Tanto si hablamos de Nueva Economía como de economía
tradicional y aunque parezca apocalíptico, una auténtica
bomba de relojería puede hacer estallar al Mundo en
pedazos si no se piensa en replantear la distribución de
los recursos con que actualmente cuenta el Planeta.
Las
principales conclusiones del último libro de Susan
George, Informe Lugano, presentado esta semana en Madrid
por Intermón, son impactantes.
Ni la más imaginativa creación de Spielberg, Orwell o
Huxley, podrían soñar una película o novela de
ciencia-ficción con un argumento tan potente como el que
se extrae de la lectura de dicho Informe. La diferencia
es que el Informe Lugano describe la realidad.
Describir el caos desde la calma
Madrid, 27 de febrero de 2001, Círculo de Bellas Artes.
Aproximadamente las seis y media de la tarde, de una
tarde límpida que sorprende por un frío extremo y
sobrevenido. Vuelvo a encontrar a Susan, tras un año de
su intervención en el I Foro de la Fundación Emilio
Botín, "Propuestas para el SXXI" en la Residencia de
Estudiantes, y de nuevo tengo ante mí el extraño
privilegio de la sosegada paz que su presencia
transmite.
"Ha sido un periodo de duro trabajo, intenso; pero el
esfuerzo ha confirmado las dolorosas conclusiones y
tendencias con las que habitualmente trabajamos desde el
Observatorio de la Mundialización", comenta mientras
paseamos entre las obras de arte que descansan apoyadas
en las centenarias paredes del Círculo que favorecen una
inusual complicidad. Así, el retrato de una mujer afable
se refleja en su rostro mientras me habla de su familia,
del estilo arquitectónico del edificio o del encuentro
de Porto Alegre.
Aunar voces, despertar conciencias
No hay ápice de animadversión, de tendenciosidad, de
orquestación de caza de brujas o de cualquier otro
sentimiento destructivo contra los perversos amos que
gobiernan el mundo. No hay ambición en el gesto de esta
mujer que a sus 66 años, reparte su tiempo entre la
presidencia del Observatorio de la Mundialización, la
dirección del Transnational Institute de Amsterdam y la
vicepresidencia de Attac-Francia (propulsores entre
otros de la Tasa Tobin). Un currículo poblado de un
vasto paisaje de estudios y ensayos, en principio
contrasta con su humildad, la serenidad, la calma que
transmite. Sosiego que reina tras unas tremendas ganas
de denunciar que "hay algo que no marcha bien" en el
gobierno del Mundo.
Sí hay una urgencia por amplificar el sentir de aquellos
que no se encuentran en el lado próspero de la Tierra,
por aunar las voces de los que piensan que la
desigualdad, la exclusión, el SIDA o la hambruna mundial
no pueden obviarse por más tiempo. Voces que se escuchan
cada vez más en distintas partes de un Planeta enfermo
de mercantilización.
Un Mundo que contra su propio desarrollo defiende, "en
una lucha de todos contra todos", los valores reinantes
en una economía basada en el consumo, en una aceleración
constante y de un crecimiento de los mercados que no
puede ser viable por mucho más tiempo, pero que, sobre
todo, no debe acabar con otros valores, pues, según
Susan advierte: "es mucho lo que está en juego".
El duro oficio de fotografiar la realidad del Planeta
El Informe Lugano, o como reza el subtítulo, "Sobre la
conservación del capitalismo en el SXXI", ha sido
escrito por Susan tal y como declaraba recientemente en
una entrevista al diario El País y como refleja el
epílogo del Informe, con la Intención de: "afligir a los
que se sienten confortados, aunque no pueda, claro,
confortar a los afligidos". Con ello Susan pretende
provocar una toma de conciencia sobre el futuro que nos
aguarda, un impulso para apostar por diferentes
opciones.
Y lo ha hecho revistiendo estos espeluznantes datos con
un traje de la novela confeccionada desde una óptica
sutil, desde una inteligente y fundada crítica. Así, la
autora propone una imaginativa fórmula que consiste en
situar al lector en la perspectiva de intentar conservar
la maquinaria que denomina de destrucción, es decir,
como si el hecho de preservar el capitalismo fuera el
objetivo del Informe. Paradoja.
Una modesta proposición del milenio
El libro analiza los problemas más candentes que afectan
al planeta, y ofrece "uno de los diagnósticos más
reveladores de las condiciones objetivas y subjetivas de
la situación del capitalismo y de sus perspectivas de
futuro", según el prólogo del Informe. "Son temas
imprescindibles para el análisis del nuevo desorden
mundial. Por ello, he sufrido muchos ataques a causa de
mis escritos", comenta Susan, "pero nadie se atreve a
rebatir las cifras o premisas de las que parto".
Informe Lugano es, como su autora confiesa, "una modesta
proposición de para un nuevo milenio. Una descripción de
cómo nuestro sistema actual es una máquina universal
para arrasar con el medio ambiente y para producir
perdedores con los que nadie tiene la más mínima idea de
qué hacer".
Sin palabras.