LUNES ¤ 26 ¤ FEBRERO ¤ 2001

¤ El gobierno federal asume el control ante las amenazas de muerte

Encomiendan a PFP la seguridad de zapatistas

¤ En las acciones no participará el Ejército para "evitar cualquier acto de provocación"

JESUS ARANDA

Ante las amenazas de muerte en contra del subcomandante Marcos recibidas días previos a la marcha -que presuntamente se cumplirían a su paso por Oaxaca-, el gobierno federal comisionó a la Policía Federal Preventiva (PFP) para que coordine la labor de las procuradurías estatales y las policías municipales para garantizar la seguridad de los zapatistas.

De acuerdo con fuentes oficiales, la amenaza fue extensiva a Rosario Ibarra de Piedra y Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, situación que obligó al gobierno de Vicente Fox Quesada a pasar de una seguridad "discreta" a otra en la que es evidente el uso de la fuerza pública, apoyada incluso por helicópteros.

Trascendió que los estados "más delicados" y en los que la autoridad pondrá especial atención serán Oaxaca (porque la amenaza en contra del subcomandante Marcos se cumpliría ahí), Querétaro (por las declaraciones del gobernador de la entidad) y Guerrero (en razón de los grupos armados que existen en esa entidad y que podrían buscar algún beneficio político).

Como parte del plan gubernamental para evitar cualquier problema que involucre al Ejército Mexicano, el gobierno de Vicente Fox resolvió no utilizar de manera alguna a militares en el operativo de seguridad de los marchistas, que pudiera derivar en un acto de provocación.

"Repliegue" militar

Prácticamente los soldados están "replegados" en sus posiciones, comentaron fuentes oficiales.

Respecto a la Policía Federal Preventiva, ésta comisionó a más de mil 600 elementos, quienes serán los responsables directos de garantizar la integridad de los marchistas, ello independientemente de la coordinación con autoridades locales. Por su lado, la Procuraduría General de la República también llamó a sus delegaciones estatales para que estén listas a auxiliar en caso necesario, además de que ordenó a los ministerios públicos de las zonas por las que pasará la marcha para que estén alertas.

Asimismo, el gobierno de Fox contrató a una serie de notarios públicos -quienes supervisarán la marcha de cerca- para que den fe de todo lo ocurrido y, sobre todo, de la actitud de las diferentes autoridades.

La encomienda, destacaron los informantes, es garantizar los lineamientos establecidos por el presidente Vicente Fox con relación al acto zapatista, que son: libertad absoluta de movimiento y expresión de los miembros del EZLN; determinar de inmediato qué autoridad sería la competente en caso de que acontezca un delito durante el trayecto de la marcha; tener un estricto control para evitar el uso de armas; evitar daños a instalaciones -sobre todo estratégicas.

Según las fuentes, el gobierno federal es el más interesado en garantizar la seguridad de los marchistas y hará todo lo que esté a su alcance para demostrar su buena voluntad.

Pura intuición

Rogelio Zárate Valtierra, quien advirtió sobre la posibilidad de un atentado en contra del subcomandante Marcos a su paso por Oaxaca, admitió que no tiene conocimiento de alguna amenaza en contra del dirigente zapatista, sino que "es sólo intuición".

Al rendir sus primeras declaraciones ante la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca, Zárate Valtierra destaca que durante una visita al Distrito Federal escuchó comentarios en el Metro y en distintos lugares públicos, "de personas para mí desconocidas", en el sentido de que Marcos y los zapatistas deben quitarse los pasamontañas y que el gobierno debe aplicar "mano dura" a este grupo.

"Estos y otros comentarios me hicieron pensar que existe una posibilidad real de que se atente contra la vida del subcomandante Marcos y de los zapatistas", asegura el declarante, quien manifiesta temer por su vida. "Ya trascendió en los medios de comunicación que alerté a Marcos, por ello las mismas personas que buscan desestabilizar a México pueden atentar contra mi vida y la de mi familia", razón por la que pidió la protección de las autoridades.

De 65 años, originario de San Luis Potosí, Zárate Valtierra detalló ante el Ministerio Público que tenía el proyecto de fundar el Partido Demócrata Universal, "en el que participarían todos los jóvenes de México, porque ellos no están viciados ni maleados".

A lo largo de su declaración insistió en calificarse como "muy intuitivo" y dijo que en su momento advirtió del atentado en contra de Luis Donaldo Colosio, y recordó que durante la toma de la UNAM por parte del CGH envió un telegrama al entonces presidente Ernesto Zedillo, pidiéndole que desalojara a los manifestantes del campus universitario. De acuerdo con Zárate Valtierra, cinco días después "Ernesto Zedillo actuó y sacó a los cegehacheros de la Universidad Nacional Autónoma de México".