SUMARIO Nº 2
Cómo nació "Secreto". Por Enrique Santos Discépolo
Guevara. Por Rodolfo Walsh
Hablando con Cornelius Castoriadi. Entrevista de Jean Liberman
Intento de descripción de una cena de mascarones en París de Francia, de Jacques Prevert
Libertad, de Paul Eluard
Algo de historia punk
Era más fácil la guerra. García Márquez conversa con el Subcomandante Marcos
Doctrina Bush: la construcción desenfrenada del Imperio. Por James Petras
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Doctrina Bush: la construcción desenfrenada del Imperio

Por James Petras

Traducido para Rebelión por Ana Fiol

La Doctrina que Bush estableció en su discurso "La estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos" (20 de septiembre de 2002), promueve un "único modelo sostenible para el éxito" a través de guerras ilimitadas y unilaterales y de ofensivas "preventivas". Aunque expresada en el lenguaje de la "defensa" y la "libertad", la doctrina Bush es una desviación extrema de la doctrina de "contención" de Truman (limitar la influencia soviética) y aún de la doctrina de "para atrás" de Reagan (revertir la influencia soviética).

La doctrina de Bush está basada en enemigos indefinidos que son "redes de individuos en las sombras" que se "superponen" con Estados, enemigos que están planeando ataques "inminentes" con tecnologías peligrosas.

Las amenazas políticas de Bush, su inclusión y profundidad, alcanzan al mundo entero, que es exactamente el objetivo de la política imperial: la conquista global.

En la mayoría de los discursos de Bush, Rumsfeld y del resto de la pandilla imperial, les queda claro a los oyentes cuál es el punto de partida de la política norteamericana: "Hoy los Estados Unidos gozan de una posición de fortaleza militar e influencia política sin paralelo, buscamos crear un balance de poder que favorezca la libertad humana" (léase al imperio norteamericano). Por definición, todo país, grande o pequeño, que no acepte o apoye la conquista imperial de Estados Unidos se convierte en un enemigo: se persuadirá a las naciones para que respalden la construcción del imperio, "convenciendo u obligando a los Estados a aceptar sus responsabilidades soberanas". Los ataques ácidos y violentos contra la oposición del canciller alemán Schroeder a la Guerra contra Irak, constituyen un ejemplo reciente.

Washington defiende su visión totalitaria de conquista global a través guerras ofensivas usando una lógica de extrema irracionalidad: "Los Estados débiles pueden ser tan peligrosos para nuestro interés nacional, como los Estados fuertes". Afganistán e Irak no bombardearon Estados Unidos, fue al reves.

La doctrina Bush habla de "amenazas emergentes ligadas a tecnologías peligrosas" y cita el 11 de septiembre. Los secuestradores usaron trinchetes de dos dólares - 38 dólares de alta tecnología - para arrebatar los aviones y estrellarlos en las Torres y el Pentágono.

La doctrina Bush no apunta a terroristas activos y armados que intentan causar daño. Prevé destruir "planes" y "amenazas emergentes". Los "planes" se refieren a discusiones, ideas, debates; no se refieren a acciones ni a poner armas a buen recaudo. En otras palabras, la destrucción de "amenazas emergentes" significa para EEUU licencia para asesinar a todo "radical" asociado con "tecnologías peligrosas". Sean cuidadosos de lo que piensan al afeitarse!

Mas seriamente, la doctrina Bush establece que las amenazas contra la "libertad económica" - el sistema económico neoliberal fracasado - es uno de los valores clave que Estados Unidos defenderá militarmente a través de guerras ofensivas.

Esta parte de la doctrina tiene relevancia específica en América Latina, donde la "libertad económica" norteamericana ha devastado las vidas y aspiraciones de millones de personas. En lugar de reconocer como la "libertad económica" ha conducido América Latina a la pobreza, autoritarismo e inseguridad, la doctrina Bush reduce los "conflictos regionales" a un problema de "carteles de la droga" y de "terroristas y grupos extremistas" y se refiere a la intervención militar en Colombia como a un modelo.

La resurgencia de movimientos populares sociales y electorales en Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela y en otros países, que rechazan la dominación de Estados Unidos y de sus estados clientes, expone la falsedad de la afirmación de Bush, cuando dice que "en el hemisferio occidental hemos formado coaliciones flexibles con los países que comparten nuestras prioridades, en particular México, Brasil, Canadá, Chile y Colombia". Debajo del nivel de ciertos "ministros de relaciones exteriores o cancilleres" la gran mayoría de los latinoamericanos rechazan las prioridades de EEUU, como lo demuestran los 10 millones de brasileños que votaron contra el ALCA, la mayoría en el congreso mexicano que rehúsa apoyar la guerra contra Irak y los cientos de miles que se sumaron a la huelga general en repudio a los planes de austeridad de Uribe y el FMI.

La doctrina habla de consultas, de cooperación aliada y de libertad, sin embargo el documento hace una docena de afirmaciones acerca del "derecho" a las acciones unilaterales. A pesar de hablar de "cooperación entre aliados" Washington ataca con virulencia a sus aliados en la Nato, Francia y Alemania, por no apoyar la guerra. La doctrina habla sobre "consultas" y sin embargo rechaza la voz casi unánime de Naciones Unidas que apoya el retorno de los inspectores de armamento. La doctrina clama su sostén a una "Palestina independiente y democrática", sin embargo se abstiene frente a una resolución de Naciones Unidas que pide a Israel que desista de bombardear las oficinas de Arafat.

La doctrina Bush combina una retórica de libertad y construcción de coaliciones, consultas y paz con preparaciones para la guerra, acciones unilaterales y conquista. Explícitamente advierte a sus críticos y competidores europeos y a Rusia y China, que no tolerará desafíos en sus esfuerzos para construir un imperio global. La doctrina previene a los líderes Chinos para que realicen las "elecciones correctas sobre el carácter de su estado" y eviten "el desarrollo de capacidades militares avanzadas". A los rusos y europeos la doctrina les "reafirma el rol esencial del poderío militar norteamericano (sic). Debemos edificar y mantener nuestras defensas (sic) mas allá de cualquier desafío". Una advertencia dirigida explícitamente a la "renovación de los viejos patrones de competencia entre poderes".

La doctrina Bush se extiende mas allá de la ostentación del poder militar como una forma de chantaje a sus competidores, es la justificación de una serie de guerras, todas ejecutadas alrededor de la premisa explícita de que "la agresión es la mejor defensa". El extremismo doctrinario está contenido en su compromiso explícito no sólo con la defensa de los límites actuales del imperio a través de los regímenes clientes, sino con extender las fronteras geopolíticas, militares y políticas para conquistar y explotar nuevas "regiones estratégicas".

Cuál ha sido el resultado del extremismo de Washington, de sus componendas guerreras irracionales y de sus amenazas paranoicas? A raiz de la oposición de Shroeder a Washington y de los ataques injuriosos de Rumsfeld, Shroeder ganó las elecciones. En Bolivia, la intervención del embajador norteamericano en la elección presidencial dobló el voto popular por el antiimperialista MAS. La amenaza unilateral de Washington en contra de Irak a provocado mas oposición en las calles, parlamentos y en Naciones Unidas que ningún otro evento en la historia reciente.

De los once altos funcionarios de la administración Bush encargados de América Latina, ocho son exiliados cubanos profundamente hostiles hacia Cuba. Sin embargo, 700 empresarios, productores agropecuarios y políticos norteamericanos participaron en la Feria del Alimento en La Havana y el Congreso de Estados Unidos estuvo cerca, por un margen estrecho, de levantar la prohibición de viajar. Mientras Bush se prepara para la guerra, encuestas recientes muestran que dos de cada tres ciudadanos norteamericanos piensan que los temas de la economía doméstica son más importantes que la guerra. Las políticas ultra imperialistas enunciadas por la doctrina Bush son una amenaza para toda la humanidad.

Aparte de Israel y de su lobby en Estados Unidos y de los guerreros de la administración, existe un apoyo limitado a la doctrina Bush y a la invasión de Irak, debido largamente al miedo a que la guerra tenga consecuencias catastróficas para la economía y provoque una violencia nueva y mayor.

Es importante criticar y rechazar los peligros inmediatos planteados por la doctrina Bush, pero es importante además reconocer y oponerse al sistema imperialista y a las clases gobernantes militaristas que lo sostienen.