El caso de la guerra contra
Irak
Por: Noam Chomsky
La República de Uruguay, 20 de marzo de 2003
El Estado más poderoso en la historia ha proclamado que
intenta controlar el mundo por la fuerza, la dimensión en la cual éste es rey
supremo.
El presidente Bush y su cohorte evidentemente creen que el
significado de la violencia en sus manos es tan extraordinarioque ellos pueden
desechar con desdén a cualquiera que se atraviese en su camino.
Las
consecuencias pueden ser catastróficas en Irak y alrededor del mundo. Los
Estados Unidos pueden cosechar una andanada de retaliaciones terroristas y
escalar la posibilidad de un Armagedón nuclear.
¿Bush, Cheney, Rumsfield
y compañía están comprometidos con una ambición imperial, como lo dijo G. John
Ikenberry en el número de Foreign Affairs de setiembre/octubre? ¿Un mundo
unipolar en el cual los Estados Unidos no tienen un competidor a la par? y en el
cual ¿ningún Estado o coalición podrá nunca desafiarlo como líder global,
protector y coactor?
Esa ambición seguramente incluye un control mucho
más expandido sobre los recursos del Golfo Pérsico y de bases militares para
imponer su forma preferida de orden en la región.
Incluso antes de que
la administración empezara a batir los tambores de la guerra contra Irak,
estaban llenos de advertencias que las aventuras de los Estados Unidos llevarían
a la proliferación de armas de destrucción masiva, así como de terror, fuera por
disuasión o por venganza.
Actualmente Washington le está enseñando al
mundo una lección horrible y peligrosa: si usted se quiere defender de nosotros,
usted debe tener una buena mímica como la de Corea del Norte y poseer una
amenaza militar creíble. De otra manera nosotros lo demoleremos.
¿Hay
buenas razones para creer que una guerra contra Irak tiene esa intención, en
parte, para demostrar lo que se puede esperar cuando el imperio decide dar un
golpe? dado que guerra es difícilmente el término apropiado, dada la enorme
diferencia de fuerzas.
Una avalancha de propaganda advierte que si
nosotros no detenemos a Saddam Hussein hoy él nos destruirá mañana.
El
pasado octubre, cuando el Congreso le otorgó al Presidente la autoridad para ir
a la guerra, era para ¿defender la seguridad nacional de los Estados Unidos
contra las continuas amenazas poseídas por Irak?
Pero ninguno de los
países vecinos a Irak parece estar muy preocupado de Saddam, aunque muchos de
ellos puede odiar al tirano asesino.
Esto es quizás porque los vecinos
saben que el pueblo iraquí está apenas en el filo de la supervivencia. Irak se
ha convertido en uno de los países más débiles de la región. Tal como lo subraya
un informe de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, los gastos
iraquíes tanto económicos como militares son apenas una fracción de los de
algunos de sus vecinos, incluido Kuwait, que tiene apenas un 10% de la población
iraquí.
La verdad, en los últimos años, países cercanos han tratado de
reintegrar Irak a la región, incluidos Irán y Kuwait, ambos invadidos por Irak.
Saddam se benefició del apoyo de los Estados Unidos a lo largo de la
guerra con Irán y aún después, hasta el día en que invadió Kuwait. Esos
responsables están en buena parte de regreso al timón en Washington hoy.
Reagan y la anterior administración Bush le otorgaron ayuda a Saddam,
junto con el conocimiento para desarrollar armas de destrucción, y eso fue antes
cuando él era mucho más peligroso de lo que es ahora, y había cometido sus
peores crímenes, como asesinar a millares de kurdos con gas venenoso.
Un
final al régimen de Saddam le quitaría un enorme peso a la gente de Irak. Hay
buenas razones para creer que él sufriría el destino de Ceasescu y otros tiranos
viciosos si la sociedad iraquí no estuviera devastada por las duras sanciones
que forzan a la población a confiar en Saddam para sobrevivir mientras lo
fortalecen a él y su pandilla.
Saddam permanece como una terrible
amenaza para aquellos que están dentro de su alcance.
Hoy, su alcance no
se extiende más allá de sus propios dominios, aunque es probable que una
agresión de los Estados Unidos pudiera inspirar una nueva generación de
terroristas basados en la venganza, y podrían inducir a Irak a llevar a cabo
acciones terroristas que se sospechan que ya pueden estar listas.
El año
pasado una fuerza de tarea encabezada por Gary Hart y Warren Rudman preparó un
informe para el Consejo de Relaciones Internacionales ¿América - Still
Unprepared, Still in Danger? (¿América aún sin preparación, aún en peligro?).
Este previene de probables ataques terroristas que podrían ser mucho peores que
los del 9-11, inclusive con el uso de armas de destrucción masiva en este país,
peligro que se convierte ¿más urgente por los prospectos de los Estados Unidos
yendo a una guerra contra Irak?
Actualmente Saddam tiene toda razón para
mantener bajo estricto control cualquier arma química y biológica que Irak
pudiera tener. El no suministraría tales armas a los Osama bin Laden del mundo,
quienes representan una terrible amenaza inclusive para el mismo Saddam, tomando
distancia de la reacción que produciría si hubiera siquiera una insinuación de
que tal transacción mortal pudiera llevarse a cabo. *
* Noam Chomsky es
activista político, profesor de lingüística en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts, MIT, y autor del éxito de librería ¿9-11?
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