre fuera del mercado laboral.

Me parece imperioso poder describir todas estas operaciones financieras para mostrar las operaciones bancarias que se introdujeron con mayor auge en medio de esta pandemia y a las cuales muchas personas aún no tienen acceso o presentan dificultades por desconocimiento de las mismas.
Es importante que -cómo profesionales- podamos acercarles estas informaciones.

Prosiguiendo con las personas que tienen dificultades económicas no previstas ante la imposibilidad de trabajar y ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, esta ayuda les brinda un significativo auxilio para ellos y su entorno familiar.

El ingreso familiar de emergencia enfrenta a muchos al inconveniente de acceder al portal oficial www.anses.gob.ar (no me olvido más), dado que para hacerlo se debe generar la “CLAVE DE SEGURIDAD SOCIAL”. Son muchos los que desconocen de qué se trata y los pasos a seguir ante la validación de datos para proseguir el trámite y cumplimentar con el cronograma de días que se dispuso según terminación de DNI y siendo esa modalidad la única posibilidad de ingresar y ante la caída o colapso de la página debido al masivo ingreso de personas a la vez, arrastrando cifras que el organismo desconocía que estaban “supuestamente por debajo de la línea de pobreza” o el conocido término de los “nuevos pobres”, teniendo en cuenta que se contemplaba sólo a un universo que alcanzaría -según cálculos- un estimativo de 7.000 beneficiarios. La realidad fue visibilizando otro número de solicitantes, que viene arrastrándose de una época -en un período anterior de gobierno- en la que sólo se contemplaban las necesidades de lo que “más tenían“ en sentido adquisitivo.

La normativa vigente -Resolución 84/2020 publicada en el Boletín Oficial- reglamentó el proceso de evacuación de condiciones y requisitos de los solicitantes del bono extraordinario, en el cual ANSES, previo a la liquidación y pago, impone la revisión de requisitos bajo la normativa vigente en tanto se dé una evaluación socioeconómica y patrimonial que se realiza -en un entrecruzamiento de datos-por la Administración Federal de Ingresos Públicos (conocida por la sigla “AFIP”).

Es interesante señalar que, en mi búsqueda, observé cómo las personas se volvieron protagonistas en el interés por percibir el beneficio, que consultaban vía web e interactúaban con otras personas acoplándose a los grupos vía Facebook, consultándose entre sí y disponiendo mecanismos para compartir noticias actualizadas sobre el uso del aplicativo digital de la base de ANSES de acuerdo con el número de DNI y a razón de un digito por día hábil pero también según la inicial del apellido que se propuso para el pago del beneficio del IFE. Algunos se vieron sorprendidos en su ”buena fe”, aportar datos personales a otros sujetos que, tras la promesa de ayuda en la operatoria on-line, se aprovechaban cargando datos propios para percibir el bono de $10.000 otorgado por única vez.
A raíz de estas situaciones delictivas así debió recurrirse o denunciar ante Delitos Económicos, que actúa en averiguación de estafas o fraude. En cuanto a esto, personalmente observé -y me llamó la atención- que los solicitantes del beneficio -Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)- fueron introduciendo y asimilando términos y nombres de organismos desconocidos hasta esta situación de emergencia. Otro tanto con el reconocimiento de la importancia de los correos electrónicos de ANSES -www.anses.gob.ar, consultas o denuncias@anses.gob.ar- a fin de poder interaccionar y modificar los datos personales, pero anexando un archivo digital logrado a través de una captura de pantalla o de una foto obtenida por una pantalla de un celular y subida a los archivos, o tras escanear las documentaciones y enviada a otros con un clic.

Haciendo un balance de las tecnologías, vemos que tienen su pro y su contra.

Todo esto surge tras disipar mi propia curiosidad y luego aprovechar la información para retransmitir y ahondar en saberes, enriqueciendo los dispositivos y modalidades implementadas por otras instituciones estatales con sus funciones y alcances, teniendo en cuenta que el estar actualizada es un afán imperioso.

Por otra parte, al ser parte integrante del Consejo Profesional de Asistentes Sociales de Formosa, considero que en estos tiempos tenemos el desafío de seguir agorándonos o reacomodándonos ante la situación, en línea con otros colegas de otras provincias o de otros países, consensuando y teniendo en cuenta las normativas o lineamientos que deben guardarse desde el aislamiento.
La circunstancia amerita el reencontrarnos a través de una plataforma virtual con la modalidad -muy importante- de compartir saberes, alentarnos, programar, organizarnos, para impulsar a que otras colegas que están en el ejercicio de la profesión puedan compartir sus conocimientos en cuanto a programas, planes, modos de intervención según el área donde están trabajando, y así poder socializar “entrenos de sus experiencias” que les da su ámbito laboral.
Fue armonioso poder reencontrarnos y trabajar en pos de engrandecer nuestro colectivo de Trabajadores Sociales al que representamos y dejar en alto nuestra especificidad como profesionales, aun cuando en nuestra provincia tenemos el status de no que no hay hasta el momento infectados por esta enfermedad tan temida del Coronavirus.

Pero esto no debe permitirnos bajar los brazos. Aunque hasta el momento no hay casos de infectados, no debemos bajar la guardia. Esta guerra biológica, casi invisible, aún no ha acabado. Parece eterno el camino que nos regresa a nuestra antigua vida cotidiana. Aun así, con ánimos de continuar y rescatando lo positivo, nos llevó a la unión como sociedad. Nos hemos solidarizado uno con el otro, hubo conciencia de lo vulnerable que es la vida, que debemos valorarla aún más, que nuestros seres queridos no son eternos y que el Amor lo puede todo.

A nivel profesional podría decir que esta pandemia nos llevó a repensar nuestra intervención profesional. Es importante destacar que el área de salud ha tomado un papel fundamental. Una colega planteaba algo tan sencillo y sin embargo tan complicado para estos días, como es que al realizar su entrevista debía escribir y, al utilizar un lápiz y papel, estaba en jaque el “cómo” debía utilizarlo y desinfectarlo.
Por otra parte, resulta paradójico el tomar distancia con el otro, entre entrevistado y entrevistador, mucho más en aquellos casos de víctimas de violencia de género, los que no han cesado en esta emergencia sanitaria.
Es por ello que se considera necesario el socializar las experiencias de las colegas, para repensar la cotidianidad profesional, resaltando su singularidad. Por otra parte, poder realizar un pensamiento crítico. Y a qué me refiero con esto: a un pensamiento fundamentado científicamente, en este caso sobre la especificidad; desde lo epistemológico, para generar nuevos saberes ante el contexto que nos atañe.

También podría presumir sobre lo más sensible del profesional, que no deja de ser persona sensible, que siente que tiene sus propios miedos y necesidad y, desde ese lugar, también creo que debemos intercambiar para acompañar y contener.
A los colegas que están en terreno, no olvidar que cuentan con un gran poder, que es el conocimiento teórico, todo el bagaje de la teoría - practica, los fundamentos teóricos para la intervención con familias, grupos y comunidad.
Entonces, considerando el contexto que estamos atravesando, surge la reflexión de la especifidad profesional y el fenómeno de la pandemia, en relación a lo complejo del escenario de intervención y la mirada sobre el territorio, en tanto fenómeno colectivo y su asepsia (de gérmenes).

Como propuesta insisto en que se podría plantear:

Generar un espacio de debate. No debemos olvidar lo que podemos aportar. Nosotros tenemos el conocimiento; por un lado, de la población con la que trabajamos, sus condiciones de vida cotidiana, etc. y, por otro lado, la matriz teórica que nos permite articular y coordinar.

Junio de 2020