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7 piezas sueltas del rompecabezas mundial. EZLN
Tangos que fueron prohibidos por las Dictaduras Militares en Argentina
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"La inseguridad la sufren los pobres". Entrevista a Christopher E. Stone
Fin de siglo, crisis y salud mental en "nuestra América"
Citas de Groucho Marx
Estados Unidos, hoy
El sometimiento enferma.
Poesía
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FIN DE SIGLO, CRISIS Y SALUD MENTAL en "NUESTRA AMÉRICA"
Su manifestación y explicación crítico-histórica en los sub-niveles de integración humana


Por Dr. Guillermo C. Cohen-DeGovia
Psicólogo Clínico. Maestro en Salud Pública.
Conferencia Magistral durante el III Congreso Regional de Salud
Mental. 20 de Julio de 1996
Puebla, México

La crisis de las sociedades en que impera el modo capitalista de producción en su estadio neoliberal globalizador actual, se nos presenta como un inmenso pantano de miseria humana de donde surgen, palúdicas, miríadas de mercancías y la personalidad alienada como su forma y contenido elemental. Por eso, nuestra exposición presenta el resultado del trabajo e investigación en el campo de la salud - entendida esta como el proceso mismo de socialización, cuyo epítome es la humanización (1) - a partir del análisis de la personalidad alienada.

El primer lustro de este siglo inaugura dos Estados nuestroamericanos:

La República de Cuba en 1902 y la República de Panamá en 1903. Ambas historias libertarias expoliadas por el naciente imperio estadounidense mismo que ahora, en la cúspide del poder de un sistema económico mundial en crisis sólo le queda, al cierre de la época, el argumento de la violencia bélica para someterlas. Cien años de explotación no sólo de los recursos naturales sino de lo más importante; la unidad de sociedad, de cultura y de propósito "de pueblos que nacieron armados del pomo de la espada de Bolívar"(2) al sur y de Morelos al norte de nuestro continente no bastaron, como tampoco lo fueron trescientos al imperio español, para detentar a los hombres y mujeres nuevos de América; esta síntesis humana autóctona que, teniendo por tronco a los naturales, fue injertada por hombres provenientes de todos los pétalos de la rosa de los mares con un solo objetivo: la libertad, misma que ya estaba siendo encadenada por quienes, poco antes, la habían proclamado: "Los Estados Unidos parecen haber sido puestos por la fatalidad en el Nuevo Mundo para plagar a la América de miserias, en nombre de la libertad"(3). Así previó el genio, Bolívar, las coartadas que esgrimiría la ambición "gringa" y sentenció su condena.

La historia es conflicto y el conflicto es la crisis de la organización social impuesta por la sociedad dominante, en donde la cotidianeidad de los sometidos, estructurada por la uniformidad institucionalizada de las relaciones enajenantes y detentantes de sus miembros, es decir, la relación mercantil (burguesa) de comprador-vendedor elevada, en la crisis actual, a su expresión de usura: deudor-acreedor, porque ya no hay nada más para enajenar, condiciona características físicas y mentales que definimos como personalidad alienada: un modo de vida posesivo de conducta detentante, ventajoso, desconfiado, hostil, insensible e irreflexivo en donde el devenir y la variedad del real son percibidos sin origen ni historia, unidimensional, estereotipado obsesivamente en el éxito económico como único valor en la vida que "así es" y las "cosas" (incluyendo personas, animales y objetos) que "así son", por alguna voluntad poderosa delegada en el sistema y su encuentro con él es fragmentario, relacionándose solo con la parte que en ese momento le resulta de provecho, de utilidad, permaneciendo como un espectador más o menos remoto del resto(4) pero sufriendo, sin saber porqué, una permanente insatisfacción y angustia. Inversamente recíproca, la personalidad posesivamente alienada, cuando no puede detentar, adopta una conducta enajenante, de entrega, de sometimiento, posición desde la cual espera poseer por medio de la adulación al poderoso. En ambas conductas, la personalidad se empobrece y vacía como ser humano.

Este es el paisaje de la preocupación de todos los días en el sub-nivel societal de integración humana, que es el más amplio y el que modela a los subsiguientes que son en donde se manifiestan con mayor especificidad los síntomas de patología sociocultural y en el sub-nivel de la persona los psicopatológicos, que son manifestaciones exageradas, grotescas, como caricaturas, del modo de vida posesivo concentrado en cada estadio del desarrollo personal y que, debido a los años de continua crisis personal y social, obligan a cobrar conciencia de la alienación.

En este último encuadre, el del desarrollo de la persona, la Psicología Genérica ha aportado el conocimiento de las leyes de transición entre los distintos subniveles de integración del ser humano. Se define como sub-nivel de integración aquellas porciones de la realidad del hombre que están determinadas por metas comunes, es decir, por la satisfacción de necesidades colectivas. Es así como se han caracterizado a los grupos, las comunidades, las instituciones y las sociedades como subniveles de un solo y único nivel humano de integración (9). La transición entre un sub-nivel y otro se definió en el sentido de que: cada sub-nivel se convierte en medio del inmediatamente superior. Es así como, el grupo se integra en el "agrupamiento" organizando el sub-nivel de la comunidad; esta, como "colectividad" en el sub-nivel institucional y, este, como fuerza de trabajo en el sub-nivel de la sociedad.(19). De esta manera, los subniveles inferiores determinan la existencia de los superiores, a la vez que estos modelan a los primeros.

Sub-nivel institucional

La vida del ser humano se origina en familia cuya función y organización evolucionó históricamente y que, en la Edad Media, consistía en la transmisión de la propiedad y los nombres pero había perdido la función educativa de los niños que los griegos desarrollaron con su "paideia" (5). Las dos instituciones primordiales, familia y educación, se realizaban directamente, debido a la aún simple organización de la sociedad, en la conjugación de comunidad-institución que concentraba el máximo número de personas en un mínimo de espacio; la ciudad de entonces, yuxtaponiendo grotescamente las clases sociales. Así fue modelada la conquista de América por la lucha de los reyes europeos, a la manera medieval: "todo pleito de familias. Matrimonios y testamentos hinchaban o enflaquecían imperios" (6), bajo la supervisión de la institución globalizadora de entonces: la iglesia católica.

S in embargo, por mucho que manipulasen las caprichosas manos reales y celestiales, avanzaba la producción e intercambio de mercancías: se desarrollaban los artesanos y cobraban fuerza los burgueses. Se gestaban los estados modernos. "Fue el pueblo y no la realeza, los que hicieron la conquista: villanos, campesinos, pescadores, bandidos, mercaderes, estudiantes, cargados de odios, prejuicios, amores, supersticiones, temores," (6), en fin, su cultura y tradición medieval, impulsados por la esperanza de dejar de ser "hijos de nada", es decir, la personalidad aglutinada que eran en el seno de la iglesia que regía y controlaba, de manera absoluta, su modo de vida, siendo la fuente de la patología sociocultural de la época así como de la "cura": la defensa y reparación contra las ansiedades y estados psicóticos --posesión demoníaca -- mediante la adaptación, el sometimiento, a la institución que todo lo abarcaba y que de la enajenación derivaba su poder alienante. Las instituciones, como las cosas (fetichismo), tienen poder porque los seres humanos enajenan en ellas sus propios poderes.

L os conflictos de una globalización tal, religioso-monárquica, llevó a las crisis de las reformas luterana y calvinista, provocando que el siglo de oro de España (XVI) también lo fuera para las así clasificadas "herejías". Contra ellas "España organiza milicias de su iglesia con san Ignacio de Loyola y quema herejes -- luteranos, hugonotes, judíos -- en las hogueras donde Torquemada arrima leña seca con todo fervor" (6). La conquista de América fue una guerra religiosa no sólo contra los naturales del continente sino entre los reformadores y los que favorecían al Papa que, ya en 1493, había dictado una Bula por la cual dividía entre España y Portugal las nuevas tierras halladas.

Al trauma del nacimiento de América se sumó el poblamiento de españoles que. convictos por delitos graves y desterrados al nuevo mundo por la "excelencia de los reyes", se les autorizó traer esclavos negros u otros cazados en Cabo Verde o en Guinea por sugerencia de los padres Jerónimos: "y que sean bozales y no criados en Castilla porque estos salen bellacos." Y así llegan los primeros a las Antillas tan sólo catorce años después de Colón. Naturales, europeos y africanos configuran la demografía básica de la América nuestra de recio mestizaje, jerarquizada feudalmente en combinaciones de esclavos (naturales y africanos); siervos (mulatos y mestizos) y señores, los despóticos y aviesos peninsulares y otros colonizadores europeos, institucionalizando los muros espirituales de la ignorancia y los prejuicios raciales que, aún hoy, en la post-modernidad, impiden nuestra integración en una heterogeneidad que funcione humanizantemente. "No hay odio de razas, porque no hay razas" (entiéndase, socialmente determinantes) sentenció José Martí a cuatro siglos de la conquista: "el continente, descoyuntado por un mando que negaba el derecho del hombre al ejercicio de su razón", se transformó por medio de la revolución "en un gobierno que tenía por base la razón: la razón de todos en las cosas de todos... donde resalta la identidad universal del hombre". Este postulado martiano lo afirma actualmente la antropología concreta (14), la Psicología, demostrando en su práxis que, "el hombre es un ser genérico" (7)

Violenta tuvo que ser nuestra revolución de independencia, a tono con la brutalidad de los colonizadores, para derrotar al opresor europeo entre la maraña irracional de pasiones, intereses, y voluntarismos de criollos, mestizos, indígenas, mulatos y negros, cuyas rivalidades y antagonismos entre sí por supuestas motivaciones étnicas eran tan sólo un desplazamiento de la causa real: la explotación y expoliación europea del continente y del hombre americano, para lo cual enfatizaban las diferencias existentes entre ellos (color de la piel, otros hábitos y costumbres, religión y cultos anteriores a su "conversión"), dicho en una palabra, racismo en todas sus manifestaciones y, además, legalmente instituido fomentaba las traiciones en busca del favor del poderoso, aún a costa del deseo de libertad no solo de la mayoría de los pueblos de América sino del propio de cada uno; y a pesar y con el pesar de ello, triunfó el Libertador. "Tampoco diremos nada de los pardócratas (colores étnicos) porque al entrar en el hondo abismo de estas cuestiones, el genio de la razón iría a sepultarse como en la mansión de la muerte" (3). Es oportuno recalcar en este punto, que Bolívar fue educado vivencialmente en los principios de la Revolución Francesa, los hoy denominados Derechos Humanos, conviviendo desde niño con llaneros y leyendo y discutiendo a los clásicos con su preceptor, Don Simón Rodríguez de quien, por cierto, no recuerdo ninguna escuela que lleve su nombre para honrarlo y quizá sea mejor así para no burocratizar la memoria de ese insigne pedagogo autogestionario (8). Esa formación de su personalidad independiente determinó el modelo de la sociedad que se propuso para América: una Anfictionía, un Congreso de Pueblos Libres que gobiernen el continente.

La guerra contra España se luchó con fiereza y, simultáneamente, se tuvo que ir creando la institucionalidad donde, con otra de sus genialidades, Bolívar completa a Montesquieu agregando a las tres ramas del poder público, el Poder Electoral o Electorado para su constitución del Alto Perú (después llamado Bolivia en su honor) que hoy se plantea como uno de los temas de mayor importancia en las reformas del Estado en México y otros países americanos: el Tribunal Electoral.

Sub-nivel comunitario

Sin embargo, después del triunfo independentista, "la colonia siguió viviendo en la república. El problema de la independencia no era el cambio de formas, sino de espíritu" (10), dicho en lenguaje de la salud, había que cambiar el estado de alienación, de extrañamiento de sí, por uno de objetivación de manera que tanto la lucha como la nueva realidad social e institucional que los americanos se habían producido, la república, la vivenciaran como resultado y objeto de su propia actividad libertaria, en su objetivación , en libertades que confirmaran y realizaran su propia personalidad social americana, su identidad, superando los antagonismos racistas, localistas y de toda índole, surgidos de las divisiones administrativas y de las "castas" sociales creadas durante la conquista y la colonia. Pero no fue así. Al derrumbe de la estructura monarquico-religiosa, no se correspondió la ruptura del sincretismo psicosocial que aglutinaba al binomio (madre-patria)-(madre-iglesia): esta figura retórica unisexual (pura madre) que nos deja huérfanos de padre si no reconocemos como tal a la cultura nuestroamericana.

La "guerra social" como la denominó Bolívar, estalló entre cada provincia, ciudad, hacienda, pueblo, comunidad, parroquia y grupos familiares, pronunciando cada uno su particular independencia y, en franca regresión psicosocial, se volvió al poder autónomo de los grupos aventureros que hicieron la conquista arriesgando su vida y sus bienes. Se reafirmaba el caciquismo. Desde esa posición, anárquica en lo institucional y autárquica en lo comunitario, y ante la debilidad y pérdida económica en el proceso de prestarse los servicios públicos (12) que requerían, no les resultó difícil a los intervencionistas (que no inversionistas) introducirse entre nuestras divisiones e irse apropiando de nuestros mejores recursos. Un brevisimo recuento además incompleto, hasta la primera década del siglo que termina, de quién se fue chupando la sangre de las venas abiertas de América latina (15), cronológicamente, es el siguiente:

1831, ataque de las fuerzas estadounidenses a las Malvinas (Argentina) y destrucción de Puerto Soledad. 1835-36, secesión y anexión de Texas (México) por los Estados Unidos. 1846-47, guerra de conquista contra México y despojo de mas de la mitad de su territorio por los Estados Unidos. 1853, Usurpación del territorio mexicano de la mesilla por los Estados Unidos. 1855, invasión de los filibusteros estadounidenses a Nicaragua. 1898, primera invasión a Cuba en vísperas de su independencia de España, por los Estados Unidos. 1898. Bombardeo y destrucción de San Juan de Puerto Rico, por los Estados Unidos. 1901, imposición de los tratados Hay-Correa y Hay-Calvo a Nicaragua y Costa Rica, para adquirir una ruta interoceánica a través de Centro América. 1903, imposición del tratado Hay-Herrán a Colombia para abrir un canal en Panamá. 1903, imposición del tratado Hay-Bunauvarilla a la recién creada República de Panamá y mutilación del territorio de esta. 1904, primera intervención armada en la República Dominicana. 1906-09, segunda intervención armada en Cuba. 1907, imposición de los tratados de "Paz y Amistad" a las repúblicas centroamericanas. 1909, primera invasión a Nicaragua. (15).

Así fue sucediendo el "siglo de la libertad", el XIX, y así ha devenido y está concluyendo el "siglo de la democracia", el 20avo., en donde "ellos ponen las balas y nosotros los muertos". (16); ellos ponen el capital y nosotros los recursos naturales y el trabajo asalariado de hambre; ellos ganan los premios Nobel y nosotros hacemos las investigaciones y somos los conejillos de indias (17). En fin, somos el "demos" y ellos la "cracia" en esta asociación de "libre comercio" entre desiguales en potencia militar que es, a fin de cuentas, el aval de todos los negocios.

No solo lo anterior hemos perdido en esta dialéctica de la enajenación y la detentación sino lo mas importante: la conciencia de unidad cultural en torno a la exigencia de libertad del hombre nuevo en el nuevo mundo; conciencia que se preserva especialmente en el idioma, en los contenidos específicos de estas motivaciones y no solo la forma, pues el idioma también conlleva, en su "real academicismo", la dependencia a España. De allí que don Andrés Bello se lanzara a la tarea de componer una gramática que enfatiza los "nuestroamericanismos", intentando poner un dique a la avenida de "neologismos de construcción que inunda y enturbia mucha parte de lo que se escribe en América" (13).

Hoy el peligro es más vigente. El "spaninglish" se extiende como consecuencia del dominio militar, económico, tecnológico, político y cultural estadounidense. Sin embargo, el trabajo que realizamos en el campo de la salud psicológica en países hispano parlantes, anglo parlantes y francoparlantes de nuestra América, nos ha proporcionado la certidumbre de una conciencia "nuestroamericana" que integra estas diferencias en un nivel superior de riqueza cultural continental, sin menoscabo de la piedra basa idiomática de cada uno -- sin olvidar el portugués de Brasil -- frente al enemigo común: el imperialismo globalizador gringo. Esto quiere decir que, conociendo y usando con propiedad nuestra lengua de origen en América, tanto mas nos desarrollaremos intelectualmente si aprendemos correctamente las otras que se hablan en nuestros países hermanos a través de sus mejores autores. La enajenación cultural consiste en anglofonizar o francofonizar nuestro lenguaje, desconociendo los vocablos propios para significar objetos y eventos de la realidad con lo cual, lo que se percibe, resulta culturalmente condicionado al lenguaje extranjero y, por tanto, ajeno.
Cualquier anuncio comercial es el mejor ejemplo. Lo contrario también es lo cierto para muchísimos ciudadanos estadounidenses (que no gringos) que, habiendo nacido de las entrañas del ave de rapiña como sistema, han mutado hacia la salud; se han producido "nuestroamericanos" a través de su pertenencia a los grupos más conscientes de su país.

Sub-nivel Grupal

Destruida la vida de la comunidad urbana y diluida en el campo por la imposición del sistema de competencia individual en los centros de producción que obligan a la migración interna y externa del país y, en ambos casos, a la transportación durante horas (18) incluso a los centros escolares, el grupo familiar se redujo de familia extensa a familia nuclear y sus funciones casi exclusivamente a una: el consumo y finalmente, con el incremento necesario del empleo de la mujer; la radio y la televisión para los hijos y la comercialización del tiempo libre y la recreación, han sido la causa del surgimiento de los grupos secundarios, los clubes deportivos de manera especial, y para los adultos conscientes las ONG con diversos objetivos sociales.

Sin embargo, lo que mas se ha evidenciado, son los grupos secundarios patológicos: las pandillas; las bandas; las juventudes de los partidos fascistas y las sectas. Y es que al estallar los grupos primarios -familiares y educativos - la personalidad se aliena en individualidad sin punto de referencia y sus intentos de reencuentro ocurren con otros de su condición: frustrados, desesperanzados, víctimas de la agresión del sistema y, por tanto, agresivamente defensivos y violentamente atacantes, para sostener su integridad personal que está fusionada a su grupo marginado de referencia. Son grupos aglutinados (19) en torno a un "líder", usualmente él más fuerte o agresivo, conocidos en las obras de divulgación como grupos autocráticos o dictatoriales.

Sub-nivel de la persona

E l hecho determinante del desarrollo de las personas, lo que determina los cambios en la conducta y, por ende, la personalidad, es el modo en que cada persona en particular produce o se procura los bienes materiales del alimento, el vestido, la vivienda y los bienes psicosociales (bienes intangibles los denominaba Marx (20)), necesarios para que pueda vivir y desarrollarse. El modo de vida es la personalidad: determina el carácter de las relaciones entre las personas, sus pensamientos, ideas, emociones, sueños, fantasías y ambiciones vigentes. La personalidad va integrando las actividades psíquicas que se van unificando y jerarquizando en el proceso del desarrollo (inteligencia, razón y consciencia) a la vez que las reúne con las relaciones interpersonales (los grupos y la comunidad) modeladas por la clase social a que pertenece (institución y sociedad).

H emos visto cómo a través de nuestra historia, la sociedad y las clases dominantes imponen una ideología abstracta, de bienestar, de acuerdo a sus intereses para detentar la consciencia de las personas pertenecientes a las clases y sociedades dominadas, enmascarando su triste realidad. Se vive, pues, una dicotomía de realidades; un estado psicopatológico esquizoide; la realidad ideal de los dominadores y la realidad miserable de los dominados. La personalidad se aliena y no sólo la de los dominados, también las personalidades de los dominantes llegan a sustituir la realidad "real" con su consciencia de realidad, a través de sus intelectuales cuyo ejemplo mas corriente es el de los tres "gringueros" de la pseudo concreción (21) quienes, además, agregan insulto al daño que pudieran hacer sus puntos de referencia falsos: su ideología, que solo es una forma culposa de asumir la personalidad que el sistema de rapiña considera verdadera.

C ada individuo de la especie es una personalidad humana que debe ser comprendida en unión con la etapa histórica en que vive, la que le precedió y con los imperativos ideológicos y las motivaciones de su toma de consciencia o su carencia de ella. La personalidad es capaz de emanciparse del moldeamiento de los subniveles superiores, elaborando conscientemente su actividad y actitud en sus relaciones interpersonales y frente a los hechos del mundo, pasando por estadios que van desde el modo de vida aglutinado, al posesivo, al cohesivo, al independiente hasta la personalidad socializada alcanzando, en cada estadio, mas altos niveles de identidad hasta aquel en que "la personalidad se convierte en práxis de la consciencia... para emprender la elaboración del "ser puro", esto es, de las funciones de la razón y la consciencia como expresión de la ruptura radical con el pseudo concreto y representar así, la forma acabada de la libertad de la persona" (22).

L a Psicología Sanitaria, la de la Salud Pública, que superó lo que desde principio de siglo se denominó Higiene Mental y luego Salud Mental, no puede limitarse a interpretar los hechos psicosociales sino que trata de modificarlos. No sólo es un método de investigación sino un instrumento de cambio que exige una estrecha relación entre la teoría y la práctica. Ya no se trata de la atención de casos aislados. Su objeto es la población y sobre ella se revierte el fruto de sus acciones que, con ella, se realizan en el proceso de avance de la socialización: de la salud.

L a práxis psicosanitaria conduce, tanto a los psicólogos como a la población a comprender que ellos mismos son los creadores y dueños de su propia situación y que sobre ellos recae la responsabilidad de sus sufrimientos al igual que todo el bienestar producto de sus propios esfuerzos conciencializados como su propia objetivación.

P or eso, hoy, los invito a gestionar ante los organizadores de este III Congreso Regional de Salud Mental un pronunciamiento resolutivo en el sentido de rechazar, por ser psicosocialmente patógena, la prevaricadora "Ley Helms-Burton" delirante y delincuente contra la nuestroamericana Cuba, por haberse afirmado como pueblo libre y soberano, pretendiendo convertir a nuestros gobiernos, empresarios y trabajadores en cómplices del envilecimiento de la propia personalidad social - de haberla aceptado servilmente - degradando nuestra cultura e identidad, por la cual han demostrado en demasía su absoluto desprecio por los Estados Nacionales que somos. De nosotros depende. Es todo.

BIBLIOGRAFIA

1.- Cohen-DeGovia, Guillermo C. "La Psicología en la Salud Pública". Editorial Extemporáneos, México 1983.

2. - Martí, José "Respeto a Nuestra América". Obras Completas. La Habana.

3. - Bolívar, Simón "Escritos Políticos". Editorial Porrúa, México 1986.

4. - Gortz, André "Historia y Enajenación". Fondo de Cultura Económica, México.

5. - Aries, Philippe "Centuries of Childhood". Editorial Knopf, N. Y. 1962

6. - Arciniegas, Germán "Biografía del Caribe". Editorial Porrúa, México 1993

7. - Cohen-DeGovia, Guillermo C. "La Psicología Genérica". Instituto de Psicología Genérica, a. c. Colección Cuadernos 01/92 Mex.

8.- Rodríguez E., Gerardo "Autogestión Pedagógica". IpsGe. Colección Cuadernos, No. 005/93 Puebla, México.

9. - Itzigsohn, José A. "Estudios sobre Psicología y Psicoterapia". Editorial Proteo. Buenos Aires, 1966.

10. - Martí, José "Nuestra América". Obras Completas. La Habana.

12.- Cohen-DeGovia, Guillermo C. (editor) "Guía de Estudio de Comunidad". IpsGe. Colección Cuadernos. No. 007/95 Puebla, México.

13.- Bello, Andrés citado en "La Palabra y la Identidad Cultural". Conferencia de Luis E. Arévalo A. IpsGe. 1995.

14. - Merani, Alberto "Estructura y Dialéctica de la Personalidad". Editorial Grijalbo. México, 1986.

15. - Arévalo A. Luis E. "Agresiones Yanquis a América Latina". B.U.A.P. México. 1982

16. - Torrijos, Omar "Soy un Soldado de América Latina". CEPA, México, 1991

17. - Steger, Hans A. "Dominación Transnacional y Decualificación Regional del Intelecto" IpsGe. Col. Cuadernos No. 006/93 Puebla, México.

18. - Cohen-DeGovia, G. C. "Los Sistemas de Poder y sus Efectos Nocivos en los subniveles de Integración Humana". Conferencia UAP. 31/V/74. Puebla, México.

19. - Fernández C. Julieta y G. C. Cohen-DeGovia "El Grupo Operativo". Editorial Extemporáneos. México, 1978.

20.- Marx, Karl "Manuscritos Económico Filosóficos de 1844". F.C.E. México, 1982.

21.- Apuleyo Mendoza Plinio, et al "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano". Ed. Plaza y Janes, Madrid 1996.

22. - Merani, Alberto "Historia Crítica de la Psicología" Ed. Grijalbo México 1982.