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Edición digital

Edición N° 42 - invierno 2006

Redes. Una apuesta contra la fragmentación

Por:
Marina Vezzetti
* (Datos sobre la autora)


INTRODUCCION Y FUNDAMENTACION DEL TRABAJO
Para actuar hoy en los sistemas así establecidos es necesario comprender y vivenciar esta nueva forma de actuación” 1

Tomaré a continuación algunas experiencias en redes intersectoriales que pude conocer desde la inserción a los equipos de trabajo en diferentes momentos de mi proceso de aprendizaje: en el Hospital, Centro de Salud y durante mi rotación libre el la Provincia de Jujuy.

Entre otras redes, elegí reflexionar en el presente trabajo sobre los ejemplos de articulación intersectorial, por un lado porque se consideran poco comunes y tuve el privilegio de conocer más de uno durante mi residencia. Por otra parte, porque participar de los intercambios y propuestas de acción propios de estos espacios, enriqueció mi experiencia de trabajo social institucional en salud permitiéndome acceder a una mirada y una intervención más integral y eficaz posible.

Así mismo, reseñar y difundir este tipo de experiencias aporta a la discusión sobre considerar la constitución de redes como instrumento y medio de participación social en el intento por reestablecer vínculos solidarios y espacios de intercambio que permitan reconstruir en parte y por partes, nuestra sociedad fragmentada.

Contextualizadas dentro de los procesos más amplios de fragmentación social, busco comprender en estas experiencias de redes intersectoriales, los procesos similares que describen, y que surgen como característicos de este tipo de estrategias, en relación a su origen y dinámica de interacción social.

OBJETIVO
Lograr una aproximación descriptiva y de análisis al trabajo en redes intersectoriales como estrategia de articulación, desde los procesos de organización que describen y la vivencia de los actores que participan.”

METODOLOGIA
Utilicé para el análisis, de proceso y cualitativo, los registros de crónicas de reuniones y entrevistas realizadas a los protagonistas de las experiencias. Así mismo, dado que los procesos estaban en todos los casos ya iniciados, fue necesaria una reconstrucción de la historia de cada red a partir de documentos institucionales y producciones teóricas previas.

CONTEXTUALIZACION: una realidad de necesidad y fragmentación
En términos sociológicos distintos autores definen la Nueva Cuestión Social como la problemática de la integración que se expresa en las relaciones sociales como la ruptura de las solidaridades, los lazos de contención familiar y comunitario producto del proceso de fragmentación social.

A partir de la aplicación de las políticas neoliberales de ajuste que desfinancian al sector público, comienza el retiro del Estado Social de su rol como garante de protección que asumía desde la aplicación del conjunto de las políticas públicas de asistencia y empleo.

Los procesos económicos de privatización, desregulación y mayor concentración impactan: en lo laboral, generando desempleo y precarización. Según Castel, el fin de la función del trabajo asalariado como gran integrador social, en tanto proveía de ingresos e identidad a la población, termina este proceso que se expresa en lo social con cada vez mayor empobrecimiento, vulnerabilidad y desafiliación.

La inequidad social se expresa en las diferentes situaciones de insuficiencia o falta de ingreso, y-o de vivienda, alimentos, educación, seguridad, recreación, etc. que afectan a vastos sectores de la población determinando negativamente sus niveles de salud en un sentido integral de la misma.

En relación también a la salud, los problemas de accesibilidad, por distancias, falta de recursos físicos, humanos y materiales, maltrato institucional, etc.; al dificultar el diagnóstico precoz y correcto control tratamiento de enfermedades, la atención maternoinfantil, etc., colocan a la población frente a un mayor riesgo de enfermar y morir por patologías reducibles. Las muertes evitables son nuevamente expresión de las desventajas económicas, sociales y culturales.

Frente a las dificultades de los estados nación y provinciales para dar respuestas desde sus instituciones a las necesidades, surgen desde la Sociedad Civil distintas propuestas asociativas de solución, actores sociales diversos, tanto gubernamentales como no gubernamentales, denominados como tercer sector.
La aparición de dichas propuestas comienzan a revertir en parte la escasa participación que ejerce la sociedad. Producto del descreimiento y desconfianza hacia la política partidaria y gubernamental y del disciplinamiento social, herencia de los procesos dictatoriales represivos que sufrió nuestro país, se fue conformado un perfil de ciudadanos pasivos o dependientes del quehacer político gubernamental.

La RED PUNA, una de las experiencias de articulación intersectorial que analizaré más adelante, está jurídicamente conformada como una Asociación Civil y opera en la región de la puna y quebrada jujeñas al norte del país. Actualmente reúne a 32 organizaciones locales o de base, en su mayoría comunidades campesinas indígenas, grupos/asociaciones de pequeños productores, artesanos y artesanas, jóvenes, etc.; y una ONG, la Asociación para la Promoción Integral (API); En conjunto desarrollan acciones de promoción social y productiva, la propuesta involucra aproximadamente a 1200 familias donde participan varones, mujeres y jóvenes.

La región, en términos socioeconómicos fue históricamente relegada en la distribución de riquezas nacionales, presentando una situación de pobreza estructural expresada en los más altos indicadores de pobreza del país y problemas sociales relacionados: elevados índices de mortalidad infantil y materna, desnutrición, alcoholismo, entre otras. Su población, como otras rurales del país, se encuentra aislada y con muy poco acceso a los escasos servicios sociales básicos de salud y educación.

La implementación de las políticas económicas de ajuste y la disminución del gasto público social impactaron directamente en las fuentes de empleo tradicionales (minas, ingenios) aumentando aún más el desempleo / subempleo y la oferta de los servicios públicos. En los mercados rurales regionales se sumaron además dificultades para la venta y obtención de un precio justo por los productos que se desarrollan en la zona (carnes, lanas, artesanías).

En las grandes ciudades, estos procesos de reestructuración social adquieren una configuración particular.

La segunda red intersectorial seleccionada para el análisis proviene del ámbito urbano. La RED DEL BAJO FLORES es un espacio de articulación de más de 20 instituciones gubernamentales, no gubernamentales y comunitarias en la que participan profesionales, vecinos y personas interesadas en la realidad de la zona: Hospital Piñero, Cesacs 19 y 20, Escuelas de Educación especial y de recuperación, Programa de Alfabetización, COOPA, CAF 3, Caref, CONNAF, Consejo de Derechos de Niños/as y Adolescentes, Caritas, Parroquia Iratí, Zonal 5, Programa Adolescente del Bajo Flores, Barrios en Juego, etc.

Opera en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires en el Barrio del Bajo Flores el cual comprende: la Villa 1.11.14, Barrios Illia 1 y 2, Rivadavia 1 y 2, Juan XXIII y zonas aledañas. La Red Promueve acciones para integrar las distintas políticas existentes en áreas como la salud, la alimentación, la vivienda, la educación, el trabajo, la niñez, la adolescencia, las personas con necesidades especiales, etc.

La parte sur de la ciudad se caracteriza por la existencia de grandes bolsones de pobreza en villas de emergencia y complejos habitacionales. La zona concentra más de la mitad de población que habita en villas del total de la Ciudad de y representa un 15% de la población total del Área Programática del Hospital Piñero. Surge en estas áreas respecto al resto de la CBA, los mayores porcentajes de población con NBI y/o por debajo de la línea de pobreza y niveles educativos por debajo del promedio de escolaridad. Sus habitantes residen en asentamientos urbanos de alto riesgo social, habitacional y ocupacional.
En relación al ingreso estos hogares se ubican por debajo de la línea de pobreza, contando en el mejor de los casos a algún tipo de subsidio al desempleo, accediendo mayormente al mercado informal de trabajo a empleos con características de gran precariedad y explotación.

La complejidad y heterogeneidad de las problemáticas sociales se expresa hoy especialmente en los servicios de salud por el incremento de las denominadas “enfermedades sociales”: TBC, VIH-SIDA, ETS, adicciones, violencia familiar y urbana, etc. Si bien es incorrecta su clasificación, dado que todos los procesos de salud y enfermedad son en su constitución sociales; ni resultan complematamente novedosas, se presentan hoy dia cronificadas y se muestran complejas para la intervención.

Las patologías de fin de siglo muestran la dificultad de sostener un límite sectorial. La articulación con los sectores de educación, justicia, acción social, entre otros resultan imprescindibles a la hora de definir una política eficiente y eficaz en salud” 2

Surge para el trabajo social, como al resto de las profesiones de los equipos de salud, el desafío de participar, simultáneamente al trabajo institucional, en espacios diferentes para lograr estrategias de intervención integrales que den respuesta a los problemas históricos como a los novedosos.

REDES EN SALUD
El enfoque de redes surge como estrategia de administración y gerenciamiento, luego que se dieran una serie de modificaciones en los paradigmas del pensamiento sobre del funcionamiento de los sistemas sociales.

Entre esos cambios Dabas/Perrone describen un pasaje:

  • desde un pensamiento lineal hacia uno complejo, que introduce una racionalidad diferente: “abre la inclusión de la historicidad, el valor de los afectos, de las percepciones” 3 .

  • de concepciones jerárquicas centralizadas a heterárquicas donde coexisten jerarquías distintas sucesivas y simultáneas. El saber, y poder que supone, tampoco se ubican ya solo en la cúspide “…las singularidades no son las partes que se suman para tener un todo sino que también construyen significaciones en su interacción” 4

  • a pensar los sistemas sociales como relaciones autoorganizadas como la “…capacidad de los sistemas para modificar sus estructuras cuando se producen cambios en el medio, logrando un mayor nivel de complejidad y potenciando sus posibilidades de supervivencia. Dichos cambios mantienen tanto la estabilidad lograda como el desarrollo de modalidades organizacionales novedosas.” 5

Los sistemas de salud experimentan, a partir de la definición internacional de las estrategias de APS y Promoción de la Salud, cambios en la organización institucional y orientación de sus servicios. Pasan de una lógica de estructuración jerárquica/centralizada hacia una descentralizada (relocalización territorial de los servicios) 6, y en red.

En nuestro país, la Ciudad de Buenos Aires adopta la modalidad de redes como prioritarias incluyéndola en la legislación vigente. En la Ley Básica de Salud Nº: 153/99 siete de sus artículos (objetivos, organización que se da el subsector estatal y funciones de las autoridades de aplicación, etc.) refieren a un modo organizacional del sistema en niveles de atención con la constitución de redes para su gestión operativa.

La Atención Primaria incluye una organización en redes para efectivizar, definiendo mecanismos de encuentro, diálogo y acción común, la participación y la acción intersectorial como trabajo coordinado entre los distintos sectores sociales.

El objetivo de promover la participación es obtener niveles crecientes de efectividad en la provisión de servicios desde el sistema pero también autonomía de las personas de la comunidad, para que dejen de ser objeto de atención y se conviertan en actores que conocen, participan y toman decisiones sobre su propia vida. Lo anterior supone la incorporación también del concepto de empoderamiento. 7

En tanto reconozca a los usuarios como sujetos de derechos y favorezca el ejercicio político de los mismos, el campo de la salud puede considerarse Espacio de Ciudadanía al promover en ellos identidad, conciencia de derechos, responsabilidad de deberes, respeto a las diferencias y participación activa para la construcción del bienestar colectivo y de una democracia real.

Podemos pensar entonces el ejercicio de los derechos sociales en términos de poder y recursos. Poder, para adoptar decisiones informadas sobre la propia vida. Recursos para llevar adelante tales decisiones de manera segura y efectiva, a través del igual acceso a la información y a los servicios y recursos adecuados.

Como garantía de derecho a la salud y al conjunto de los derechos sociales, la intervención desde el Trabajo Social debe promover la participación de la comunidad y facilitar su accesibilidad a los servicios y recursos existentes.

Una estrategia posible es impulsar la creación o, si existen, incluirnos activamente y con compromiso en redes intersectoriales.

Poner en funcionamiento redes intersectoriales aparece como uno de los niveles más complejos de alcanzar pero también como uno de los de mayor proyección al momento de considerar su impacto en tanto contribuye al fortalecimiento de la Sociedad Civil.

Las personas, al formar parte de las gestión pública y actuar al mismo tiempo desde el lugar de ciudadanos y/o como integrantes de asociaciones de profesionales, gremiales y comunitarias; promueven el desarrollo de la trama social desde su propio accionar. Esto genera no sólo un campo de participación sino de asunción de responsabilidades” 8

ORIGEN Y CONSOLIDACIÓN DE DOS PROPUESTAS DE RED INTERSECTORIAL
La red, al tiempo que metáfora opuesta a la organización jerárquica piramidal, es resultado de una estrategia y constituye una modalidad organizativa y de gestión. Valora la heterogeneidad porque en el intercambio entre lo diverso se enriquece.

Busca alcanzar, por complementariedad y colaboración, una mayor capacidad resolutiva aumentando así la eficacia. Genera para lo cual vínculos de articulación e intercambio entre instituciones y/o personas que deciden asociar voluntariamente sus esfuerzos, experiencias y conocimientos para el logro de fines comunes. Dichos vínculos proveen a las relaciones que se establecen de ciertas características dominantes: espontaneidad, apertura, horizontalidad, fluidez y flexibilidad.

La finalidad, expresada en objetivos de la tarea común, permite establecen acuerdos normativos entre quienes la integran sobre los límites y dimensiones de la red.

Es un sistema abierto, multicéntrico, que a través de un intercambio dinámico entre los integrantes de un colectivo y con integrantes de otros colectivos, permite la potencialización de los recursos que poseen y la creación de alternativas novedosas para la resolución de problemas o la satisfacción de necesidades”. 9

Retomando la contextualización realizada en apartados anteriores sobre los procesos de fragmentación, coincide el comienzo del análisis y de las experiencia a partir de una realidad de carencia y aislamiento.

En el inicio de las experiencias reseñadas está la identificación de problemas comunes, frente a las necesidades de una población que se comparte y la irresolución de las mismas en el trabajo por separado de cada Institución/organización.

Con el proceso de consolidación de los vínculos que promueve la estrategia en red se acercan distancias físicas concretas producto por ejemplo, de la dispersión de las comunidades a lo largo de la región de la puna y quebrada jujeña, límite para la movilidad en términos de tiempo y costos; o aquellas que resultan de la compartimentación de la tarea institucional.
En el Bajo Flores las familias circulaban por los distintos servicios relatando cada vez su problemática, generándose intervenciones aisladas que fragmentaban la situación familiar sin poder resolver de hecho sus necesidades.

En ambos casos la primera convocatoria tiene como objeto intercambiar características y sensaciones sobre la realidad adversa que se comparte de lo cual surge, por un lado, la consideración de estar desarrollando acciones superpuestas que desaprovechan recursos escasos. Por otra parte, surge la necesidad de aunar esfuerzos en principio para la realización colectiva de un diagnóstico.

Dabas señala que, si bien existen recursos metodológicos para implementar un trabajo en red las mejores intervenciones se producen cuando se descubre y apela a vínculos y articulaciones preexistentes.

Nosotros decimos: La Red del Bajo Flores ya existía, lo nuevo fue darle una organización que potenciara su eficacia”

Previo a la constitución de la RED DEL BAJO FLORES existían microrredes de trabajo interinstitucional entre profesionales que se comunicaban periódicamente por el seguimiento conjunto de situaciones. En estas conversaciones surgían también percepciones sobre la complejización de las problemáticas que enfrentaban las familias del barrio y la sensación de soledad en el intento cotidiano de dar algún tipo de respuesta a las nuevas demandas.
El servicio social del Cesac 19 pudo leer esta necesidad que circulaba y convoca en el año 1998 a representantes de instituciones de la comunidad en los salones cedidos por la Parroquia San Saturnino. Uno de los primeros acuerdos fue la elaboración de un diagnóstico: a partir del análisis de los motivos de consulta que cada profesional recepcionaba en su institución, se realizó un listado de problemas que fueron luego jerarquizados.

Frente a la ausencia de políticas para el desarrollo sustentable y la consideración de la región de la puna y quebrada jujeña sólo como objeto de políticas asistencialitas, surge la RED PUNA a raíz de una convocatoria de organismos técnicos nacionales y ONGs de promoción productiva y social que venían trabajando en la región.

Dichas organizaciones mantenían alguna comunicación pero trabajaban mayormente en forma aislada. En noviembre de 1996 se reúnen en Humahuaca para compartir y discutir experiencias y dificultades en el trabajo en vistas de acceder a un diagnóstico de situación.

Los sistemas que surgen del trabajo en red se encuentran definidos por una finalidad explícita. Luego o durante la etapa diagnóstica, al tiempo que se delinean acciones para enfrentar necesidades inmediatas, se establecen los objetivos que irán instituyendo a cada red como tal.

En sus inicios la RED PUNA orienta sus acciones principalmente al fortalecimiento de la producción en vistas de garantizar el consumo básico de las familias.

Buscamos maximizar resultados, redistribuir equitativamente por lo menos en los productivo” , “Queríamos dejar de sobrevivir”

Su documento fundacional define un proyecto de desarrollo local territorial desde el cual intentar revertir la situación de pobreza y exclusión de la región estableciendo como objetivos: la organización de los productores, la investigación técnico productiva y social, la inserción en el mercado, la capacitación adecuada para los pobladores de la puna; resguardando la identidad cultural de las comunidades. Se busca explícitamente revertir la postergación social histórica de la región y la desvalorización de la cultura de las comunidades indígenas.

En el inicio los profesionales que se reunían en la RED del BAJO FLORES buscaban optimizar sus recursos e información en pos de mejorar la atención a las familias. A partir de la gestión conjunta de nuevos recursos se logra consensuar y plasmar en una carta de intención el propósito último de sus acciones: la defensa de derechos desde aporte al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes del Bajo Flores a partir de la participación en la elaboración de políticas sociales en beneficio de la zona, para lo cual definen como objetivos: la coordinación de acciones y recursos institucionales y la elevación de diagnósticos y propuestas a las autoridades correspondientes.

Formalizar la constitución de la Red del Bajo Flores no fue encontrar una estructura visible sino su potencialidad. Se busca el cambio, procurando viabilizar iniciativas y propuestas entre quienes la integramos”

Clarificados los objetivos de inicio surge en ambas experiencias, que hasta el momento reunían a técnicos y profesionales, la necesidad de convocar a la propuesta a la Comunidad.

Consecuencia de la definición del objetivo de defensa de derechos se produce la incorporación de las organizaciones de base, principalmente comedores, a la RED del BAJO FLORES entendiéndose que no deben ser excluidos en el diseño de las estrategias los sujetos cuyos derechos son vulnerados.

Pensar juntos una distribución más justa y equitativa de derechos. No implica representar ni suplantar a la población sino acompañar y fortalecer su participación”

Si los pibes no pueden sumarse a este reclamo es solo letra muerta”

Durante el diagnóstico en la RED PUNA, técnicos y campesinos de las comunidades con los que trabajaban desde las organizaciones de base a las que pertenecían, identifican en conjunto los recursos con los que contaba el territorio. Entre los recursos se contemplaban los culturales, naturales, humanos, económicos y financieros.

Es principio del enfoque de redes establecer relaciones democráticas a partir de la promoción y constitución de vínculos horizontales y flexibles entre pares. El espacio de participación y decisión en ambas redes es la reunión o Asamblea, donde las discusiones tienen una dinámica participativa y las decisiones resultan del consenso.

La RED del BAJO FLORES se reúne los terceros miércoles de cada mes para trabajar sobre un orden del día armado entre todos los que asisten. La reunión se configura como espacio:

  • De socialización e intercambio de recursos, información y estrategias de intervención.

  • De discusión sobre problemáticas para acordar luego tipo de datos a recabar, redacción y presentación a las autoridades de informes diagnósticos para sustentar los pedidos por más recursos.

Estos vínculos, establecidos entre profesionales desde instituciones en puntos concretos de la tarea asistencial, con los encuentros en la red se profundizaron en el conocimiento mutuo, permitiendo expresar, cada uno para sí y frente a otros, los límites y posibilidades para la tarea que define lo institucional. Este conocerse/reconocerse fueron los pasos previos según Rovere para lograr luego la cooperación. El intercambio permite así llegar a acuerdos operativos que además generan compromisos de referencia y solidaridad.

Con el crecimiento la RED PUNA, al aumentar el número de:

  • organizaciones, de tener 5 en su inicio a más de 30 a la fecha

  • proyectos sociales, culturales y productivos financiados, planificados, ejecutados y evaluados.

Fue creando una compleja estructura de organización, participación y decisión.

Las organizaciones que la conforman están agrupadas en 5 micro redes territoriales: Norte, Sur, Centro, y Oeste en la Puna y de de Quebrada. Delegados/as de las organizaciones locales conforman una mesa por región: la reunión mensual de microrred. También se reúne periódicamente la Coordinación General, integrada por 2 representantes de cada área y 2 de cada microrred, quien convoca trimestralmente a Asamblea General. Una vez al año, en la Asamblea Ampliada, se reúne el total de la Organización. En los últimos tiempos se crea la Dirección Ejecutiva formada por 5 miembros elegidos de la Coordinación General y que asume la representación de la organización.

Se dan formas de reorganización interna frente a la diversificación de la tarea y la subdivisión en áreas o comisiones de trabajo relacionadas con los problemas identificados y los objetivos de promoción fijados por cada Red.

Producto del crecimiento antes mencionado, La RED PUNA adopta una organización en Áreas Temáticas: Gestión y Administración, Producción y Comercialización, Género, Comunicación, Formación, Tierras y Jóvenes. Las Áreas están integradas por representantes de las microrredes, dirigentes, integrantes de las comunidades y técnicos profesionales de diversas disciplinas como agronomía, veterinaria, psicología, educación, antropología, trabajo social, que conforman los equipos y se reúnen periódicamente.

Buscando incrementar el impacto de las gestiones realizadas para resolver situaciones que requerían una resolución inmediata, la RED del BAJO FLORES se subdivide en equipos de trabajo para ganar mayor operatividad. Los equipos de salud, educación, discapacidad; se dan internamente un encuadre de funcionamiento y llevan el producto de la discusión y propuestas de proyectos a la reunión general donde se establecen las prioridades sobre el accionar de la red.

Ambas Redes, como sistemas abiertos caracterizados por la voluntariedad para la participación, experimentan permanentemente incorporaciones, retiros o interrupciones temporales de organizaciones/instituciones.

Algunos organismos u organizaciones que participaron en partes importantes del proceso de la RED PUNA se retiraron luego por distintas razones: diferencias en los enfoques o modalidades de acción, existencia de fuertes personalismos o porque simplemente finalizaron sus proyectos en la zona.

La participación voluntaria a la RED del BAJO FLORES se relaciona la mayor de las veces con el interés personal de cada profesional, que no necesariamente cuentan con el respaldo para este tipo de tarea desde las instituciones que representan. En el tiempo y por la propia dinámica de los contratos de trabajo, algunos profesionales dejan de participar y con ellos se interrumpe la representatividad de dichas instituciones lo cual es considerado un problema.

La intersectorialidad pierde un sector”

Además de admitir el ingreso y el egreso de las singularidades que la componen, Dabas considera también la apertura de las redes por la posibilidad de cambios que estas brindan en las funciones que dichas singularidades desempeñan.

En la RED PUNA los cargos de representación de los dirigentes por microrred y por área de trabajo son renovables por consenso con el objeto de producir una rotación de todos o cuando la evaluación del desempeño es evaluada negativamente.

Últimamente cualquiera es bueno para cubrir cualquier espacio…pero que no quede”

Considerado como parte del trabajo que permite la consolidación y el sostenimiento del espacio en relación a la responsabilidad asumida y apropiación de la propuesta colectiva, se refuerza a menudo la importancia de rotar entre los distintos integrantes las tareas de convocatoria, coordinación y confección de crónica de cada reunión mensual de la RED del BAJO FLORES, como así también de los insumos para las presentaciones conjuntas como la sistematización de datos recabados entre todos o la redacción final de las notas.

Si bien como se mencionó las redes se constituyen “sistemas abiertos”, en ambas experiencias se generan criterios internos de admisión tendientes a preservar el espíritu de cada Red.

El criterio para admitir a una organización local en la RED PUNA, invitada por la respectiva microrred de la región, es el reconocimiento que tenga en la comunidad, en términos de respeto y adhesión a un núcleo de reinvindicaciones que generan además identidad.

Son cuestiones reinvindicativas que encaramos juntos: tierra, forma de vida y de trabajo… Pasa de lo individual a lo comunitario y de ahí a la organización”

La aparición de organizaciones e instituciones con perfil clientelista o con un neto sesgo de control social trajo confrontación y discusión al interior de la RED del BAJO FLORES acerca de permitir o no su admisión. Si bien no se les niega el ingreso, a partir de la clara comunicación de objetivos y formas de acción fueron dejando de asistir a las reuniones.

Además de responder a los problemas de la coyuntura, las redes buscan trascender la necesidad inmediata a partir de la orientación de estrategias que involucren procesos de mediano y largo plazo.

En la RED PUNA a partir de una primera experiencia ligada más a lo productivo, se generaron nuevos procesos de organización y la redefinición del objetivo de capacitación además de técnica en, formación política en vistas de conformarse como actor de transformación colectivo.
Las propuestas de capacitación, tanto desde su escuela de formación de dirigentes como en el trabajo desde sus cooperativas, buscan trascender la realización de talleres aislados promoviendo la conformación de equipos locales que queden con capacidades instaladas para continuar con la formación/producción al interior de sus organizaciones. Por lo anterior se considera fundamental la participación de quienes se capacitan en la discusión de contenidos, metodologías y elaboración de los materiales de apoyo.

Que los ejercicios que propongamos estén orientados a la realidad de la red o de las organizaciones. Que el objeto de estudio sea la red para ponerle cabeza…es lo común que nos une a todos.”

Este objetivo de trascendencia para quienes integran la RED del BAJO FLORES es interpretado como la continuidad del compromiso para con la tarea colectiva de discusión reflexiva y crítica de la realidad social e institucional y la elaboración de proyectos para superar las respuestas de carácter paliativo obteniendo cada vez mayor poder de negociación..

Pensar algún nivel de trabajo que trascienda el ámbito del campo de nuestra institución”

El efecto de la red intersectorial es la creación permanente de respuestas novedosas y, lo que es más importante, de forma solidaria y autogestiva.

A lo largo de estos años de trabajo conjunto ambas redes han sumado logros concretos que reforzaron su identidad e ideario compartido.

La RED del BAJO FLORES ha iniciado un gran número de gestiones conjuntas con resoluciones positivas para la comunidad en salud (demanda por mayora cantidad de recursos humanos para la atención pediátrica, ampliación de los Cesacs), educación (aumento de la oferta de vacantes para jardines y primaria), identidad (gratuidad en la tramitación de documentación para extranjeros), etc.

La RED PUNA, delinea, desarrolla y sostiene una Política de Desarrollo Integral que contempla:

  • La Producción Sustentable, a partir de la mejora en los sistemas de producción, se basa el aumento de la productividad. Competitividad y cuidado del medio ambiente, con especial énfasis en la lucha contra la desertificación.

  • La Comercialización, de los 3 tipos de producción de la zona: frutihortícola, artesanal y ganadera.

  • La Formación, frente a las demandas de capacitación se crea una escuela de formación y capacitación que acompaña el desarrollo organizativo, social y productivo de las comunidades.

  • La Comunicación, en vistas a garantizar la circulación de la información y dar visibilidad a las acciones de la organización.

Además se conforma y consolida como organización campesina indígena.

Las organizaciones campesinas que integran la RED PUNA son descendientes Kollas, grupo étnico con fuerte resistencia cultural que conserva saberes y costumbres ancestrales y una particular cosmovisión del mundo. Reinvindican el respeto por sus orígenes y valoran la utilidad de su sabiduría en cada práctica de su vida cotidiana.

Volver a lo que tiene que ver con nuestra identidad, para que no se pierda, volcarlo a los jóvenes”

A lo largo del proceso de organización de la red reeditan esta identidad de pertenencia cultural y comunitaria en términos de trabajo colectivo, organización, vínculos de confianza y solidaridad.

Uno trabajando solo se siente un poco más corto”

La red no es un ente que da un servicio, es la misma red, la misma gente”

La RED PUNA supera así la propuesta de la red intersectorial como estrategia de articulación entre técnicos. Este componente étnico provee al proyecto inicial de desarrollo local de una fuerte de cohesión colectiva de reinvindicación cultural que termina por consolidar la constitución de una organización social campesina indígena.

Nosotros justificamos este nombre indígena como nativos, nato, propio del lugar; de esta tierra la Argentina, y de esta organización. Como nuestros antepasados hace 500 años, nosotros seguimos festejando igual”

En el bajo flores en cambio un proceso similar parece difícil de conseguir. En el barrio, conviven argentinos e inmigrantes en su mayoría bolivianos, peruanos y en menor medida, paraguayos, chilenos y uruguayos. Estos distintos grupos, si bien mantienen vínculos y prácticas como colectividades, se encuentran escasamente integrados entre sí. Así mismo, dada la realidad de extrema pobreza que enfrentan todos, la lucha cotidiana por la supervivencia deja poco resto de tiempo y energías para la participación. Así y todo algunos continúan.

En función a estos logros y su crecimiento en número, ambas redes cobran credibilidad e importancia, peso y poder como colectivo de acción y de denuncia. Se proponen acciones directas para cobrar visibilidad de los objetivos que se persiguen para llamar a quienes coincidan a la participación.

La RED del BAJO FLORES fue adquiriendo experiencia y notoriedad por el contacto con otras redes de mayor trayectoria. A partir de es momento comienza a convocar directamente a sus reuniones mensuales a los funcionarios responsables de los recursos que demanda buscando generar compromisos personales.

Así mismo casi toda nueva institución que se abre o programa que se inicia en el barrio, busca conectarse y presentarse a la red o es convocada para hacerlo.

En la última Asamblea Ampliada de la RED PUNA se definen dos tipos de acciones: La primera marchar por la Ciudad de Humahuaca con carteles en los que consten las consignas de la Organización.

Que salga, que reluzca lo que hacemos”,

Además de pedir, mostrar que ya hemos conseguido algo”

La segunda, el armado de un documento a elevar a las autoridades provinciales que incluía las situaciones que denuncia y los recursos que exige la red: entrega de los títulos de propiedad de las tierras de las comunidades indígenas, realización de estudios hídricos y obras de infraestructura para la mejora del abastecimiento de agua en las comunidades, creación de fondos de créditos para los campesinos, becas de estudio, mayor cantidad de profesionales de la salud en los hospitales y puestos de salud, mayor frecuencia de las giras médicas y equipamiento de comunicación para urgencias en los puestos de las comunidades.

Aquellos que participan de la propuesta colectiva en red, se enriquecen por la presencia de saberes y conocimientos diversos. Integrándolos, los convierten en capital social para sí y a favor de los procesos de organización.

En las asambleas de la RED PUNA se integran elementos de ritualidad, denominados “mística” que fortalecen el sentimiento de colectivo, con otras metodologías técnicas, como el FODA y el Árbol de Problemas, realizadas luego para el trabajo de reflexión y decisión.

La dinámica de discusión en la RED del BAJO FLORES, al estar conformada interdisciplinariamente y por instituciones diversas que aportan su visión, permite pensar las acciones/intervenciones desde una mirada integral y contextualizada de las problemáticas.

Intentar armar algo en estos dos planos, por un lado desde lo micro y por otro desde lo macro, tiene que ser permanente esta mirada”

La eficacia del trabajo intersectorial en red se potencia con actores comprometidos y conscientes de la importancia de su accionar en la red

Constituida la organización campesina, asumen la coordinación ejecutiva del proyecto que iniciaran los técnicos los reales protagonistas del proceso por decisión de todos. Se mantiene de igual modo la participación de profesionales de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales comprometidos con el movimiento.

El compartir territorialidad y familias y el armado de estrategias colectivas que superaron el plano individual de reclamo de cada profesional desde su institución, siguen generando sentimientos de pertenencia y responsabilidad entre los profesionales que participan en la RED del BAJO FLORES.

Esto se da aún cuando se detectaron obstáculos en el trabajo. Por un lado, la falta de reconocimiento de las propias instituciones a las que pertenecen los profesionales. Por otro, reconocer que la red estuvo atenta y abocada mayormente a los problemas de la coyuntura consiguiendo recursos que, una vez obtenidos ya resultan escasos.

Sin embargo el balance sigue siendo positivo, por la continuidad de las reuniones y gestiones y por el perfil de personas que convoca:

Se incorporan personas deseosas de participar activamente y no simplemente de acatar decisiones de otros”

Las discusiones y acuerdos que genera la dinámica en red, sin contradecir directamente las regulaciones formales/burocráticas de las instituciones/organizaciones a las que puedan pertenecer los integrantes, introducen lentamente cambios en su concepción y funcionamiento.

Aún establecidas hace años las estrategias de Atención Primaria y de redes, continúa como modelo dominante en el Hospital la consulta individual por patología desde el consultorio o la internación, desconociendo todo otro tipo de prácticas preventivas y de atención que se desarrollan “puertas afuera”.

Durante los últimos años la RED del BAJO FLORES define la situación de los adolescentes en relación a las drogas y la muerte como tema prioritario sobre el que trabajar. Una vez más el interés surge de la gran preocupación y las dificultades de abordarlo de manera individual en la consulta desde cada institución.

En el intento por mantener el espacio físico donde funcionaba anteriormente el Cesac 19 bajo órbita de salud para realizar allí actividades preventivas y de capacitación con referentes barriales y familiares y allegados de consumidores de drogas, se redacta a las autoridades una carta de pedido.

La carta visibiliza aquel otro tipo de trabajo incorporando en su fundamentación conceptos que revalorizan la AP como estrategia.

“ … en la necesidad de dar continuidad a las acciones preventivas de salud ya iniciadas tales como la formación de promotores de salud, reuniones de articulación con comedores comunitarios dentro del programa de riesgo nutricional, capacitación del personal de los Cesacs en problemáticas de drogas, tareas preventivas en prevención de adicciones, etc.

Incluyendo también aspectos que hacen a lo simbólico, a la identidad del barrio y su participación activa para ampliar el acceso a la atención de su salud.

Teniendo en cuenta la representación del barrio, que ha participado activamente en la gestión, acondicionamiento y ampliación del mismo, el espacio físico se constituye en facilitador de la tarea de prevención… manteniendo la presencia del sistema de salud al interior del barrio”

CONCLUSIONES
La red permite como estrategia de articulación, una acción coordinada desde una vinculación organizada. Promueve para lo cual de participación auténtica y comprometida, que genera cambios entre quienes participan y en su entorno.

Mi experiencia en la participación de grupos y equipos de trabajo que optaron por una articulación/vinculación en red intersectorial, me permitió desde el intercambio con otros:

  • posicionarme para comprender y actuar mi práctica profesional desde una mirada integral y contextualizada, abierta a la complejidad de los múltiples procesos involucrados en las situaciones de las familias y grupos con los que trabajamos.

  • descentrarme de lo institucional para reconocer con otros los límites que algunas estructuras definen para nuestro trabajo pero también para encontrar creativamente y en conjunto posibles soluciones que abran de a poco un camino hacia el cambio.

  • probar nuevas formas de relaciones y funcionamiento basadas en el compromiso y la participación.

Pensar nuevos trabajos en red supone el sano ejercicio de sensibilizar nuestra mirada para descubrir la potencialidad de vínculos y relaciones que nos anteceden donde el desafío no es generar uno sino promover aquello que ya existe.

Resulta prioritario lograr el apoyo de las autoridades de las instituciones a las que pertenecemos para la constitución de redes intersectoriales y su respaldo a las propuestas que de ellas resultan.

BIBLIOGRAFIA

  • Redes en salud” Elina Dabas y Nestor Perrone. Patrocinado por FUNDER, Noviembre 1999

  • Redes en Salud” Rovere Mario. Trascripción de la conferencia del autor en el 6to. Congreso “La salud en el Municipio de Rosario” Abril, 1997.

  • Emergencia y consolidación de una organización de base territorial: la Red Puna” Graciela Pelicano y Osvaldo de la Cuétara. Instituto de Filosofía y Letras UBA, 2005

  • Una mirada en red desde las instituciones que trabajan en el Bajo Flores” Lic. Delgado, Dias, de Biasi, Gargiuolo, Sosa y Tranmar. Para las Jornadas Recuperando 10 años de trayectoria de la Residencia de Trabajo Social en Salud.


NOTAS

1 “Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999, pág. 5

2 “Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999, pág. 8

3 “Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999

4 idem, pág. 4

5 “Red de Redes” Dabas Elina, Las prácticas de la intervención en redes sociales, 1993

6 El sistema se organizó en niveles según prestación de servicios y capacidad resolutiva. Los centros de salud “puertas de entrada al sistema”, establecen comunicación con la población y canales de derivación hacia los niveles más complejos y especializados que son sus hospitales bases. Ambas instancias efectoras de salud deberán funcionar articuladamente, a fin de posibilitar una creciente accesibilidad de la población a la totalidad de la red asistencial sanitaria.

7 En un nivel individual refiere a la habilidad del individuo para tomar decisiones y tener control sobre su vida personal. El empoderamiento comunitario involucra a individuos que actúan colectivamente para ganar mayor influencia y control sobre los determinantes de la salud y la calidad de vida en su comunidad.

8 “Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999, pág. 21

9 “Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999, pág.



* Datos sobre la autora:
* Marina Vezzetti
Trabajadora Social. Residente de Tercer Año
Gobierno de La Ciudad de Buenos. Ministerio de Salud.
Residencias en Salud.

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