SUMARIO Nº1
FMI: historia de una entrega
7 piezas sueltas del rompecabezas mundial. EZLN
Tangos que fueron prohibidos por las Dictaduras Militares en Argentina
ENTREVISTA A NORMAN MAILER: "En EE.UU. se vive un clima pretotalitario"
"La inseguridad la sufren los pobres". Entrevista a Christopher E. Stone
Fin de siglo, crisis y salud mental en "nuestra América"
Citas de Groucho Marx
Estados Unidos, hoy
El sometimiento enferma.
Poesía
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FMI: historia de una entrega

BREVE HISTORIA DEL NEOLIBERALISMO: veinte años de economía de elite y las oportunidades emergentes para un cambio estructural

Por Susan George Conferencia sobre Soberanía Económica en un Mundo Globalizado.
Bangkok, marzo 24-26, 1999.

Los organizadores de la conferencia me han solicitado una breve historia del Neoliberalismo que titularon: "Veinte años de economía de elite".  Siento mucho decirles que para que esto tenga sentido, debo partir desde un poco más atrás, tal vez unos 50 años, al finalizar las Segunda Guerra Mundial.

Si en 1945 o 1950 alguien hubiera propuesto cualquiera de las ideas o políticas que hoy son comunes en el recetario neoliberal, se habrían reído en su cara p lo habrían enviado a un asilo de locos.  En esa época, al menos en los países occidentales, todos eran  keynesianos, socialdemócrata, socialcristiano demócratas o de alguna variante del marxismo.  La idea de que el mercado podría tomar las principales decisiones políticas y sociales; la idea de que el estado debería reducir su rol en la economía o que las corporaciones pudieran tener plena libertad, que los sindicatos debían ser restringidos y a  los ciudadanos se debería dar menos en vez de más seguridad social –tales ideas eran completamente  ajenas al espíritu de la época.  Aunque pudiera haber habido alguien  de acuerdo con esas ideas, él o ella habría vacilado en adoptar tal posición en público y habría tenido grandes dificultades en encontrar quien escuchara.

Sin embargo, por increíble que parezca hoy día, particularmente entre los jóvenes, el FMI y el Banco Mundial eran vistos como instituciones progresistas.  Se les llamaba a veces, los "gemelos de Keynes", porque eran los engendros mentales de Keynes y de Harry Dexter White, uno de los cercanos consejeros de Franklin Roosevelt.  Cuando en 1944 se crearon estas instituciones en  Bretton Woods, su mandato era ayudar a prevenir futuros conflictos, apoyando la construcción y el desarrollo y resolviendo problemas temporales en las balanzas de  pagos.  No tenían ningún control sobre las decisiones económicas de los gobiernos individuales, ni su mandato incluía una licencia para intervenir en las políticas nacionales.

En las naciones occidentales, el estado  de Bienestar  y el New Deal habían estado funcionando desde los 30, pero su expansión había sido interrumpida por la guerra.  En la posguerra, la primera instrucción fue reponerlos.  El otro importante ítem de la agenda, fue volver a reponer el movimiento del comercio mundial –esto se cumplió a través del plan Marshall, que de nuevo estableció a Europa como el principal socio comercial de los Estados Unidos, la principal economía del mundo.  Fue en este tiempo cuando fuertes vientos de descolonización comenzaron a soplar, en donde la libertad fue obtenida por medio de acuerdos, como en India, o a través de la lucha armada, como en los casos de Kenya, Vietnam y otras naciones.

En conjunto, el mundo había firmado una agenda extremadamente progresista.  El gran estudioso Karl Polanyi, publicó su obra maestra La Gran Transformación en 1944, una fiera crítica a la sociedad industrial del siglo XIX, basada en el mercado.  Entonces, han pasado  más de 40 años desde que Polanyi hizo esta asombrosamente profética y moderna declaración:  "Permitir al mecanismo del mercado ser el único director del destino humano y de su ambiente natural... resultaría en la demolición de la sociedad" (p.73).  Sin embargo, Polanyi estaba convencido de que tal demolición ya no podría ocurrir en el mundo de la posguerra, porque como decía (p. 251): "Desde dentro de las naciones, estamos presenciando un desarrollo bajo el  cual, el sistema económico no dicta la ley a la sociedad y se asegura así la  primacía de la sociedad sobre ese sistema"

Pero lástima, el optimismo de  Polanyi estaba mal ubicado –el punto central del neoliberalismo es que al mecanismo del mercado, debería permitírsele dirigir el destino de los seres humanos.  La economía debería dictar sus leyes a la sociedad y no al revés.  Y tal cual lo previó Polanyi, esta doctrina nos está  conduciendo directamente hacia "la demolición de la sociedad".

¿Y entonces qué pasó?  ¿Por qué hemos alcanzado este punto, medio siglo después de la Segunda Guerra Mundial? O como han preguntado los organizadores: "¿Por qué tenemos esta conferencia justo ahora?" La respuesta es breve: "es debido a la serie de  crisis financieras, especialmente en Asia".   Pero esto reclama otra pregunta y es la pregunta que realmente se están haciendo, que sería: "Cómo llegó a emerger el neoliberalismo desde su posición de ghetto ultraminoritario para transformarse en la doctrina dominante que es hoy día?"  ¿Por qué el Banco Mundial y el FMI  pueden intervenir a voluntad y forzar a los países a participar en la economía mundial, en términos desfavorables? ¿Por qué la Seguridad Social se encuentra amenazada en todos los países en donde alguna vez fue establecida? ¿Por qué el medio ambiente se encuentra al borde del colapso y por qué hay tantos pobres en los países  ricos como pobres, en un periodo como éste, de tanta riqueza? Estas son las preguntas que deben responderse desde una perspectiva histórica.

Como alegamos en la revista trimestral Dissent, una explicación posible para el triunfo del neoliberalismo y de los desastres económicos, políticos, sociales y ecológicos que lo acompañan, es que los neoliberales han comprado y pagado su propia "Gran Transformación" viciosa y regresiva.  Ellos comprendieron –como no lo hicieron los progresistas— que las ideas tienen consecuencias.  Partiendo de un pequeño embrión en la  Universidad de Chicago, con el filósofo y economista Friedich von Hayek y sus estudiantes --como Milton Friedman en su núcleo—los neoliberales y sus patrocinadores, crearon una enorme red internacional de fundaciones, institutos, centros de investigación, publicaciones, académicos, escritores emparrillados en relaciones públicas, para desarrollar, empaquetar y promover incansablemente sus ideas y doctrinas.

Ellos construyeron este cuadro ideológico tan altamente eficiente, porque comprendieron lo que decía el pensador marxista Antonio Gramsci cuando desarrollo el concepto de hegemonía cultural.  Si Ud. Puede ocupar la cabeza de la gente, sus corazones  y sus manos le seguirán.  Yo no puedo dar detalles aquí, pero créanme, el trabajo ideológico y promocional de la derecha ha sido absolutamente brillante.  Gastaron cientos de millones de dólares, pero el resultado justifica cada centavo invertido, pues lograron hacer que el neoliberalismo pareciera como si fuera la condición natural y normal de la humanidad.  No importando cualquiera haya sido el tipo o número de desastres que creó tan visiblemente el sistema liberal; no importando qué crisis financiera haya engendrado ni cuántos perdedores ni cuántos marginados vaya a crear, así y todo, parecía  inevitable --como un acto divino--   como si fuera el único orden económico y social  a nuestra disposición.

Permítanme enfatizar cuan importante es comprender que este vasto experimento neoliberal bajo el cual todos estamos forzados a vivir, ha sido creado por gente con un propósito. Cuando ustedes capten esto, cuando ustedes comprendan que el neoliberalismo no es una fuerza como la gravedad, sino una construcción totalmente artificial, también podrán comprender que lo que algunos han creado, otra gente, pueden cambiarlo. Pero no pueden cambiar esto sin reconocer la importancia de las ideas. Yo de todo corazón, estoy con los proyectos de las bases, pero también advierto que todos esos proyectos pueden colapsar si el clima ideológico le es hostil a sus propósitos.

De este modo, desde una secta pequeña e impopular  --casi carente de influencia-- el neoliberalismo ha llegado a ser la mayor religión universal, con su doctrina dogmática, su sacerdocio, sus instituciones legislativas y quizá, lo que es más importante,  su infierno para los herejes y pecadores que se atreven a oponerse a la verdad revelada.    Oskar  Lafontaine, el ex Ministro de Finanzas de Alemania  --a quien el Financial Times  llamó  un "keynesiano no reconstruido"-- recientemente fue enviado al infierno porque se atrevió a proponer impuestos más altos a las corporaciones, junto con recortes de impuestos para las familias ordinarias y  menos afluentes.

Habiendo establecido el escenario y el contexto, déjenme apurarme para regresar al marco de 20 años que se me solicitó.   Esto significa 1979, el año que Margaret Thatcher  llegó al poder y lanzó la revolución liberal en Gran Bretaña.   La Dama de Hierro era ella misma una discípula de von Hayek,  era una social darwinista que no le daba escalofríos expresar sus convicciones.  Era muy conocida por justificar su programa con  una sola palabra, T I N A : There is No Alternative  ( No hay alternativa).  El valor central de la doctrina de la Tatcher y del neoliberalismo en sí mismo, es la noción de competencia –competencia entre naciones, regiones,  empresas y por supuesto, entre individuos.  La competencia es central porque separa las ovejas de los carneros, los hombre de los niños, los aptos de los ineptos.  Se supone que distribuye los recursos, sean físicos, naturales,  humanos o financieros con la mayor eficiencia posible.

En un agudo contraste, el gran filósofo chino Lao-Tze termina su Tao-te-Ching con las siguientes  palabras:  "Por sobre todo, no compitas".  Los únicos actores en el mundo neoliberal que parecen haber tomado en cuenta el consejo --los más grandes actores de todos-- son las Corporaciones Transnacionales. El principio de competencia se aplica escasamente a ellas; prefieren practicar lo que podríamos llamar el Capitalismo de Alianza. No es accidental que --dependiendo del año-- entre los dos tercios a tres cuartos de todo el dinero etiquetado bajo "Inversión Extranjera Directa" no se dedique a inversión creadora de nuevo empleo, sino a fusiones y adquisiciones que casi invariablemente resultan en pérdidas de empleos.

Dado que la competencia es siempre una virtud, sus resultados no pueden ser malos. Para el neoliberal, el mercado es tan sabio y tan bueno, que al igual que Dios, su mano invisible puede hacer el bien de un mal aparente.  Así, la Thatcher dijo en uno de sus discursos: "Es nuestra función glorificarnos en la desigualdad y velar que a los talentos y las habilidades se les sea dado una salida  y expresión para el beneficio de todos nosotros". En otras palabras, no se inquieten por los que quedan atrás en la competencia. La gente es desigual por naturaleza, pero esto es bueno , porque las contribuciones de los bien nacidos, mejor educados, los más duros, eventualmente beneficiarán a todos.   Nada en particular se debe a los débiles, a los pobremente educados;  lo que ocurra con ellos es su propia culpa, nunca la falta de la sociedad.  Si al sistema competitivo se le da "salida", como dice Margaret, con ello la sociedad será mejor.  Desafortunadamente, la historia de los últimos 20 años, nos enseña exactamente lo opuesto.

En la Gran Bretaña pretatcheriana, una persona de cada diez, se clasificaba como viviendo por debajo del nivel de pobreza;  un resultado no muy brillante pero honorable, según van las naciones, pero en todo caso, muy superior al periodo de preguerra.  Actualmente, una persona de cada cuatro y un niño de cada tres, es oficialmente pobre.  Este es el significado de la sobrevivencia de los más aptos:  gente que no puede calentar sus casas en invierno, que deben poner una moneda en el medidor antes de tener electricidad o agua; que no poseen un abrigo impermeable y caliente, etc.  Yo estoy tomando estos ejemplos del informe de 1996, del Brittish Child Poverty Action Group.  Ilustraré el resultado de las reformas "impositivas" bajo Tatcher-Mayor, con un solo ejemplo:  durante los 1980s el 1% de los contribuyentes recibían el 29% de todos los beneficios de reducción de impuestos, de modo que una persona que recibía la mitad del salario medio, encontraba  que sus impuestos se habían alzado en un 7%; en tanto que una sola persona  que ganaba 10 veces el salario medio, recibía una reducción del 21%.

Otra implicación de la competencia como valor central del neoliberalismo, es que el sector público debe ser brutalmente reducido, ya que no debe ni puede obedecer la ley básica de competir por ganancia o participación en el mercado.  La privatización es una de las mayores transformaciones económicas de los pasados 20 años.   Esta tendencia comenzó en Gran Bretaña y se extendió por el mundo.

Comencemos preguntándonos por qué los países capitalistas tienen servicios públicos y por qué todavía los hacen.  En realidad, casi todos los servicios públicos constituyen lo que los economistas llaman "monopolios naturales".  Un monopolio natural existe cuando el tamaño mínimo para garantizar la eficiencia económica máxima, iguala el tamaño real del mercado.  En otras palabras, una compañía debe tener un cierto tamaño para realizar economías de escala y proveer así, los mejores servicios posibles al más bajo costo, para el consumidor.  Los servicios públicos requieren muy grandes inversiones de infraestructura en el comienzo –como ocurre con las vías férreas o las redes eléctricas— lo que no alienta la competencia.  Es por eso que los monopolios públicos son la solución  óptima obvia.  Pero los neoliberales definen de ipso facto todo lo que es público como "ineficiente".

¿Entonces qué ocurre cuando un monopolio natural se privatiza?  Casi normal y naturalmente, los nuevos propietarios capitalistas tienden a imponer precios de monopolio al público, mientras se remuneran ricamente a sí mismos.  Los economistas clásicos llaman a esta ocurrencia: "falla estructural del mercado", ya que los precios son más altos de lo que deberían ser y el servicio al consumidor no es necesariamente bueno.  A fin de prevenir la falla estructural de mercados, --hasta mediados de los 80— los países capitalistas de Europa, casi universalmente confiaban los correos, las telecomunicaciones, la electricidad, el gas, los ferrocarriles y los metros, el transporte aéreo y usualmente los otros servicios como el agua, la recolección de basura, etc., a monopolios estatales.  Los EEUU son la gran excepción, ya que es demasiado grande geográficamente  para favorecer monopolios naturales.

En todo caso, Margaret Tatcher comenzó a cambiar todo esto.  Como surplus, también  pudo usar la privatización para quebrar el poder de los sindicatos.  Al destruir al sector público –donde los sindicatos son más fuertes—también fue capaz de debilitarlos drásticamente.  Así, en Gran Bretaña entre 1979 y 1994, el número de empleos en el sector público se redujo de sobre 7 millones a 5 millones, que representó una caída del 29%.  Virtualmente, todos los empleos eliminados, eran empleos sindicalizados.  Dado que en el sector privado el empleo se mantuvo estancado durante esos 15 años, la reducción global en el número de empleos británicos llegó a 1.7 millones, una caída de 7%, comparada con 1979.  Para los neoliberales, siempre es mejor menos  que más trabajadores, ya que más trabajadores pesan sobre el reparto del valor.

En cuanto a otros efectos de la privatización, éstos eran predecibles y fueron dichos.  Los gerentes de las nuevas empresas privatizadas, a menudo la  misma gente de antes,  doblaron o triplicaron sus salarios.  El gobierno usó el dinero de los contribuyentes para perdonar deudas y  recapitalizar empresas antes de ponerlas en el mercado –por ejemplo, la compañía de agua obtuvo 5 mil millones de libras esterlinas de liberación de deudas, agregando 1.6 mil millones de libras, llamadas la "dote verde" para hacer a la novia más atractiva a los posibles compradores.   Se hace una gran alharaca en relaciones públicas, acerca  de cómo los pequeños propietarios de acciones tendrían una tajada de estas compañías –de hecho, 9 millones de británicos compraron acciones—pero la mitad de ellos invirtieron menos de 1000 libras y la mayoría de ellos vendió sus acciones muy rápidamente, tan pronto como pudieron obtener beneficios instantáneos.

De los resultados, uno fácilmente puede ver que todo el asunto de la privatización no está relacionado con la eficiencia económica ni en el mejoramiento de los servicios al consumidor, sino simplemente, en la transferencia de riqueza de la bolsa pública –que podría ser responsable de redistribuirla para solucionar desigualdades sociales—a las manos privadas.  En Gran Bretaña como en cualquier otro lugar, la aplastante mayoría de las acciones de las compañías privatizadas, están en manos de instituciones financieras y  de inversionista muy grandes.  Los empleados de la British TELECOM  habían comprado solamente el 1% de las acciones; los de la British Aerospace, el 1.3%, etc.  Antes del asalto de Mrs. Tatcher, gran parte del sector público británico producía ganancias.  Consecuentemente, en 1984, las compañías públicas contribuían al tesoro con más de 7000 millones de libras.  Ahora, todo ese dinero va hacia los accionistas.  Actualmente, los servicios en las industrias privatizadas son a menudo desastrosos –el Finacial Times  reportó una invasión de ratas en el sistema de agua potable en Yorkshire y quien quiera que haya sobrevivido tomando los trenes Thames, merece una medalla.

Exactamente estos mismos mecanismos se han puesto a funcionar a lo largo  del mundo.  En Inglaterra, el Instituto Adam Smith fue el socio intelectual para la creación de la ideología privatizadora.  USAID y el Banco Mundial también han usado a expertos del Adam Smith y han propagado la doctrina privatizadora en el Sur.  Hacia 1991, el Banco Mundial ya había hecho 114 préstamos para acelerar el proceso  y cada año, su informe financiero de desarrollo global, reporta listas de cientos de privatizaciones realizadas en los países deudores del banco.

Propongo que dejemos de hablar de privatización y usemos palabras que digan la verdad: Estamos hablando acerca de la enajenación y entrega del producto de décadas de trabajo de miles de personas a una ínfima minoría de grandes inversionistas.  Éste es uno de los más grandes atracos a mano armada realizada en nuestra o en cualquier otra generación.

Otra característica estructural del neoliberalismo consiste en remunerar al capitalismo en detrimento del trabajo y así, trasladar la riqueza desde el fondo de la sociedad hacia la cumbre.  Si Ud. está, digamos, en el 20% superior de la escala de ingresos, Ud. estará en condiciones de aprovechar del neoliberalismo y cuanto más arriba esté, mucho más ganará.  Contrariamente, el sector inferior del 80%, lo pierde todo y cuanto más abajo esté, proporcionalmente mayor será su pérdida.

Pero me había olvidado de Ronald Reagan.  Déjenme ilustrarles este punto con las observaciones de Kevin Phillips, un analista republicano y antiguo asistente del presidente Nixon, quien publicó un libro en 1990 titulado La política de los Ricos y los Pobres (The Politics of Rich and Poor).  Él traza el camino que siguen las doctrinas y políticas neoliberales de Reagan, que cambiarán la distribución del ingreso de los norteamericanos entre 1977 y 1988.  Estas políticas fueron extensamente elaboradas por la conservadora Heritage Foundation, el grupo de asesores en materia de principios de la administración Reagan y que aún hoy en día, es una fuerza importante en la política estadounidense.  Pasando la década de los 80, el 10% superior de las familias aumentó sus ingresos un 16%; de éstos, el 5% superior, aumentó sus ingresos en 23%; pero el extremadamente afortunado 1% de las familias norteamericanas pueden agradecerle a Reagan su incremento en un 50%.  Sus ingresos van de los 270 000 a los 405 000 dólares.  En cuanto a los más pobres, el 80% de abajo, perdió algo y de acuerdo a la norma, cuanto más abajo, más pierde.  El 10% más bajo de los norteamericanos alcanzó el nadir:  de acuerdo a las cifras de Phillip, perdieron el 15% de sus ya magros ingresos; de una media anual de $4 113 dólares cayeron a un inhumano $3 504.  En 1977, el 1% superior de las familias tenían un ingreso medio 65 veces más alto que el 10% de más abajo.  Una década más tarde, el 1% ganaba 115 veces más.

Estados Unidos es una de las sociedades más desiguales de la tierra, pero virtualmente todos los países han visto crecer sus desigualdades en los últimos 20 años, dadas las políticas neoliberales.  La UNCTAD publicó en su informe sobre Comercio y Desarrollo de 1977, algunas avasalladoras evidencias, basados en 2600 estudios separados sobre desigualdades de ingreso, empobrecimiento y empequeñecimiento de las clases medias.   El equipo de la UNTAD documenta estas tendencias en docenas de sociedades muy diferentes, incluyendo a China, Rusia y otros  antiguos países socialistas.

No hay nada de misterioso en esta tendencia con respecto al crecimiento de la desigualdad.  La políticas son específicamente diseñadas para dar a los que ya son ricos, más ingresos disponibles; particularmente a través de reducciones en los impuestos o constriñendo aún más los salarios.  La justificación ideológica y teórica  para estas medidas es que a más altos ingreso y ganancias para los ricos conducirán a una mayor inversión, a una mejor distribución de los recursos y por tanto, a más empleos y bienestar para todos.  En realidad, como fue perfectamente predecible, al mover el dinero hacia arriba en la escala económica, condujo a las burbujas del mercado de las acciones, a las riquezas de papel anónimos para unos pocos y al tipo de crisis financieras de las cuales oiremos hablar mucho en esta conferencia.  Si el ingreso es redistribuido en el 80% inferior de la sociedad, éste será usado para el consumo que como consecuencia beneficia al empleo.  Si la riqueza es redistribuida hacia arriba, donde la gente ya tiene casi todo lo que necesita, no se irá hacia la economía local o nacional, sino hacia las bolsas internacionales.

Como todos ustedes saben, las mismas políticas se han llevado a cabo en el Sur y en el Este, bajo el pretexto de un ajuste estructural, pero éste  es sólo otro nombre para el neoliberalismo.  He usado a la Tatcher y a Reagan para ilustrar las políticas a nivel nacional.  En el nivel internacional, los neoliberales han concentrado todos sus esfuerzos sobre tres puntos fundamentales:
 

Libre comercio de bienes y servicios
Libre circulación de capital
Libertad de inversión
En los últimos 20 años, el FMI se ha fortalecido enormemente.  Gracias a la crisis de la deuda y al mecanismo de condicionalidad, ha evolucionado de ser un apoyo a la balanza de pagos, a ser casi dictador universal de las llamadas "políticas económicas sólidas", que por supuesto son la políticas neoliberales.  La Organización Mundial de Comercio se estableció finalmente en enero de 1995, después de largas y laboriosas negociaciones, a menudo conducidas a través de parlamentos que tenían muy poca idea de o que estaban ratificando.  Afortunadamente, el más reciente esfuerzo para  torna obligatorias y universales las normas neoliberales, el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) fracasó, al menos temporalmente.  Éste habría dado todos los derechos a las corporaciones, todas las obligaciones a los gobiernos y ningún derecho a todos los ciudadanos.

El común denominador de todas estas instituciones es su falta de transparencia y de control democrático.  Ésta es la esencia del neoliberalismo, que declara que la economía debe dictar  las reglas a la sociedad y no todo lo contrario.  La Democracia es un impedimento, el neoliberalismo se diseñado para los vencedores y no para los votantes, quienes necesariamente equilibran las categorías de vencedores y perdedores.

Quisiera terminar pidiéndoles que tomen muy seriamente la definición neoliberal del perdedor, a quien no se le debe nada en particular.  Cualquiera puede ser expulsado del sistema y en cualquier momento –por enfermedad, edad, embarazo, por el fracaso calculable o simplemente porque las circunstancias económicas y la implacable transferencia de riqueza de abajo hacia arriba lo demandan.   El valor de las acciones lo es todo.  Recientemente, el International Herald Tribune  señalaba que los inversionistas extranjeros están haciendo "crujir" a las compañías y bancos de Tailandia y de Corea.  Sin sorprendernos, estas compras se esperan que resulten en "grandes ganancias".

En otras palabras, los resultados de años de trabajo de millones de tailandeses y coreanos se transfieren a manos corporativas extranjeras.  Muchos de los que trabajaron para crear esa riqueza ya están o estarán muy pronto en el suelo.  Bajo el principio de la competencia y de la maximización del valor de las acciones, tal conducta es vista no como criminalmente injusta, sino como normal y hasta virtuosa.

Sostengo que el neoliberalismo ha cambiado la naturaleza fundamental de la política.  La política solía ser primordialmente algo que tenía que ver con quién gobernaba y qué parte de la torta se llevaba.  Aspectos de ambas cuestiones centrales, permanecen, por supuesto.  Pero la nueva gran cuestión de la política es –desde mi punto de vista:  "quién tiene derecho a la vida y quién no".   La exclusión total está ahora a la orden del día y lo digo muy seriamente.

Les he dado a ustedes una cantidad de malas noticias, porque la historia de los últimos 20 años está llena de ellas.   Pero no quiero terminar con una nota depresiva y pesimista.  Muchas cosas ya están sucediendo para contravenir estas tendencias que amenazan la vida y hay un amplio rango de oportunidades para acciones posteriores de gran alcance.

Esta conferencia va a ayudar a definir mucho de esa acción que creo debe incluir una ofensiva ideológica.  Es tiempo de que establezcamos la agenda, en vez de esperar a que lo hagan los Amos del Universo reunidos en Davos.   Espero que los patrocinadores comprendan que no vamos a apoyar sólo proyectos, sino también ideas.  No podemos contar con  los neoliberales para hacerlo, de modo que debemos diseñar sistemas de tributación  internacionales que sean equitativos y operables, incluyendo un Tobin Tax, sobre todas las transacciones financieras y monetarias e impuestos a pro rata sobre las ventas de las Corporaciones Transnacionales.  Espero entrar en los detalles de estos problemas en los talleres que se realicen acá.  Los procedimientos de un sistemas de impuestos internacional deben llevar a cerrar el abismo entre el Sur y el Norte, y a redistribuir entre toda la gente lo que les ha sido robado durante los últimos 20 años.

Permítanme repetirles lo que ya les dije:  el neoliberalismo no es la condición humana natural, no es sobrenatural y puede ser desafiada y reemplazado, porque su propio fracaso lo requiere.  Debemos estar preparados con políticas de reemplazo que restauren el poder en las comunidades y los estados democráticos, en tanto se trabaje para instituir la democracia, el gobierno de la ley y la justa distribución a un nivel internacional.  Los negocios y el mercado tienen lugar, pero este lugar no puede ocupar la esfera completa de la  existencia humana.

Otra buena noticia es que hay mucho dinero revoloteando en torno y que una pequeña fracción, muy ridícula, casi infinitesimal, sería suficiente para proveer de una vida decente a todos los habitantes del planeta y dar salud y educación universal, limpiar el medio ambiente y prevenir una mayor destrucción de la Tierra, y también cerrar el abismo entre el Norte y el Sur –al menos de acuerdo con la UNDP— que reclama para esto 40 mil millones de dólares, lo que francamente no es nada.

Finalmente, por favor recuerden que si el neoliberalismo puede ser insaciable, no es invulnerable.  Una coalición de activistas internacionales, solamente ayer,  los obligó a abandonar –al menos temporalmente—su proyecto de liberalizar todas las inversiones a través del AMI.   La sorprendente victoria de sus opositores enfureció a los que apoyaban al gobierno corporativo y demostró que una bien organizada red de guerrillas puede ganar batallas.  Ahora debemos reagrupar nuestras fuerzas e insistir cuando tratan de transferir el AMI a la Organización Mundial  de Comercio ( WTO).

Miremos las cosas de este modo:  tenemos los números a nuestro favor, ya que hay más perdedores que vencedores en el juego neoliberal.  Tenemos las ideas, mientras las suyas son puestas en duda debido a las repetidas crisis.  Lo que nos falta hasta ahora, es la organización y la unidad.  Algo que puede ser superado con la tecnología avanzada.   La amenaza es claramente transnacional y la respuesta debe ser también transnacional.  La solidaridad ya no significa ayuda, no sólo ayuda, sino encontrar las sinergías ocultas, en las luchas de cada uno de los otros, de modo que la fuerza numérica y el poder de nuestras ideas llegue a ser aplastante.  Estoy convencida de que esta conferencia contribuirá poderosamente a este objetivo.  Les agradezco a todos su fina atención.



La cronología de la entrega y la dependencia de Argentina al F. M. I.


Roberto Baschetti
Resumen Latinoamericano

1956. 19 de abril. Dictadura de Aramburu y Rojas.
Gestiones para el ingreso de la Argentina al Fondo Monetario Internacional y al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. (Decreto N° 7103).

1956. 1 de noviembre. Dictadura de Aramburu y Rojas.
Ofrecen un banquete al Sr. Rodolfo Corominas Segura, sus relaciones y amistades, con motivo de su próxima partida para Washington donde asumirá las funciones de director del Fondo Monetario Internacional. (Entre sus agasajantes los funcionarios y/o simpatizantes de la Revolución Libertadora: Carlos Adrogué, Eugenio Blanco, Luis María Bullrich, Miguel Angel Zavala Ortíz, Silvano Santander, Antonio Santamarina, Carlos Pueyrredón, Dell´Oro Maini, Américo Ghioldi).

1958. 29 de diciembre. Gobierno de Frondizi.
Se firma un nuevo convenio con el FMI. Por razones políticas, el acuerdo no se da a publicidad en forma oficial. Se conoció a través de una copia que obtuvo y difundió una publicación especializada. Los puntos esenciales del convenio eran: despido del 15% de los empleados públicos; demoras y postergaciones de las obras públicas; aumento del 150% en las tarifas del transporte; despido del 15% del personal ferroviario y eliminación de ramales; aumento de las tarifas eléctricas; aumento del 200% en el precio del petróleo; nuevos impuestos y recargos de todo tipo. Se eliminan los controles de precios y se congelan los salarios por dos años, además de liberar el valor del dólar.

1960. 17 de enero. Gobierno de Frondizi.
Alsogaray ha fracasado rotundamente y no ha podido estabilizar el costo de la vida ni frenar la inflación. Hay más dinero en circulación y los salarios valen menos, es decir que el poder adquisitivo del pueblo ha bajado a pesar de lo dicho y merced a lo hecho por el señor Alsogaray. Pero eso estaba previsto: en cuanto Frondizi anunció el 29 de diciembre de 1958 el plan del Fondo Monetario Internacional, del que Alsogaray no es más que un dócil ejecutor, sabíamos que se iba a condenar al hambre y a la miseria a los veinte millones de argentinos. Además no hay tal plan de Alsogaray. Son simples directivas del Fondo Monetario Internacional, directivas que nos negamos terminantemente a seguir durante diez años de gobierno peronista y cuya aplicación ha fracasado ya en otros países americanos, como Brasil, que ha terminado rechazándolas.(José Constantino Barro, hasta 1952, titular de la cartera de Industria y Comercio)

1975. 12 de noviembre. Gobierno de Isabel Martínez.
Todo el sistema dependiente y neocolonial descansa sobre formas profundas de corrupción. La dependencia favoreció los negociados de las concesiones petroleras, las inversiones fantasmales realizadas con dinero del propio país, el envío al exterior de utilidades y pago de royalties, el endeudamiento a la banca internacional a través de onerosos empréstitos, el vaciamiento y ulterior desnacionalización de industrias de capital argentino, la super explotación de los recursos nuestros que interesaban al imperialismo y los países centrales y la parálisis en la explotación de aquellas materias primas que les interesa guardar como reserva estratégica, la sobrefacturación o subfacturación de las multinacionales para disimular ganancias, evadir impuestos o traficar divisas, la fuga de más de 15 mil millones de dólares en las últimas dos décadas, el intento en fin, de corromper a nivel masivo, con casinos, quinielas y prodes.

Todos recordamos a Krieger Vasena, aquel economista pulcro y estudioso que apenas abandonó el ministerio (de Economía) se fue a las Bahamas a ocupar su puesto "bien ganado" en el directorio de Deltec. Y al almirante Gnavi, a quien le parecían compatibles sus negocios con el armador yanqui Granville Conway con su cargo de comandante en jefe de nuestra Marina de Guerra. Hace 20 años que a nuestra sufrida Nación le han puesto bandera de remate y las riquezas que el pueblo produce se las llevan a manos llenas las multinacionales o los grandes grupos locales en cuyos directorios aparecen frecuentemente apellidos como Cantilo, Pistarini, Costa Méndez, Van Peborgh ó Méndez Delfino. Al país le hacen falta divisas para comprar los bienes de capital, los bienes intermedios y las materias primas que nuestra industria necesita para no seguir asfixiándose. Pero ocurre que esas divisas no están aquí, sino en cuentas numeradas en Suiza, Nassau, Lietchtenstein, en cuanta bella y pintoresca parte del mundo se acepta el dinero sin olerlo. (quincenario El Auténtico N° 5, órgano del Partido Peronista Auténtico).

1976. 25 de marzo. Dictadura de Videla.
La República Argentina recibiría una rápida colaboración de parte del Fondo Monetario Internacional si la Junta Militar gobernante decide utilizar, para aliviar los problemas económicos del país, los servicios de dicho organismo.

En la actualidad la deuda externa argentina suma alrededor de 10.000 millones de dólares, de los cuales 1.100 tienen vencimiento en los próximos sesenta días. Las mismas fuentes indicaron que no sería un descrédito para el gobierno, si sus titulares deciden pedir prórrogas para los vencimientos que el país debe afrontar con los miembros del Club de París. Esa renegociación significaría, según expertos locales ´dos años de alivio´, mientras se aplican los nuevos planes económicos y se recupera la confianza externa e interna, a través de un severo tratamiento que persiga el equilibrio de la balanza de pagos, el déficit presupuestario, el aumento de la producción y de las exportaciones. En este sentido, la Argentina -manifestaron- sobresale por poseer mayores recursos para una recuperación en plazos menores. (La Opinión).

1982. 5 de setiembre. Dictadura de Bignone.
Mientras se empobrecía bajo el amparo del liberalismo, Argentina quintuplicó su deuda en seis años. Cuando en 1952 la Argentina canceló su deuda externa, que ascendía a poco más de 12 millones de pesos, ni el argentino más pesimista hubiera imaginado que treinta años después el endeudamiento superaría los 39 mil millones de dólares. Hoy cada argentino le debe a un banquero extranjero 1.500 dólares, equivalente a 75 millones de pesos. (La Voz. Mauricio Crea).

1983. 28 de enero. Dictadura de Bignone.
Es un hecho que una tajada importante del endeudamiento corresponde al reequipamiento militar emprendido por la dictadura, rearme que no apunta a la recaptura de las Malvinas sino a perfeccionar su aparato de represión interna y a prepararse para una eventual aventura bélica con Chile por el Canal de Beagle. Otra cuota proviene de la brutal extorsión de la banca extranjera sobre el país. El propio Banco Central reconoció que por lo menos un 60% del aumento de la deuda proviene de los intereses múltiples que se aplican a la deuda vencida impaga y a las tasas crecientes de interés que superan en un 4% a las vigentes en el mercado mundial de por sí usurarias en el momento actual.

Los capitalistas, en los últimos años, produjeron un virtual ´vaciamiento´ por el cual hipotecaron sus activos para endeudarse y enviar el dinero fuera del país. ¿Cómo? Mediante la cancelación ´en negro´ de importaciones mientras se mantenía formalmente la deuda, mediante autopréstamos entre empresas de aquí y de afuera, etc. Esto ha dado lugar a una masa de fondos depositado en el exterior que, según algunas estimaciones, llega a los 30.000 millones de dólares, es decir el 70% de la deuda actual reconocida. Quienes defienden el pago de la deuda, aunque sea fraudulenta, argumentan que los acreedores extranjeros no son responsables del endeudamiento argentino sino Martínez de Hoz y Cía. Lo que ocultan es que fueron los acreedores los que pusieron a Martínez de Hoz, y lo más importante, que se combinaron con los ´deudores´ para registrar contablemente créditos que nunca entraron o que entraron pero salieron con los ´vaciamientos´ de empresas. Ahora la banca y sus agentes aprietan las clavijas para que los trabajadores carguen con los 45.000 millones de dólares. (semanario Prensa Obrera, órgano del Partido Obrero).

1983. 5 de abril. Dictadura de Bignone.
El precandidato presidencial del radicalismo Raúl Alfonsín, también sostuvo que por imprudente que haya sido la política económica aplicada, el gobierno y las empresas públicas no pueden menos que hacer frente a la deuda contraída, aunque aclaró que sólo se debe pagar la deuda legítima. (La Razón).

1984. 23 de setiembre. Gobierno de Alfonsín.
Mientras en EE.UU se asumen compromisos con la banca acreedora y el FMI, la economía interna ya entró en tobogán recesivo. Sólo se produce para transferir riquezas al exterior y el reparto de los magros excedentes en el orden local provoca una desenfrenada especulación de los grupos oligopólicos. Reagan y los banqueros no se conforman ni siquiera con los importantes condicionamientos admitidos por las autoridades argentinas. A partir de las exigencias de cobro de la deuda sobrevendrán cada vez más descarados intentos de monopolización y desnacionalización de riquezas locales. El país diseñado por el stand by calza a la medida de los inversores externos y la oligarquía interna asociada. Las carpetas de Klein (funcionario económico de la dictadura militar, estrecho colaborador de Martínez de Hoz, sorprendido con carpetas para facilitar la entrega del país) brindan suficientes muestras del interés yanqui: petróleo, tierras, materias primas, empresas estatales redituables. Todo a bajo precio. (La Voz1984. 26 de setiembre. Gobierno de Alfonsín).

Admitió el FMI que receta ajustes difíciles y onerosos ya que frecuentemente involucran considerable sacrificio y penurias. (Clarín).

1985. 24 de mayo. Gobierno de Alfonsín.
Según los críticos y muchos gobiernos de los países en desarrollo que tuvieron experiencias con el FMI, el Fondo regiría en forma inaceptable la política interior y afectaría la soberanía de los países deudores. Sus diagnósticos erróneos y sus recetas inservibles no solamente no estarían en condiciones de lograr el saneamiento económico, sino que agudizarían la crisis, haciendo recaer sobre los hombros de los menos privilegiados una serie de gravámenes sociales, afectando así la estabilidad interna de los países". (Peter Korner y otros en la nota "FMI, policía financiero internacional.Semanario Nueva Presencia).

1985. 26 de julio. Gobierno de Alfonsín.
Será liberado el control de precios. Los salarios permanecerán congelados hasta que se sanee el sistema financiero y se avienten las expectativas inflacionarias. Se reduce el papel del Estado en los gastos de seguridad social. Se busca eliminar completamente las retenciones sobre la exportación y los aranceles a las importaciones. Se fomenta la privatización de las empresas estatales. (Estos son algunos de los principales puntos acordados entre el FMI y el Gobierno en el marco del acuerdo stand-by. Estas recetas ultraliberales fueron aceptadas por el presidente Alfonsín, a punto tal que un.cantito de la militancia opositora a su gobierno era: "Cuando asumió el gobierno, la deuda no iba a pagar; y ahora se pasa todo el día, firma que te firma los stand-by).

1988. Noviembre. En crisis gobierno de Alfonsín; asumirá Menem.
La Argentina se ha endeudado a un nivel casi igual a un 80% del producto bruto, consecuencia de las remesas de los argentinos ricos a EE.UU. subsidiados durante el período de Martínez de Hoz. Hoy se le pide a los argentinos pobres que hagan esfuerzos para pagar esa deuda. El origen de la deuda hace que hoy tengamos la deuda pero no tengamos bien alguno, ya que esos son ´bienes´ que los tienen argentinos expatriados, por lo menos desde el punto de vista económico, y que no son más solidarios con el conjunto de la sociedad argentina. El pago de esta deuda no es posible. El pago de los intereses que se está intentando hacer está consumiendo la poca capacidad de acumulación que el país tiene y ni siquiera permite disminuir la deuda en términos reales que sigue incrementándose, agravándose la relación de deuda a producto, lo que garantiza una situación de creciente insolvencia. Este es el fondo del problema.. (Informe de Guido Di Tella al candidato electo por el P.J. Carlos Menem. En suplemento Cash de Página 12, del 7-7-91).

1990. 7 de julio. Gobierno de Menem.
Michel Camdessus apoyó el plan económico argentino. ´La pobreza de este país es por no haber hecho el ajuste´. El cronista le pregunta además que "Usted dice que tenemos que abrir la economía, pero eso puede traer trastornos en la industria" a lo que Camdessus contesta: "La Argentina tiene todo para ganar con la competencia y la apertura.(Clarín. Declaraciones del titular del FMI).

1990. 21 de setiembre. Gobierno de Menem.
El director gerente del FMI, Michel Camdessus, reiteró su apoyo al programa económico argentino al que definió como de ´alta calidad´ y sobre cuya continuidad no abrigó dudas. (Nuevo Sur).

1990. 18 de octubre. Gobierno de Menem.
El director del FMI destacó la valentía de Menem. Camdessus tuvo elogios para el ajuste argentino.. (Ambito Financiero).

1994. 22 de agosto. Gobierno de Menem.
Nadie creció con ajustes del FMI. No deja de ser una curiosa muestra de éxito el hecho de que las economías que se ´sanean´ con la medicina neoliberal tengan más pobres que nunca y la deuda social crezca inconteniblemente. (Atilio Borón en Clarín).

1995. 18 de diciembre. Gobierno de Menem.
"Los consejos del Fondo Monetario son malos". (Reportaje a Milton Friedman, el economista anglosajón de mayor influencia luego de Keynes. La Nación).

1996. 28 de mayo. Gobierno de Menem.
El titular del FMI reiteró su apoyo al programa económico y sugirió profundizar la flexibilidad laboral. Dijo que los problemas fiscales de la Argentina no son graves. (El Expreso diario).

1998. 24 de enero. Gobierno de Menem.
En esencia, los planes de rescate con que el FMI acude a Corea, Indonesia o Tailandia son, oficialmente, operativos de salvataje de las economías en crisis, pero en la práctica salvan mucho más a sus acreedores. Como los recursos del Fondo no alcanzan para todo, se arman paquetes más amplios con participación de la banca, que pone como condición para otorgar la refinanciación que los respectivos gobiernos asiáticos avalen el repago.

Esto intenta reproducir el esquema de estatización de la deuda que se aplicó en Argentina en 1982 después de Malvinas, lo que en Asia resulta aún más alevoso porque allí el grueso de la deuda es del sector privado. Una vez estatizada la deuda será la población quien se haga cargo de ella a través de una política fiscal adecuada a ese objetivo. Exactamente el tipo de política fiscal que prescribe el Fondo, que recién entonces se encontraría en su elemento. (Julio Nudler. Página 12).

1998. 2 de febrero. Gobierno de Menem.
Fuerte respaldo de Estados Unidos al Fondo Monetario. (Clarín).

1998. 6 de abril. Gobierno de Menem.
Es como si nos estuvieran tomando el pelo. Parece hasta irrespetuoso. Mire si nosotros, que venimos peleando contra la desocupación, los problemas sociales y el tema de los excluídos, le vamos a decir a la gente que vamos a enfriar la economía porque cinco imbéciles disfrazados de técnicos nos dicen esas cosas. (El presidente del bloque de diputados del PJ, Humberto Roggero se refiere a los miembros de la misión del FMI que llegaron a la Argentina y propusieron anular el plan de autopistas, postergar el aumento a los docentes, recortar el gasto, subir las tasas de interés y disminuir los reembolsos a las exportaciones. En Clarín).

1998. 1 de octubre. Gobierno de Menem.
Evidentemente el FMI ha querido premiar a la Argentina por su buena conducta, permitiéndole resaltar frente a los banqueros más importantes del mundo lo que ha realizado en estos años, así como la solidez de sus finanzas públicas y de su sistema bancario. Ha querido también exhibir a nuestro país como un ejemplo ante el mundo, de cómo es posible encarrilar una situación desquiciada. Somos lo que se llama su leading case. (La Razón. Juan Alemann -gurú liberal, funcionario y defensor de cuanta dictadura militar hubo en Argentina- explica porque Menem debe ir a hablar en la Asamblea del FMI).

1998. 10 de octubre. Gobierno de Menem.
Caluroso elogio del director del FMI. Camdessus: ´El mejor presidente de los últimos 50 años es Carlos Menem.(La Razón).

1999. 27 de setiembre. Gobierno de Menem.
Duhalde volvió a criticar con dureza al Fondo Monetario. ´No somos esclavos´ dijo el gobernador. (La Nación).

2000. 8 de enero. Gobierno de De la Rúa.
El FMI presiona por un ajuste más profundo. Funcionarios del Fondo ya anticiparon al Gobierno sus nuevas exigencias. (Clarín. Las exigencias se centran en: máxima liberalización del mercado de trabajo, privatización parcial del sistema de obras sociales, privatización del Banco Nación previa transformación del mismo en una sociedad anónima, cambios en el régimen jubilatorio y control de los gastos provinciales).

2000. 19 de enero. Gobierno de De la Rúa.
El FMI salió en apoyo de la convertibilidad. La jefa de la actual misión del Fondo dijo que sería ´malo´ abandonar la paridad fija. (Clarín).

2000. 28 de marzo. Gobierno de De la Rúa.
EE.UU. elogió la política económica de De la Rúa. ´Está comprometido con las reformas de libre mercado´ destacó el secretario del Tesoro. (La Prensa).

2000. 29 de marzo. Gobierno de De la Rúa.
Guiño a la Argentina. Fuerte apoyo del Tesoro de EE.UU. Larry Summers, dijo estar ´muy animado´ por las decisiones fiscales y laborales que tomó el gobierno de De la Rúa, Dio una ´especial felicitación´ por lo hecho por la Alianza hasta ahora. (Clarín).

2000. 13 de abril. Gobierno de De la Rúa.
Castro pide la ´demolición´ del FMI y la ayuda Sur-Sur. "Esta deuda no es un problema económico, sino político, y por tanto requiere una solución política. La deuda exterior -subrayó Castro- es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo, es impagable e incobrable por lo que instó a los países del G7 a no pagarla. (La Capital de Mar del Plata).

2000. 13 de abril. Gobierno de De la Rúa.
"Un muy bien felicitado, siga así" del Citigroup. Los deberes bien hechos recogen sus frutos. El principal directivo del holding auguró para la Argentina una mejor calificación para las inversiones. (Página 12).

2000. 23 de abril. Gobierno de De la Rúa.
Disparos contra el Fondo. En EE.UU. acusan a los organismos financieros de empobrecer a los países emergentes. (Clarín, nota de Daniel Muchnik).

2000. 4 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
La deuda externa ya supera la mitad del PBI. (La Nación, escribe Martín Kanenguiser).

2000. 8 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
Reunión de la elite empresarial y de negocios en Río de Janeiro. Cardoso: el FMI no deja margen para hacer políticas sociales. El presidente brasileño criticó algunas políticas del organismo. Dijo que las privatizaciones son sólo una panacea y que no aportan una solución de fondo. (Clarin).

2000. 17 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
Alfonsín cargó contra el Fondo. Dijo que sus recetas económicas ´no sirven y nos llevaron al desastre´. (La Prensa).

2000. 17 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
Apoyo del FMI al plan, en el momento justo. El flamante titular del organismo, Horst Kohler, dijo que la Argentina ´va por buen camino´. El respaldo llega cuando no hay signos claros de reactivación y se prepara un nuevo ajuste". (Clarín).

2000. 23 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
Inusual gesto de la Iglesia contra las políticas del FMI. El cardenal Primatesta envió a Moyano su apoyo a la marcha del miércoles 31 contra el FMI. (Clarín).

2000. 26 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
El arzobispo de San Juan, Italo Severino Di Stéfano, dijo que a los representantes del Fondo Monetario Internacional ´habría que echarlos del país´ y rechazó la ´intromisión y dominación de unos señoritos a quienes tendríamos que decirles: buen viaje, váyanse de nuestro pais´. (La Capital de Mar del Plata).

2000. 26 de mayo. Gobierno de De la Rúa.
Renovado respaldo del Fondo Monetario a la Argentina. ´aseguró que el FMI está preparado para ayudar. Y confía en que se recuperará el sendero del fuerte crecimiento´. (Clarín).

2000. Junio. Gobierno de De la Rúa.
Frente a esta crisis el FMI muestra su solución estándar que aplica en Burundi o Costa de Marfil o Argentina. Impone un nuevo ajuste que nos somete aún más a los grupos económicos transnacionales y a la voluntad absoluta del capital especulativo. De este nuevo ajuste sólo es posible esperar más recesión Cualquier alternativa popular que no tenga una clara naturaleza anticapitalista, está destinada al fracaso. (Jorge Beinstein en revista Vencer N° 16/Cultura).

2000. 6 de junio. Gobierno de De la Rúa.
Ruckauf alertó al Fondo Monetario que su diagnóstico está equivocado. Afirmó que no se puede privilegiar la lucha contra el déficit fiscal por sobre el desempleo y la reactivación de la economía. (La Prensa) 2000. 14 de junio. Gobierno de De la Rúa.

Los directivos del FMI, el Banco Mundial y el BID se reunieron con el Presidente. Visto bueno de los organismos financieros internacionales. Se comprometieron a respaldar el modelo económico para lograr ´rápidamente´ inversiones extranjeras, y reconocieron que el ajuste a los estatales es ´muy severo´ y ´socialmente doloroso.´ (La Prensa).

2000. 11 de julio. Gobierno de De la Rúa.
Finalmente el Gobierno logró cumplir con el FMI. Elogios de Stanley Fisher al Plan de De la Rúa. Encendido apoyo del Fondo. (Clarín).

2000. 20 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
La salida de la recesión. Proyecciones sobre la Argentina. Según el FMI, habrá otros seis meses duros. El principal economista del Fondo dijo que la situación es difícil. Y que se saldrá lentamente. Pero no prevé una crisis. Aunque calificó de decepcionante al actual crecimiento económico". (Clarín).

2000. 24 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
El FMI no para de gastar, gastar y gastar. Haz lo que dice el Fondo... Mientras predica ajustes y austeridad, su presupuesto crece: hay aumentos de salarios, más empleados, fondos reservados, viajes y hasta planes contra el stress. Y no pagan impuestos. (Página 12. Nota de Maximiliano Montenegro).

2000. 24 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
Asamblea anual del FMI. La Argentina, en el fondo de la tabla de crecimiento. (Clarín).

2000. 25 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
Los documentos internos del Fondo sobre la Argentina. El FMI avala la ley laboral tal como fue aprobada. Quiere que esa reforma continúe vigente. Aun si llega a comprobarse que se pagaron sobornos para su sanción. El FMI llegó a condicionar su ayuda al país a la sanción de esa ley. (Clarín). 2000. 27 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.

Según el Fondo, Argentina es un caso para el diván. Tomás Raichman, economista del organismo, dijo que el problema argentino es la falta de ánimo. ´No sabemos como manejar este tipo de psicología social´. (Clarín).

2000. 28 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
Duhalde es lapidario. "Continúan con el modelo de hambre y exclusión". (La Capital de Mar del Plata).

2000. 29 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
Subió la deuda externa: llegó a 144.452 millones. (Clarín).

2000. Octubre. Gobierno de De la Rúa.
Deuda externa y tasa cambiaria son el cepo que nos estrangula. Detrás de la corrupción están el Fondo Monetario y el Imperialismo. (En Patria y Pueblo N° 3, Jorge E. Spilimbergo comenta la sentencia del juez federal Jorge Ballestero con que cerró un juicio de 18 años llevado adelante por el doctor Alejandro Olmos contra los responsables de la ficticia e ilegítima deuda externa: "El país fue puesto desde 1976 bajo la voluntad de acreedores externos, bajo la supervisión del FMI y Banco Mundial, mediante una política económica vulgar y agraviante que puso de rodillas al país, para beneficiar a empresas privadas nacionales y extranjeras, en desmedro de las empresas del Estado).

2000. 1 de noviembre. Gobierno de De la Rúa.
La Argentina va por buen camino, insistió el FMI. (La Prensa).

2000. 5 de noviembre.- Gobierno de De la Rúa.De la Rúa: la Argentina cumplirá con el pago de la deuda externa. El Presidente dijo que cualquier declaración en contrario es inadmisible. (Clarín).

2000. 11 de noviembre. Gobierno de De la Rúa.
De la Rúa obtuvo un rotundo apoyo del FMI. (Clarín, en tapa).

2000. 6 de diciembre. Gobierno de De la Rúa.
La mayor preocupación de los Estados Unidos. Quieren saber cómo hará la Argentina para crecer. Timothy Geithner, número dos del Tesoro de EE.UU, se lo preguntó a varios ministros. Aseguró que el ´blindaje´ va a salir, pero será caro. (Clarín).

2000. 16 de noviembre. Gobierno de De la Rúa.
El crecimiento del endeudamiento externo, las nuevas condiciones internacionales y la situación política son claves que definen la crisis argentina. En este cuadro el ´blindaje financiero´ sólo posterga la agonía y por vía de reproducir políticas que en términos conceptuales siguen repitiendo criterios del pasado, termina inmolando en el altar de la solvencia de corto plazo la propia posibilidad de la política argentina. (Claudio Lozano en la revista Realidad Económica N° 176).

2001. 20 de febrero. Gobierno de De la Rúa.
El FMI pronostica alto desempleo aun cumpliendo las metas. La salida era una puerta giratoria. (Página 12).

2001. 4 de marzo. Gobierno de De la Rúa.
Usted debe aceptar le dijo Fisher a Cavallo. "El directivo del Fondo Monetario Internacional sugirió al ex ministro que se integre a la estructura de gobierno". (Pagina 12).

2001. 6 de marzo. Gobierno de De la Rúa.
Aval del Fondo Monetario para el nuevo ministro de Economía. López Murphy una selección brillante. (Clarín. Lo de selección brillante fue dicho por el embajador estadounidense en Argentina, James Walsh).

2001. 15 de marzo. Gobierno de De la Rúa.
Fuerte presión del FMI a favor del plan de Murphy. (Clarín).

2001. 3 de abril. Gobierno de De la Rúa.
Firme apoyo del FMI y el Banco Mundial a Cavallo. (La Nación).

2001. 25 de julio. Gobierno de De la Rúa.
El jefe del Tesoro de EE.UU. se corrigió: ahora elogia el ajuste de la Argentina. Paul O´Neill había dicho sobre los argentinos: ´Nadie los obligó a que sean lo que son´ Ayer cambió el discurso. Dijo que las últimas medidas del Gobierno son ´realmente positivas´ Y que van ´más allá de la receta del FMI´. (Clarín).

2001. 14 de agosto. Gobierno de De la Rúa.
Antes un poco de Dunga Dunga. La negociación por apoyo del Fondo. El FMI está duro y Bush en persona aseguró que Estados Unidos ´sigue día a día la situación argentina´ y urgió a que cumpla con las reformas prometidas para ganarse la confianza de su país. (Página 12).

2001. 22 de agosto. Gobierno de De la Rúa.
Los EE.UU intentan sacarle al país hasta la última gota de sangre, dijo el ex gobernador. Duhalde afirmó que no sirve la ayuda financiera del FMI. (La Prensa).

2001. 9 de setiembre. Gobierno de De la Rúa.
La deuda argentina total supera los 211.000 millones de dólares. Es el 73% de la riqueza anual que produce el país. (Clarín).

2001. 12 de noviembre. Gobierno de De la Rúa.
Las nuevas medidas. Sondeo sobre el grado de apoyo a las medidas económicas. Dicen que para salir de la crisis hay que usar recetas propias. Así opinan 7 de cada 10 argentinos, según una encuesta de la consultora Rommer. Proponen ignorar al FMI. (Clarín).

2001. 20 de noviembre. Gobierno de De la Rúa.
Llega el lunes a Buenos Aires una misión técnica. De la Rúa le pidió al jefe del FMI que envíe pronto sus inspectores. (Clarín).

2001. 23 de diciembre. Gobierno provisional de Puerta.
Fondo Monetario dice: Yo no fui. El FMI se lava las manos ante el desastre que provocan las medidas que proponen sus funcionarios. (Daniel Muchnik en Clarín).

2002. 10 de enero. Gobierno provisional de Duhalde.
EE.UU. aconseja que Argentina apure otro acuerdo con el FMI. La sugerencia la formuló el secretario del Tesoro, Paul O´Neill, desde Washington. Dijo que el Gobierno debe definir un programa sustentable que sirva como base para sellar otro acuerdo. (Clarín).

2002. 13 de enero. Gobierno provisional de Duhalde.
Le piden al FMI que no hable de más. (Clarín. Declaraciones del viceministro de Economía, Jorge Todesca. Además se preguntó si al organismo "le interesa el desarrollo del país").

2002. 14 de enero. Gobierno provisional de Duhalde.
Un hombre del FMI y del Banco Mundial. (La Nación. Currículum de Mario Blejer flamante presidente del Banco Central).

2002. 14 de enero. Gobierno provisional de Duhalde.
Autocrítica de O´Neill, titular del Tesoro norteamericano. Reconoció que su gobierno no tiene en claro cual debería ser el camino que tendría que seguir la Argentina para retomar el crecimiento económico. ´Creo que durante los últimos 40 ó 50 años en el Banco Mundial y en el FMI no se hizo lo correcto´. (La Nación).

2002. 19 de enero. Gobierno provisional de Duhalde.
Para ayudar, el FMI exige antes negociar la deuda. (Clarín).

2002. 24 de enero. Gobierno provisional de Duhalde.
Respuesta del Jefe de Gabinete al titular del Fondo. ´No necesitamos que nos digan como hay que sufrir´. Capitanich dijo que ´el esfuerzo de los argentinos ha sido muy grande´. Y pidió ´comprensión´. Kohler había advertido que habrá más ´sufrimiento´. (Clarín).

Fuente: Nac & Pop