MIÉRCOLES ¤ 7 ¤ MARZO ¤ 2001

¤ Los que están arriba esperan que la gente se canse de escuchar listas de agravios

Lo que está en juego es el reconocimiento del lugar que ya tienen los indígenas: Marcos

¤ La reforma al 27 constitucional quitó el pan a indígenas y campesinos, dice Zebedeo

JESUS RAMIREZ CUEVAS Y RAMON VERA HERRERA ENVIADOS

Tepoztlan, Mor., 6 de marzo. A su llegada a tierras de los viejos zapatistas, la delegación del EZLN fue recibida por miles de morelenses, que les manifestaron su apoyo con un entusiasmo desbordado a pesar de que el gobierno del estado decretó día de asueto para los empleados estatales y de que el diputado panista Salomón Salgado, quien amenazó con matar a los zapatistas, tomó repentinas vacaciones en España. Este día, la Marcha por la dignidad indígena realizó actos en Cuernavaca y Tepoztlán.

En los últimos días, el subcomandante Marcos ha sido el centro de la atención; en los medios se reseña lo que dice y hace, pero también es blanco de las críticas. Aquí en la tierra de Zapata encontró a miles de jóvenes que lo vitoreaban y reclamaban su palabra.

En respuesta, el subcomandante Marcos habló del personaje: "Marcos no existe, no es, es una sombra, es el marco de una ventana. Si ustedes están viendo que detrás de mí están mis compañeros comandantes, mis jefes, deben ponerse del otro lado, del lado de las comunidades y darse bien cuenta que cuando los vemos a ellos es precisamente al revés, ellos están primero que nosotros."

Esa ventana, dijo, "queríamos que sirviera para que ustedes se asomaran a lo que somos nosotros, lo que hay detrás mío, y detrás de nuestros comandantes: los pueblos indígenas, y toda la situación de injusticia, de pobreza, de miseria".

Agregó: "también una ventana para que vieran del otro lado las comunidades indígenas, se asomaran y los vieran a ustedes. Para que vieran que la bondad y la maldad no tiene nada que ver con la lengua o con el color de los ojos".

Ante una multitud que abarrotó el centro de Tepoztlán, Marcos salió al paso de lo que podría ser un nuevo culto a la personalidad, sobre todo de parte de la sociedad civil menos cercana a las luchas indias. "Tanta visión, o tanta angustia o tanta presión sobre lo que es finalmente un pasamontañas vacío", dijo, "es simplemente una mala iluminación que está teniendo nuestra lucha. Pero nosotros queremos pedirles una cosa, también con una adecuada iluminación, un marco de una ventana también se convierte en un espejo. Estoy seguro que si se fijan bien van a alcanzarse a ver ustedes mismos. Y esto es lo que les queremos pedir. Nosotros somos ustedes, yo soy tú. Eso es lo que queremos que se den cuenta".

También pidió modificar los libros de texto para "que esta jornada de lucha aparezca con un renglón vacío donde diga esta lucha se logró y triunfó gracias a: una línea, y les vamos a pedir que cada uno de ustedes ponga su nombre y que así enseñen la historia a sus hijos pequeños y a todas las generaciones posteriores".

Al finalizar su discurso dio el segundo mensaje de los siete que tiene programados antes de entrar a la ciudad de México: "El silencio que somos quienes color de la tierra somos, fue roto. Sobre sus pedazos nos levantamos. No está en juego la posibilidad de volver a ser lo que éramos y no somos. Tampoco el que nos convirtamos. Lo que está en juego es si se reconoce o no el lugar que ya tenemos y en el que somos. Es la posibilidad de ser con todos y no bajo de nosotros. No importa el pequeño nosotros que del gran nosotros somos, importan todos, los que hacen leyes y los que las legitiman, nosotros, quienes hacen la historia y quienes la escriben".

¡Tierra y libertad!, el fantasma de Zapata

Horas antes, en la ciudad de Cuernavaca, el comandante Zebedeo habló de la larga lucha de los indígenas y campesinos por la tierra. Cuestionó la reforma al artículo 27. Este, "que garantizaba el derecho a la ampliación, dotación, nuevo centro de población, fue pisoteado en sus derechos porque para los tecnócratas neoliberales era un estorbo e impedía la inflación de sus riquezas. Así es como a los indígenas y campesinos los despojaron del pan en la mano. El engaño más fuerte lo sufrieron los indígenas y los campesinos".

Ante una multitud en la que destacaba la participación de los jóvenes de la ciudad de la primavera eterna, Zebedeo cuestionó: "Nos ilusionaron con fuerte mentira." Y agregó que "lo que trajo esta reforma es la descomposición de los ejidos. El divisionismo, el individualismo. Y lesionó la unidad y la organización de los indígenas y campesinos. Nosotros, los zapatistas, nos dimos cuenta de esa mentira, este engaño, y por eso tomamos la decisión de luchar y enfrentar la muerte, antes de morir de hambre."

Referencia obligada en esta región fue Emiliano Zapata. El subcomandante Marcos leyó "una carta" del general en jefe del Ejército Libertador del Sur dirigida a esta concurrencia.

Habría escrito Zapata: "Disculpen si he estado ausente de nuestro querido estado por algún tiempo. Las injusticias que vivíamos en Morelos cuando nos alzamos en armas continúan y se repiten en todo el país. En mi largo viaje por la República hice un alto prolongado en las montañas del sureste mexicano, y es que ahí conocí a unos hermanos y hermanas indígenas como nosotros, campesinos como nosotros, y mexicanos como nosotros. Estos hermanos y hermanas demostraron muchas ganas de luchar por sus derechos, y formaron un ejército al que pusieron zapatista en honor de su humilde servidor y le dieron por apellido, de liberación nacional, como signo de su aspiración de que todos los mexicanos tengamos al fin lo ezln-morelos9 que merecemos, necesitamos y exigimos: la libertad, la democracia y la justicia".

Fox es como Madero, no entendió a los zapatistas

Marcos continuó la lectura del mensaje del Caudillo del sur: "Estuve viviendo con ellos en un poblado que se llama Guadalupe Tepeyac en el exilio. Ahí mal viven cientos de hombres, mujeres, niños y ancianos, indígenas tojolabales. Todos son zapatistas, y están ahí porque su pueblo está ocupado por las tropas del Ejército federal, cuyo mando es Vicente Fox. Esta gente del EZLN quiere la paz, y está dispuesta al diálogo. Pero no se puede dialogar si hay presos, si los pelones federales expulsan a la gente de sus casas, y ocupan sus pueblos. Si lo que se acuerda no se cumple. A mí me parece que tienen razón y hay que apoyarlos. Yo veo que este Fox quiere hacer lo mismo que hizo Madero. Que después de la dictadura quería que todo estuviera igual. O sea, que no cambiara nada. Madero no entendió que la gente sí había cambiado y no estaba dispuesta a que todo siguiera igual. Al Fox, le pasa lo mismo."

La historia del sup Marcos contada por él mismo

En Tepoztlán, "tierra digna y combativa", el subcomandante Marcos alertó de los peligros de centrar su lucha en una persona. "Ellos, los que están arriba, están esperando a que nos cansemos de escuchar toda la lista de agravios en todos los lugares donde pasamos. A que todo se concentre en una persona o en un personaje y no deje oír lo que realmente está en juego, la voz de los pueblos indios. Por eso agradecemos la paciencia de escucharnos a todos".

En este municipio libre, gobernado por el pueblo, los representantes de la comunidad hicieron un recuento de los agravios y de las luchas que han dado por defender sus tierras y derechos colectivos.

Antes de comenzar el mitin, un grupo de mujeres y ancianos encendieron velas y colocaron collares de flores a los delegados. Después hicieron una ceremonia con sahumerios de copal y música antigua nahuatl.

También hablaron varios zapatistas. El comandante Omar defendió la autonomía indígena y los derechos consagrados en la iniciativa de la Cocopa. Por su parte, el comandante Isaías señaló que con este viaje los indios rebeldes de Chiapas "vamos a exigir al Congreso que cumpla con los derechos indígenas, no vamos a pedir perdón, tampoco queremos limosnas, sino nuestros derechos como mexicanos".

Ahí, ante los gritos y porras en su favor, Marcos habló del origen de su mito: "Un accidente automovilístico fue el que provocó que apareciera esto de Marcos. Cuando estábamos tomando San Cristóbal de las Casas el primero de enero de 1994 y a mí me tocó el cuartel de policía, íbamos avanzando sobre el cuartel de Rancho Nuevo y se nos descompuso el carro, como era de esperarse. En ese momento, la unidad que había tomado el palacio municipal de San Cristóbal estaba batallando con lo que ellos pensaban que era un periodista y que hablaba inglés, decían ellos, en realidad era francés. Y me mandaron llamar para decirle en inglés a ese señor que había empezado una revolución y que perdonara las molestias. Fui para allá y hablé con el señor y resultó un turista que preguntaba si podía tomar fotos. En ese tiempo ahora sí llegaron los periodistas y comenzó a conocerse la voz del EZLN y también este pasamontañas narizón que ustedes conocen como Marcos y que los compañeros conocen como el sub".