La huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM
* Devolución total de instalaciones, exigen autoridades; CGH, libertad de sus compañeros
La Jornada, México, 5 de febrero de 2000


Fracasó el encuentro entre los huelguistas y la rectoría

¤ Inoportuna intervención de la CNDH; antes de que terminara la reunión anunció que no hubo acuerdo

Roberto Garduño y Karina Avilés ¤ La representación del CGH y el rector Juan Ramón de la Fuente no alcanzaron ningún acuerdo. La rectoría insistió en exigir la devolución de las instalaciones y el consejo estudiantil demandó la liberación de sus compañeros detenidos, la salida de la Policía Federal Preventiva y la continuación del diálogo como la única vía para la solución del conflicto.

A este laberinto sin salida inmediata se sumó la inoportuna intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y su presidente, José Luis Soberanes, que una hora antes de terminada la reunión ya había informado que no había acuerdo alguno.

Fue tal la presión que generó lo dicho por la CNDH que el director general de Información de la UNAM se vio obligado a dar la lectura del desencuentro:

"La UNAM informa que después de una prolongada sesión de diálogo entre el CGH, los integrantes de la comisión de garantías del plebiscito universitario y el rector no fue posible precisar los términos de la devolución de las instalaciones universitarias".

Minutos más tarde, la representación del CGH, en voz de Higinio Muñoz, rechazó las afirmaciones de rectoría de que no fue posible precisar la entrega de los inmuebles, porque las "este no fue un proceso de negociación", sino una reunión para pedir la liberación de los estudiantes, la cancelación de órdenes de aprehensión y el desistimiento del proceso jurídico que enfrentan 73 huelguistas, así como la salida de la PFP de la Preparatoria 3, y continuar el diálogo como único camino para la solución del conflicto.

Muñoz señaló que por la mañana ellos percibieron una actitud abierta por parte de las autoridades de la universidad, incluso se creyó que sería posible un pronunciamiento conjunto para exigir la libertad de los encarcelados. Pero, por la tarde, la discusión comenzó a dificultarse porque horas antes rectoría "hizo afirmaciones en el sentido de que necesitaban únicamente que se abrieran auditorios para que la comunidad discutiera con toda libertad. Al indicarles que precisaran qué significaba eso, fue cuando finalmente ellos hacen la formulación del levantamiento de la huelga".

Y sobre el emplazamiento del CGH para reiniciar el diálogo el lunes, repuso: "Nosotros inclusive aceptamos que fuera el domingo cuando se iniciara el diálogo entre ambas partes en la mesa, pero no aceptaron, y ahí el rector, finalmente, se levanta de la mesa y no acepta esta discusión. A pesar de que nosotros exigimos el diálogo y de que de cerrar esta puerta significaba abrir la otra, que es la de la represión. En todo caso, ellos serán los responsables directos de que se cierre la puerta del diálogo y se deje abierta la del uso de la fuerza".

Víctor Alejo y Muñoz afirmaron que las autoridades "intentaron utilizar como rehenes a nuestros compañeros, siempre y cuando regresemos las instalaciones".

Alberto Pérez Blas había leído el documento de media cuartilla, en el que se refería que no se había dado el acuerdo para la devolución de las instalaciones. A la par, por la escalinata principal del edificio, descendían las delegaciones que habían discutido durante más de 12 horas. Al frente de ellos se encontraba el rector De la Fuente, quien, preocupado, apenas respondió a la interrogante que calificaba el encuentro de un fracaso: "No se va ha decir nada más, Alberto Pérez Blas leyó el comunicado. Gracias".

Mientras el rector y sus acompañantes abandonaban la Antigua Escuela de Medicina, por una puerta lateral un integrante de la delegación del CGH confiaba a este diario: "Nosotros flexibilizamos al máximo, está en riesgo nuestra cabeza en el Consejo General de Huelga, pues propusimos entregar las instalaciones de los institutos, la hemeroteca y el estadio de prácticas...pero ellos se mantuvieron en esa postura, querían la devolución total. Así no se pudo".

Horas de espera

Encerrados en el Salón de los Eméritos, los delegados del CGH, sus asesores, el rector Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles, la Comisión de Vigilancia y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes ­quien fungió como observador­ discutieron los términos de la negociación, mientras los reporteros aguardaban en el patio central del la Antigua Escuela de Medicina.

Ni siquiera los representantes de una y otra parte salieron a comer. Por la tarde, mientras iniciaba la marcha convocada por el CGH del Angel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación y de ahí al Zócalo de la ciudad de México, las dudas sobre el rumbo de las deliberaciones se acentuaban. ¿Aceptarán?, se cuestionaban los informadores.

A las 20 horas, cuando un grupo de manifestantes que se dirigían al Zócalo se desprendió de contingente, y se desvió al la Antigua Escuela de Medicina, los elementos de la policía capitalina ­que resguardaban desde la mañana las inmediaciones del inmueble­ se movilizaron alrededor de éste. En esos momentos la delegación del CGH bajó al patio central y se dirigió a la puerta principal. Serios, los estudiantes y Luis Javier Garrido salieron para explicar a los manifestantes la situación que se vivía entonces en el encuentro, y solicitarles que regresaran a la plancha de la Plaza de la Constitución.

Tras el exhorto, éstos regresaron y los representantes del movimiento estudiantil regresaron a la cita con su contraparte. De nuevo, serios, no respondieron a las preguntas que les formulaban los reporteros.

Para entonces, la confusión reinaba en el ambiente. En ocasiones, Roberto Rivera Massé y Cristóbal Sánchez salían a los pasillos de la planta alta y, desde arriba, hacían señas con sus manos y más o menos explicaban.

Pero entre los reporteros se comenzaron a formular hipótesis sobre lo que ocurría en la reunión a puerta cerrada. Primero, que la delegación del CGH estaba "equilibrada" pues había "moderados" y "ultras" por igual. Que la presencia de Víctor Alejo representaba un contrapeso y podría ocurrir un acercamiento decisivo que condujera al diálogo o la negociación en su caso. Otras posturas, más pesimistas, declaraban que no habría solución y el problema "se tensará".

Y así prosiguieron las especulaciones. Nada se sabía, y nada se supo hasta pasada la medianoche. Pero en los pasillos de la planta alta se observaba platicar a Roberto Rivera Massé y a Enrique del Val. También caminaba el doctor René Drucker Colín, y entre ellos Alberto Pérez Blas.

Delantera de la CNDH

Al cumplirse el plazo que fijó el doctor De la Fuente, de las 22 horas, para concluir el encuentro, y se informó a los reporteros que se ofrecería una conferencia de prensa en el auditorio del recinto, los representantes de los medios comenzaron a desesperarse porque pasaba el tiempo y no se llegaba a ningún acuerdo y, por lo tanto, no había nada qué informar.

Pero, faltando cinco minutos para las 23 horas, a la redacción de La Jornada, llegó una fax enviado desde la CNDH, donde se afirmaba que el encuentro había fracasado y exhortaba a las autoridades y al CGH para continuar buscando una salida necesaria para el país y la misma universidad.

Esta noticia, que fue reproducida a las 23 horas por Guillermo Ortega en el noticiero de Televisa, consternó a los informadores que habían esperado más de 12 horas en el Antiguo Palacio de la Inquisición. La irritación se apoderó de éstos, y comenzaron a gritar: "Soberanes, saca tus manos de la UNAM... Soberanes, saca tus manos de la UNAM".

Aquel hecho inaudito, pues no correspondía a la CNDH, ni a su presidente emitir ese tipo de noticias, despertó la indignación de los reporteros: "Qué se se cree el señor Soberanes, mejor nos hubiéramos marchado a la comisión y que ahí nos informaran...no puede ser tanta irresponsabilidad".

Aún continuaban discutiendo las delegaciones en el salón de los Eméritos, hasta que, desesperados, los mismos periodistas, fotógrafos y camarógrafos subieron por la escalinata principal del edificio para buscar a los delegados. Entre rumores y especulaciones que circulaban a toda velocidad, se dijo que los estudiantes del CGH ya se había marchado, y aquello representaba una burla para todos los que se encontraban ahí.

Entonces, impedidos por una reja de acero ­para acercarse al salón donde se llevaba a cabo el encuentro­ los reporteros exigieron una explicación. Alberto Pérez Blas salió para explicar lo ocurrido: "Si salió un comunicado de la CNDH, es un comunicado que desconocemos, como ustedes se darán cuenta estamos todavía reunidos aquí, no sé a que horas salió ese comunicado, pero nosotros seguimos reunidos y trabajando".

Aquello fue el acabose para José Luis Soberanes, pues el comunicado enrareció el ambiente que ya no tuvo rumbo y generó una avalancha de preguntas. Los reporteros permanecían en espera de Soberanes, que por fin se decidió a dar la cara. Separados por la reja de acero, los reporteros, escucharon al presidente de la CNDH: "La UNAM va ha sacar su boletín oficial, ¡la CNDH, no se adelantó!".

Entonces, intervino una persona que se identificó como colaborador ­no dio su nombre­ de Soberanes, y refirió: "Apareció una nota en Formato 21, en medios electrónicos hubo filtración, en los medios radiofónicos, y tuvimos que corregir la redacción. Fue una mala información y por esos se envió la comunicación. Hicimos la corrección a una redacción que comenzó a correr a las 9 de la noche".

Y, el mismo ombudsman trató de enmendar con las mismas palabras del comunicado que circuló casi una hora antes: "No hay cita (para el lunes) en este momento, no se llegó a conclusión, no hay cita fija, y en ese sentido lo que nosotros decimos es que lamentamos profundamente la prolongación de conflicto universitario, y reiteramos nuestro exhorto a flexibilizar sus posiciones, en bien de la UNAM y del país".

Una hora después se dio el anuncio oficial. No se habló de fracaso, fue la palabra prohibida, nadie la quiso pronunciar...sólo se habló de que no hubo acuerdo para precisar los términos de la devolución de las instalaciones universitarias. ¿Qué sucederá?...

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