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La Intervención en Lo Social en Tiempos de Pandemia


Tiempos de Mirar Profundo

Por Lourdes Albornoz
Trabajadora Social Poder Judicial de Tucumán. Pueblo Diaguita

Hoy, estamos siendo obligados a una cuarentena en nuestras casas
por un virus que aparece.
Veo entonces, una oportunidad para hacer la tarea. Revisar y ordenar la casa. Pero no solo la casa física. Ordenar la Casa. Desde el Orden Mayor.

Mauricio Ardilla Mamo (sabio) de la comunidad de los Muiscas (Colombia)

Fotografía: Alfredo Mamaní

Apuntes de Contexto
Si me permiten, les propongo que realicemos un recorte contextual para ordenar primero el pensamiento. Y para nombrar también todo aquello que es necesario que sea dicho.

Es la intención de este texto brindar algunas reflexiones útiles que complementen las que se vienen realizando en distintas áreas del pensamiento. Por eso he intentado construir un texto habitado por la Polifonía, retomando las voces y producciones variadas y de gran riqueza que vienen trayendo luz sobre la situación tan compleja.

En primer lugar, nos ubiquemos en nuestro mundo:

  • Vivimos regidos por un orden global predominantemente extractivista, de tipo neocolonial, basado en una economía de la especulación y de acumulación y concentración de la renta financiera -1-.

  • Podríamos mencionar que la Cuestión Social de este momento se desprende de la contradicción entre la forma de reproducción y acumulación del capital global en detrimento, en general, de la biodiversidad y en particular, de las sociedades de la especie humana en estado de subalternización.

Para un análisis de mayor profundidad al respecto pueden dirigirse a la bibliografía específica que mencionamos al final del trabajo. La intención de mencionarlo aquí remite a la necesidad de seguir una secuencia lógica de análisis del fenómeno COVID 19.

En ese marco global, Nuestramérica -y en particular el territorio del Norte Argentino- se presentan en condiciones de desigualdad estructural en cuanto a la redistribución de los recursos disponibles. Se presenta como un país dependiente en la división socioeconómica global.

Coordenadas Locales
En este marco, mientras los medios hegemónicos relatan los hechos relacionados con el COVID 19 como si se tratara de una película de ciencia ficción, los trabajadores sociales podemos comenzar a realizar un paneo sobre lo que sucede en los suelos que pisamos. A modo de titulares de prensa, para no desviar demasiado el eje de la presentación, podríamos enumerar algunos recortes de realidad:

  • Aislamiento social obligatorio. Realidades desiguales:
    Cómo se vive la cuarentena en el interior de la provincia:
    http://apaprensa.com/vivir-la-cuarentena-en-el-interior/?fbclid=IwAR2rWB1qnYY9pQpmX-5-gndpvAXeuE_5mwpx4fBW6zFXUqzGf7-4z0YJN9Q

    Qué implica estar en cuarentena para los barrios populares:
    https://revistacrisis.com.ar/notas/informe-sobre-la-cuarentena-en-los-barrios-populares?fbclid=IwAR3q9Qn58ueniMYbpyQSiRkk-YCInVMfZhoi8i_eDxaM9e1S_IUTzLSRYyg

    La crisis económica y el derecho a la alimentación sana en los comedores barriales, en tiempos de pandemia:
    http://apaprensa.com/piden-donaciones-para-el-merendero-miguel-reyes/?fbclid=IwAR01JVQ1BZmsFYURiHGLuz8IMHE_5S_iZtXVY8jgc5-FVntf2_cmxzDVYZ

  • Denuncias por violencia Institucional ejercida contra los sectores subalternos por incumplimiento de cuarentena:
    http://www.unidiversidad.com.ar/advierten-sobre-casos-de-violencia-institucional-en-los-controles-de-la-cuarentena

  • Continuidad en las actividades de depredación del ambiente:
    https://www.endepa.org.ar/alerta-en-chaco-por-extraccion-forestal-en-cuarentena/
    https://cuartopodersalta.com.ar/los-desmontes-no-se-detienen-en-cuarentena/

  • Problemáticas sociales de igual o mayor incidencia que el COVID 19, con menos prensa (dengue, muertes por desnutrición, tuberculosis, entre otras):
    http://apaprensa.com/hambre-dengue-y-coronavirus-la-yerba-buena-que-nadie-ve/?fbclid=IwAR157ir1uWmdaRtk3nxHrUBXmPMkniPuP0cUuCqG3bKbpcv8xoKAfkU9XJQ
    https://lapalta.com.ar/partes-de-prensa/2020/3/31/el-dengue-en-nuestros-barrios-la-otra-crisis-sanitaria
    https://www.vocescriticas.com/sociedad/2020/4/7/tuberculosis-en-salta-murio-un-adolescente-wichi-22953.html

Acciones colectivas emergentes
Del mismo modo han surgido iniciativas muy valiosas que se han lanzando a contagiar solidaridad, acción colectiva y creatividad frente a esta pandemia. Mencionaremos la propuesta del Colegio de Trabajadores Sociales de Tucumán y de la Revista Margen, para no extendernos demasiado.

Por su parte, el Estado Argentino, con distintos matices, también ha ensayado respuestas rápidas con distintos niveles de efectividad, con particularidades en cada caso que dan cuenta de una “voluntad” de actuar y de algún grado de solidez en la toma de decisiones. Lo único seguro en este contexto es que donde quiera que nos ubiquemos en el mapeo social, nos movemos en aguas impredecibles.

Algunas de las voces autorizadas se han detenido a observar el curso de la economía global, repitiendo hacia los cuatro puntos cardinales la palabra recesión, en tonos cada vez más pesimistas.
Esta mirada puede ser ampliada desde algunos análisis que resultan profundos en cuanto pueden vincular la economía con la vida cotidiana, la teoría con la praxis, lo global con lo local, la memoria con el futuro. Por ejemplo, recomiendo leer las reflexiones de Adriana Guzmán, desde el Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia -2-.

Otros investigadores han puesto su acento en mirar a los Estados y la efectividad de sus modelos políticos históricamente construidos, para dar respuestas cabales a esta verdadera amenaza para el Pacto Social -3-.

Existen también valiosas investigaciones que emergen como respuestas prácticas a la urgencia del momento, que dan cuenta del compromiso social de nuestros científicos -4- y el inmenso valor de la ciencia en los tiempos de incertidumbre -5-.

La idea central de este trabajo es que la última pandemia viene a develar las condiciones de crisis que el sistema extractivista ha generado -6-.
Del mismo modo, habilita una mirada hacia el horizonte de aquello que muchas veces se intenta borrar: el origen histórica y socialmente producido de las problemáticas colectivas de salud -7-.

"Yah yen" Mirar para adentro, para Mirar Bien
Nos hemos adentrado en éste fenómeno de tanta complejidad desde diversas aristas.
Es necesario en este punto de la lectura tomarse un momento para cerrar los ojos. Volver a escuchar es la tarea.

Frente a las corrientes de pensamiento que presentan horizontes plagados de vaticinios de muerte, caídas económicas, cambios políticos que pueden virar hacia la implementación de un solo gobierno Global con controles cada vez más estrictos de Biopolítica y hasta “Datapolìtica”, en palabras de García Linera... ¿qué reflexiones podemos ensayar?

Somos agentes de un sistema. Un sistema que no volverá a ser el mismo.

Los pensamientos y los aportes decoloniales, entonces, son indispensables para repensar y, sobre todo, poner en acto horizontes de posibilidad.

Resulta primordial recuperar las memorias antiguas hacia una verdadera pedagogía de la memoria que nos permita recordar cómo era la economía antes del capitalismo en nuestros territorios. Incluso repensar qué formas de acción social emergieron de ese tipo de economía.

Y por último, cuál fue la epistemología que sostuvo esas prácticas económicas fundadas en la reciprocidad, que dieron lugar a alternativas de acción social de tipo redistributivas, universales, preventivas de los padecimientos individuales -8-.

Hay una sabiduría práctica que resulta antigua, pocas veces estudiada, que considero la más poderosa: la de sobrevivir en condiciones adversas. Ha sido y sigue siendo cultivada desde tiempos inmemoriales por nuestra especie y por las personas con las que trabajamos. Este tipo de sabiduría emerge silenciosa ante las crisis de todo tipo, apuntando a fortalecer la autonomía y también reforzar los lazos vinculares solidarios. La otra cara de esta contradicciòn es también la cohesión comunitaria que actúa como defensa ante lo que se perciben como enemigos externos.

Estamos en un momento de destrucción, como lo muestran las estadísticas -los mass media-, como lo dice nuestro propio instinto. Pero también contamos con el constante poder de la creación.
¿Nos hemos preguntado alguna vez quiénes queremos ser como profesionales y también como personas?
Que vinculaciones transdisciplinarias sería útil comenzar a tejer?
Y sobre todo, ¿cuáles de los saberes producidos como inexistentes por la historia colonial necesitamos recuperar?

Como profesionales, conocemos más de lo que pensamos. Para nosotros, el dolor, la desigualdad, la cuestión social, tienen nombres propios, rostros, familias, barrios, territorios. Si nos lo proponemos, en un segundo aparecen en nuestra mente voces, casas, calles, personas relacionadas con el padecimiento.

Con tantas aristas en la realidad cotidiana de nosotros, los sujetos sociales que actuamos sobre las problemáticas de nuestra propia sociedad, somos capaces de ensayar nuevas prácticas.
La propuesta en esta parte de texto es seguir a Fals Borda, y ensayar el Sentipensar.

Miremos las paredes que nos cobijan y nos encierran durante este aislamiento. Pensemos en las paredes que delimitan nuestras actuaciones profesionales.

Miremos nuestras familias, nuestros cuerpos, nuestras necesidades, de la manera en que miramos a aquellos que supimos construir como “otros”.

Tenemos mucho para aprender de los encierros.

¿De dónde emergen los análisis que realizamos? ¿En qué lugar del cuerpo, de la trayectoria vital, del sentir, nos atraviesan las problemáticas que intentamos describir? ¿En qué escenario se despliega nuestra propia cotidianeidad?

Es necesario empezar a desconocernos y mirarnos otra vez. Reconocer cuándo somos sujetos de intervenciones ajenas, cuáles son nuestras demandas, nuestras necesidades...
Somos interlocutores frecuentes de personas que transitan las “exclusiones abismales” que menciona Frantz Fanon y hablamos de ellas desde el particular espacio que nos ha conferido la situación; desde nuestro pensar situado, con nuestra propia palabra, en nuestra experiencia, que son nuestras “casas”.

Si no hacemos conciente esta dimensión de nuestras actuaciones profesionales, corremos el riesgo de “borrar” el particular lugar en que se gesta la intervención, a riesgo de transformarnos en “ventrílocuos”, al decir de Silvia Rivera Cusicanqui; de suplantar por la nuestra a la palabra de quienes decimos ayudar.

Esta crisis es una oportunidad para reconocer nuestros límites como profesión y también indagar sobre nuestro gran potencial como humanos, descubriendo ante todo las claves de nuestra propia autonomía.
Ejercer el autocuidado de nuestros derechos, de nuestras organizaciones profesionales, gremiales, académicas, investigativas. De nuestras condiciones laborales, que es donde dedicamos gran parte de la propia energía y la intención. Dotar de autocuidado nuestras vidas va mucho más allá de exigir barbijos y prevención adecuada. Implica mirar el ejercicio cotidiano y valorarlo según la escala de nuestra energía personal, de nuestros deseos de reparación, de nuestra necesidad de sanar. Implica reencontrarnos en espacios de construcción colectiva que generen nuevos vínculos alimentarios, de salud, de generación del conocimiento, como muchos colectivos vienen haciendo hace tiempo desde las economías feministas, la agroecología, la permacultura… Implica aprender y crear prácticas colaborativas y sumarlas a cualquier espacio social que ocupemos. La fuerza instituyente se viene colando hace rato en las instituciones para desmonumentalizar el conocimiento.

Dice García Linera que esta crisis ha puesto en jaque las pretensiones de las distopías que planteaban la supremacía de la “virtualidad” en las relaciones sociales.
Queda en evidencia entonces el papel central del cuerpo como primer campo político, sociológico, en el que se expresan de manera interseccional todos los puntos de inflexión de los fenómenos actuales.
Es necesario comprender el vínculo que gestamos con nuestro cuerpo material y el espacio donde vive, así como la interacción que tiene con los otros cuerpos que despliegan su vida en este mundo. Por ejemplo, los enfoques de género, de clase, de raza, de especie, permiten ampliar los márgenes de las reflexiones y los diagnósticos sociales.
Pero algunas veces, como todo concepto, también recortan la realidad al punto de convertir a las personas en su integralidad, en una categoría de análisis.

A veces, en la práctica, podemos identificar momentos en que el cuerpo de “los otros” se transforma en bandera de luchas religiosas, políticas, étnicas, de género. Este tipo de categorizaciones son útiles si las utilizamos como herramientas, perspectivas para nuestros análisis, pero siempre y cuando se encuentren subsumidos a la epistemología de la vida, al entendimiento supremo de que todo lo que hay en el mundo se encuentra intrínsecamente relacionado.
Todo en el universo está hecho de los mismos elementos: Fuego, Aire, Agua y Tierra. Desde las estrellas hasta los animales, las plantas, el planeta Tierra. Es lo que los antiguos Amawtas, Achachilas, Machis, llaman Buen Vivir. Y es la profecía antigua de muchos pueblos para estos tiempos que corren.
Es la comprensión suprema del mundo que me enseñaron los ancestros y las ancestras del Pueblo Diaguita.

Desafíos en tiempos de Pandemia
De esta manera podremos quitarnos el gran peso que la construcción histórica de nuestra profesión ha puesto sobre nuestros cuerpos, al promover un Deber Ser eternamente subsumido al “rigor” de la ciencia, del cambio social, de la lucha por la igualdad o la emancipación social. Dejar de lado los mandatos de heroísmo, entrega total, vocación, entre otros.
Podremos comprender y ejercer un papel más humano, más sentido y espontáneo con los otros, con las mismas herramientas que sabemos desplegar, pero asentado sobre otras bases epistemológicas. Construir colectivamente un rol profesional cada vez más alejado de la palabra “intervención” -y con ello de la episteme del control- donde la práctica nos lleva a direccionar los objetos de intervención hacia la búsqueda de cambios individuales. En estas prácticas profesionales subyacen las representaciones sociales que legitiman el orden social hegemónico.
Si todo el paradigma de acumulación está en crisis, nuestras prácticas tienen que interpelar la legalidad que fue impuesta para garantizar la reproducción de ese paradigma.

Los márgenes son nuestro hogar profesional. Nos movemos continuamente en las fronteras entre la cohesión social y la desintegración, entre las instituciones y los usuarios, entre los saberes científicos y las prácticas cargadas de sentido. Nos deslizamos (varias veces cada día) entre las fronteras geográficas que dividen sectores subalternos de los sectores dominantes.

Es posible entonces animarnos un poco más para integrar la posibilidad de existencia como horizontes legítimos, las sabidurías ancestrales, el Derecho Mayor de los Pueblos, espacio en el que cada uno tiene su lugar de importancia suprema pero que no significa nada sin el accionar colectivo. Aprender de la naturaleza, de los insectos gregarios, de las estrellas, de todo lo que funciona en constante armonía y también en contradicción dentro de la naturaleza.

El trabajo social contemporáneo tiende poco a poco a reinventarse, se aleja de las nociones correspondientes al campo semántico de la “intervención social” y se acerca cada vez más a la tarea urgente de recrear discursos, retóricas, palabras y, con ello, sentidos.

Somos como abejas en un panal lleno de laberintos, donde también habitamos. Tenemos una tarea precisa que da sentido a nuestra acción.

¿Será posible utilizar la palabra “Polinizar” como metáfora de la actuación profesional en el contexto actual? Que la imaginación política que a la que nos invita Souza Santos nos ayude a llenar de sentidos, colectivamente, nuestra tarea.

Notas

-1- http://www.ecologiapoliticadelsur.com.ar/nota/30-conflictos-socioambientales-y-disputas-civilizatorias-en-america-latina-entre-el-desarrollismo-extractivista-y-el-buen-vivir

-2- https://www.lamareanoticias.com.ar/2020/04/08/rondas-de-lucha-adriana-guzman-bolivia-feminismo-comunitario-y-antipatriarcal/

-3- http://noticias.unsam.edu.ar/2020/04/03/alvaro-garcia-linera-esta-pandemia-es-un-fracaso-descomunal-de-la-globalizacion/?

-4- https://www.pagina12.com.ar/257888-coronavirus-que-estan-haciendo-los-cientificos-argentinos-pa?fbclid=IwAR1ln5sx1aMeYYSNoD65NWdS84bv2-Oqn_m8JS7jRdf7kaLn9Jo1xVH1Mhs

-5- https://www.pagina12.com.ar/258224-secuencias-y-consecuencias-de-los-virus?fbclid=IwAR2G46vahqVcLP3KeO4NwbF9ypsocfpOaOq1Ud5rtT4BjgZClkJieIDk-V4

-6- https://www.pagina12.com.ar/256569-no-le-echen-la-culpa-al-murcielago?fbclid=IwAR1ceRWOFEUI8S4zFr2CluKSHOMdKuIDFktd98vvzIsUyCxvw0FjX6QF8nE

-7- https://www.pagina12.com.ar/256218-la-dimension-ecologica-de-las-pandemias?fbclid=IwAR1vZnX9tU1MGU1Fv6ZVgDq4DPLej2QJnvTllOJ9q8R8NkW_-2IMD4446fg

-8- Ficha de Cátedra “Introducción al Trabajo Social” UNT Formas de Acción Social Precolombina.


Bibliografía

- Machado Aráoz, Horacio: Pandemia: Sintomatología del Capitaloceno en
http://www.ecologiapoliticadelsur.com.ar/uploads/filemanager/Pandemia,%20sintomatolog%C3%ADa%20del%20Capitaloceno.pdf

- De Sousa Santos, Boaventura: Para descolonizar Occidente: Más allá del pensamiento abismal- 1a ed. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO; Prometeo Libros, 2010.

- Santos, Boaventura de Sousa. (2010). “DESCOLONIZAR EL SABER, REINVENTAR EL PODER”. Montevideo: Trilce.

---------------------------------. (2011). “Producir para vivir. Los caminos de la producción no capitalista. México: Fondos de Cultura Económica”

-Dussel, Enrique. (2004). “Modernidad, imperios europeos, colonialismo y capitalismo (Para entender el proceso de la transmodernidad)”. México: UAM- Iztapalapa

-Quijano, Aníbal. (2014). “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”. Buenos Aires: CLACSO

- Rivera Cusicanqui, Silvia (2015), Sociología de la imagen. Miradas ch'ixi desde la historia andina, Ed. Tinta Limón, Colección Nociones

Mayo de 2020