Pocas horas después de los ataques terroristas al World Trade Centre y al
Pentágono, el gobierno de Bush, sin pruebas en las que apoyarse, manifestó que
"Osama bin Laden y la al Qaeda, su organización, eran los sospechosos
principales." George Tenet. Director de la CIA, afirmó que bin Laden posee la
capacidad para planificar "ataques múltiples con muy pocos o ningún indicio
previo." El secretario de estado, Colin Powel, calificó los ataques de "actos de
guerra" y el presidente Bush, en una alocución televisada a la nación aquella
noche, afirmó que "no haría distinción entre los terroristas que cometieron los
ataques y aquellos que los amparan." El anterior director de la CIA, James
Woolsey apuntó a un "patrocinio estatal," sugiriendo así la complicidad de uno o
más gobiernos extranjeros. En palabras del anterior consejero para la seguridad
nacional, Lawrence Eagleburger, "Creo que demostraremos que cuando nos atacan de
esta manera somos terribles en nuestra fuerza y nuestro castigo."
Entretanto, y repitiendo sin pensar las afirmaciones oficiales, los medios de
comunicación occidentales han aprobado el inicio de "acciones de castigo"
dirigidas contra blancos civiles en Oriente Medio. En palabras de William
Saffire en el New York Times: "Cuando establezcamos razonablemente donde están
las bases y campos de nuestros atacantes, debemos pulverizarlos --intentando
minimizar pero aceptando los daños colaterales - y actuar abierta o
encubiertamente para desestabilizar a los países que dan cobijo al terrorismo."
El texto que viene a continuación da una idea general de la historia de Osama
bin Laden y la relación de la "Jihad Islámica" con el planteamiento de la
política exterior de los EEUU durante la Guerra Fría y la época subsiguiente.
Principal sospechoso de los ataques terroristas en Nueva York y Washington,
etiquetado por el FBI como "terrorista internacional" por su papel en los
bombardeos a las embajadas de los EEUU en África, el saudita Osama bin Laden fue
reclutado, irónicamente bajo los auspicios de la CIA, durante la guerra
afgano-soviética, para luchar contra los invasores soviéticos de Afganistán.
En 1979, y en respuesta a la invasión soviética de Afganistán en apoyo del
gobierno pro-comunista de Babrak Kamal, se emprendió "la mayor operación
encubierta de la historia de la CIA."
Con el apoyo activo de la CIA y del ISI (Servicio de Inteligencia Militar)
paquistaní, que querían transformar la 'jihad' afgana en una guerra global, de
todos los estados musulmanes contra la Unión Soviética, unos 35.000 musulmanes
radicales de 40 países islámicos se incorporaron a la lucha de Afganistán entre
1982 y 1992. Decenas de miles más llegaron a estudiar en las escuelas coránicas
de Pakistán. Finalmente había más de 100.000 musulmanes radicales /
fundamentalistas extranjeros bajo la influencia de la 'jihad' afgana. La "Jihad
Islámica" fue apoyada por los EEUU y Arabia Saudita con una parte importante del
dinero generado por el negocio de la droga en el "Cuerno de Oro / África":
En marzo de 1985, el presidente Reagan firmó la Directiva de Seguridad Nacional
166,. (que) autoriza(ba) un incremento de la ayuda militar encubierta a los
'mujahidin', y dejó claro que la guerra secreta en Afganistán tenía un nuevo
objetivo: derrotar a las tropas soviéticas en ese país mediante acciones
encubiertas para forzar así una retirada soviética. La nueva ayuda encubierta
comenzó con un aumento enorme del suministro de armas - un aumento sostenido
hasta las 65.000 toneladas hacia 1987, . así como una "incesante corriente" de
especialistas de la CIA y el Pentágono que viajaban al cuartel general secreto
del ISI paquistaní, en la carretera principal cerca de Rawalpindi, Paquistán.
Allí se reunían los especialistas de la CIA, con los oficiales de la
inteligencia militar paquistaní para ayudarlos a planificar las operaciones para
los rebeldes afganos.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA), utilizando los servicios de la
inteligencia militar de Paquistán (ISI), jugaron un papel clave en el
entrenamiento de los 'mujahidin'. A su vez, el entrenamiento de las guerrillas
financiado por la CIA se complementaba con la enseñanza del Islam.
Los temas predominantes eran: que el Islam era una ideología socio-política
completa, que el sagrado Islam estaba siendo violado por las tropas soviéticas
ateas, y que el pueblo islámico de Afganistán debía reafirmar su independencia
derrocando al régimen izquierdista afgano sostenido por Moscú.
EL APARATO DE INTELIGENCIA DE PAQUISTAN
El ISI paquistaní fue utilizado como "correveidile." El apoyo encubierto de la
CIA a la 'jihad' funcionaba indirectamente a través del ISI paquistaní, --por
ejemplo: la CIA no canalizaba su apoyo directamente a los 'mujahidin'. En otras
palabras, para que estas operaciones encubiertas "tuvieran éxito", Washington
tenía mucho cuidado para no revelar el objetivo último de los 'mujahidin', que
consistía en destruir a la Unión Soviética.
En palabras del miembro de la CIA Milton Beardman "No entrenábamos árabes". Sin
embargo, según Abdel Monan Saidali, del Centro Para Estudios Estratégicos de El
Cairo, Al-aram, bin Laden y "los árabes afganos" habían recibido "entrenamientos
de tipo muy sofisticados impartidos por la CIA".
Beardman confirmó al respecto que Osama bin Laden no era consciente del papel
que estaba jugando a favor de Washington. Según dijo bin Laden (citado por
Beardman): "ni yo, ni mis hermanos vimos pruebas de la ayuda americana."
Motivados por el nacionalismo y el fervor religioso, los guerreros islámicos no
eran conscientes de que estaban luchando contra el ejército Soviético en
beneficio del Tío Sam. Mientras se establecían contactos a los niveles más altos
de la jerarquía de la inteligencia, los líderes rebeldes islámicos en el teatro
de operaciones no tenían contacto con Washington o la CIA.
Con el apoyo de la CIA y el trasvase de inmensas cantidades de ayuda militar de
los EEUU, el ISI paquistaní se había desarrollado como una "estructura paralela
que ejercía un enorme poder sobre todos los aspectos del gobierno". El ISI un
complejo equipo compuesto por oficiales militares y de los servicios secretos,
burócratas, agentes encubiertos e informadores, se calcula que eran unos
150.000.
Mientras, las operaciones de la CIA también habían reforzado al régimen militar
paquistaní liderado por el general Zia Ul Haq:
"Las relaciones entre la CIA y el ISI (Servicio de Inteligencia Militar
paquistaní) se habían hecho cada vez más estrechas a partir del derrocamiento de
Bhutto por el (general) Zia y la llegada al poder del régimen militar," .
Durante la mayor parte de la guerra en Afganistán, Paquistán fue incluso más
agresivamente anti-soviético que los EEUU. Muy poco después de que el ejército
soviético invadiera Afganistán en 1980, Zia (ul Haq) envió a su jefe del ISI a
desestabilizar los estados soviéticos de Asia Central. La CIA sólo autorizó este
plan en 1984 ."la CIA fue más precavida que los paquistanís." Tanto Paquistán
como los Estados Unidos adoptaron una actitud de engaño con Afganistán, con una
postura pública de negociar un acuerdo mientras en privado acordaban que la
escalada militar era la mejor opción.
EL TRIANGULO DE LA DROGA DEL CUERNO DE ORO / AFRICA
La historia del negocio de la droga en Asia Central está íntimamente relacionada
con las operaciones encubiertas de la CIA. Antes dela guerra afgano-soviética,
la producción de opio en Afganistán y Paquistán iba dirigida a los pequeños
mercados locales. No había producción local de heroína. Con respecto a esto, el
estudio de Alfred McCoy confirma que en los dos años siguientes al comienzo de
la operación de la CIA en Afganistán, "los campos limítrofes entre Afganistán y
Paquistán se convirtieron en los mayores productores de heroína del mundo,
abasteciendo al 60 por ciento de la demanda de los EEUU. "En Paquistán la
población adicta a la heroína aumento desde casi cero en 1979 . a 1,2 millones
hacia 1985 - un aumento mucho mayor que el de cualquier otro país":
Los agentes de la CIA controlaban este tráfico de heroína. A medida que las
guerrillas de los 'mujahidin' iban conquistando territorio en Afganistán,
ordenaban a los campesinos que plantaran opio como impuesto revolucionario. Al
otro lado de la frontera, en Paquistán, los líderes afganos y sindicales
locales, bajo la protección del ala inteligencia paquistaní, ponían en marcha
centenares de laboratorios de heroína. Durante esta década de amplia lucha
contra el tráfico de drogas, la sede de la Agencia Contra la Droga (DEA) en
Islamabad no conseguía provocar arrestos o capturas importantes. Los
funcionarios norte-americanos se negaban a investigar los cargos por tráfico de
heroína contra sus aliados afganos "porque la política contra los narcóticos en
Afganistán estaba subordinada a la guerra contra la influencia soviética en el
país." En 1995, el anterior director de la CIA en la operación afgana, Charles
Cogan, admitió que la CIA había sacrificado la lucha contra la droga para llevar
adelante la Guerra Fría. "Nuestra misión principal era hacer el mayor daño
posible a los soviéticos. En realidad no teníamos ni los recursos ni el tiempo
suficiente para dedicarlo a la investigación del tráfico de drogas," . "No creo
que hayamos de disculparnos por ello. Cada situación tiene su contrapartida.
Hubo un resultado negativo en cuanto a las drogas, sí. Pero el objetivo
principal se consiguió. Los soviéticos abandonaron Afganistán."
TRAS LA GUERRA FRIA
Al comienzo de la Guerra Fría, la región de Asia Central es estratégica por sus
extensas reservas de petróleo, sino que también produce las tres cuartas partes
del opio del mundo, esto representa un negocio de ingresos multi-billonarios
para las grandes corporaciones, las instituciones financieras, las agencias de
inteligencia y el crimen organizado. Los beneficios anuales del negocio de la
droga procedente del Cuerno de Oro (entre 100 y 200 billones de dólares)
representan aproximadamente un tercio del movimiento anual producido por los
narcóticos en el mundo, que es del orden de $500 billones, según las Naciones
Unidas.
Con la desintegración de la Unión Soviética, se produjo un nuevo y repentino
aumento en la producción de opio. (Según cálculos de la ONU, - y coincidiendo
con la intensificación de las sublevaciones armadas en las ex repúblicas
soviéticas-- la producción de opio en Afganistán en 1998-99 alcanzó la cifra
record de 4600 toneladas métricas. Los poderosos grupos de negocios de la ex
Unión Soviética, aliados con el crimen organizado, estaban compitiendo por el
control estratégico sobre las rutas de la heroína.
La extensa red del servicio de inteligencia militar paquistaní (ISI) no fue
desmantelada tras la Guerra Fría. La CIA continuó apoyando a la Jihad Islámica
fuera de Pakistán. Se pusieron en marcha nuevas iniciativas encubiertas en Asia
Central, el Cáucaso y los Balcanes. El aparato militar y de inteligencia de
Paquistán "sirvió esencialmente como catalizador para la desintegración de la
Unión Soviética y la aparición de seis nuevas repúblicas musulmanas en Asia
Central."
Entretanto, los misioneros islámicos de la secta Wahhabi de Arabia Saudita se
establecieron en las repúblicas musulmanas así como en la Federación Rusa
invadiendo las instituciones del Estado civil. A pesar de su ideología
anti-Americana, el fundamentalismo islámico estaba sirviendo destacadamente a
los intereses estratégicos de Washington en la antigua Unión Soviética.
Después de la retirada de las tropas soviéticas en 1989, la guerra civil en
Afganistán continuó con toda su virulencia. Los Talibanes eran apoyados por los
Deobandis paquistanís y su partido político, el Jamiat-ul Ulema-e-Islam (JUI) En
1993, el JUI entró en la coalición del gobierno de la Primera Ministra Bennazzir
Bhutto. Se establecieron entonces vínculos entre el JUI, el ejército y el ISI.
En 1995, con la caída del gobierno de Hezb-I-Islami Hektmatiar en Kabul, los
talibanes no sólo instauraron un gobierno islámico de línea dura, si no que
"entregaron el control de los campos de entrenamiento al JUI.
Y el JUI, con el apoyo del movimiento saudita Wahhabi, jugó un papel clave en el
reclutamiento de voluntarios para luchar en los Balcanes y en la antigua Unión
Soviética.
El Semanario Jane Defense confirma al respecto que "la mitad de la fuerza
talibán, tanto en hombres como en equipamiento, tuvo su origen en Paquistán bajo
la influencia del ISI."
De hecho, parece ser que tras la retirada soviética, los dos bandos de la
guerra civil afgana continuaron recibiendo apoyo a través del ISI paquistaní.
Dicho de otra forma, respaldados por la inteligencia militar paquistaní (ISI),
que a su vez estaba controlada por la CIA, el Estado Islámico Talibán estaba
sirviendo de manera importante a los intereses geopolíticos americanos. El
negocio de la droga del Cuerno de Oro también estaba siendo utilizado para
financiar y equipar al ejército bosnio musulmán (desde principios de los
noventa) y al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). Existen pruebas de que en
los últimos meses mercenarios mujahidin están luchando en las filas de los
terroristas del ELK en sus ataques en Macedonia.
Sin lugar a dudas esto explica por qué Washington ha cerrado los ojos ante el
reinado del terror impuesto por los talibán, incluyendo el flagrante
cercenamiento de los derechos de la mujer, la clausura de las escuelas para
niñas, el despido de las mujeres de las oficinas públicas y el estricto
cumplimiento de las leyes de castigo de la Sharia.
LA GUERRA EN CHECHENIA
Con respecto a Chechenia, los principales líderes rebeldes Shamil Basayev y Al
Khattab fueron entrenados y adoctrinados en los campos de Afganistán y
Paquistán financiados por la CIA. Según Yossef Bodansky, director del Grupo de
Trabajo sobre Terrorismo y Guerra No convencional del Congreso de los EEUU, la
guerra en Chechenia fue planificada una cumbre secreta de la HisbAllah
Internacional que tuvo lugar en 1996 en Mogadiscio, Somalia. A esa cumbre
asistieron Osama bin Laden y altos oficiales de la inteligencia iraní y
paquistaní. En este sentido, la participación del ISI paquistaní en Chechenia
"va mucho más allá de proporcionar a los chechenios armamento y experiencia: el
ISI y sus representantes radicales tienen en realidad la última palabra en esta
guerra."
El principal oleoducto ruso pasa a través de Chechenia y Daguestán. A pesar de
la superficial condena del terrorismo islámico por parte de Washington, los
beneficiarios indirectos de la guerra en Chechenia son los conglomerados de
empresas petrolíferas anglo-americanas que compiten por el control de los
recursos petrolíferos y de los oleoductos que salen de la cuenca del Mar Caspio.
Los dos ejércitos rebeldes chechenios más importantes (conducidos
respectivamente por el comandante Shamil Basayev y Emir Khattab), con una fuerza
aproximada de unos 35.000 hombres recibían el apoyo del ISI de Paquistán, que
también tuvo un papel clave en la organización y el entrenamiento del ejército
rebelde chechenio:
(En 1994), los servicios de inteligencia paquistanís organizaron el
adoctrinamiento islámico y el entrenamiento para la guerra de guerrillas de
Basayev y sus hombres de confianza en la provincia de Khost en Afganistán, en el
campo de Amir Muawia, este campo fue establecido a principios de los ochenta por
la CIA y el ISI y dirigido por el famoso señor de la guerra afgano Gulbuddin
Hekmatyar. En julio de 1994, después de graduarse en Amir Muawia, Basayev fue
enviado al campo de Markaz-i-Dawar en Paquistán para recibir entrenamiento en
tácticas avanzadas de guerrillas. En Paquistán, Basayev conoció a los más altos
oficiales militares y de inteligencia paquistanís: al Ministro de Defensa,
general Aftab Shahban Miran, al Ministro de Interior, general Naserullah Babar,
y al jefe de la sección del ISI a cargo de apoyar las causa islámicas, el
general Javed Ashraf, (todos ya retirados). Estas relaciones de alto nivel
pronto resultaron muy útiles a Basayev.
A partir de su período de entrenamiento adoctrinamiento, Basayev fue designado
para conducir el ataque contra las tropas de la federación rusa en la primera
guerra chechenia en 1995. Su organización también desarrolló extensos lazos con
los sindicatos del crimen en Moscú, así como con el crimen organizado albano y
con el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). En 1997-98, según el Servicio
Federal Ruso para la seguridad (FSB) "Los caudillos chechenios comenzaron a
comprar propiedades en Kosovo . mediante varias empresas inmobiliarias
registradas en Yugoslavia como tapadera."
La organización de Basayev ha estado involucrada en múltiples tinglados que
incluyen. Narcóticos, extracción ilegal y sabotaje a los oleoductos rusos,
secuestros, prostitución, tráfico de dólares falsos y contrabando de material
nuclear. (Ver el caso sobre el colapso financiero albanés provocado por los
préstamos especulativos. Junto al lavado extensivo del dinero de la droga, lo
recaudado en las diversas actividades ilícitas se canalizaba hacia el
reclutamiento de mercenarios y la adquisición de armamento).
Durante su entrenamiento en Afganistán, Shamil Basayev se relacionó con el
veterano comandante mujahidin "Al khattab", nacido en Arabia Saudita, quien
había luchado como voluntario en Afganistán. Muy pocos meses después del regreso
de Basayev a Grozny, Khattab fue invitado (comienzos de 1995) a establecer una
base en Chechenia para entrenar a los guerreros mujahidin. Según la BBC, el
destino de Khattab en Chechenia había sido " organizado por la Organización de
Auxilio Islámico, con sede en Arabia Saudita, esta organización religiosa
militante, que canalizaba fondos hacia Chechenia, fue fundada por las mezquitas
e individuos ricos.
CONCLUSIONES
Desde la época de la Guerra Fría, Washington ha estado apoyando conscientemente
a Osama bin Laden, mientras que, al mismo tiempo, lo incluía en la lista de "los
más buscados" del FBI, como el terrorista más destacado del mundo.
Mientras los mujahidin están atareados, luchando en la guerra de los EEUU en los
Balcanes y en la antigua Unión Soviética, el FBI -operando como Fuerza Policial
con base en los EEUU-- está librando una guerra doméstica contra el terrorismo,
operando en algunos aspectos de forma independiente de la CIA que -desde la
guerra afgano-soviética-ha apoyado al terrorismo internacional mediante sus
operaciones encubiertas.
En una cruel ironía, mientras se culpa a la "Jihad Islámica"-calificada por el
gobierno de Bus como "una amenaza para los EEUU"-por los ataques terroristas al
World Trade Centre y al Pentágono, estas mismas organizaciones islámicas
constituyen un instrumento clave para las operaciones de la inteligencia militar
de los EEUU en los Balcanes y en la antigua Unión Soviética.
Tras los ataques terroristas en Nueva York y Washington, debe prevalecer la
verdad para impedir que el gobierno de Bush con sus aliados de la OTAN se
embarque en una aventura militar que amenaza al futuro de la humanidad.