La revolución bolchevique aprovechó las coyunturas externa (Rusia intervenía en la Primera Guerra Mundial) e interna (masiva oposición al régimen zarista, malas cosechas, pobreza estructural y escaso desarrollo económico de la sociedad).
En octubre de 1917 se produjo la gran movilización que determinó la caída del zarismo. Comenzaba una nueva época. El Partido bolchevique era minoritario, pero se puso a la cabeza de las reivindicaciones populares. Y tomó el poder.
Lenin fue su líder e ideólogo.
La revolución contó con el aporoyo decisivo de campesinos y obreros, pero también de los soldados de los batallones que peleban en el frente contra Alemania, y los marinos de la flota de guerra. La base de Petrogrado fue determinante.
Pero las condiciones de subdesarrollo resultaban difíciles de modificar.
Los líderes esperaban que la revolución comunista se extendiera por Europa y luego el mundo entero.
A principios de 1921 estallaron los conflictos: huelgas y movilizaciones contra los bolcheviques. Los obreros de Petrogrado pretendían profundizar la revolución. El gobierno los reprimió.
Los marinos de (la base naval) Kronstadt se plegaron a los reclamos obreros.
El drama estaba lanzado. No había retorno.
Quizás este momento sea un hito en la Historia de la humanidad. Un gobierno revolucionario que tomaba la resolución de reprimir al pueblo que lo había aproyado, con el objeto de "defender la revolución".
Poco tiempo después (1924) murió Lenin y comenzó un período de varias décadas de terror stalinista.
Proponemos algunas lecturas sobre el drama de Kronstadt, para conocer detalles de un hecho poco conocido.
La revolución bolchevique aprovechó las coyunturas externa (Rusia intervenía en la Primera Guerra Mundial) e interna (masiva oposición al régimen zarista, malas cosechas, pobreza estructural y escaso desarrollo económico de la sociedad).