El libro de la franconorteamericana Susan George, filósofa y doctora en
Ciencias Políticas, gurú de la antiglobalización, es un alegato contra el
neoliberalismo. Su texto ya es considerado la Biblia del movimiento nacido
en Seattle en 1999.
ALBERTO GONZALEZ TORO. De la Redacción de Clarín.
En las calles de Génova, donde pocos días atrás más de cien mil personas
manifestaron en contra de la globalización, se vio a muchos con un libro
editado en inglés hace dos años, Informe Lugano, convertido hoy en la
Biblia de los jóvenes rebeldes que en Europa y Estados Unidos cuestionan
al capitalismo en su fase actual.
El libro fue escrito por la
franconorteamericana Susan George, filósofa, doctora en ciencias
políticas, y vicepresidente de la Asociación de Ayuda al Ciudadano
(ATTAC), un organismo internacional globalifóbico que en su plataforma de
lucha pide, entre otras cosas, un fuerte gravamen a las transacciones
financieras.
El informe que ha sido publicado en castellano por la editorial Icaria,
de Barcelona es una sarcástica y a la vez terrible visión de la economía
de mercado, como los teóricos neoliberales prefieren llamar hoy al viejo
sistema capitalista, tratando de dar la partida de defunción a palabras
como "burguesía", "proletariado" e "imperialismo".
Susan George, que reside en París desde hace varios años y se ha
nacionalizado francesa, se vale de la ficción para desnudar dice un
sistema global hecho a la medida de las multinacionales. Un supuesto Grupo
de Trabajo elabora un informe ultraconfidencial a pedido de los
solicitantes, que parecen representar a gerentes sentados en mullidos
sillones de una gran plaza financiera.
Ellos quieren conocer según el
hilo argumental del libro de George, hasta el mínimo detalle, cuál será
el destino del capitalismo en el contexto de la economía globalizada. Con
un estilo seco, casi como si se tratara de un informe comercial pero
cargado de doble lectura, George hace una impiadosa radiografía de la
globalización, palabra ya sacralizada por los más radicales ideólogos del
capitalismo actual.
Los autores del Informe, que citan a Maquiavelo, aconsejan que para salvar
al capitalismo del siglo XXI hay que tomar urgentes medidas. Susan George
les hace decir todo lo que en público no pueden expresar los defensores
más fundamentalistas de un sistema que genera millones de excluidos en el
mundo, superpoblación que el Grupo de Trabajo en la ficción de George
recomienda eliminar a cualquier costo.
Después de citar a Platón, Aristóteles y al teólogo cristiano Terturliano,
que pensaban que la superpoblación era un grave peligro para la comunidad
y para el Estado, los autores del Informe descalifican cualquier ética
porque puede atentar contra los cimientos del mercado. En un pasaje del
libro, dicen: "La prueba es que seguimos considerando éticamente correcto
que personas analfabetas, sin posibilidad de encontrar empleo, superfluas
y degeneradas sigan proliferando y propagándose a placer".
Reconocen,
además, que "el mercado, por sí mismo, no puede crear bienestar masivo en
las actuales condiciones demográficas, y por lo tanto hay que corregir
éstas".
En otra parte del Informe, la propagación del sida es saludada con
entusiasmo por este Grupo de Trabajo: "Con independencia de las múltiples
posibilidades de la tuberculosis, la malaria, las enfermedades exóticas o
los viejos recursos(que diezman a la población más pobre), el sida
cambiará la faz de la humanidad mucho más que cualquiera de ellos. Aunque
no es aún la principal causa de muerte de la humanidad, ya está haciendo
una contribución fuera de lo habitual a las tasas de mortandad, sobre todo
en el Sur".
La doctora George, siempre sarcástica, intenta demostrar que el
ultraliberalismo lleva en sí el germen de la destrucción: un sistema que
sólo tiene en cuenta la ganancia no puede, piensa George, atacar las
consecuencias catastróficas que originan esas políticas individualistas.
En este marco, la consolidación del pensamiento dominante juega un papel
decisivo, según se desprende de otro fragmento del libro: "Animamos
encarecidamente a los solicitantes del Informe a que creen y mantengan un
cuerpo de pensadores, escritores, profesores y comunicadores que puedan
desarrollar conceptos, argumentos e imágenes que proporcionen una
justificación intelectual, moral, económica, política y psicológica a unas
estrategias enérgicas de gestión de la población".
Para que no queden dudas de su pensamiento, influenciado por ideas
anarquistas y ecologistas, Susan George incluye un Anexo en su libro.
"Informe Lugano es una evaluación todo lo precisa, formal e imparcial que
puede ser partiendo de una investigación seria" explica. "No es una obra
de ciencia ficción ni ningún otro tipo de ficción. Aparte del concepto
básico, no hay nada inventado, y no me sorprendería lo más mínimo saber
que un Grupo de Trabajo real ha elaborado un documento similar".
Apocalíptico, en el Informe Lugano George agrega: "Nuestro sistema actual
es una máquina universal para arrasar el medio ambiente y para producir
perdedores". Pero su discurso no es pesimista: "El mercado financiero es
muy fuerte y no se rendirá" declaró a El País, de España. "Tampoco se va
a rendir el movimiento antiglobalización. Estamos en un momento histórico.
Hay un mundo de jóvenes que parecen considerarse ciudadanos del mundo.
Creo que es el comienzo de un cambio".