Rigoberta Menchú llama a parar la guerra
Por: Fundación Rigoberta Menchú, publicado por ALAI, noticias
La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, ha condenado hoy la
decisión del Presidente de Estados Unidos, George W. Bush de declarar la
guerra contra Irak, calificándola de ser el anticipo de un genocidio
anunciado.
Luego de haber sumado su voz a la de millones de
manifestantes en varias capitales del mundo, de haber visitado decenas de
escuelas en los Estados Unidos, conversando con los jóvenes y niños de ese
país, y haber realizado múltiples gestiones personales ante diversos Jefes
de Estado, Rigoberta Menchú reclamó el respeto a la institucionalidad
multilateral y advirtió que cualquier declaratoria unilateral de
hostilidades constituye no sólo una violación flagrante a la legalidad
internacional sino también un crimen inaceptable contra el pueblo de Irak.
La Premio Nobel expresó también que la declaratoria de guerra
estadounidense es un atentado contra la humanidad, que se ha erigido hoy
como el único Poder Global que puede oponer sus armas morales para detener
los millones de bombas que están a punto de caer sobre los indefensos
niños, mujeres y todo el pueblo irakí.
Ésta es la guerra más
carente de sentido y legitimidad de cuantas recuerde la historia
contemporánea, no sólo porque todos los argumentos que pretenden
justificarla resultan risibles, sino porque se hace violando la ley y el
consenso democrático mayoritario de los pueblos y gobiernos del
mundo.
Los bombardeos con que ha iniciado su agresión a Irak, ponen
a los Estados Unidos y a sus más altos dignatarios de Estado en el
banquillo de los delincuentes internacionales. Las Naciones Unidas no sólo
deben defender su propio fuero, mancillado por la arbitrariedad y la
prepotencia del gobierno estadounidense, sino que deben tomar medidas
concretas para traducir la condena universal en una sanción moral y
política ejemplarizadora. Las Naciones Unidas no pueden volver a jugar el
penoso papel de bomberos al que los reduce la carrera sin retorno de los
errores del Sr. Bush.
Con la honradez de conciencia y la ética con
que los pueblos del mundo han vetado al dictador norteamericano, Rigoberta
Menchú llamó a no descansar hasta conseguir que el juicio de la historia
sancione su despotismo.
Finalmente, la líder indígena guatemalteca
hizo un llamado a los pueblos a mantener y fortalecer su unidad y
movilización para oponer al Nuevo Desorden Imperial un nuevo orden de
armonía, de entendimiento y respeto intercultural que se funde en la
sagrada dignidad de todas las personas y todos los pueblos; y a los
gobiernos democráticos del mundo, a mantener a esta tiranía en el
aislamiento político y diplomático que salvaguarde la vida e integridad
del planeta.
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